“No dejes descansar tu mano”
Conforme al mandato de Jesucristo de predicar “estas buenas nuevas del Reino”, los testigos de Jehová visitan con regularidad a sus vecinos (Mateo 24:14). Algunos de éstos escuchan y responden favorablemente al mensaje del Reino. Otros no. No obstante, Eclesiastés 11:6 aconseja: “Por la mañana siembra tu semilla y hasta el atardecer no dejes descansar tu mano; pues no sabes dónde tendrá éxito esto, ya sea aquí o allí, o si ambos a la par serán buenos”.
Puede resultar algo bueno del sembrar la semilla del Reino con regularidad en el ministerio de casa en casa. Por ejemplo, cierta señora se mudó de la ciudad de Hamilton, en Canadá, a Minneápolis, Minnesota, en los Estados Unidos. Unos testigos de Jehová de Minneápolis, en el transcurso de su actividad de predicar públicamente, se comunicaron con ella. La señora escribe:
A los hermanos y hermanas de Hamilton:
La presente es una carta abierta a todos los que testifican en Hamilton. En el transcurso de los años he visto a muchos de ustedes activos en su ministerio. Ustedes han plantado muchas semillas en mi vida y se lo agradezco a todos ustedes. Cuando me mudé a Minneápolis, hace un año, otros dos Testigos llegaron a mi puerta. Esta vez yo estaba lista. He llegado a saber que ustedes pueden experimentar desánimo durante sus días de servicio, y por eso quise que supieran que sí han tocado el corazón de por lo menos una oveja. Ustedes ayudaron a establecer una base sobre la cual otros han podido edificar. Estudio la Biblia dos veces por semana, pero aún me falta mucho.
Puedo decirles que ahora mi vida está llena de un sentido de propósito que no conocía antes.
Gracias a todos ustedes.
Laurie M.