El desafío de enseñar a los niños
1 El enseñar a los niños es un desafío. Sin duda, ustedes que son padres cristianos estarán de acuerdo con esto. Es una parte vital de su ministerio. La vida de sus hijos depende de ello. Y, cuando ellos ‘cifran su confianza en Dios’ debido a lo que se les ha enseñado, se hace evidente que vale la pena todo el tiempo y esfuerzo empleado.—Sal. 78:7.
2 ¿Qué factores están envueltos en el desafío? ¡Muchos! El hallar tiempo para el estudio de familia es uno. Significa apartar una noche o una tarde y usar otras ocasiones oportunas según sea necesario. La regularidad es esencial. Hay malgastadores del tiempo como lo son la televisión y otros intereses que hacen demandas en su tiempo precioso. Una familia cuyos hijos están todos sirviendo fielmente a Jehová se determinó a no permitir que cosa alguna interfiriera con su programa de estudio. Si venían amigos al hogar les invitaban a unirse a ellos o les pedían que esperaran hasta que la familia terminara si lo preferían así. ¿Es su estudio de familia así de importante para usted?
3 El tiempo de estudio debe ser del disfrute de todos. No solo un estudio rígido, formal, sino más bien, una ocasión agradable para aprender. Tampoco es incorrecto el hacer esto la misma noche que la familia tiene para su comida favorita, o incluir también un poco de tiempo para diversión de familia. Quizás esto pudiera ser tan sencillo como el cantar cánticos juntos o participar de un juego del cual todos disfrutan.
4 ¿Qué programa de estudio se debe seguir? Esto se determina mejor por ustedes mismos, los padres. Muchas familias trabajan juntas en la preparación para las reuniones de congregación. ¡Esto es excelente! Al ayudar a los niños a prepararse para estas reuniones, parte del desafío es enseñarles de tal manera que puedan dar comentarios, diciéndolos en sus propias palabras en vez de leerlos. Saliendo del corazón, tales respuestas muestran que los niños se han beneficiado del estudio haciendo suya la verdad.
5 ¿En cuanto a su estudio de familia, ha considerado usted sus necesidades e intereses especiales, tanto en el tiempo dedicado y el material que se abarca? Si usted tiene hijos adolescentes quizás encuentre que una consideración de familia sobre ciertos artículos apropiados de La Atalaya será fortalecedor. En el caso de ellos el desafío yace en grabar principios en sus mentes de manera suficientemente profunda para combatir las tentaciones de inmoralidad, drogas y las asociaciones mundanas, a las cuales se enfrentan en la escuela. El que sus jóvenes adolescentes puedan hablarle a usted francamente acerca de los problemas a los cuales se enfrentan, sabiendo que usted está interesado en ellos y sus problemas, hará más fácil su esfuerzo para enseñar.
6 Otro factor que hay que tener en cuenta al enseñar es cómo mantener el interés de niños de edades diferentes y con distintas habilidades para adquirir conocimiento. Es bueno tener un estudio de familia en el cual todos puedan participar, aunque algunos quizás necesiten ayuda adicional. Cuando los niños son muy jóvenes y están en el hogar con su madre durante el día, ella los puede ayudar a emprender un buen comienzo en servir a Jehová por medio de estudiar con regularidad el libro Escuchando al Gran Maestro con ellos, posiblemente abarcando un poco de material al día.
7 Si algunas veces sus niños pierden el interés, pregúntese, ¿por qué? ¿Le sería útil a usted considerar otra vez algunas de las sugerencia en Guía para la Escuela del Ministerio Teocrático, como las que se encuentran en el Estudio 10? Si se necesita más variedad en el material, o usted necesita lograr que los niños participen más, entonces pudiera darles una pequeña asignación en la cual trabajar durante la semana. Se pudiera pedir a uno que considere algún tema en “Asegúrense” tal como “Celebraciones,” “Conducta de cristianos,” “Evolución,” “Neutralidad” u otros, y entonces considerar cómo el material aplica en su vida y puede guiarlo en relación con las actividades y enseñanzas en la escuela. Se puede pedir a otros niños que relaten las experiencias que han tenido en relación con un tema. Como padres ustedes podría probar el asignarles una pregunta de interés para investigación durante la semana para considerarla en su estudio semanal. O, deje que uno de los niños prepare un tema de Bosquejos para sermones para presentarlo a la familia con la idea de contestar preguntas que otros en la familia tengan acerca del tema. Esto resultaría en pensar más profundamente sobre el tema y en ayudar a los más jóvenes a hallar la respuestas a sus preguntas bíblicas.
8 Si usted es cabeza de familia, ¿aceptará seriamente su responsabilidad, enfrentándose al desafío de enseñar a sus niños? Si usted es un joven, ¿aceptará usted la responsabilidad de prepararse bien y participar cabalmente, contribuyendo así en el estudio de familia? Todos nosotros debemos nuestra existencia a nuestro Padre celestial y queremos mostrarle nuestro aprecio por las provisiones espirituales que él hace para nosotros, ‘para que estemos arraigados y establecidos sobre el fundamento’ que él provee ‘a fin de que seamos enteramente capaces de comprender’ el tremendo alcance de su Palabra y su aplicación en nuestras vidas. ¿Ayudarán ustedes los padres a sus hijos a hacer esto? Ellos les darán gracias por ello, si ustedes lo hacen.—Efe. 3:14-19.