¿Qué hay de sus modales en la congregación?
1 Da gusto estar con una persona de buenos modales; de hecho, nuestros buenos modales contribuyen mucho a la felicidad de aquellos con quienes nos asociamos. Jesús expresó el principio bíblico que sirve de fundamento para los buenos modales cuando dijo: “Todas las cosas que quieren que los hombres les hagan, también ustedes de igual manera tienen que hacérselas a ellos.”—Mat. 7:12.
2 ¿Pero qué queremos decir al referirnos a “modales en la congregación”? Queremos decir los modales que tenemos y demostramos para con nuestros hermanos cuando nos congregamos juntos. Por ejemplo, el siempre llegar a buen tiempo para las reuniones es demostrar buenos modales. Si llegamos tarde podemos distraer mucho la atención de nuestros hermanos que están escuchando el programa y del hermano que está pronunciando palabras introductorias para nuestro provecho.
3 Si tenemos el privilegio de participar en una demostración o pronunciar un discurso, hay varias cosas que podemos hacer para mostrarles consideración a nuestros hermanos. Si se usa aparato de micrófono en nuestro Salón del Reino, podemos tener cuidado de siempre hablar directamente en el micrófono para que todos puedan oírnos clara y fácilmente. En las demostraciones, siempre debemos tener cuidado de no dar la espalda a nuestros hermanos del auditorio para que puedan ver y entender claramente lo que demostramos, ayudados así por nuestra expresión facial y ademanes. Sabiendo que tenemos una parte en el programa, lo considerado es llegar temprano, y por lo general es bueno tomar un asiento cerca del pasillo hacia el frente del Salón del Reino. Esto ahorra tiempo y evita el que perturbemos a nuestros hermanos andando enfrente de ellos al salir de la fila en que estamos sentados e ir al frente del salón. Esto también le ayuda mucho a nuestro siervo de la Escuela del Ministerio, pues así sabe que estamos presentes, podemos darle nuestra hoja de consejo con anticipación, y él puede empezar a darnos su consejo sin un intervalo largo mientras volvemos a nuestro asiento. Y al cuidar que la parte asignada a nosotros en la reunión quede dentro del tiempo designado mostramos bondad a los hermanos que han trabajado duro en las partes del programa que siguen a la nuestra.
4 Nosotros, los siervos, tenemos una manera adicional de demostrar buenos modales en la congregación. Esto es por medio de estar en nuestros asientos escuchando atentamente en cada reunión. Como siervos tenemos numerosos deberes que pueden atenderse mejor en el Salón del Reino, pero más vale ir un poco temprano o quedarnos más tiempo en el salón para cumplir con estas responsabilidades y no tomar el tiempo para ello durante las reuniones. Si adquirimos el hábito de hacerlo así, nunca distraeremos la atención de nuestros hermanos durante una reunión, estaremos cuidando bien nuestras propias necesidades espirituales, y de esta manera seremos un excelente ejemplo para los hermanos a quienes tenemos el privilegio de servir.
5 Se hace un verdadero esfuerzo cada semana por concluir las reuniones a tiempo. Al fin de cada reunión todos tienen la oportunidad de expresarse en canto y de unirse en oración a Jehová. Es bueno que todos nos quedemos en nuestros asientos durante este período importante de alabanza para participar juntos en la adoración de Jehová.
6 Sí, los modales tienen su lugar en la congregación, y por medio de ejercerlos estaremos contribuyendo mucho a la felicidad de nuestros hermanos.