Terrorismo en el nombre de Dios
Las iglesias del mundo siempre han apoyado a un lado o ambos lados de los que han estado envueltos en conflictos militares. De manera similar, el Concilio Mundial de Iglesias otorgó recientemente 85.000 dólares a un movimiento guerrillero del cual se sabe que participa en terrorismo y asesinato. Una caricatura del periódico Daily Express, de Londres, ilustró esto con un dibujo del Diablo llamando jovialmente a Dios por teléfono y declarando: “¡Mi esfuerzo por apoderarme del mundo marcha muy bien, y el Concilio Mundial de Iglesias se ha pasado de tu lado al mío!”
Tales acciones en el nombre del cristianismo ciertamente arrojan oprobio sobre Dios y Cristo, como también lo hizo notar el Herald Examiner de Los Ángeles: “El creer que un grupo de clérigos, reunidos en el nombre del Príncipe de la Paz, pudieran patrocinar [a las guerrillas] exige lo máximo de nuestra credulidad.” Pero Jesús vio de antemano que habría clérigos que usarían Su nombre y se comportarían de ese modo, y proféticamente rechazó sus peticiones de misericordia en el juicio con las palabras: “¡Nunca los conocí! Apártense de mí, obreros del desafuero.”—Mat. 7:22, 23.