¿Razona usted a partir de las Escrituras?
1 El soldado avezado que va a la guerra se protege y se arma bien. El trabajador especializado que se prepara para acometer un proyecto importante lleva todas las herramientas que necesita para realizar su tarea. El siervo de Jehová que participa en el ministerio del campo también debe tener su “espada” a mano y utilizarla con destreza siempre que haya oportunidad. (Efe. 6:17.) ¿Lo hace usted así? Cuando participa en el servicio, ¿deja que hable la Palabra de Dios de modo que el espíritu santo pueda tocar el corazón de los oyentes? (Pro. 8:1, 6.)
2 La predicación no es siempre una tarea fácil. En algunos territorios la gente casi nunca está en casa, y los que acuden a la puerta a menudo están ocupados y es difícil entablar con ellos una conversación bíblica extensa. Ya que la Biblia es nuestro principal libro de texto, ¿cómo podemos utilizarla más en el servicio para que su mensaje inspirado influya en nuestros oyentes?
3 En toda oportunidad: Nos gustaría usar la Biblia en todas las puertas para motivar al amo de casa. Debemos estar preparados para hacerlo sin importar la publicación que estemos ofreciendo. Si la persona está ocupada y no hay tiempo para leer uno o dos versículos, ¿puede citar o parafrasear un texto antes de ofrecer la publicación? Quizá eso sea suficiente para que la persona se detenga y escuche. (Heb. 4:12.)
4 Por ejemplo, si presenta la revista ¡Despertad! del 8 de diciembre de 1993 por el artículo “Un mundo sin enfermedades”, puede señalar la ilustración de la cubierta y preguntar: “¿Cree que algún día se podrá poner fin a las enfermedades de modo que todo el mundo disfrute de salud perfecta?”. Prescindiendo de lo que la persona responda, puede leerle directamente de la Biblia o parafrasear un texto, como Isaías 33:24 o Revelación 21:4. De ese modo permite que la Palabra de Dios hable.
5 En las revisitas: Debemos prepararnos antes de hacer revisitas. No obstante, en la conversación suelen surgir temas que no tenemos preparados. En estos casos el libro Razonamiento a partir de las Escrituras es un valioso instrumento. Si les citamos o leemos los textos bíblicos del libro Razonamiento, ayudaremos a las personas a ver que somos ministros de Dios y no vendedores ambulantes de su Palabra. (2 Cor. 2:17.)
6 Cuando hagamos una revisita y no tengamos un tema específico que comentar, podemos sencillamente abrir el libro Razonamiento en un tema apropiado, como “Jesucristo”, “Últimos días” o “Resurrección”, y emplear uno de los subtemas para iniciar la conversación. Se puede invitar al amo de casa a leer algunos de los textos en su propia Biblia. De este modo la Biblia cobrará vida para ellos y el espíritu santo de Jehová les ayudará si están correctamente dispuestos.
7 Nuestra responsabilidad de predicar las buenas nuevas y advertir a los inicuos es seria. Es el mensaje de Jehová, no el nuestro. Deje que su Palabra, la espada del espíritu, le ayude.