¿Hay modo de desarraigar la violencia?
Las raíces de la violencia
LOS orígenes de la violencia son complejos. Además de los factores que se consideraron en las entrevistas de las páginas anteriores, muchas personas añadirían el alcoholismo, la frustración, la enfermedad mental, la herencia y hasta el desequilibrio químico del cerebro. Sin embargo, el verdadero desafío no estriba en identificar las raíces de la violencia, sino en eliminarla.
Por ejemplo, el director de un periódico, quien es oriundo del estado que tiene la proporción más alta de muertes causadas por crímenes violentos en ese país de Norteamérica, dijo: “La llevamos en la sangre. Yo, por ejemplo, he recibido educación y ciertamente sé lo que no se debe hacer.” No obstante, confesó que él también, si lo provocaran, mataría.
De modo que se necesita algo más que educación seglar para desarraigar la violencia. Pero ¿por qué? Porque, según dijo Jesucristo, “del corazón salen razonamientos inicuos, asesinatos.” (Mateo 15:19) Para eliminar la violencia hay que transformar el corazón. Pero ¿qué hay que tenga suficiente poder para hacer eso?
El poder de la Palabra de Dios
El apóstol Pablo escribió: “La palabra de Dios es viva y ejerce poder y es más aguda que toda espada de dos filos ... y puede discernir pensamientos e intenciones del corazón.” (Hebreos 4:12) El mensaje procedente de Dios que se halla en las Santas Escrituras es penetrante. El poder que tiene para llegar al corazón se hizo especialmente patente durante el primer siglo. A pesar del ambiente violento en que se hallaban, los que llegaron a ser cristianos transformaron su personalidad y reemplazaron los arrebatos de cólera con tiernos cariños.—Colosenses 3:7-11; Romanos 1:29.
“Nosotros, entonces, somos los únicos entre quienes no hay delito,” se jactó Tertuliano, escritor del segundo siglo que decía ser cristiano. ¡Él desafió a los que no eran cristianos a que hallaran el nombre de siquiera un cristiano en su larga lista de criminales violentos!
Sin embargo, se trataba no simplemente de aprender el mensaje procedente de Dios; otras personas que conocían estas cosas no sacaron provecho de ellas porque no obedecieron el mensaje. Así que la obediencia de corazón y la ayuda del espíritu santo de Dios produjeron los cambios. El recuadro adjunto contiene parte del consejo práctico que Dios suministra.—Hebreos 4:6-11; 1 Corintios 6:9-11.
¿Surte efecto esto hoy día?
La New Catholic Encyclopedia elogia a los testigos de Jehová por tener la “reputación de ser uno de los grupos de personas que mejor se comportan por todo el mundo.” Hay funcionarios civiles que también han encomiado la ausencia general del delito y la violencia entre los Testigos, quienes actualmente están ayudando a casi un millón y medio de familias a aprender y aplicar lo que dice la Biblia. Las siguientes experiencias muestran los resultados de dicha ayuda.
Desde que tenía trece años de edad Al había pasado diferentes períodos de tiempo en varias instituciones penales. Mientras cumplía una condena de treinta años por tentativa de asesinato, robo, secuestro e incendio premeditado, comenzó a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová que visitaban la prisión una vez a la semana. Con el tiempo él no solo transformó su personalidad, sino que ayudó a otros penados a hacer lo mismo, hasta que se le puso en libertad en 1981. El relato completo de su vida aparecerá en el número siguiente de ¡Despertad!, bajo el título ‘León transformado en cordero.’
Otro ejemplo es el caso de Bill, hombre alto y de constitución robusta, quien estaba listo para pelear en cualquier momento. Perdió más de un empleo debido a su mal genio. Finalmente consiguió un empleo como conductor de tranvía. No obstante, después de dos encuentros violentos durante horas de trabajo —atacó a un hombre con un pedazo de hierro y escupió en la cara a otro que lo insultó— nuevamente fue despedido. Con el tiempo comenzó a asistir a las reuniones de los Testigos. “Aprendí a apreciar plenamente las normas de Jehová y nunca he querido quebrantarlas. Si no hubiera llegado a conocer estas normas, estaría muerto ahora. El aprender la verdad que se halla en la Biblia me ayudó a reflexionar antes de actuar,” dijo Bill, quien ahora es un apacible superintendente de congregación.
Las palabrotas que Stella profería podían oírse a una manzana de distancia. Ella maldecía a los transeúntes, a los carteros, a sus hijos, a su esposo... hasta a un alguacil armado. Casi mató a su esposo con un hacha que apenas erró el blanco. Cualquier cosa la hacía estallar. Un día se quemó con parte del aceite de la sartén en la que freía algunos pedazos de pollo. En un arrebato de cólera, arrojó por la puerta la sartén con todo su contenido, ¡solo para darse cuenta de que eso era lo único que tenía para la cena! Tuvo que limpiar los pedazos de pollo y terminar de freírlos.
“Dije a la Testigo que me visitó que, debido a mi mal genio, nunca podría ser cristiana,” confesó Stella. “Sin embargo, me impresionó profundamente la serenidad de la señora que ofreció ayudarme a estudiar la Biblia. Tenía tantos deseos de ser como ella.” Después que Stella aprendió que los “enojos,” los arrebatos de cólera, eran pecados graves contra Dios, trató de dominar su mal genio.—Gálatas 5:19-21.
Aún después de llegar a ser Testigo, ella tuvo que esforzarse de continuo por controlar su genio. Su esposo adúltero iba tras otras mujeres. Ella explica: “¡Oh, cuánto deseaba a veces matarlo! Pero oraba y suplicaba a Dios que me diera la fortaleza necesaria para no ponerme violenta. Él siempre contestó mis oraciones. Con el tiempo recibí alivio cuando mi esposo nos abandonó definitivamente.” Con la ayuda de Dios ella ha logrado dominar su espíritu violento, y hasta ha ayudado a una de sus hijas a vencer su genio vivo y llegar a ser discípula cristiana.
Pero ¿qué puede hacer uno cuando se siente provocado? ¿Cómo puede uno mantener su propio hogar libre de violencia?
Cómo mantener el hogar libre de violencia
● Pregúntese: ¿Por qué estoy enojado? Trate de averiguar qué lo ha enfadado.
● Trate de corregir la causa del problema. En lugar de desfogarse, conténgase. Por ejemplo, ¿es su orgullo propio o su egoísmo lo que hace que usted se ofenda fácilmente? Esfuércese por no tomarse demasiado en serio. Además, analice las prioridades que tiene en la vida. ¿Es la consecución de cosas materiales más importante que la paz?
● ¿Puede usted apartarse del escenario de una riña? “Antes que haya estallado la riña, retírate.” (Proverbios 17:14) Por medio de alejarse, al menos temporalmente, usted puede reflexionar sobre principios bíblicos y calmarse.
● Enseñe a sus hijos que la violencia desagrada a Dios. (Salmo 11:5) Regule cuidadosamente lo que sus hijos ven en la TV o el cine. No se engañe pensando que la TV no ejerce influencia en el comportamiento de su hijo. Los anunciantes gastan miles de millones de dólares en el conocimiento comprobado de que la TV es una de las influencias más poderosas en el comportamiento humano que se haya concebido. Discipline a sus hijos con amor y no los irrite mediante actos de brutalidad insensata. Hábleles de lo mucho que usted se interesa en ellos. Mediante el ejemplo que les da ayúdeles a ver el modo apacible y bondadoso de resolver los problemas.—Efesios 6:4.
Sin embargo, habrá personas que resistirán todo esfuerzo que se haga por ayudarlas a cambiar... sin importar lo que se haga. Por eso, pues, ¿qué solución completa hay para desarraigar la violencia que existe hoy día?
La solución completa
“Cuando los inicuos brotan como la vegetación y todos los practicantes de lo que es perjudicial florecen, es para que sean aniquilados para siempre.” (Salmo 92:7) La Biblia promete que Dios pronto destruirá a los que violentamente hacen daño a otras personas. Mediante su gobierno celestial, o reino, él erradicará de nuestra Tierra la violencia. La Biblia dice con relación a su Rey Jesucristo: “Él librará al pobre que clama por auxilio. ... De la opresión y de la violencia les redimirá el alma, y la sangre de ellos será preciosa a sus ojos.”—Salmo 72:12, 14.
¿Cuáles serán los resultados? “En sus días el justo brotará, y la abundancia de paz hasta que la luna ya no sea. Y tendrá súbditos de mar a mar y desde el Río hasta los cabos de la tierra.”—Salmo 72:7, 8.
¡Qué cuadro atractivo! ¡La Tierra llena de súbditos amadores de la paz! ¿No disfrutaría usted de vivir en medio de condiciones como ésas? Las condiciones actuales, caracterizadas por violencia, prueban que estamos muy entrados en los “últimos días,” y que Jehová Dios traerá este cambio durante nuestra vida. Sí, un mundo sin violencia está muy cerca.—2 Timoteo 3:1-4; Mateo 24:3, 10-14, 34.
[Ilustración en la página 9]
Para eliminar la violencia hay que llegar al corazón y transformarlo
[Recuadro en la página 10]
¿Qué aconseja la Biblia?
● DOMINE SU ESPÍRITU—‘El que es tardo para la cólera y domina su espíritu es mejor que un hombre poderoso.’—Proverbios 16:32.
● REFLEXIONE ANTES DE ACTUAR—‘La perspicacia del hombre retarda su cólera, y él pasa por alto la transgresión.’—Proverbios 19:11.
● REPRIMA SUS PALABRAS—‘Agítese, pero no peque. Diga lo que quiera en su corazón, y calle.’—Salmo 4:4.
● VIGILE SU MODO DE HABLAR A OTROS—“Una respuesta, cuando es apacible, aparta la furia, pero una palabra que causa dolor hace subir la cólera.”—Proverbios 15:1.
● EVITE ASOCIARSE CON PERSONAS VIOLENTAS—‘No tenga compañerismo con nadie dado a la cólera, para que usted no se familiarice con sus sendas.’—Proverbios 22:24, 25.