¡Rechace la apostasía y adhiérase a la verdad!
“Todo el que se adelanta y no permanece en la enseñanza del Cristo no tiene a Dios. El que sí permanece en esta enseñanza es el que tiene al Padre y también al Hijo.” (2 JUAN 9.)
1, 2. a) En ciertas ocasiones, ¿cómo ha tratado Satanás de extinguir la luz de la verdad entre el pueblo de Jehová? b) ¿Por qué es vital que los testigos de Jehová rechacen la apostasía?
JEHOVÁ DIOS es la Fuente de la verdad espiritual. Por eso, el salmista le oró apropiadamente: “Envía tu luz y tu verdad” (Salmo 43:3). Por consiguiente, la verdad es una marca identificadora de los adoradores de Jehová. (Juan 8:31, 32; 17:17.)
2 En un esfuerzo por apagar la luz de la verdad entre el pueblo de Jehová, en ciertas ocasiones Satanás el Diablo ha tratado de corromper la congregación cristiana mediante enseñanzas de apostasía (2 Corintios 4:1-6; Judas 3, 4). Pero ha fracasado en tales intentos porque los fieles testigos de Jehová rechazan la apostasía y se adhieren a la verdad respecto a lo espiritual. De hecho, el hacerlo es vital si hemos de mantener una relación estrecha con Jehová Dios y Jesucristo, pues el apóstol cristiano Juan recibió por inspiración divina para escribir: “Todo el que se adelanta y no permanece en la enseñanza del Cristo no tiene a Dios. El que sí permanece en esta enseñanza es el que tiene al Padre y también al Hijo”. (2 Juan 9.)
3. ¿Qué preguntas se contestarán a medida que consideremos la Segunda y la Tercera de Juan?
3 Pero ¿qué deberían hacer los testigos de Jehová para resistir a la apostasía? ¿Y cómo pueden promover los intereses cristianos como “colaboradores en la verdad” (3 Juan 8)? Para conseguir las contestaciones consideraremos la segunda y tercera cartas de Juan, escritas por inspiración en Éfeso, Asia Menor, o en sus cercanías, alrededor del año 98 de la E.C.
La verdad y el amor son esenciales
4, 5. a) ¿Por qué era apropiado que el apóstol Juan se refiriera a sí mismo como “el anciano”? b) ¿Quiénes eran “la señora escogida” y los “hijos” de ella?
4 Juan comenzó su segunda carta con las siguientes palabras:
“El anciano a la señora escogida y a sus hijos, a quienes verdaderamente amo, y no solo yo, sino también todos los que han llegado a conocer la verdad, a causa de la verdad que permanece en nosotros, y estará con nosotros para siempre”. (2 Juan 1, 2.)
5 Para fines del primer siglo de la E.C. el apóstol Juan era de hecho “el anciano”, pues tenía unos 100 años de edad y era también un anciano de muy maduro desarrollo, o edad, espiritual. (Compare con Gálatas 2:9.) Al dirigirse a “la señora escogida”, probablemente se haya estado refiriendo a una congregación particular situada en algún lugar que no dio a conocer, y tal vez haya usado estas palabras para confundir a los perseguidores. En tal caso, los “hijos” de ella eran hijos espirituales, miembros de aquella congregación y cristianos engendrados por el espíritu a quienes Dios había ‘escogido’ para la llamada celestial (Romanos 8:16, 17; Filipenses 3:12-14). Por otro lado, puede que Kyria (palabra griega para “señora”) haya sido el nombre de cierta cristiana.
6. a) ¿Cuál es “la verdad” a la que se refirió Juan? b) ¿Cómo permanece “la verdad” en los cristianos genuinos y continúa con ellos “para siempre”?
6 Sea como sea, Juan y todos los demás testigos de Jehová que habían llegado a conocer “la verdad” amaban muchísimo a aquella ‘señora escogida y sus hijos’. Aquella “verdad” era el conjunto total de enseñanzas que giraban en torno a Jesucristo. El adherirse firmemente a ella era esencial para la salvación (Juan 4:24; Efesios 1:13, 14; 1 Juan 3:23). Una razón básica por la cual los testigos de Jehová del pasado y del presente han manifestado y manifiestan amor entre sí es que aman en común “la verdad”. Ésta “permanece en” ellos en el sentido de que sigue residiendo en el corazón de ellos. Esta verdad continuará “para siempre” con estos cristianos genuinos, como una compañera constante. Es, de hecho, una posesión preciada de los testigos de Jehová de hoy día, quienes agradecen a su Padre celestial el que les haya dado dicha verdad.
7. ¿Cómo provienen tanto de Dios como de Cristo la bondad inmerecida, la misericordia y la paz?
7 Se garantizan bendiciones divinas para los que se adhieren fielmente a “la verdad”. Al señalar esto, el apóstol añadió:
“Con nosotros habrá bondad inmerecida, misericordia y paz de parte de Dios el Padre y de parte de Jesucristo el Hijo del Padre, con verdad y amor” (2 Juan 3).
La bondad inmerecida proviene tanto de Jehová como de Jesús en el sentido de que a los pecaminosos humanos “por [la] bondad inmerecida [de Dios] se les está declarando justos mediante la liberación por el rescate pagado por Cristo Jesús” (Romanos 3:23, 24). De manera similar, el Padre celestial es la Fuente de la misericordia, pero ésta se expresa para con los humanos imperfectos mediante Cristo (Hebreos 4:14-16; Judas 20, 21). Además, para que los pecadores tengan paz con Jehová, se les tienen que expiar sus transgresiones, y esto ha llegado a ser posible mediante la muerte de Jesús como sacrificio de rescate. (Colosenses 1:18-20.)
8. En 2 Juan 3, ¿qué pudiera haberse querido decir con las palabras “con verdad y amor”?
8 Juan añadió las palabras “con [o “en”] verdad y amor” (Kingdom Interlinear Translation). Por eso, puede que haya estado diciendo que ‘junto con verdad y amor’ los cristianos genuinos disfrutan de la bondad inmerecida, la misericordia y la paz. O tal vez Juan quiso decir que los siervos de Jehová experimentarían estas bendiciones si permanecían en la verdad y continuaban desplegando amor.
‘Andando en verdad y amor’
9, 10. a) ¿Por qué tenía razón Juan de ‘regocijarse muchísimo’? b) En cuanto a la verdad, ¿qué estaban haciendo “ciertos hijos”?
9 El apóstol citó algo que personalmente le causaba gozo, y también dio exhortación sana al añadir:
“Me regocijo muchísimo porque he hallado a ciertos hijos tuyos andando en la verdad, así como recibimos mandamiento del Padre. De modo que ahora te solicito, señora, no como persona escribiéndote un mandamiento nuevo, sino uno que tuvimos desde el principio, que nos amemos los unos a los otros”. (2 Juan 4, 5.)
10 Juan tenía razón para regocijarse muchísimo porque “ciertos hijos” estaban “andando en la verdad”. Tenían fe en el nombre de Jesucristo, tenían amor los unos para con los otros y estaban ezforzándose por conformarse al modelo que suministró el Hijo de Dios (Hebreos 12:1-3; 1 Juan 3:23). Si Juan le escribió a una señora llamada Kyria, entonces algunos de los propios hijos de ella estaban en la verdad. Pero si usó las expresiones “hijos” y “señora escogida” en sentido figurado, podía regocijarse de que algunos miembros de la congregación de aquel lugar, que no se da a conocer, habían resistido a la apostasía, y estaban adhiriéndose a la verdad y procuraban llevar una vida de fidelidad para con Jehová. De hecho, los testigos cristianos de Jehová que se han mantenido leales han considerado siempre como su obligación adherirse a la verdad, o ‘andar’ en ella. Para ellos éste es el mandamiento de su Padre celestial y no les parece una carga obedecerlo. (Compare con 1 Juan 5:3.)
11. a) ¿Qué se requería para obedecer el mandamiento de ‘amarse los unos a los otros’? b) ¿Por qué pudo decir Juan que éste ‘no era un nuevo mandamiento’?
11 El apóstol pidió a la “señora” que observara el mandamiento de “que nos amemos los unos a los otros”. (Compare con 1 Juan 3:11.) Al expresar la voluntad de Dios para las personas piadosas, Jesús había mandado a sus discípulos a ‘amarse los unos a los otros, así como él los amaba’. Aquel mandamiento no solo requería que se mostrara amor al prójimo, sino que dicho amor fuera abnegado, hasta el grado de dar su propia vida a favor de otra persona (Levítico 19:18; Mateo 22:39; Juan 10:14, 15; 13:34; 15:13). Dicho mandamiento había sido obligatorio para los seguidores de Cristo “desde el principio” de su relación como personas dedicadas a Dios... de hecho, desde que Jesús lo dio por primera vez, y ciertamente desde el comienzo de la congregación cristiana en Pentecostés del 33 de la E.C. Por lo tanto, en este sentido, como dijo Juan, ‘no era un nuevo mandamiento’.
12. ¿Qué quiso decir Juan con las palabras: “Este es el mandamiento [...] que deben seguir andando en él”?
12 Con referencia al amor, Juan agregó:
“Y esto es lo que el amor significa: que sigamos andando según sus mandamientos. Este es el mandamiento, así como han oído ustedes desde el principio, que deben seguir andando en él” (2 Juan 6).
Los adoradores verdaderos obedecen a Jehová de buena gana porque lo aman con todo el corazón, el alma, las fuerzas y la mente (Lucas 10:27). Las personas a quienes Juan escribió habían tenido el mandamiento sobre el amor “desde el principio”, es decir, desde el tiempo del ministerio de Jesús, o desde que ellas se dedicaron a Dios. Pero ¿qué quiso decir el apóstol con las palabras: “Este es el mandamiento [...] que deben seguir andando en él”? Aunque “él” pudiera referirse al “mandamiento” relacionado con el amor (Nueva Biblia Española), probablemente se refiere al “amor” mismo. Sea que se considere de una manera o de la otra, el “seguir andando en él” significaba continuar desplegando amor los unos para con los otros. (1 Juan 3:18; compare con Romanos 13:8-10.)
Cuidado con los apóstatas
13. a) ¿Entre quiénes estaban los “engañadores” tratando de ganar conversos? b) ¿Qué enseñanza falsa estaban esparciendo los “engañadores”?
13 Se requeriría esfuerzo para continuar andando en el amor y la verdad. Al explicar por qué, Juan escribió:
“Porque muchos engañadores han salido al mundo, personas que no confiesan a Jesucristo como venido en carne. Este es el engañador y el anticristo” (2 Juan 7).
Es patente que algunos falsos maestros habían estado viajando de un lado a otro, tratando de ganar conversos de entre los cristianos verdaderos. (Compare con Hechos 20:30.) Aunque afirmaban que ellos mismos eran cristianos, aquellos “engañadores” que extraviaban a otras personas no aceptaban que Jesucristo había venido en la carne como humano. Tales enseñanzas falsas rebajarían el valor del papel que Jesús desempeñó como Mesías y rescatador, y también su elevado puesto celestial. (Marcos 1:9-11; Juan 1:1, 14; Filipenses 2:5-11.)
14. ¿Por qué llamó Juan a los apóstatas “el engañador y el anticristo”?
14 Juan llamó a aquellos apóstatas “el engañador y el anticristo” porque las enseñanzas de ellos eran engañosas y ellos mismos se oponían a Cristo. La referencia del apóstol a “muchos anticristos” indica que eran muchos los enemigos individuales de Cristo, aunque en conjunto quizás formen una persona compuesta a quien se le llama “anticristo” (1 Juan 2:18). El negar a Jesús como el Cristo y como el Hijo de Dios envuelve el negar algunas o todas las enseñanzas bíblicas relacionadas con él. Los testigos de Jehová que son fieles rechazan completamente los puntos de vista de dichos falsos maestros.
15. a) Por medio de ‘cuidarse’, ¿qué “galardón pleno” recibirían los cristianos ungidos por espíritu? b) ¿Por qué debe todo testigo de Jehová precaverse contra las doctrinas de apostasía?
15 Puesto que existía el peligro de dejarse apartar de la verdad y caer en la apostasía, Juan exhortó:
“Cuídense ustedes mismos, para que no pierdan las cosas que hemos trabajado para producir, sino que obtengan un galardón pleno. Todo el que se adelanta y no permanece en la enseñanza del Cristo no tiene a Dios. El que sí permanece en esta enseñanza es el que tiene al Padre y también al Hijo” (2 Juan 8, 9).
Mediante labores como la de predicar las “buenas nuevas”, Juan y otros cristianos habían ‘producido’ fruto que resultó en la conversión de las personas que originalmente recibieron esta carta. Pero era solo mediante ‘cuidarse’ a sí mismas en sentido espiritual que ellas no ‘perderían’ la bondad inmerecida, la misericordia y la paz procedentes de Jehová y su Hijo, al igual que el compañerismo duradero con todos los que estaban unidos en la verdad y el amor. Si se mantenían fieles, los compañeros de creencia de Juan, que habían sido ungidos con el espíritu, continuarían disfrutando del recompensador servicio a Jehová. Al hablar sobre un “galardón pleno”, es patente que Juan quiso incluir la “corona” celestial que reciben los cristianos ungidos leales (Revelación 2:10; 1 Corintios 9:24-27; 2 Timoteo 4:7, 8; Santiago 1:12). Por supuesto, todo testigo de Jehová debe rechazar las doctrinas de apostasía porque éstas pueden privarlo de la vida eterna en el cielo o en la Tierra.
16. a) ¿Cómo estaban ‘adelantándose’ los apóstatas? b) ¿En qué sentido tienen “al Padre y también al Hijo” los fieles testigos de Jehová?
16 Los “engañadores” apóstatas estaban ‘adelantándose’ y no ‘permanecieron en la enseñanza del Cristo’ porque no se adhirieron a la verdad que habían enseñado Jesús y sus fieles apóstoles. Por eso, los herejes no tenían “a Dios”, puesto que no estaban en unión con Jehová y no tenían relación alguna con él (1 Juan 1:5, 6; 2:22-25). Sin embargo, los fieles testigos de Jehová ‘confiesan que Cristo vino en la carne’, pues ejercen fe en su sacrificio de rescate y se adhieren a lo que él y sus apóstoles leales enseñaron (Mateo 20:28; 1 Timoteo 2:5, 6; 2 Juan 7). Estos cristianos genuinos se adhieren a la verdad y por eso tienen “al Padre y también al Hijo” porque los conocen, aprecian sus cualidades y continúan disfrutando de una relación íntima con ellos.
Actitud para con los apóstatas
17. De acuerdo con 2 Juan 10, 11, ¿cómo habían de tratar los cristianos leales a los “engañadores”?
17 Los cristianos han de ser hospitalarios, pero no para con los que apostatan de la fe verdadera (1 Pedro 4:9). Juan mostró esto claramente al decir:
“Si alguno viene a ustedes y no trae esta enseñanza, nunca lo reciban en casa ni le digan un saludo. Porque el que le dice un saludo es partícipe en sus obras inicuas” (2 Juan 10, 11).
Los “engañadores” viajaban de un lado a otro y esparcían activamente enseñanzas falsas. Por supuesto, hubiera sido incorrecto el que algún cristiano dedicado les ofreciera la mano en señal de compañerismo dejando entrar en su casa a aquellos falsos maestros. También hubiera sido impropio saludar de algún modo a los apóstatas, fuera mediante un saludo de bienvenida cuando llegaran o un “que te vaya bien” cuando partieran (Authorized Version). Ningún cristiano leal le desearía éxito en su obra a algún promotor deliberado de falsas doctrinas. Por lo tanto, ciertamente ningún fiel testigo de Jehová tendría relaciones sociales con tal clase de persona. (1 Corintios 5:11-13.)
18. ¿Por qué ni siquiera saludaría un testigo de Jehová leal a un apóstata?
18 Además, si un siervo dedicado de Jehová acogiera en su hogar a dicho maestro engañoso, se haría “cómplice” de las “malas acciones” de dicha persona (Versión Popular). Por lo tanto, ningún leal testigo de Jehová del día moderno saludaría a un apóstata expulsado o desasociado ni permitiría que tal persona usara su hogar cristiano como lugar desde donde esparcir error doctrinal. Ciertamente constituiría una grave responsabilidad ante Dios el que un creyente extendiera hospitalidad a un apóstata y esto resultara en la muerte espiritual de un compañero adorador de Jehová. (Compare con Romanos 16:17, 18; 2 Timoteo 3:6, 7.)
19. ¿Qué posición adoptan los leales testigos de Jehová para con los apóstatas de hoy día?
19 Algunos que sirvieron en el pasado como testigos de Jehová han rechazado diversos puntos de vista bíblicos que se basan en las enseñanzas de Jesucristo y sus apóstoles. Por ejemplo, insisten en que no estamos viviendo en los “últimos días”, a pesar de la gran cantidad de prueba que hay de que sí estamos viviendo en ellos (2 Timoteo 3:1-5). Estos apóstatas ‘han salido de entre nosotros porque no son de nuestra clase’ (1 Juan 2:18, 19). Por eso, ya no se asocian con los leales testigos de Jehová ungidos ni con los compañeros de éstos, y, por lo tanto, dichos herejes egoístas no tienen “participación” con el Padre ni con el Hijo, prescindiendo de cuánto se jacten de tener una relación íntima con Dios y Cristo. Más bien, están en la oscuridad espiritual (1 Juan 1:3, 6). Los amadores de la luz y la verdad tienen que mantenerse firmes contra estos promotores de enseñanzas falsas. Los leales testigos de Jehová no quieren ser cómplices de manera alguna en las “malas acciones” de estas personas infieles por medio de apoyar de modo alguno sus palabras y actividades impías. En vez de eso, ‘luchemos tenazmente por la fe que una vez para siempre fue entregada a los santos’. (Judas 3, 4, 19.)
Adhiérase a la verdad
20. En vez de seguir escribiendo, ¿qué esperaba hacer Juan?
20 Después de exhortar a sus compañeros de creencia a rechazar la apostasía y a adherirse a la verdad, Juan concluyó la segunda carta que escribió por inspiración con las siguientes palabras:
“Aunque tengo muchas cosas que escribirles, no deseo hacerlo con papel y tinta, sino que espero ir a ustedes y hablar con ustedes cara a cara, para que su gozo sea en medida plena. Los hijos de tu hermana, la escogida, te envían sus saludos” (2 Juan 12, 13).
El apóstol prefirió no poner por escrito lo que todavía tenía en el corazón. De modo que puso a un lado el papel de papiro, la pluma de caña y la tinta (probablemente una mezcla de color negro compuesta de goma, negro de humo y agua). A pesar de su edad avanzada, esperaba visitarlos y hablar con ellos “cara a cara”, o, literalmente, “boca hacia boca”, y así disfrutar de conversación íntima. (Kingdom Interlinear Translation; compare con Números 12:6-8.) La visita del anciano apóstol ciertamente resultaría en un intercambio de estímulo que sería recompensador en sentido espiritual y produciría gran satisfacción. (Compare con Romanos 1:11, 12.)
21. ¿Qué se hizo evidente en las palabras de conclusión de la Segunda de Juan?
21 El amor cristiano que une a los adoradores de Jehová se hizo evidente en los saludos que Juan expresó. Si escribió a cierta persona que se llamaba Kyria, parece que ésta tenía una hermana carnal cuyos hijos enviaban sus afectuosos saludos. Pero si el apóstol estaba aludiendo a otra congregación (quizás la de Éfeso), la “hermana” que mencionó era aquella congregación como un todo y los “hijos” eran sus miembros individuales.
22. a) La segunda carta que Juan escribió por inspiración ayuda a los testigos de Jehová a hacer ¿qué? b) ¿Qué asunto todavía tiene que considerarse?
22 En la segunda carta que Juan escribió por inspiración, él había sido franco en cuanto a dar consejo amoroso que ayudaría a sus compañeros de creencia a rechazar la apostasía y adherirse a la verdad. Con la ayuda de Dios, esto es exactamente lo que los testigos de Jehová de hoy están resueltos a hacer. Pero también tenemos que promover los intereses cristianos como “colaboradores en la verdad” que cooperan entre sí (3 Juan 8). ¿Cómo podemos hacer esto?
¿Puede contestar estas preguntas?
◻ ¿Qué significa ‘andar en la verdad’?
◻ ¿Qué falsa enseñanza estaban esparciendo los “engañadores”?
◻ De acuerdo con 2 Juan 10, 11, ¿cómo deben ver los testigos de Jehová a los apóstatas?
[Ilustración en la página 23]
Los testigos de Jehová leales siempre han rechazado la apostasía