Jehová satisface las necesidades de Trinidad
DESDE su pequeño comienzo en 1912, la obra de la predicación del Reino en Trinidad y su isla vecina, Tobago, ha pasado por varias etapas de expansión. El ensanche más reciente —en marzo de 1985— fue la construcción y dedicación de una nueva sucursal en las afueras de la capital, Port of Spain. Las nuevas instalaciones hacían mucha falta, puesto que Trinidad ha experimentado un aumento de 79% en proclamadores del Reino desde que la sucursal anterior fue construida.
En una isla pequeña y con muchos habitantes, el encontrar una propiedad adecuada no fue fácil. El terreno es costoso, también los gastos para construcción son muy altos. No obstante, Jehová satisfizo todas estas necesidades. Un excelente y accesible sitio fue localizado frente a la carretera del aeropuerto. Los hermanos se unieron en el proyecto, dando extraordinario apoyo. Casi todo publicador del Reino en Trinidad participó en la obra de construcción.
Todos los fines de semana un grupo de una congregación venía para ayudar con el trabajo, mientras los de otra congregación proveían el alimento y los refrescos. Se hizo trabajo de noche dos o tres veces a la semana. La construcción continuó llevándose a cabo a través de las temporadas de lluvia. Cuando se llegó el tiempo de construir el primer piso, más de 350 hermanos estuvieron allí, pasando cubos llenos de cemento a mano. ¡Los hindúes del vecindario quedaron simplemente asombrados! Esto dio la oportunidad de testificarles.
Los gastos para la construcción fueron sufragados con el mismo espíritu cooperativo. Aun las hermanas contribuyeron sus joyas de oro, para que se vendieran y se usara el dinero para la construcción. Un niño de ocho años de edad escribió: “Me encanta trabajar en el complejo de la sucursal, pero debido a que mi papá está enfermo de la espalda y no puede hacer trabajo fuerte, yo no puedo venir muy a menudo. De modo que envío este dinero que he ahorrado para ayudar con el trabajo”.
El apoyo de Jehová fue evidente durante toda la construcción. Hilary Charles, el supervisor de la construcción, recordó la ocasión en que les quedaban solo diez bolsas de cemento y llamaron a la fábrica de cemento para conseguir más. Él dijo: “El cemento era muy difícil de conseguir. Dijeron que no podríamos obtenerlo sino hasta la próxima semana. Eso fue como a las nueve de la mañana. A las dos, esa misma tarde, vi una carga de cemento venir. El conductor del camión dijo: ‘La carga de cemento era para otro lugar, pero se me dijo que la trajera aquí’. Él no podía entender esto. Era la mano de Jehová”.
La sucursal de dos pisos tiene la forma de una T, con la entrada en la parte superior, la parte sur del edificio. Hacia la derecha del atractivo vestíbulo está el Salón del Reino, el cual tiene cabida para unas 200 personas. Una amplia oficina está al lado izquierdo. En la parte más larga de la primera planta están la imprenta, el departamento de envíos y la lavandería. En el piso de arriba están la cocina, el comedor y las habitaciones —ocho dormitorios—, cada uno con su propio baño. Una pequeña biblioteca y un vestíbulo están ubicados encima de la oficina.
El sábado, 16 de marzo, fue el día de la dedicación. Milton G. Henschel, miembro del Cuerpo Gobernante de los testigos de Jehová, presentó el discurso. El hermano Henschel dijo: “Jehová no solo sabe proveer, sino que sabe lo que necesitamos”. Sí, el nuevo edificio era un regalo de Jehová. La sesión terminó con una sincera oración de dedicación a Jehová. ¡Qué felices estábamos!
Los testigos de Jehová de Trinidad y Tobago se regocijan por el aumento que Jehová ha dado. Y siguen adelante, anticipando otros aumentos a medida que Él continúa satisfaciendo sus necesidades como proclamadores del Reino.