El aumento continuo crea la necesidad de construir más Salones del Reino
1 Hace siglos el profeta de Jehová predijo que ‘las cosas deseables de todas las naciones tenían que entrar’. (Ageo 2:7.) Hoy día es evidente que la enseñanza divina está ayudando a multitudes a aprender la verdad y a hacerse adoradores de Jehová. Qué conmovedor es saber que tan solo en Estados Unidos 41.581 personas se bautizaron durante el año de servicio de 1993. A fin de seguir ayudando a estos nuevos, hay que ‘poner el corazón en nuestros caminos’ para asegurarnos de que apoyamos la obra de Dios al mayor grado posible. (Compárese con Ageo 1:5.) Una manera importante de hacerlo es ayudando a construir casas de adoración adecuadas para las muchedumbres de nuevos alabadores de Jehová.
2 El Fondo de la Sociedad para Salones del Reino se estableció hace diez años y ha hecho posible que 1.863 congregaciones construyan nuevos Salones del Reino. Durante el año de servicio de 1993, 227 congregaciones en 38 estados recibieron préstamos con ese propósito. El apoyo económico de los publicadores a este fondo ha sido loable. El dinero que se presta a las congregaciones regresa al fondo con interés acumulado de modo que todos los fondos donados siguen utilizándose año tras año para construir otros Salones del Reino.
3 Ayuda del Comité Regional de Construcción: Hay 73 Comités Regionales de Construcción en Estados Unidos que ayudan a los ancianos que colaboran en la construcción de nuevos Salones del Reino y obras de renovación. Les ayudan a determinar lo que se requiere para construir o renovar un Salón del Reino, y dan la ayuda necesaria desde antes de que se compre el terreno hasta que se termine la obra de construcción. Cada congregación está bajo la supervisión de un comité regional.
4 Decenas de miles de trabajadores se han ofrecido para participar en la obra de renovar o construir Salones del Reino. Estos voluntarios, entre ellos muchos profesionales y expertos, dan gratuitamente de su tiempo y energías para comprar terrenos, tramitar documentos legales, planificar la obra de construcción y preparar las listas de lo que se ha de comprar. También ayudan a conseguir materiales de calidad a los mejores precios, terminar las primeras etapas del trabajo en el lugar de construcción y supervisar la construcción misma. Los que están dispuestos a dar generosamente de sus recursos y dedicarlos a favor de los intereses del Reino son dignos de encomio y reciben muchas bendiciones de Jehová. (Pro. 11:25.)
5 Cuando una congregación quiera renovar su Salón del Reino o construir uno nuevo, los ancianos deben comunicarse primero con el Comité Regional de Construcción de su zona. ¿Por qué? Los comités regionales conocen las pautas que pueden ayudarles a elaborar las primeras etapas del proyecto. Al escoger un terreno hay que tomar en cuenta muchos factores además del precio. Entre las cosas que pueden aumentar en gran manera el costo de la propiedad está el invertir mucho tiempo y dinero en preparar el terreno, remover sustancias peligrosas o tóxicas o atender embrollos legales. Si una congregación necesita ayuda económica de la Sociedad, los comités regionales pueden proveerle el formulario Kingdom Hall Loan Survey y ayudar a los ancianos de la congregación a llenarlo.
6 Los Comités Regionales de Construcción disponen de varios diseños de Salones del Reino que la Sociedad recomienda. Antes de escoger un diseño, los ancianos de la congregación deben comunicarse con el comité regional y consultar sobre la estructura general del edificio, utilizando como guía los planos provistos por la Sociedad. Este procedimiento no solo reducirá los gastos de construcción, sino que ayudará a la congregación a escoger un edificio modesto y práctico, apropiado para el método de construcción rápida.
7 Hay que mantener registros de contabilidad exactos y detallados. Hermanos competentes han ofrecido sus servicios a los comités regionales a fin de ayudar a las congregaciones a establecer y mantener un sistema de contabilidad adecuado. Otros hermanos que trabajan con los Comités Regionales de Construcción ayudan a las congregaciones a llenar las solicitudes y las encuestas para pedir préstamos. Esto es muy útil porque los ancianos locales por lo general no trabajan de continuo con estos registros de contabilidad como lo hacen esos hermanos experimentados y bien preparados. Al terminar la construcción, el comité regional debe recibir una copia de todos los registros de contabilidad.
8 Observadores impresionados: La clara influencia del espíritu santo de Jehová sobre los hermanos que construyen o arreglan Salones del Reino ha sido un testimonio para la gente. Los materiales para cierto salón se compraron en un almacén de madera, y más tarde el gerente escribió: “No recuerdo otro grupo de personas que me haya impresionado tanto como los testigos de Jehová durante la obra de construcción. Fue divertido y emocionante presenciar lo que hicieron, y cuánto me alegra haber participado. Todos ustedes son dignos de encomio y les deseo éxito en sus obras de construcción futuras”.
9 En otra ocasión, se asignó al representante de una distribuidora a pasar algunos momentos durante tres días en el lugar de construcción. Dijo: “El haber pasado este fin de semana con ustedes ha enriquecido mi vida. Mi opinión sobre los testigos de Jehová ha cambiado. Ustedes hacen mucho más que tocar a las puertas. Fue un privilegio haber tomado parte en este trabajo. No se sorprendan si me ven en su siguiente reunión pública”.
10 Después que se terminó la construcción de un Salón del Reino, el alcalde escribió lo siguiente en nombre de la ciudad: “Fue emocionante ver a cientos de voluntarios trabajando unidamente para construir el salón con tanta rapidez. Es de veras un edificio hermoso. Los vecinos comentaron sobre lo rápido que se construyó. El nuevo Salón del Reino dignifica nuestra comunidad, y nos sentimos orgullosos de tener a su congregación y su salón entre nosotros”.
11 Se necesitan más voluntarios: Los comités regionales procuran utilizar a hermanos diestros de las congregaciones que se reunirán en los Salones del Reino que se construirán o renovarán. También se valen de otros hermanos de la localidad, sobre todo de ancianos y siervos ministeriales, y les enseñan a efectuar las labores necesarias. Una vez que han aprendido a hacer ciertos trabajos útiles para la construcción de Salones del Reino, estos hermanos maduros en sentido espiritual pueden seguir ayudando en otras construcciones de salones de esa zona. Por lo tanto, las congregaciones que participan en dicha obra deben tener una buena disposición y el deseo de cooperar, y no esperar que el comité regional y su equipo se encarguen de todo el trabajo en su Salón del Reino. (Neh. 4:6b.) Después de haber aprendido un oficio, el amor debe impulsar a los hermanos a ayudar a construir Salones del Reino para otras congregaciones que también tienen la necesidad apremiante de reunirse en edificios nuevos o renovados. (Neh. 5:19; Fili. 2:3, 4.)
12 Se anima a los publicadores bautizados que se especializan en algún oficio y que son ejemplares en la congregación a ofrecerse para ayudar en esta gran labor. Se necesitan hermanos con experiencia tanto en construcción como en otras ocupaciones. Los voluntarios pueden pedir una solicitud al superintendente presidente o al secretario de la congregación e indicar la rama de construcción en que se especializan o el tipo de trabajo que pueden realizar, como servicio de alimentos, seguridad, manipulación de materiales, contabilidad o tramitación de documentos legales. (La congregación puede pedir más solicitudes para los voluntarios cuando envíen a la Sociedad su solicitud mensual de literatura.) Cuando respondemos así demostramos amor a nuestro prójimo más cercano: los hermanos cristianos. (Mat. 7:12; 22:39; Juan 13:35.)
13 Se agradece la ayuda de los voluntarios: Pocos se dan cuenta de lo enorme que es la empresa de construir un Salón del Reino hasta que participan en ella. Después de terminar un Salón del Reino, los ancianos escribieron: “La dirección que con paciencia nos dio el Comité Regional de Construcción fue una gran bendición para nosotros. Cuando pensamos en el apoyo que nos dieron mediante sus instrucciones y la coordinación de los trabajadores expertos, no podemos menos que recordar las palabras de 1 Pedro 5:2, 3, donde leemos que se debe pastorear, ‘no como obligados, sino de buena gana; tampoco por amor a ganancia falta de honradez, sino con empeño; tampoco como enseñoreándose de los que son la herencia de Dios, sino haciéndose ejemplos del rebaño’. Estos hermanos son verdaderamente siervos ejemplares dedicados a Jehová. Durante la construcción hubo incontables ocasiones en que hermanos viajaron de lugares distantes, trabajaron largas horas, nos prestaron su equipo y herramientas e incluso donaron materiales para ayudarnos a construir nuestro nuevo Salón del Reino. Su generosidad es una magnífica demostración de que ‘tienen amor a toda la asociación de hermanos’. ¡Cuánto nos han animado! (1 Ped. 2:17.)”.
14 La buena disposición y el celo de los hermanos son evidentes, pues un grupo escribió: “¡Qué alegría nos dio ver a las congregaciones de habla coreana, hispana e inglesa trabajando juntas en la adoración unida de Jehová!”. Qué verídicas son las palabras de Salmo 133:1, 3: “¡Miren! ¡Qué bueno y qué agradable es que los hermanos moren juntos en unidad!”. Un anciano que trabaja con un comité regional escribió diciendo que era un privilegio servir a otros hermanos. Dijo que las “congregaciones se animan mucho cuando ven a hermanos viajar centenares de kilómetros para ayudarles a cumplir con su dedicación a Jehová. [...] No cabe duda de que somos una amorosa hermandad”.
15 Un superintendente presidente que estaba muy agradecido por el trabajo efectuado en el Salón del Reino de la congregación escribió: “Como hay muchos hermanos de edad avanzada en esta congregación, nosotros mismos no pudiéramos haber hecho esta obra. Por eso, muchas gracias a ustedes y a hermanos como ustedes que no solamente tienen el amor de Jehová, sino que lo manifiestan. Queremos decirles: ‘Sigan adelante con su buen trabajo’. Su labor beneficia a muchos de nuestros hermanos, y sin lugar a dudas, alegra a nuestro Padre, Jehová”. Otro comité de construcción escribió: “Vimos personalmente el arduo trabajo que muchos hermanos efectuaron. (File. 21.) Algunas personas de la zona que no son Testigos dijeron: ‘¡Jehová está con ustedes!’”.
16 Las contribuciones monetarias siguen ayudando: Las contribuciones generosas que se envían al Fondo de la Sociedad para Salones del Reino han ayudado a congregaciones en el pasado, y sin duda seguirán haciéndolo en el futuro. ¿No es Jehová Dios mismo el modelo del dar altruista? (Sant. 1:17.) Aunque nuestros medios y nuestras oportunidades de dar varían, puede ser que, modificando nuestros gastos personales, encontremos que podemos apoyar plenamente la obra de construcción. Tal generosidad regocija el corazón de Jehová y anima muchísimo a nuestros hermanos.
17 “Una gran muchedumbre” cada vez mayor está respondiendo al mensaje del Reino hoy día. “Las cosas deseables” están entrando en el templo espiritual de Jehová, y él está ‘llenando de gloria su casa’. (Rev. 7:9; Ageo 2:7.) Al igual que los judíos fieles del tiempo de Ageo, pongamos el corazón en la obra de Dios, haciendo todo lo posible por satisfacer la apremiante necesidad de construir más Salones del Reino. Aunque se han construido miles de hermosos salones en los últimos años, la obra continúa aumentando a pasos agigantados. El seguir apoyando el Fondo de la Sociedad para Salones del Reino es una excelente manera de participar en la obra de Dios.