Miel... de la abeja a usted
Por el corresponsal de “¡Despertad!” en la República de África del Sur
¿DISFRUTA usted del dulzor de la miel? Durante miles de años, hasta el desarrollo del uso de la azúcar de caña y de remolacha, la miel fue el único endulzador del hombre. ¿Cuánto sabe usted acerca de la miel? Y, ¿qué está envuelto en llevar la miel de la abeja a usted?
Podemos aprender por medio de hacer una corta visita a un colmenar aquí en la República de África del Sur. Este cuenta con diez colmenas pintadas de blanco y colocadas sobre soportes a unos cuantos centímetros del terreno. Las colmenas están hechas de madera, con secciones que encajan unas sobre otras. En la parte inferior, descansando sobre los soportes, está la base que mide 46 por 56 centímetros. Sobre ésta hay una sección grande de unos 28 centímetros de profundidad, que se llama la “cámara de cría.” Este es el centro de la colmena, pues aquí es donde se crían y se alimentan las nuevas abejas.
Sobre la cámara de cría hay una o más secciones llamadas “alzas para miel,” cada una de 15 centímetros de profundidad, donde se almacena la miel. Sobre estas alzas hay una tapa interior y una tapa exterior o techo.
Entre la cámara de cría y las alzas, o zona de almacenamiento de la miel hay una rejilla o lámina de metal perforada llamada “excluidor de la reina.” Esta permite el paso de las obreras, pero no el de la reina, lo cual limita su actividad de poner huevos a la cámara de cría.
Las cámaras de cría y las alzas contienen armazones o cuadros de madera que encierran y sirven de base a los panales de cera. Los cuadros encajan holgadamente en las secciones, a fin de dar libertad de movimiento a las abejas y para facilitar su remoción.
La abeja de cerca
Aquí en nuestro colmenar (en la República de África del Sur), las abejas son del tipo Apis mellifera adansonii. Un examen detenido de estos asombrosos insectos revela un cuerpo que es una absoluta maravilla de complejidad y eficacia. Cada detalle de su anatomía sirve perfectamente al propósito de su vida... producir prole, polinizar las flores y hacer miel.
Tome, por ejemplo, la abeja “obrera,” una hembra estéril o neutra. Como sucede con otros insectos su cuerpo está dividido en tres secciones. La pequeña cabeza, de forma aproximadamente triangular, tiene tres ojos simples en la parte superior y un ojo más grande, compuesto, a cada lado. Tiene antenas, mandíbulas fuertes (quijadas) para morder, y una lengua larga, o probóscide, con la que puede libar los líquidos.
La sección media de una abeja es el tórax. Es duro, redondo y está equipado con músculos que impulsan las seis patas y las cuatro alas. Este es el “motor” que le permite a nuestra pequeña criatura volátil viajar a kilómetros de la colmena y regresar cargada de polen y néctar. ¿Con qué clase de combustible funciona este motor? ¡Una gotita de miel!
La sección mayor es la posterior, o el abdomen. Está resguardada, como lo están la cabeza y el tórax, con una cubierta dura que sirve de esqueleto o “dermatoesqueleto.” Los insectos no tienen huesos. Es difícil de creer que en este pequeño espacio haya un complejo sistema digestivo con dos estómagos (uno sirve de almacén temporero para el néctar y el agua), intestinos, un sistema circulatorio con corazón y venas, un sistema respiratorio para transportar oxígeno a todas las partes del cuerpo y un sistema nervioso.
Los observadores notarán que el cuerpo de la abeja es velloso, sumamente adecuado para recoger el polen de las flores. Sus dos alas traseras tienen “canastillos” o cavidades de polen, y las dos patas del medio tienen unos pelos especialmente rígidos con los cuales meten el polen en estos canastillos. Las patas del medio también tienen un espolón diminuto para remover o quitar la cera de las partes inferiores de la abeja. Las patas delanteras tienen una muesca pequeña para limpiar las antenas y un peine pequeño para limpiar los ojos. Las alas delanteras y las alas traseras más pequeñas se separan al plegarse. Pero cuando nuestra damisela las despliega, se enlazan automáticamente... una gran ventaja para volar.
Conectados a los cuadros de madera dentro de la colmena están los panales de miel que contienen agregados de celdillas de seis lados... perfectas por su tamaño, fuerza y economía de espacio. ¿De dónde obtienen las abejas la cera para construir estos panales? ¡Una maravilla de la creación! Ciertas abejas ingieren una buena cantidad de miel y permanecen quietas por aproximadamente veinticuatro horas. De alguna manera misteriosa aparecen diminutas escamas de cera en su abdomen. Entonces las abejas raspan la cera y la usan para construir sus celdillas. Se requieren de seis a quince kilogramos de miel para producir un kilo de cera.
Una vida atareada
La vida de la abeja obrera ciertamente es atareada. La vida comienza cuando la reina introduce su abdomen en una celdilla y deposita un huevecillo. Tres días más tarde una larva o gusano sale del huevo. Entonces se presentan las obreras jóvenes, las cuales se encargan de la labor de criar al bebé nuevo. En la cabeza las obreras tienen glándulas que segregan ‘leche de abeja’ (a veces llamada ‘jalea real’). Este alimento tiene cualidades especiales de nutrición. Algunos dicen que durante su primer día la larva aumenta su tamaño en más de 500 por ciento.
Después de dos días y medio el régimen se cambia a una mezcla de polen y miel, los cuales se mantienen almacenados en celdillas en la misma cámara de cría. Al noveno día de haberse puesto el huevo las celdillas se sellan o enclaustran con una cubierta porosa de cera y la larva hila un capullo de seda. Se efectúan cambios maravillosos y complejos, y de nueve a diez días más tarde una abeja joven, casi completamente crecida y lista para trabajar, rompe a mordidas el sello y sale de su celdilla.
Una vez fuera de la celdilla la abeja se pone a trabajar inmediatamente. La jovencita primero limpia las celdillas. Entonces se le desarrollan las glándulas de leche y pasa a ser nodriza de las larvas que necesitan atención constante día y noche durante sus primeros días. ¡Algunas autoridades dicen que éstas necesitan 1.300 comidas al día!
Unos cuantos días más tarde nuestra joven obrera progresa al trabajo de almacenamiento. En este puesto ella acepta el néctar y el polen de las “pecoreadoras” y los almacena en las celdillas. También contribuye a mantener fresca la colmena. Después de unas dos semanas (esto varía según las circunstancias) la Srta. Abeja pasa a otras labores. Sus glándulas productoras de cera se desarrollan y las usa para construir celdillas y proveer otros beneficios para la colonia. Más tarde toma su turno a la entrada para guardar la colmena y solamente deja entrar a miembros de su enjambre. Las dos antenas de su cabeza le permiten distinguir a los extraños por el sentido del olfato. Ataca a los intrusos, incluso a los seres humanos, que estén tratando de entrar en la colmena en busca de miel o por algún otro propósito.
A la edad de tres semanas la Srta. Abeja se convierte en pecoreadora. Como tal, sale de la colmena, a menudo por distancias considerables, para localizar y traer néctar, polen y agua. A fin de obtener una carga completa quizás tenga que visitar mil flores de trébol. ¡Con razón durante la temporada de la miel, las obreras solamente viven de cinco a seis semanas!
Sin embargo, no es necesario que las pecoreadoras exploren terreno desconocido cada vez que salen en sus misiones para recoger polen. Es asombroso el hecho de que las abejas tengan un modo de “decirse” unas a otras dónde buscar el néctar. ¿Cómo es eso? Cuando ella regresa a la colmena después de hallar una nueva fuente de néctar, la obrera ejecuta una danza para dirigir a sus compañeras pecoreadoras. Una danza con figura de ocho significa que el néctar está cerca. Una danza en la que la cola se menea lánguidamente significa que el néctar está lejos, e indica cuán lejos. Si su cuerpo señala verticalmente hacia arriba del panal, está diciendo que las abejas deben volar en la dirección del Sol. Una danza en cualquier otro ángulo muestra en qué dirección deben volar con relación al Sol. El olor del néctar y el propio aroma especial de la abeja sobre la fuente del néctar también ayudan a las otras pecoreadoras a encontrar el lugar exacto. De veras, un sorprendente lenguaje de señales.
Una ojeada a la realeza
Sobresaliente es la abeja reina. Tanto por su tamaño como por sus funciones ‘Su Majestad’ es diferente. La reina es más grande, no tiene útiles para tratar y cargar el polen y solamente usa su aguijón para matar a reinas rivales. Esto sucede cuando la colmena crece y aparecen nuevas reinas.
¿Se produce la abeja reina de alguna prole real especial? En realidad, el huevo del cual se desarrolla una reina es igual al de los que salen obreras. ¿Cómo, pues, se produce una reina?
Nadie realmente lo sabe. Pero hay algunas diferencias en el proceso de alimentación. En una colmena, las celdillas de las reinas son mucho más grandes y prominentes que las celdillas corrientes. Cuando se pone un huevo en una celdilla de reina, a éste se le trata de manera especial. En vez de ser alimentadas con ‘jalea real’ por solo dos días y medio, las futuras reinas reciben este alimento sobresaliente de cuatro días y medio a cinco días. Es sorprendente que el desarrollo de una reina solo tome de quince a dieciséis días, menos tiempo que el de las obreras.
Cuando aparecen nuevas reinas, la colonia de abejas se prepara para la “enjambrazón,” es decir, la formación de una nueva colonia, por lo general con la reina vieja. Las reinas vírgenes recién llegadas disputan entre sí, y una queda como la nueva reina de la colmena vieja. La reina victoriosa entonces emprende un vuelo nupcial, perseguida por varios machos, o “zánganos.” Uno de ellos logra unirse a ella en el vuelo.
Durante el vuelo de apareamiento los espermatozoides que la reina recibe le duran por varios años. Después de eso, se convierte virtualmente en una máquina de poner huevos, poniendo hasta 3.000 huevos al día. En contraste con la breve duración de vida de las obreras, una reina puede vivir por varios años y llegar a ser progenitora de muchas generaciones futuras.
La miel es provechosa
La miel comienza con las flores que tienen néctar. Este atrae a los insectos, entre éstos las abejas. Además de azúcares, el néctar contiene varios minerales que son vitales para la salud humana. Después que las abejas beben grandes cantidades de este jugo dulce, sus cuerpos le añaden enzimas y ácido fórmico. Estos digieren y cambian los azúcares. El tratamiento adicional en la colmena contribuye a evaporar el agua.
El producto final, la miel madura, está compuesto de aproximadamente 41 por ciento de azúcar de frutas (levulosa), el azúcar más dulce que se conoce. También incluye un 35 por ciento de azúcar de uva (dextrosa), 17 por ciento de agua, 2 por ciento de sacarosa y pequeñas cantidades de sales minerales y aminoácidos. Una autoridad dice que se han encontrado hasta 450 diferentes aminoácidos en la miel. La miel también contiene casi todos los microalimentos que el cuerpo humano necesita. Todos estos factores contribuyen a que la miel sea un alimento sumamente agradable y saludable.
La miel es especialmente buena para los pequeñuelos. Es un laxante suave y se puede dar a los bebés sin peligro, comenzando con media cucharadita al día. Debido a que es un alimento predigerido, la miel puede ser útil para aliviar los problemas digestivos. Puede aliviar el estreñimiento, el cual, a su vez, contribuye a la hipertensión. La miel es un alimento que produce energía rápidamente y sus aminoácidos pueden elevar el contenido de calcio en el cuerpo. Además, es un sedante moderado y estimula el sueño. Se sabe que el tomar dos cucharaditas de miel con cada comida por un espacio de tiempo ha ayudado a personas agotadas e irritables. (Honey and Its Value, por D. C. McGill, M.A. Ph. D.) Con buena razón declaró un escritor bíblico: “Hijo mío, come miel, porque es buena; y que la dulce miel del panal esté en tu paladar.”—Pro. 24:13.
De la colmena a usted
¿Cómo se extrae la miel de la colmena? Un paso importante es usar un “ahumador.” Este aparato consiste en un fuelle pequeño conectado a un cilindro metálico que contiene material combustible. Al prenderlo, sale humo por un pico en forma de embudo. Unas cuantas bocanadas de humo en la piquera, o entrada de la colmena, hacen que las abejas den la alarma. El fuego es un enemigo peligroso de las abejas. Para prepararse para esta emergencia imaginaria las abejas liban un poco de miel. Esto y el efecto del humo las hacen más dóciles y fáciles de manejar.
El próximo paso es abrir la colmena removiendo el techo y la tapa interior. Algunas abejas estarán ocupadas en los cuadros de miel. Una bocanada de humo obligará a casi todas a bajar a la cámara de cría. Si la mayoría de las celdillas han sido selladas o enclaustradas con una capa delgada de cera, es evidente que la miel está madura. Todo estará limpio y nítido... sin revoltijo, ni acumulación de excreciones ni desechos.
Ahora se quitan los cuadros de miel y se reemplazan con cuadros limpios que tengan una base de cera con el trazado de las celdillas ya delineado. Las abejas entonces construirán celdillas completas sobre este fundamento.
Después de retirar el delgado sello o capa de cera de las celdillas, los cuadros pasan al “extractor de miel.” Este es un recipiente cilíndrico de metal con hendeduras o soportes en su interior para mantener fijos los cuadros. Se hacen girar los soportes dentro del cilindro, y a medida que los cuadros giran, dejan salir la miel por acción de la fuerza centrífuga. Esta cae al fondo del cilindro, pasa a través de un filtro y sale por un grifo o puerta de miel, cayendo en los depósitos.
Confiamos en que esta visita a nuestro colmenar le haya ayudado a apreciar más cabalmente el valor de la miel y la parte importante que la abeja desempeña al prepararla para nosotros. Ciertamente maravillosa es la manera en que estas pequeñas criaturas testifican a la sabiduría del gran Diseñador y Creador de todas las cosas vivas, Jehová Dios.—Sal. 104:24.
[Ilustración de la página 23]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
ANTENA
CABEZA
TÓRAX
OJO COMPUESTO
MANDÍBULAS
ALA DELANTERA
ABDOMEN
ALA TRASERA
LIMPIADOR DE LAS ANTENAS
QUITADOR DE ESCAMILLAS CÉREAS
CANASTILLOS DE POLEN
PATA DELANTERA
PATA DE EN MEDIO
PATA TRASERA