Jesús... ¿era Dios?
En el cuarto siglo de la E.C., clérigos de la Iglesia Católica Romana formularon la doctrina de la Trinidad, que alega que Jesús era igual a su Padre y parte de una deidad trina y una. Sin embargo, muchos cuidadosos estudiantes de la Biblia han sostenido que las Escrituras en realidad no apoyan esta doctrina que tan extensamente se enseña.
El segundo tomo de The New International Dictionary of New Testament Theology (1976), un diccionario de teología, considera este asunto. Reconoce que hay “unos cuantos textos del N[uevo] T[estamento] [que] hacen surgir la pregunta de si es verdad que al Hijo de Dios también se le llama Dios.” Pero ¿cuál es el cuadro general que se halla en el “Nuevo Testamento,” o las Escrituras Griegas Cristianas? Este diccionario declara:
“Jesucristo no usurpa el lugar de Dios. La unidad con el Padre no significa absoluta identidad de ser. Aunque el Hijo de Dios en su existencia previa estuvo en la forma de Dios, resistió la tentación de ser igual a Dios (Fili. 2:6). En su existencia terrestre fue obediente a Dios, hasta morir en la cruz (Fili. 2:8). Es el mediador, pero no el originador, de la salvación (2 Cor. 5:19; Col. 1:20; Heb. 9:15), el cordero de Dios que lleva los pecados del mundo (Juan 1:36). Después de completar su obra en la Tierra ciertamente ha sido levantado a la diestra de Dios (Efe. 1:20; 1 Ped. 3:22) y ha sido investido del honor del Kyrios celestial, el Señor (Fili. 2:9 f.). Pero todavía no se le hace igual a Dios. Aunque completamente coordinado con Dios, sigue estando subordinado a él. (cf. 1 Cor. 15:28). Esto es cierto también de su posición como sumo sacerdote eterno en el santuario celestial según Heb. (Heb. 9:24; 10:12 f.; cf. Sal. 110:1). Él nos representa ante Dios (cf. también Rom. 8:34). Si en Rev. 1:13 ff. se describe la apariencia del hijo del hombre celestial con rasgos tomados del cuadro del ‘Anciano de Días’ (Dios) de Dan. 7, esto no es decir que Cristo sea igual a Dios. En Rev. siempre se distingue entre Dios y el ‘Cordero.’”
Está claro que el punto de vista general de las Escrituras señala al hecho de que Jesús no era Dios como alega la doctrina de la Trinidad.