La Palabra de Dios es viva
Cómo usted puede entender la Biblia
¿LEE usted la Biblia, pero se le hace difícil entenderla? A mucha gente le sucede eso. ¿Sabe usted por qué? Algo que pasó en el primer siglo, cerca de la actual franja de Gaza, en Israel, nos da una idea de lo que se necesita para entender la Biblia.
Un hombre a cargo de los asuntos financieros de la reina de Etiopía había aprendido acerca del Dios de los judíos, Jehová. Así que viajó hasta Jerusalén para adorarlo. Se puede ver al funcionario etíope que va de regreso a su tierra natal, en África, por un camino que atraviesa el desierto árido y baja a Gaza. El rollo que tiene en la mano es el de Isaías, y él va leyendo del mismo en voz alta durante el viaje.
El que está corriendo al lado del carro es Felipe, discípulo cristiano. El espíritu de Dios le había mandado: “Acércate y únete a este carro”. Cuando Felipe alcanza el carro, oye al etíope leyendo lo que, en nuestra Biblia, está actualmente en el Isa 53 versículo 7 del capítulo 53 de Isaías, a saber: “Como oveja fue llevado al degüello, y como cordero que es mudo ante el que lo trasquila, así él no abre su boca”. Felipe está en este momento preguntándole: “¿Verdaderamente sabes lo que estás leyendo?”.
El etíope es un hombre humilde que quiere aprender más acerca del Dios verdadero y sus propósitos. Así que reconoce: “¿Realmente cómo podría hacerlo, a menos que alguien me guiara?”. Con eso insta a Felipe a subir al carro, y le pregunta: “Ruégote: ¿De quién dice esto el profeta? ¿De sí mismo o de algún otro hombre?”.
Felipe le explica que este pasaje de Isaías es una profecía que tiene que ver con Jesús de Nazaret. No hacía mucho habían matado a Jesús como un cordero de sacrificio —explica Felipe—, pero él se ha levantado de entre los muertos. ¡Es el Salvador prometido por Dios! Entonces Felipe usa también otros textos bíblicos para probar de manera convincente que Jesús es ese Salvador prometido. ¡Ahora tienen sentido las cosas que el etíope había leído! Por eso, mientras siguen el viaje, el etíope dice: “¡Mira! Agua; ¿qué impide que yo sea bautizado?”. Ante eso, Felipe bautiza a este nuevo discípulo de Jesús. (Hechos 8:26-39.)
Este relato bíblico muestra cómo usted, también, puede recibir ayuda para entender la Biblia. Felipe estaba en estrecho contacto con los apóstoles en Jerusalén y era miembro de la congregación visible de Jehová. No era meramente un lector independiente de la Biblia que diera su opinión tocante a las Escrituras; de modo que pudo ayudar al etíope a beneficiarse de la instrucción que Jehová Dios estaba poniendo a la disposición de otros por medio de Su organización (Hechos 6:5, 6; 8:5, 14, 15). Para entender la Biblia hoy, usted también tiene que recibir guía de los representantes de la congregación verdadera de Dios.