Agradecido por la ayuda médica
Jesucristo, el Hijo de Dios, ejecutó muchas curaciones milagrosas. Una vez curó a 10 leprosos. Pero, ¿cómo reaccionaron éstos?
El médico Lucas relata: “Uno de [los diez], cuando vio que había sido sanado, volvió atrás, glorificando a Dios . . . cayó sobre su rostro a los pies de Jesús, dándole gracias.” Entonces, Jesús planteó estas preguntas que estimulan a pensar: “Los diez fueron limpiados, ¿no es verdad? ¿Dónde, pues, están los otros nueve?”—Lucas 17:11-18.
Aunque hoy Dios no está dando a los humanos poder para ejecutar curaciones milagrosas, ¿cómo reaccionamos nosotros si recibimos buena atención médica de parte de un médico experto? ¿Somos como los nueve leprosos, o como el leproso que mostró agradecimiento? Es especialmente apropiado que una persona exprese agradecimiento si un cirujano efectúa una operación sin el uso de sangre, puesto que el cristiano no acepta transfusiones de sangre por razones bíblicas.—Hechos 15:28, 29.a
Hace poco un señor de edad avanzada se sometió a una operación seria en Brooklyn, Nueva York. Después, él escribió una carta de agradecimiento dirigida a los cirujanos, y otra dirigida al hospital. Su carta al hospital decía en parte:
‘Señores:
‘Hace unas semanas que salí de su hospital. Deseo agradecerles y expresar mi aprecio por haber reemplazado con éxito la coyuntura de la cadera.
‘Tengo 83 años de edad. He sido testigo de Jehová por muchos años. Estaba totalmente consciente de que mi caso era más serio debido a mi edad y mis convicciones respecto a la prohibición bíblica en lo que concierne a la sangre. Por supuesto, no esperamos milagros de parte de los médicos y los hospitales, pero sí agradecemos el que éstos cooperen y desplieguen comprensión y empatía. El personal y los médicos de su hospital se portaron de ese modo conmigo.
‘Me quedan solo cosas buenas que decir en cuanto a sus enfermeras. He sido cocinero por muchos años y como tal también quiero elogiar a su personal de cocina. Debo agregar que el ver al personal de limpieza desempeñar eficazmente sus deberes por todo el hospital hace que el paciente sienta más confianza, puesto que sabe que los trabajadores y la administración se interesan en él.
‘Su departamento de terapia física me ayudó a pararme y a caminar. Casi no podía creer lo bien que marcharon las cosas. Los médicos con quienes traté, a saber, los doctores Scalafani y Vitali, tienen mi sumo respeto.
‘El interés que ustedes demuestran por la familia humana al rendir esta clase de servicio es digno de encomio. Aunque no puedo rendir la misma clase de servicio que ustedes, me esfuerzo muchísimo por ayudar a la gente en sentido espiritual. Ahora, debido a mi condición física estoy mucho mejor capacitado para seguir desplegando amor a mis vecinos. Mi meta es recordarles qué magnífico Creador tenemos, Jehová Dios.
‘Sinceramente, G. P.’
Este aprecio genuino contrasta con la falta de gratitud que abunda hoy día. La persona que expresa tal aprecio muestra que ejerce consideración para con otros. Y cuando el cristiano expresa gratitud por la atención médica que ha recibido, puede crear un ambiente favorable para la siguiente vez que se le pida al médico o al personal médico que ejerza sus destrezas y respete el punto de vista bíblico tocante a la sangre.
[Nota a pie de página]
a Sírvase consultar el folleto Los testigos de Jehová y la cuestión de la sangre, publicado por la Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.