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  • Referencias para la Guía de actividades para la reunión Vida y Ministerio Cristianos 2023
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Referencias para la Guía de actividades para la reunión Vida y Ministerio Cristianos 2023
mwbr23 noviembre págs. 1-10

Referencias para la Guía de actividades para la reunión Vida y Ministerio Cristianos

© 2023 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania

6-12 DE NOVIEMBRE

TESOROS DE LA BIBLIA | JOB 13, 14

“Si un hombre muere, ¿puede volver a vivir?”

w99 15/10 3 párrs. 1-3

En pos de una vida más larga

AUNQUE esta observación acerca de la brevedad de la vida se escribió hace unos tres mil quinientos años, hoy pocas personas disentirían de ella. Nunca ha satisfecho a la humanidad disfrutar de la flor de la vida por poco tiempo, envejecer y morir. No es de extrañar que a lo largo de la historia hayan proliferado métodos para prolongar la vida.

En los días de Job, los egipcios comían testículos de animales en un vano intento de recuperar la juventud. Uno de los objetivos primordiales de la alquimia del medievo fue producir un elixir que pudiera alargar la vida. Muchos alquimistas creían que el oro producido de forma artificial otorgaba vida inmortal y que comer en platos de oro extendía la vida. Los chinos taoístas de la antigüedad pensaban que podían modificar la química corporal, mediante técnicas como la meditación, los ejercicios de respiración y la alimentación, y así conseguir la inmortalidad.

Al explorador español Juan Ponce de León se le conoce por su insaciable búsqueda de la fuente de la juventud. Un médico del siglo XVIII recomendó en su libro Hermippus Redivivus que en primavera se encerrara en una pequeña habitación a muchachas vírgenes, se recogieran sus exhalaciones en botellas y se usaran como pócimas para prolongar la vida. Ni que decir tiene que ninguno de estos métodos triunfó.

w15 15/4 32 párrs. 1, 2

¿Volverá a brotar un árbol cortado?

AL LADO del majestuoso cedro del Líbano, el retorcido olivo podría parecer un árbol insignificante. Sin embargo, es capaz de sobrevivir a las circunstancias más difíciles. De hecho, se conocen ejemplares de más de mil años de edad. Incluso si su tronco ha sido cortado, el olivo puede revivir gracias a sus raíces extendidas. Mientras esas raíces no mueran, puede volver a brotar.

El patriarca Job estaba seguro de que si moría, volvería a vivir (Job 14:13-15). Es probable que pensara en el olivo cuando expresó su confianza en que Dios podía resucitarlo. “Existe esperanza hasta para un árbol —dijo Job—. Si es cortado, todavía brota de nuevo.” Cuando llueve después de una larga sequía, un olivo cortado es capaz de volver a la vida, pues de sus raíces pueden nacer retoños y producir ramas “como planta nueva” (Job 14:7-9).

w11 1/3 22 párr. 5

“Por la obra de tus manos sentirás anhelo”

Este pasaje nos enseña una valiosa lección: Jehová les tiene un gran cariño a aquellos que, como Job, se ponen en sus manos y dejan que él moldee su personalidad (Isaías 64:8). Él valora muchísimo a sus siervos fieles y siente un profundo “anhelo” por los que han muerto. Hablando sobre la palabra hebrea que aquí se traduce “anhelo”, un especialista explica: “Sin duda, es uno de los términos que con mayor vigor transmiten el sentimiento de añoranza profunda”. Así es: Jehová no solo se acuerda de sus siervos que han fallecido; también los echa mucho de menos y anhela verlos con vida otra vez.

Busquemos perlas escondidas

it-1 461

Cenizas

Con las cenizas también se representó lo insignificante o sin valor. Abrahán reconoció ante Jehová que era “polvo y ceniza” (Gé 18:27; véase también Isa 44:20; Job 30:19), y Job comparó los dichos de sus falsos consoladores a “proverbios de ceniza”. (Job 13:12.)

13-19 DE NOVIEMBRE

TESOROS DE LA BIBLIA | JOB 15-17

“Cuando demos consuelo, no seamos como Elifaz”

w05 15/9 26 párrs. 4, 5

Resistamos los pensamientos nocivos

En sus tres discursos, Elifaz dio a entender que Dios es tan exigente que nada de lo que hagan sus siervos es lo suficientemente bueno para él. “¡Mira! En sus siervos él no tiene fe —le dijo a Job—, y a sus ángeles imputa tener faltas.” (Job 4:18, nota.) Luego añadió lo siguiente respecto a Dios: “En sus santos él no tiene fe, y los cielos mismos realmente no son limpios a sus ojos” (Job 15:15). Y preguntó: “¿Tiene deleite alguno el Todopoderoso en que seas justo?” (Job 22:3). Bildad compartía esta opinión, pues declaró: “Hay hasta la luna, y no es brillante; y las estrellas mismas no han resultado limpias a los ojos de [Dios]” (Job 25:5).

Hemos de vigilar que no se nos contagie esa manera de pensar, pues podría llevarnos a creer que Dios exige demasiado de nosotros. Ese es un criterio que socava la relación que tenemos con Jehová. Además, si sucumbimos a dicha forma de razonar, ¿cómo reaccionaremos cuando recibamos la disciplina que necesitemos? En lugar de aceptarla humildemente, puede que nuestro corazón “se enfure[zca] contra Jehová mismo” y le abriguemos resentimiento (Proverbios 19:3). ¡Qué desastroso desenlace para nuestra espiritualidad!

w15 15/2 9 párr. 16

Seamos humildes y compasivos como Jesús

16 Nuestra manera de hablar. La compasión nos motiva a “habl[ar] confortadoramente a las almas abatidas” (1 Tes. 5:14). ¿Cómo podemos levantar el ánimo de quienes están deprimidos? Diciéndoles cuánto nos preocupamos por ellos y felicitándolos sinceramente por las buenas cosas que hacen. También podemos recordarles que son muy valiosos para Jehová, pues fue él quien les dio la oportunidad de acercarse a su Hijo (Juan 6:44). Además, podemos asegurarles que Dios se interesa por todos los que están “quebrantados de corazón” y “aplastados en espíritu” (Sal. 34:18). Nuestras palabras de cariño pueden calmar el dolor de los que necesitan consuelo (Prov. 16:24).

Busquemos perlas escondidas

w06 15/3 14 párr. 11

Puntos sobresalientes del libro de Job

7:9, 10; 10:21; 16:22. ¿Dan a entender estas afirmaciones que Job no creía en la resurrección? Estos comentarios hacen referencia al futuro inmediato de Job. ¿Qué significan entonces? Tal vez él quiso decir que si moría, sus contemporáneos no lo verían más. Desde el punto de vista de ellos, él no regresaría a su casa ni se le volvería a reconocer hasta que Dios así lo dispusiera. O quizás Job dio a entender que nadie puede regresar del Seol por sí mismo. Job 14:13-15 deja claro que Job sí creía en una resurrección futura.

20-26 DE NOVIEMBRE

TESOROS DE LA BIBLIA | JOB 18, 19

“Jamás abandonemos a nuestros hermanos”

w22.01 16 párr. 9

Qué nos enseñan las lágrimas de Jesús

9 Usted puede apoyar a quienes están de duelo. Jesús no solo lloró con Marta y María, sino que también las escuchó y les dio palabras de consuelo. Nosotros podemos hacer lo mismo por quienes han perdido a un ser querido. Dan, un anciano que vive en Australia, dice: “Tras la muerte de mi esposa, necesitaba ayuda. Varios matrimonios se ofrecieron para escucharme a la hora que fuera. Dejaban que me desahogara, y mis lágrimas no los hacían sentirse incómodos. Y, cuando no me sentía con fuerzas, también se ofrecieron a ayudarme a hacer algunas tareas, como lavar el automóvil, ir al supermercado y cocinar. Y a menudo oraban conmigo. Demostraron ser verdaderos amigos y hermanos ‘en tiempos de angustia’” (Prov. 17:17).

w21.09 30 párr. 16

Cuando un ser querido deja a Jehová

16 Sigamos apoyando a los familiares fieles. Ellos necesitan nuestro amor y ánimo ahora más que nunca (Heb. 10:24, 25). A veces, algunos familiares de expulsados han notado que ciertos hermanos han dejado de hablarles, como si ellos también estuvieran expulsados. ¡Jamás hagamos eso! Los jóvenes que tienen padres expulsados necesitan especialmente que los animemos y felicitemos. Una hermana llamada María cuenta lo que le pasó cuando su esposo fue expulsado y dejó a su familia: “Algunos de mis amigos vinieron a mi casa, cocinaron algo y me ayudaron a estudiar con mis hijos. Sintieron mi dolor y lloraron conmigo. Y también me defendieron cuando algunas personas esparcieron rumores falsos sobre mí. Me animaron mucho” (Rom. 12:13, 15).

w90 1/9 22 párr. 20

¿Procura usted adelantar?

20 El cuerpo de ancianos debe comprender que el que se remueva de su puesto a un superintendente o un siervo ministerial puede ser causa de tensión para esa persona, aunque ella haya renunciado voluntariamente a su privilegio. Si el hermano no ha sido expulsado y los ancianos notan que está deprimido, el amor debe llevarlos a proveerle estímulo espiritual. (1 Tesalonicenses 5:14.) Deben ayudarle a ver que se le necesita en la congregación. Hasta en casos en que haya sido necesario dar consejo, quizás no pase mucho tiempo antes de que a un hombre humilde y agradecido se le extiendan de nuevo otros privilegios de servicio en la congregación.

Busquemos perlas escondidas

w94 1/10 32

El poder de una palabra amable

Sin embargo, cuando Job necesitó ánimo, Elifaz y sus compañeros no pronunciaron palabras amables. Culparon a Job por su adversidad, dando a entender que había cometido alguna falta secreta. (Job 4:8.) La obra The Interpreter’s Bible comenta: “Lo que Job necesita es la compasión de un corazón humano. Lo que recibe es una serie de clichés religiosos y tópicos morales absolutamente ‘verídicos’ y absolutamente hermosos”. Tanto turbó a Job el habla de Elifaz y sus compañeros, que se vio impulsado a clamar: “¿Hasta cuándo seguirán ustedes irritando mi alma y seguirán aplastándome con palabras?”. (Job 19:2.)

Nunca deberíamos hacer que otro siervo de Dios tuviera que clamar angustiado por causa de nuestras palabras desconsideradas y poco amables. (Compárese con Deuteronomio 24:15.) Un proverbio bíblico advierte: “La muerte y la vida están en poder de la lengua; cual sea el uso que de ella hagas, tal será el fruto”. (Proverbios 18:21; Nácar-Colunga, 1947.)

27 DE NOVIEMBRE A 3 DE DICIEMBRE

TESOROS DE LA BIBLIA | JOB 20, 21

“Tener mucho dinero no significa ser justo”

w07 1/8 29 párr. 12

¿Somos ricos para con Dios?

12 En su advertencia al final de la parábola, Jesús contrastó dos ideas: la de ser rico para con Dios y la de acumular tesoros para uno mismo, o sea, enriquecerse materialmente. Lo que estaba diciendo es que no deberíamos centrar nuestra vida en la acumulación de riquezas o el disfrute de las posesiones. Deberíamos, más bien, usar nuestros recursos para fortalecer y mejorar nuestra relación con Jehová. No hay duda de que esto nos ayudará a ser ricos para con Dios. ¿Por qué? Porque de esa forma estaremos abriendo la puerta para que él nos colme de bendiciones. Recordemos que la Biblia dice: “La bendición de Jehová... eso es lo que enriquece, y él no añade dolor con ella” (Proverbios 10:22).

Busquemos perlas escondidas

w95 1/1 9 párr. 19

Triunfemos sobre Satanás y sus obras

19 Es interesante que Job, el siervo de Dios, tuvo que batallar con los “pensamientos inquietantes” que Satanás le transmitió mediante Elifaz y Zofar. (Job 4:13-18; 20:2, 3.) Como consecuencia, Job sufrió “irritación”, lo que dio lugar a que ‘hablara desatinadamente’ sobre los “terrores” que afligían su mente. (Job 6:2-4; 30:15, 16.) Elihú escuchó a Job en silencio y le ayudó con sinceridad a ver el parecer de Jehová, el Dios omnisciente. Del mismo modo, los ancianos comprensivos de hoy demuestran su interés por los afligidos al no añadirles más “presión”. Antes bien, como Elihú, los escuchan con paciencia y entonces los untan con el bálsamo de la Palabra de Dios. (Job 33:1-3, 7; Santiago 5:13-15.) Por tanto, la persona que sufre de problemas emocionales debido a traumas —sean reales o imaginarios—, o que está ‘aterrorizada con sueños y visiones’, como Job, puede encontrar el consuelo balsámico de la Biblia en la congregación. (Job 7:14; Santiago 4:7.)

4-10 DE DICIEMBRE

TESOROS DE LA BIBLIA | JOB 22-24

“¿Puede un hombre serle útil a Dios?”

w05 15/9 27 párrs. 1-3

Resistamos los pensamientos nocivos

Hay un criterio muy relacionado con el de que Dios es demasiado exigente: el de que los seres humanos somos inútiles a sus ojos. En su tercer discurso, Elifaz formuló esta pregunta: “¿Puede un hombre físicamente capacitado ser útil a Dios mismo, para que cualquiera que tenga perspicacia sea útil para con él?” (Job 22:2). Elifaz insinuaba que el hombre es inútil a la vista de Dios. Y Bildad pensaba igual, pues expresó: “¿Cómo puede el hombre mortal tener razón ante Dios, o cómo puede uno nacido de mujer ser limpio?” (Job 25:4). Según esa manera de razonar, ¿cómo podía Job, un simple mortal, pretender siquiera que Dios lo considerara justo?

Hoy día muchas personas albergan sentimientos negativos sobre sí mismas. Tal vez se deba a factores como la crianza recibida, las presiones de la vida o el hecho de haber sido víctimas del odio racial o étnico. Pero también debe tenerse en cuenta que a Satanás y sus demonios les gusta aplastar a la gente. Si logran convencer a alguien de que nada de lo que hace es lo suficientemente bueno para el Dios todopoderoso, lo hacen más vulnerable al desánimo. Y con el tiempo, la persona quizás se desvíe e incluso se aleje del Dios vivo (Hebreos 2:1; 3:12).

El paso de los años y los problemas de salud nos imponen limitaciones. Puede que nuestra participación en el servicio del Reino parezca mínima en comparación con lo que hacíamos cuando éramos más jóvenes, saludables y fuertes. Es muy importante que reconozcamos que Satanás y sus demonios quieren que pensemos que lo que hacemos no basta para agradar a Dios. Tenemos que resistir ese modo de pensar.

w95 15/2 27 párr. 6

Una lección sobre cómo tratar los problemas

Los tres compañeros de Job lo desanimaron aún más, expresando ideas personales en vez de sabiduría piadosa. Elifaz llegó al extremo de decir que ‘Dios no tiene fe en sus siervos’ y que en realidad a Jehová no le importaba si Job era justo o no. (Job 4:18; 22:2, 3.) Es difícil imaginar un comentario más desalentador y falso. No sorprende que Jehová reprendiera posteriormente a Elifaz y a sus compañeros por esta blasfemia. Dijo: “Ustedes no han hablado acerca de mí lo que es verídico”. (Job 42:7.) Pero aún faltaba la afirmación más perjudicial.

w03 15/4 14, 15 párrs. 10-12

Jóvenes que regocijan el corazón de Jehová

10 Según el relato bíblico, Satanás no solo puso en duda la lealtad de Job, sino la de todos los demás seres humanos que sirven a Dios, lo que te incluye a ti. En realidad, se refirió a la humanidad en general cuando le dijo a Jehová: “Todo lo que el hombre [no solo Job, sino cualquier otro] tiene lo dará en el interés de su alma” (Job 2:4). ¿Te das cuenta del papel que desempeñas en esta cuestión vital? Como indica Proverbios 27:11, Jehová te dice que hay algo que puedes darle: una base para responder al desafío de quien se mofa de él, Satanás. Imagínate: el Soberano Universal te invita a que participes en resolver la mayor cuestión de todos los tiempos. Verdaderamente, la responsabilidad y el privilegio que eso entraña son impresionantes. ¿Puedes cumplir con lo que Jehová pide de ti? Job lo hizo y también Jesús, así como incontables personas a lo largo de la historia, entre ellas muchos jóvenes (Job 2:9, 10; Filipenses 2:8; Revelación 6:9). Tú puedes seguir sus pasos. Pero no te engañes: en este asunto no hay terreno neutral. Por tu proceder puedes apoyar, o bien el desafío escarnecedor de Satanás, o bien la respuesta de Jehová. ¿Qué escogerás?

Jehová se interesa por ti

11 ¿De veras le importa a Jehová lo que optes por hacer? ¿Acaso las personas que ya han sido fieles no son suficientes para dar a Satanás una respuesta adecuada? La verdad es que el Diablo afirmó que nadie sirve a Jehová por amor, una acusación cuya falsedad ya ha quedado demostrada. Sin embargo, Jehová desea que te pongas de su parte en la cuestión de la soberanía porque se preocupa por ti personalmente. Jesús señaló: “No es cosa deseable a mi Padre que está en el cielo el que uno de estos pequeños perezca” (Mateo 18:14).

12 Es obvio que Jehová está interesado en el proceder que escojas. Más aún, le afecta. La Biblia deja claro que los buenos o malos actos de los seres humanos lo conmueven profundamente. Por ejemplo, cuando los israelitas se rebelaron una y otra vez, Jehová sintió “dolor” (Salmo 78:40, 41). Antes del Diluvio de Noé, cuando “la maldad del hombre abundaba en la tierra, [...] se sintió herido en el corazón” (Génesis 6:5, 6). Piensa en lo que esto significa. Si siguieras un mal proceder, podrías hacer que tu Creador se sintiera herido. No es que Dios sea débil o lo dominen las emociones, sino que te ama y se interesa por tu bienestar. Por otra parte, cuando tomas el buen camino, el corazón de Jehová se regocija. No solo le alegra reforzar su respuesta a Satanás, sino también el hecho de poder recompensarte, algo que él desea intensamente (Hebreos 11:6). ¡Qué Padre tan amoroso es Jehová Dios contigo!

Busquemos perlas espirituales

w04 15/7 21 párrs. 7, 8

Fijémonos metas espirituales para glorificar al Creador

Examinemos cómo cumplió Jehová su propósito en lo referente a crear. Definió los períodos sucesivos de la creación diciendo: “Y llegó a haber tarde y llegó a haber mañana” (Génesis 1:5, 8, 13, 19, 23, 31). Al principio de cada período creativo, conocía bien su meta, u objetivo, a seguir. Y logró su propósito de crear cosas (Revelación [Apocalipsis] 4:11). El patriarca Job aseguró: “[La] propia alma [de Jehová] tiene un deseo, y eso hará” (Job 23:13). Jehová debió de sentirse muy complacido al ver “todo lo que había hecho” y declararlo “muy bueno” (Génesis 1:31).

Si queremos que nuestras metas se hagan realidad, es imprescindible que nuestro deseo de alcanzarlas sea intenso. ¿Qué nos ayudará a cultivar tal deseo? Incluso cuando la Tierra se hallaba sin forma y desierta, Jehová podía visualizar cómo sería una vez terminada: una hermosa joya en el espacio, que le traería gloria y honra a él. De manera parecida, podemos cultivar el deseo de lograr nuestros objetivos meditando en los resultados y beneficios de llegar a la meta. Ese fue el caso de Tony, de 19 años. Nunca olvidó la primera impresión que le produjo su visita a una sucursal de los testigos de Jehová en Europa occidental. Desde aquel día, se preguntaba cómo sería vivir y servir en un lugar así. Nunca dejó de pensar en esa posibilidad y siguió esforzándose por alcanzar su meta. Imagínese lo feliz que se sintió cuando años después se aprobó su solicitud para servir en la sucursal.

11-17 DE DICIEMBRE

TESOROS DE LA BIBLIA | JOB 25-27

“No necesitamos ser perfectos para ser íntegros”

it-1 1243 párr. 4

Integridad

Job. Se dice que Job, quien debió vivir en el período comprendido entre la muerte de José y la época de Moisés, fue un hombre que “resultó sin culpa [heb. tam] y recto, y temeroso de Dios y apartado del mal”. (Job 1:1; véase JOB.) Las preguntas que Jehová le planteó a su Adversario con respecto a Job cuando Satanás se presentó en una asamblea de ángeles en las cortes celestiales, reflejan que la integridad humana era una cuestión en litigio entre Jehová Dios y Satanás. Este adujo que Job adoraba a Dios por motivos impropios, no por verdadera devoción, sino por intereses egoístas, y de ese modo cuestionó la integridad de Job. Aunque se le autorizó a despojar a Job de todas sus vastas posesiones y hasta de sus hijos, Satanás no pudo quebrantar su integridad. (Job 1:6-2:3.) Ante esto, alegó que Job estaba dispuesto a soportar la pérdida de sus posesiones y hasta de sus hijos mientras no se atentara contra su vida. (Job 2:4, 5.) A partir de ese momento, Job se vio aquejado de una dolorosa enfermedad y presionado por su esposa, que intentaba hacerle desistir, así como por tres amigos que, representando falsamente las normas y propósitos divinos, le acosaron con crítica destructiva y calumnias. (Job 2:6-13; 22:1, 5-11.) Job, sin embargo, afirmó que no abjuraría de su integridad: “¡Hasta que expire no quitaré de mí mi integridad! A mi justicia he echado mano, y no la soltaré; mi corazón no me molestará con escarnio por ninguno de mis días”. (Job 27:5, 6.) Su integridad inamovible demostró que el Adversario de Dios era un mentiroso.

w19.02 2, 3 párrs. 3-5

Seamos íntegros

3 Ser íntegro significa sentir un amor y devoción inquebrantable a Jehová y hacer siempre lo que le agrada. En la Biblia, la palabra hebrea que se traduce “integridad” se usa para referirse a algo que está completo, entero o sano. Por ejemplo, la Ley decía que, cuando los israelitas le ofrecían a Jehová un animal en sacrificio, este tenía que estar sano (Lev. 22:21, 22). Los siervos de Dios no podían ofrecerle un animal al que le faltara una pata, una oreja o un ojo, o que estuviera enfermo. Para Jehová era muy importante que el animal estuviera completo y sano (Mal. 1:6-9). ¿Por qué quiere Jehová que todo lo que le demos esté completo? El siguiente ejemplo nos ayudará a entenderlo. Cuando compramos una fruta, no queremos que tenga agujeros o que le falte un pedazo. Queremos que esté entera y sana. Pues bien, algo parecido pasa con nuestro amor y lealtad a Jehová. Él quiere que sea completo o íntegro.

4 Como sabemos que somos imperfectos y que cometemos muchos errores, puede que nos preguntemos: “¿Debemos ser perfectos para ser íntegros?”. Claro que no. Veamos dos motivos. Primero, porque Jehová no se concentra en nuestras faltas. Su Palabra nos dice: “Si errores fuera lo que tú vigilas, oh Jah, oh Jehová, ¿quién podría estar de pie?” (Sal. 130:3). Él sabe que somos imperfectos y pecadores, y nos perdona con generosidad (Sal. 86:5). Segundo, porque Jehová conoce nuestras limitaciones y no espera de nosotros más de lo que podemos dar (lea Salmo 103:12-14). Entonces, ¿en qué sentido podemos ser completos o íntegros a sus ojos?

5 La clave para que seamos íntegros es el amor. El amor y la lealtad que le mostramos a Jehová por ser nuestro Padre celestial deben ser completos. Si nuestro amor se mantiene intacto pese a las pruebas, entonces somos íntegros (1 Crón. 28:9; Mat. 22:37). Pensemos de nuevo en los tres Testigos del ejemplo del primer párrafo. Como es obvio, la joven no quiere aburrirse en la escuela, el joven no quiere pasar vergüenza predicando y el padre de familia no quiere perder su empleo. Entonces, ¿por qué hacen lo que hacen? Porque saben que las normas divinas son justas y lo que más les importa es agradar a su Padre celestial. El amor a Jehová los mueve a poner su criterio por encima de todo al tomar decisiones. Así demuestran que son íntegros.

Busquemos perlas escondidas

w16.11 9 párr. 3

Organizados siguiendo la guía del libro de Dios

3 La creación demuestra que Dios es un organizador sin igual. “Jehová mismo con sabiduría fundó la tierra. Afirmó sólidamente los cielos con discernimiento”, dice la Biblia (Prov. 3:19). Sabemos poco sobre los planetas, las estrellas y las galaxias. Como dice la Biblia, conocemos solo los bordes de los caminos de Dios, solo hemos oído un susurro acerca de él (Job 26:14). Pero lo poco que sabemos nos motiva a reconocer que la organización de estos cuerpos celestes es extraordinaria (Sal. 8:3, 4). Las galaxias están compuestas de millones de estrellas, que se mueven en el espacio de forma ordenada. Incluso los planetas del sistema solar viajan en órbitas alrededor del Sol como si respetaran estrictamente leyes de tránsito. Está claro que el orden imponente del universo nos ayuda a ver que Jehová, que hizo los cielos y la Tierra con sabiduría, merece que lo alabemos y adoremos, y que seamos leales a él (Sal. 136:1, 5-9).

18-24 DE DICIEMBRE

TESOROS DE LA BIBLIA | JOB 28, 29

“¿Tiene usted una reputación como la de Job?”

w02 15/5 22 párr. 19

Mostremos bondad amorosa a los necesitados

19 Los relatos bíblicos que hemos comentado resaltan también el hecho de que la bondad amorosa ha de mostrarse a quienes tienen una necesidad que no pueden satisfacer por sí mismos. Abrahán precisaba la colaboración de Betuel para perpetuar su linaje; Jacob requería la ayuda de José para que sus restos se llevaran a Canaán, y a Noemí le hacía falta la cooperación de Rut para tener un heredero. Ni Abrahán, ni Jacob ni Noemí podían satisfacer esas necesidades sin ayuda. Del mismo modo hoy, la bondad amorosa debe manifestarse sobre todo a los necesitados (Proverbios 19:17). Tenemos que imitar al patriarca Job, que atendía “al afligido que clamaba por ayuda, y al huérfano de padre y a cualquiera que no tuviera ayudador”, así como al “que estaba a punto de perecer”. También ‘alegraba el corazón de la viuda’, y ‘llegó a ser ojos para el ciego y pies para el cojo’ (Job 29:12-15).

it-1 1225 párr. 10

Indumentaria

Hay muchas otras referencias simbólicas a las vestiduras. Tal como un uniforme o una vestimenta especial identifica al que la lleva como parte de cierta organización o movimiento, así las vestiduras que se mencionan de manera simbólica en la Biblia dan a conocer la identidad de una persona en cuanto a la posición que toma y sus actividades al respecto, como en el caso de la ilustración de Jesús del traje de bodas. (Mt 22:11, 12; véanse PRENDA PARA LA CABEZA; SANDALIA.) Por eso, en Revelación 16:14, 15, el Señor Jesucristo nos advierte que no nos quedemos dormidos espiritualmente y nos despojemos de nuestra identidad como fieles testigos del Dios verdadero. Esto podría ser desastroso en vista de “la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso”.

w09 1/2 15 párrs. 3, 4

¿Cuál es su nombre?

Ninguno de nosotros decide el nombre que recibe al nacer. Lo que sí decidimos es la clase de reputación que nos labramos en la vida (Proverbios 20:11). Por ello conviene que nos preguntemos: “Si Jesús o los apóstoles me pusieran un nombre, ¿cuál sería? ¿Cuál describiría mejor mi personalidad o mi reputación?”.

Merece la pena reflexionar en ello. Como escribió el sabio rey Salomón, “ha de escogerse un nombre más bien que riquezas abundantes” (Proverbios 22:1). Así es, pocas cosas tienen tanto valor como gozar de una buena reputación ante los demás. Y si además nos hacemos un buen nombre ante Dios, entonces podremos obtener un tesoro eterno. Él ha prometido que escribirá en su “libro de recuerdo” los nombres de aquellos que le temen y les ofrecerá la vida eterna (Malaquías 3:16; Revelación [Apocalipsis] 3:5; 20:12-15).

Busquemos perlas escondidas

g00 8/7 11 párr. 3

¡Sonría! Le hará bien

¿Realmente importa si sonreímos o no? Bueno, ¿recuerda alguna ocasión en la que la sonrisa de alguien lo alivió y tranquilizó, o por no sonreír lo hizo sentir nervioso y rechazado? Así es, una sonrisa tiene mucha importancia. Influye tanto en quien la dirige como en quien la recibe. Job, personaje bíblico, dijo de sus adversarios: “Yo les sonreía —no lo creían— y la luz de mi rostro no echaban abajo” (Job 29:24). “La luz” del rostro de Job posiblemente haya denotado su satisfacción o alegría.

25-31 DE DICIEMBRE

TESOROS DE LA BIBLIA | JOB 30, 31

“¿Qué hizo Job para mantenerse moralmente limpio?”

w10 15/4 21 párr. 8

Alejemos la mirada de cosas inútiles

8 Los verdaderos cristianos no somos inmunes a los deseos de los ojos y de la carne. Por eso, la Palabra de Dios nos anima a controlar con mucho cuidado lo que vemos y deseamos (1 Cor. 9:25, 27; léase 1 Juan 2:15-17). Alguien que comprendió muy bien lo relacionados que están la vista y el deseo fue Job, quien dijo: “Un pacto he celebrado con mis ojos. Por eso, ¿cómo pudiera mostrarme atento a una virgen?” (Job 31:1). Aquel hombre justo no solo se negaba a tocar con intenciones inmorales a ninguna mujer. ¡Ni siquiera quería acariciar la idea! Siglos más tarde, Jesús destacó lo necesario que es mantener la mente libre de pensamientos impuros: “Todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón” (Mat. 5:28).

w08 1/9 11 párr. 4

Examinemos cuál será “el final del camino”

Antes de dar el primer paso en una senda tan destructiva, pregúntese: “¿Adónde me llevará?”. A veces basta con detenerse a pensar cuál será “el final del camino” para convencerse de que es mejor evitarlo y ahorrarse así muchos sufrimientos. Quienes pasen por alto las advertencias no encontrarán a su paso más que problemas, como el sida y otras enfermedades de transmisión sexual, embarazos no deseados, abortos, relaciones destrozadas y conciencias culpables. Además, como dejó bien claro el apóstol Pablo, las personas que adopten la inmoralidad como estilo de vida “no heredarán el reino de Dios” (1 Corintios 6:9, 10).

w10 15/11 5, 6 párrs. 15, 16

Joven, deja que te guíe la Palabra de Dios

15 ¿Cuándo crees que tu lealtad se ve sometida a pruebas más difíciles? ¿En los momentos en que estás acompañado, o cuando estás solo? Pues bien, cuando te encuentras en tu lugar de estudios o de trabajo, normalmente tienes levantadas todas las defensas. Estás muy pendiente de cualquier peligro espiritual. Pero cuando estás relajado, bajas la guardia y eres más vulnerable a los ataques contra tus principios morales.

16 ¿Qué te ayudará a obedecer a Jehová siempre, incluso cuando estás a solas? Sobre todo, recordar que con tu conducta puedes darle a Dios una gran alegría o herir sus sentimientos (Gén. 6:5, 6; Pro. 27:11). Ciertamente, tus acciones le afectan, pues, como indica la Biblia, “se interesa” por ti (1 Ped. 5:7). Él desea que lo escuches por tu propio beneficio (Isa. 48:17, 18). En la antigüedad sufrió mucho cuando sus siervos israelitas pasaron por alto sus consejos (Sal. 78:40, 41). En cambio, sabemos lo contento que estaba con el profeta Daniel, pues a través de un ángel lo llamó “hombre muy deseable” (Dan. 10:11). ¿Por qué lo apreciaba tanto? Porque Daniel le había sido fiel tanto en público como en privado (léase Daniel 6:10).

Busquemos perlas escondidas

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Demuestre su amor escuchando con interés

A pesar de que sus compañeros oyeron al menos diez de sus discursos, Job exclamó: “¡Ah, que tuviera a alguien que me escuchara[!]” (Job 31:35). ¿Por qué se expresó así? Porque la forma en que ellos escuchaban no lo consoló en absoluto. No se preocupaban por él ni querían comprender lo que sentía. Carecían de la capacidad de escuchar poniéndose en el lugar de la otra persona. El apóstol Pedro aconseja: “Todos ustedes sean de un mismo ánimo y parecer, compartiendo sentimientos como compañeros, teniendo cariño fraternal, siendo tiernamente compasivos, de mente humilde” (1 Pedro 3:8). ¿Cómo “comparti[mos] sentimientos como compañeros”? Un modo de hacerlo es mostrando que tenemos en cuenta los sentimientos de la persona y que tratamos de entenderlos. Podemos expresar nuestro interés mediante comentarios solidarios como: “Tiene que haber sido terrible” o “Debes haberte sentido incomprendido”. También podemos repetir en nuestras palabras lo que nos está diciendo; así sabrá que entendimos lo que dijo. Para demostrar amor al escuchar no basta con prestar atención a las palabras: hay que percibir los sentimientos que estas encierran.

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