¿Quiénes son hoy los siete pastores y ocho adalides?
“Tendremos que levantar contra él siete pastores, sí, ocho adalides de la humanidad.” (MIQUEAS 5:5)
1. ¿Por qué los reyes de Israel y de Siria no iban a conseguir lo que querían?
UNOS setecientos cincuenta años antes de que naciera Jesús, el rey de Israel y el rey de Siria empezaron una guerra contra el rey de Judá, Acaz. Querían conquistar la capital de Judá, quitar al rey Acaz y poner a otro rey que quizás no era de la familia del rey David (Isaías 7:5, 6). Pero no iban a conseguir lo que querían. Jehová había prometido que siempre habría un rey de la familia de David gobernando a sus siervos. Y él siempre cumple lo que promete (Josué 23:14; 2 Samuel 7:16).
2-4. a) ¿Cómo se cumplió Isaías 7:14, 16 en tiempos de Isaías? b) ¿Y cómo se cumplió en tiempos de Jesús?
2 Al principio pareció que Israel y Siria iban a ganar la guerra. ¿Por qué? Porque Acaz perdió a 120.000 soldados en una sola batalla. También murió Maaseya, el “hijo del rey” (2 Crónicas 28:6, 7). Pero Jehová estaba pendiente de lo que estaba pasando. Se acordó de lo que le había prometido a David y envió al profeta Isaías a animar a sus siervos.
3 Isaías les dijo una profecía. Primero les dijo que una joven doncella quedaría embarazada, tendría un hijo y le pondría el nombre Emmanuel. Luego explicó que poco después de nacer ese niño, la tierra de los reyes de Israel y Siria quedaría abandonada (Isaías 7:14, 16). Sabemos que la primera parte de esta profecía se cumplió cuando una joven doncella dio a luz al Mesías (Mateo 1:23). Pero los reyes de Israel y Siria no atacaron Judá en tiempos de Jesús. Así que la profecía sobre Emmanuel también tuvo que cumplirse en tiempos de Isaías. ¿Cómo?
4 Poco después de que Isaías diera este mensaje, su esposa quedó embarazada y tuvieron un hijo al que llamaron Maher-salal-has-baz. Es posible que este niño fuera el Emmanuel de la profecía.a (Lea la nota.) ¿Por qué es posible? Porque en tiempos bíblicos, un niño podía tener dos nombres. A veces le ponían un nombre para recordar alguna ocasión especial, pero en familia lo llamaban por otro (2 Samuel 12:24, 25). En el caso de Jesús, no sabemos si alguna vez lo llamaron Emmanuel (lea Isaías 7:14 y 8:3, 4).
5. ¿Qué mala decisión tomó el rey de Judá?
5 Israel y Siria no eran los únicos que querían conquistar Judá. La nación de Asiria se estaba volviendo más y más fuerte y también quería conquistar la zona. Mediante Isaías, Jehová había dicho que Asiria iba a conquistar Israel y Siria antes de atacar Judá (Isaías 8:3, 4). Pero el rey de Judá, Acaz, no confió en Dios e hizo un trato con los asirios para protegerse de Israel y Siria. Esta fue una mala decisión. ¿Por qué? Porque con el tiempo, los asirios conquistaron Judá y fueron crueles con el pueblo (2 Reyes 16:7-10). El rey Acaz tenía que proteger a su pueblo, como un pastor que protege a su rebaño. Pero no lo hizo. Y nosotros, ¿en quién confiamos cuando tenemos que tomar una decisión importante? ¿Confiamos en los seres humanos, o confiamos en Dios? (Proverbios 3:5, 6.)
Cuando tiene que tomar una decisión importante, ¿confía en los seres humanos, o en Dios?
UN PASTOR NUEVO Y DIFERENTE
6. ¿Por qué Ezequías era diferente de su padre?
6 Acaz murió en el año 746 antes de Cristo. Entonces su hijo Ezequías se convirtió en rey. Ezequías se enfrentaba a dos grandes problemas. La gente de Judá se había quedado muy pobre y había dejado de servir a Jehová. ¿Qué problema arreglaría primero? Ezequías no trató de hacer que la nación volviera a ser rica. Él era diferente de su padre. Ezequías amaba a Jehová y cuidó a su pueblo como si fuera un buen pastor. Por eso, lo primero que hizo fue ayudar al pueblo a volver a servir a Jehová. Cuando entendió lo que Dios quería que hiciera, obedeció sin dudarlo. ¡Qué buen ejemplo! (2 Crónicas 29:1-19.)
7. ¿Porque necesitaban los levitas la ayuda del nuevo rey?
7 Los levitas tenían la importante tarea de enseñar al pueblo cómo servir a Jehová otra vez. Por eso, el rey Ezequías se reunió con ellos y prometió ayudarlos. Seguro que los levitas fieles lloraron de alegría cuando oyeron al rey decir: “Ustedes son aquellos a quienes Jehová ha escogido para estar de pie delante de él para ministrarle” (2 Crónicas 29:11). Así es, Dios había encargado a los levitas que ayudaran a la gente a acercarse de nuevo a él.
8. a) ¿Qué más hizo Ezequías para que el pueblo volviera a servir a Jehová? b) ¿Cuál fue el resultado?
8 Aparte ayudar a los levitas, Ezequías hizo algo más para que el pueblo volviera a servir a Jehová. Invitó a la gente de Judá y de Israel a celebrar una gran fiesta de la Pascua. Y después de la Pascua, todos celebraron la fiesta de las Tortas no Fermentadas. Disfrutaron tanto que la fiesta duró catorce días, en vez de siete. La Biblia dice: “Llegó a haber gran regocijo en Jerusalén, porque desde los días de Salomón hijo de David el rey de Israel no hubo ninguna como esta en Jerusalén” (2 Crónicas 30:25, 26). Esta fiesta animó mucho al pueblo. Por eso, cuando terminó, “todos los israelitas que se hallaban allí salieron a las ciudades de Judá” y destruyeron todos los lugares donde antes adoraban a dioses falsos (2 Crónicas 31:1). La nación había decidido volver a servir a Jehová. Esta buena decisión iba a ayudarlos a prepararse para los problemas que se acercaban.
EL REY EZEQUÍAS SE PREPARÓ
9. a) ¿Por qué no pudo Israel poner un rey en Judá que no era de la familia de David? b) ¿Cómo le fue al rey de Asiria cuando empezó a conquistar Judá?
9 Tal como dijo Isaías, los asirios conquistaron el reino de Israel y se llevaron prisionera a toda la gente del país. Si Israel quería poner un rey en Judá que no era de la familia de David, no pudo hacerlo. Pero ¿qué plan tenía Asiria? Conquistar Judá. La Biblia dice que cuando Ezequías llevaba catorce años como rey, “Senaquerib el rey de Asiria subió contra todas las ciudades fortificadas de Judá y procedió a apoderarse de ellas”. El rey de Asiria conquistó 46 ciudades de Judá. Imagine que usted vive en ese tiempo en Jerusalén. ¿Cómo se sentiría al ver que los ejércitos asirios se van acercando a su casa? (2 Reyes 18:13.)
10. ¿Por qué es posible que la profecía de Miqueas animara a Ezequías?
10 Ezequías se dio cuenta del peligro, pero no se dejó llevar por el miedo. Como él confiaba en Jehová, no pidió ayuda a una nación que adoraba dioses falsos, como había hecho su padre (2 Crónicas 28:20, 21). Ezequías tal vez conocía las profecías de Miqueas. Este profeta dijo que la nación levantaría “siete pastores y ocho príncipes” para luchar “con espada” contra el enemigo “asirio” (Miqueas 5:5, 6, La Biblia de las Américas). Es posible que esta profecía animara mucho a Ezequías. ¿Por qué? Porque anunciaba que Jehová reuniría un ejército poco común para vencer a los asirios.
11. ¿Cuándo se cumplirá de forma especial la profecía sobre los siete pastores y ocho príncipes?
11 Esta profecía sobre los siete pastores y ocho príncipes se cumple dos veces. La más importante sería después de nacer el gobernante “cuyo origen es de tiempos tempranos”, es decir, Jesús (lea Miqueas 5:1, 2). Esto se cumplirá en el futuro, cuando el enemigo “asirio” ataque a los siervos de Jehová. ¿Y qué ejército le dará Jehová a su Hijo para vencer a este enemigo? Lo veremos en este artículo. Primero veamos qué aprendemos de lo que hizo Ezequías cuando los asirios atacaron.
EZEQUÍAS FUE PRUDENTE
12. ¿Qué hicieron Ezequías y sus hombres para proteger al pueblo de Dios?
12 Jehová siempre está dispuesto a ayudarnos cuando sentimos que no somos capaces de solucionar un problema. Pero él espera que hagamos todo lo posible por solucionarlo. Y eso fue lo que hizo Ezequías. La Biblia dice que les pidió consejos a “sus príncipes y sus hombres poderosos” y decidió tapar “los manantiales que estaban fuera de la ciudad”. También fue valiente y “edificó todo el muro que estaba derribado, y alzó torres sobre este, y por fuera otro muro”. Además, preparó muchas armas y escudos (2 Crónicas 32:3-5). En esos momentos, Jehová usó a Ezequías, a sus príncipes y a los profetas fieles para proteger como pastores al pueblo.
Cuando tenemos un problema, Jehová espera que hagamos todo lo posible por solucionarlo
13. ¿Qué fue lo más importante que hizo Ezequías para preparar al pueblo para el ataque de los asirios? ¿Cómo ayudó esto al pueblo?
13 Después de proteger las fuentes de agua y reforzar las murallas de la ciudad, Ezequías hizo algo todavía más importante. Él era un buen pastor, y por eso reunió al pueblo para animarlo. Él dijo: “No tengan miedo ni se aterroricen a causa del rey de Asiria ni debido a toda la muchedumbre que está con él; porque con nosotros hay más que los que hay con él. Con él está un brazo de carne, pero con nosotros está Jehová nuestro Dios para ayudarnos y para pelear nuestras batallas”. Ezequías le recordó al pueblo que Jehová lucharía por ellos. Así los ayudó a confiar en Dios y a ser valientes. Ezequías, sus príncipes, sus hombres poderosos y los profetas Isaías y Miqueas demostraron que eran muy buenos pastores. Eso era justo lo que Dios había prometido darle al pueblo (2 Crónicas 32:7, 8; lea Miqueas 5:5, 6).
14. a) ¿Qué les dijo un oficial a los habitantes de Jerusalén? b) ¿Cómo reaccionaron ellos?
14 El rey de Asiria y su ejército acamparon al suroeste de Jerusalén, en una ciudad llamada Lakís. Desde allí envió a tres mensajeros a decirle a la gente de Jerusalén que se rindiera. Uno de estos mensajeros era un oficial muy importante al que llamaban Rabsaqué. Él comenzó a hablar a los habitantes de Jerusalén en el idioma de ellos. Primero trató de convencerlos de que no hicieran caso a Ezequías y de que se rindieran a los asirios. Prometió llevarlos a un lugar donde vivirían muy bien, aunque no era cierto (lea 2 Reyes 18:31, 32). Luego les dijo que otros dioses no habían podido proteger a sus pueblos, así que Jehová tampoco podría protegerlos a ellos. Pero los habitantes de Jerusalén no se dejaron engañar por sus mentiras y acusaciones falsas. Hoy día, los siervos fieles de Dios tampoco se dejan engañar (lea 2 Reyes 18:35, 36).
15. a) ¿Qué era lo único que tenía que hacer la gente de Jerusalén? b) ¿Cómo salvó Jehová a la gente de Jerusalén?
15 Aunque Ezequías estaba preocupado, no le pidió ayuda a otra nación. En vez de eso, le pidió ayuda a Jehová por medio de Isaías. ¿Qué respondió Jehová? Mediante Isaías le dijo que el rey de Asiria no entraría en la ciudad ni dispararía una sola flecha (2 Reyes 19:32). Lo único que tenía que hacer la gente de Jerusalén era ser valiente y no rendirse. Jehová lucharía por ellos. Y así fue. “Aquella noche el ángel de Jehová procedió a salir y a derribar a ciento ochenta y cinco mil hombres en el campamento de los asirios.” (2 Reyes 19:35.) Al final, la gente de Jerusalén se salvó. Pero no fue gracias a lo que Ezequías hizo para proteger la ciudad, sino gracias a lo que hizo Jehová.
LECCIONES PARA NUESTROS DÍAS
16. a) En nuestros días, ¿quién es como la gente de Jerusalén? b) ¿Quién es el enemigo “asirio”? c) ¿Quiénes son hoy día los siete pastores y los ocho príncipes?
16 La profecía de los siete pastores y ocho príncipes se cumplió en el pasado cuando los asirios atacaron a la gente de Jerusalén. Pero esta profecía se cumplirá de forma especial también en nuestros días, cuando el enemigo “asirio” ataque al pueblo de Dios. Además de este ataque, la Biblia habla del ataque de “Gog de la tierra de Magog”, del ataque del “rey del norte” y del ataque de “los reyes de la tierra” (Ezequiel 38:2, 10-13; Daniel 11:40, 44, 45; Revelación 17:14; 19:19). No sabemos si estos ataques son diferentes, o si son el mismo ataque con distintos nombres. La Biblia no lo explica. Pero Jehová nos protegerá de este enemigo. Según la profecía de Miqueas, ¿cómo lo hará? Usando un ejército poco común. La Biblia dice que está formado por siete pastores y ocho príncipes (Miqueas 5:5). Pero ¿quiénes son hoy día estos siete pastores y ocho príncipes? Los ancianos de congregación (1 Pedro 5:2). Jehová usa como pastores a estos miles de hermanos fieles para proteger a su pueblo y fortalecerlo contra el ataque futuro de su enemigo.b (Lea la nota.) La profecía de Miqueas explica que ellos lucharán contra el enemigo “con la espada” (Miqueas 5:6). Y una de las armas que usan para vencer al enemigo es “la espada del espíritu”, es decir, la Biblia (Efesios 6:17; 2 Corintios 10:4).
17. ¿Qué cuatro lecciones pueden aprender los ancianos de lo que hemos examinado?
17 Si usted es anciano, ¿qué lecciones puede aprender de lo que hemos examinado? Veamos cuatro lecciones. 1) Si quiere estar preparado para el ataque futuro del enemigo “asirio”, lo mejor que puede hacer ahora es fortalecer su confianza en Jehová y ayudar a los hermanos a hacer lo mismo. 2) Cuando el enemigo “asirio” ataque, usted debe estar totalmente convencido de que Jehová nos salvará. 3) Cuando el enemigo “asirio” ataque, la organización de Jehová nos dirá qué hacer. Todos deberemos obedecer sus instrucciones, aunque nos parezcan extrañas, ilógicas o no estemos de acuerdo con ellas. Solo nos salvaremos si las obedecemos. 4) Si alguien está confiando en la educación, el dinero o las organizaciones de este mundo, debe dejar de hacerlo ya. Los ancianos deben estar listos para ayudar a cualquiera que no confíe totalmente en Jehová.
Si alguien está confiando en la educación, el dinero o las organizaciones de este mundo, debe dejar de hacerlo ya
18. ¿Cómo nos ayudará dentro de poco pensar en lo que dijo Ezequías?
18 Dentro de poco, el enemigo nos atacará. Entonces parecerá que estamos solos y que nadie puede ayudarnos, como le pasó a la gente de Jerusalén en tiempos de Ezequías. Cuando eso pase, pensemos en esta historia. Recordemos lo que dijo Ezequías, y así mantendremos fuerte nuestra confianza en Jehová. No olvidemos que nuestros enemigos son simples seres humanos, “pero con nosotros está Jehová nuestro Dios para ayudarnos y para pelear nuestras batallas” (2 Crónicas 32:8).
a En Isaías 7:14, la palabra hebrea que se traduce “doncella” puede referirse tanto a una mujer casada como a una virgen. Así que esta profecía puede aplicarse tanto a la esposa de Isaías como a la madre de Jesús, que era virgen.
b En la Biblia se usa el número siete para decir que algo está completo y el número ocho para decir que algo es muy abundante.