Escenas de la Tierra Prometida

El Sinaí, monte de Moisés y de misericordia

CUANDO piensa en el monte Sinaí, quizás recuerda a Moisés. ¿Por qué? Porque él recibió la Ley de Dios en una de las montañas de la península del Sinaí. ¿Cuál? Muy posiblemente la que se ve arriba.a

Al sur de esta península, más o menos a mitad de camino entre los brazos del mar Rojo, se yergue una montaña con dos picos. Su ubicación coincide con la que dan los pasajes bíblicos que mencionan a Moisés. Uno de los picos es conocido como Jebel Musa, que significa “la montaña de Moisés”.

Varios relatos bíblicos justifican ese nombre. ¿Se acuerda usted de la ocasión en que Moisés apacentaba el rebaño de Jetró y un ángel se le apareció en una zarza ardiente? ¿Dónde ocurrió aquel suceso? La Biblia nos dice que fue en ‘la montaña del Dios verdadero, Horeb’, a la que también se conoce como el monte Sinaí. (Éxodo 3:1-10; 1 Reyes 19:8.) Después de sacar de Egipto al pueblo de Dios, Moisés lo dirigió a este lugar. Éxodo 19:2, 3 dice que “Israel se puso a acampar allí enfrente de la montaña. Y Moisés subió al Dios verdadero, y Jehová empezó a llamarlo de la montaña”.

Aquella fue la primera vez que Moisés subió al monte Sinaí, y, por cierto, no ascendió sólo un poco, pues leemos: “De modo que Jehová descendió sobre el monte Sinaí a la cima de la montaña. Entonces Jehová llamó a Moisés a la cima de la montaña”. (Éxodo 19:20.)

En la actualidad, miles de turistas escalan de noche con gran esfuerzo los senderos marcados que conducen hasta la cima, aguardan allí para ver el amanecer y luego descienden al mediodía. Por supuesto, eso no fue lo que hizo Moisés. Dios le dijo: “Sube a mí en la montaña y quédate allí, por cuanto quiero darte las tablas de piedra y la ley”. En aquella ocasión “Moisés continuó en la montaña cuarenta días y cuarenta noches”. (Éxodo 24:12-18.)

Por eso, no sorprende que el nombre de Moisés se haya relacionado con esa montaña; pero ¿por qué también con la misericordia? Mientras Moisés recibía la Ley en la cima del monte, abajo (tal vez en la llanura de er-Raha, que se ve en la fotografía) el pueblo comenzó a comportarse neciamente y presionó a Aarón, hermano de Moisés, para que le hiciera un dios. Aarón dijo: ‘Arránquense los aretes de oro y tráiganmelos’. De modo que hicieron un becerro de oro para adorarlo. Aquello encolerizó al Dios verdadero, y miles murieron. (Éxodo 32:1-35.) Sin embargo, a Aarón se le mostró misericordia. ¿Por qué?

Según Éxodo 32:10, Dios no consideró a Aarón el instigador del mal comportamiento de Israel. Luego, cuando llegó el momento decisivo, “todos los hijos de Leví”, y sin duda Aarón entre ellos, se pusieron de parte de Dios. (Éxodo 32:26.) Por eso, a pesar de que compartía cierta responsabilidad por lo que había sucedido, Dios le tuvo misericordia al pie del monte Sinaí.

Más adelante, Moisés expresó su deseo de conocer mejor a Jehová y ver su gloria. (Éxodo 33:13, 18.) Aunque era imposible que pudiera ver el rostro de Dios, Jehová le mostró algo de su gloria, mientras recalcaba que él ‘mostraría misericordia al que le mostrara misericordia’. (Éxodo 33:17–34:7.) Fue muy apropiado que Dios pusiera de relieve su misericordia, pues la Biblia menciona la palabra “misericordia” con mucha frecuencia al referir la relación de Dios con Israel, el pueblo con quien hizo un pacto en Sinaí. (Salmo 103:7-13, 18.)

Los que visitan el monte Sinaí en nuestro día encuentran al pie de la montaña un monasterio que poco tiene que ver con la adoración verdadera que se enseñó a Moisés en ese lugar. La religión del monasterio se centra en las imágenes. La que mostramos aquí es “La escala del paraíso”, basada en un libro escrito por el monje bizantino Juan Clímaco. Después de pasar cuarenta años en una celda de este monasterio, llegó a ser su abad y escribió sobre una escalera simbólica que llevaba al cielo. Sin embargo, observe que algunos clérigos son arrastrados por demonios al tormento eterno en el fuego del infierno. Imágenes vívidas, pero que no armonizan con las Escrituras. (Eclesiastés 9:5, 10; Jeremías 7:31.)

Contrario a esa falsa enseñanza, la verdad es que el Todopoderoso es “un Dios misericordioso y benévolo, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa y verdad”. (Éxodo 34:6.) Moisés intimó con este Dios misericordioso en el monte Sinaí.

[Nota a pie de página]

[Reconocimiento en la página 8]

Pictorial Archive (Near Eastern History) Est.

[Reconocimientos en la página 9]

Pictorial Archive (Near Eastern History) Est.

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