Preguntas de los lectores
● ¿Es malo quitarle la vida a un animal doméstico querido que está viejo o enfermo?
No, pues la Biblia muestra que los seres humanos tienen la autoridad y responsabilidad de decidir si quieren acabar con la vida de un animal, y cuándo y cómo hacerlo.
Al decir esto, definitivamente no estamos estimulando el desplegar insensibilidad o crueldad para con los animales. Triste es decirlo, pero la historia humana hasta la actualidad está llena de ejemplos de crueldad maligna para con los animales. Eso concuerda con el modelo que estableció el brutal Nemrod. Pero ése no es el modelo que estableció el Dios de amor, misericordia y compasión. (Gén. 10:9) La Palabra de Dios aconseja específicamente a Sus adoradores que cuiden de los animales, que eviten el ser crueles con ellos.—Pro. 12:10.
Sin embargo, no podemos pasar por alto el hecho de que Jehová Dios dio a los seres humanos dominio sobre los animales. (Gén. 1:26-28) Más tarde concedió permiso a la humanidad para matar animales y alimentarse de ellos. Y los ejemplos bíblicos muestran que se puede matar a los animales por otras razones, entre ellas la de protección o la de obtener material para ropa.a (Gén. 3:21; 9:3-5; Jue. 14:5, 6; Heb. 11:37) La Biblia no suministra reglas sobre cómo se habría de dar muerte a los animales que se matara. Sin embargo, donde sea posible hacerlo, lógicamente la manera que se usara debería estar en armonía con lo que dicen las Escrituras acerca de desplegar misericordia y acerca de evitar el tratar con crueldad innecesaria a los animales.
Aunque en tiempos bíblicos a los animales se les consideraba principalmente desde un punto de vista utilitario, hoy en día muchas personas tienen animales en su casa como animales domésticos o favoritos. Con frecuencia parece que en esto está envuelto el deseo de compañerismo. Muchas personas desarrollan fuertes vínculos emocionales con su animal doméstico. Por eso, quizás les produzca dolor emocional el pensar en quitar la vida a un animal doméstico que esté muy viejo, algo debilitado o quizás enfermo.
Pero subsiste el hecho de que la Biblia no dice que sea malo el matar a un animal doméstico o favorito. Alguien hasta pudiera llegar a la conclusión de que el hacer eso de manera rápida y relativamente indolora es mejor que suministrarle al animal un tratamiento costoso que simplemente prolongue su sufrimiento. El individuo que sea responsable del animal, que esté ejerciendo dominio sobre él, es quien determina si se ha de terminar con su vida, y cuál es la mejor manera de hacerlo.
[Nota]
a Vea “Equilibrados en su punto de vista de la vida animal” en ¡Despertad! del 8 de julio de 1976.