“Obremos lo que es bueno para con todos”
1 Los títulos escogidos para los suplementos de Nuestro Ministerio del Reino de febrero y marzo de 2002 fueron “Prediquemos la palabra de Dios plenamente” y “Sean ricos en obras excelentes” (Col. 1:25; 1 Tim. 6:18). Tales artículos nos animaron a poner especial empeño en que las personas interesadas asistieran a la Conmemoración, en contribuir a que los inactivos se reintegraran a la congregación y en ayudar a nuestros hijos y a los estudiantes avanzados de la Biblia a hacerse publicadores de las buenas nuevas. Sin duda, nuestros esfuerzos se han visto recompensados. Ahora, “mientras tengamos tiempo favorable para ello, [sigamos obrando] lo que es bueno para con todos” (Gál. 6:10).
2 Invítelos a asistir de nuevo. En el territorio de la sucursal de Estados Unidos, todos los años asisten a la Conmemoración más de un millón de personas que no son publicadores de las buenas nuevas. En vista de que su presencia indica cierto grado de interés, ¿qué debe hacer usted para que quienes están “correctamente dispuestos para vida eterna” se hagan “creyentes”? (Hech. 13:48.) Anímelos a acudir a las reuniones de la congregación lo antes posible.
3 ¿Por qué no invita a las personas interesadas al Estudio de Libro de Congregación a fin de disfrutar de un interesante examen de las profecías de Isaías? Si usted es su pariente o conocido y próximamente tendrá una intervención en la Escuela del Ministerio Teocrático, pudiera invitarlas a estar presentes para que lo escuchen. Manténgalas informadas de los títulos de los discursos públicos que vayan a presentarse en las siguientes semanas. (El programa actualizado debe colocarse en el tablero de anuncios.) Aproveche todas las oportunidades para despertar en ellas el deseo de adorar a Jehová. Y, claro está, puede ofrecerles amablemente un estudio de la Biblia si aún no lo tienen.
4 Sigamos animando a los inactivos. Algunos de los que asistieron a la Conmemoración son personas que, aunque están dedicadas a Jehová, en cierto momento han dejado de predicar activamente las buenas nuevas. Pablo nos exhortó a “obr[ar] lo que es bueno [...] especialmente para con los que están relacionados con nosotros en la fe” (Gál. 6:10). Por consiguiente, los inactivos deben ser una de nuestras prioridades.
5 Es posible que algunos de ellos ya hayan respondido al estímulo de los ancianos y de otros hermanos, y estén saliendo de nuevo al servicio del campo. Si los ancianos le han solicitado que ayude a un publicador reactivado, no le quepa duda de que este cobrará confianza al ver el amor que usted manifiesta por Jehová y por el ministerio. Muéstrele cómo participa usted en las diferentes facetas de actividad; de ese modo, el publicador hallará gozo en hacerlo, persistirá en la predicación y recibirá la bendición divina.
6 Ayude a los nuevos publicadores a tener un buen comienzo. Cuando una mujer recién interesada comprendió que había hallado la verdadera organización de Dios, quiso empezar a predicar de inmediato. Tras enterarse de lo que se requería de ella, exclamó: “¡Manos a la obra!”. Si a alguien que ha estado estudiando la Biblia con usted se le aprueba para que empiece a salir al servicio del campo, procure que comprenda la necesidad de poner “manos a la obra”, pues así lo impulsará a tener un buen comienzo como publicador. Ayúdelo a adquirir la costumbre de prepararse para el ministerio del campo y salir a predicar todas las semanas.
7 Si el nuevo publicador no bautizado es su propio hijo, trabaje con él para que progrese según su edad y capacidad. Con un poco de ayuda, quizá le sorprenda su habilidad para entablar conversaciones, leer de la Biblia y ofrecer publicaciones. Cuando su hijo hable con alguien interesado, prepárelo para hacer la revisita y seguir cultivando el interés.
8 Amplíe su propio ministerio. ¿Le permiten sus circunstancias hacer más en la evangelización incluso después de la época de la Conmemoración? ¿Podría dedicar al servicio del campo una o dos horas más cada semana? ¿Mira con ilusión el calendario para ver cuándo podrá ser precursor auxiliar de nuevo? ¿Le sería posible modificar su estilo de vida y emprender el ministerio de tiempo completo? Todo lo que hagamos en el ministerio puede contribuir a que alguien acepte la verdad (Hech. 8:26-39). Mirando con anhelo hacia el futuro, “siga[mos] siempre tras lo que es bueno los unos para con los otros y para con todos los demás” (1 Tes. 5:15).
[Recuadro de la página 3]
Siga ayudando:
□✔ A los que asistieron a la Conmemoración
□✔ A los publicadores reactivados
□✔ A los nuevos publicadores no bautizados