Los proclamadores del Reino informan
“Tienen que ser santos”
LA INSTRUCCIÓN de Dios a los cristianos es que “dejen de amoldarse según los deseos que tuvieron en otro tiempo en su ignorancia, y más bien, de acuerdo con el Santo que los llamó, háganse ustedes mismos santos también en toda su conducta, porque está escrito: ‘Tienen que ser santos, porque yo soy santo’”. (1 Pedro 1:14-16.) Tal conducta santa sirve generalmente de buen testimonio a otros. (1 Pedro 2:12.) Por todas partes de la Tierra, como indican las experiencias siguientes, hay personas sinceras que están haciendo los cambios necesarios para que su conducta armonice con este consejo.
◻ En el Ecuador, un estudiante de la Biblia descontinuó su estudio cuando el Testigo que lo instruía fue expulsado de la congregación por inmoralidad. Su necesidad espiritual hizo que investigara otras religiones. Se quedó en la religión evangélica y progresó hasta el punto de llegar a ser uno de los pastores de su propia iglesia. Sin embargo, la conciencia le molestaba porque no estaba casado con la mujer con quien vivía. Cuando consultó sobre esto con los pastores de otras iglesias, le aseguraron que eso no era problema alguno. No obstante, a él no le parecía que estaba bien, porque el Testigo que solía instruirlo había sido expulsado por inmoralidad. No podía entender por qué su propia iglesia no lo censuraba. Más adelante, la compañera con quien cohabitaba se puso en comunicación con los testigos de Jehová y comenzó a estudiar con ellos. Él también comenzó a estudiar. Ambos asisten ahora a las reuniones, van conociendo mejor los principios bíblicos y están tramitando su casamiento para servir a Jehová de manera limpia y aceptable.
◻ En otra experiencia del Ecuador, un Testigo relata: “En febrero de 1984 una señora de mediana edad nos pidió que estudiáramos con ella”. ¿Qué la llevó a pedir el estudio? El hermano de esta señora había llegado a ser testigo de Jehová, y ella había quedado muy impresionada por su buena conducta. En el segundo estudio bíblico trataron el tema del fumar, uno de los problemas de la señora. No obstante, en el siguiente estudio, una semana después, ella anunció con satisfacción que desde que había aprendido el punto de vista bíblico sobre el fumar ¡no había tocado ni un solo cigarrillo! Había otro problema... tenía la casa llena de imágenes religiosas. Pero al leer Deuteronomio 7:26, que dice: “Y no debes introducir una cosa detestable en tu casa [...] por ser cosa dada irrevocablemente a la destrucción”, las quemó todas.
Desde entonces empezó a asistir a las reuniones sin perderse una. Poco tiempo después pudo vencer el más difícil de sus obstáculos: rompió su relación inmoral con un hombre casado. Ahora, por primera vez en la vida, podía sentir verdadera felicidad, pues ya podía servir a Jehová con una conciencia limpia. Se bautizó en abril de 1985, y ya en ese tiempo instruía en la Biblia a cuatro personas. Su siguiente meta es ser precursora, porque cree que esa es la mejor manera de mostrar su agradecimiento a Jehová, quien la ha librado de “una vida vana e inmoral”.
◻ Los buenos resultados de una conducta piadosa se vieron en una escuela de internadas en Kenia, donde la buena conducta de un Testigo se hizo sobresalientemente notable. La escuela dio empleo a nueve profesores, entre ellos un testigo de Jehová. Pero uno a uno hubo que despedirlos por inmoralidad sexual con las estudiantes. Con el tiempo, de los nueve, solo uno quedó... ¡el maestro que era testigo de Jehová!
Ciertamente a personas que han llevado vidas inmorales se les hace posible cambiar. Cuando nos hacemos ‘santos en toda nuestra conducta’, no solo damos un buen testimonio a otros, sino que también alegramos el corazón de Jehová. De ese modo, nos encaminamos hacia la vida eterna. (Proverbios 27:11.)
[Recuadros en la página 21]
“Porque yo soy Jehová su Dios; y ustedes tienen que santificarse y tienen que resultar santos, porque yo soy santo.” (Levítico 11:44.)
“Limpiémonos de toda contaminación de la carne y del espíritu.” (2 Corintios 7:1.)