Resuelta a vivir de acuerdo con las normas morales de Jehová
LA BIBLIA indica claramente que si un hombre y una mujer viven juntos sin la sanción de un matrimonio legal, están cometiendo fornicación y en dicha condición, no heredarán el Reino de Dios. (1 Corintios 6:9, 10.) Una experiencia de las Antillas Británicas relata acerca de una joven que aprendió esta verdad.
En Santa Lucía, dos testigos de Jehová se pusieron en contacto con una joven, y ella mostró interés en la Biblia. Como resultado, se comenzó un estudio bíblico con ella. A medida que ella progresó en su entendimiento, ella vio que era necesario hacer ciertos ajustes morales. Aunque era madre de cuatro niños, no estaba casada, pero vivía consensualmente con un amigo. Ambos habían trabajado duro para edificar una casita en la que vivían todos.
Puesto que reconocía que su vida no estaba en armonía con las normas justas de Dios, la joven estaba resuelta a hacer cambios. O tendría que casarse con el hombre con quien vivía, o separarse de él. Ella consideró el asunto con él, pero él no tenía ningún deseo de casarse. Él estaba muy contento con la relación consensual. ¿Qué la impulsaría a hacer su fe? Ella tenía que tomar una decisión si quería agradar a Jehová; después de considerar el asunto en oración, decidió separarse del hombre. Pero ¿dónde viviría con sus cuatro hijos?
Después de hablar sobre el asunto con el hombre, llegaron a un arreglo equitativo... ¡la mitad de la casa para cada uno! Con la ayuda amorosa de los hermanos, junto con el hombre a quien ella iba a dejar, se dividió la casa: una mitad para ella y la otra mitad para él. Su parte de la casa fue transportada ese mismo día a otro lugar, a unos 8 kilómetros (cinco millas) de distancia. Dentro de una semana, fue reconstruida y reformada en un pequeño hogar con dos dormitorios.
Después de dar los pasos necesarios para armonizar su vida con las normas de Jehová, inmediatamente empezó a participar en el servicio del campo, acompañada por sus cuatro hijos. Poco después dedicó su vida a Jehová y se bautizó. Para celebrar la ocasión, se alistó como precursora auxiliar. Actualmente disfruta de más bendiciones, pues en su nuevo hogar se conduce un estudio de libro de congregación al que asiste un promedio de 17 personas. Verdaderamente, Jehová ha bendecido la determinación de ella de llegar a ser una adoradora limpia de Él.