El peligroso ambiente de inmoralidad
“EL SEXO se exhibe de continuo al público mediante revistas, anuncios en las carteleras, libros, películas cinematográficas, representaciones teatrales y programas de televisión [...] El practicar la promiscuidad sexual ya no se considera escandaloso. Se acepta como cosa normal. La juventud [...] que está deseosa de ganarse la aprobación de sus semejantes se ajusta a las normas de éstos por medio de experimentar con intimidades relacionadas con lo sexual y la promiscuidad sexual. Este aumento en actividad sexual es lo que está causando el aumento en la cantidad de casos de enfermedades venéreas.” (Del libro Venereal Disease, por E. R. Young.)
¿Cuán comunes son los casos de enfermedades venéreas, y cuán peligrosas son éstas? Ha llegado a ser una pandemia. Según el respetable periódico británico The Lancet, la OMS (Organización Mundial de la Salud) calcula que ahora hay anualmente, en todo el mundo, unos cincuenta millones de casos nuevos de sífilis, la cual puede causar locura y muerte. La gonorrea, que puede causar esterilidad e incapacidad física, se está haciendo aún más común, y la OMS calcula que todos los años hay unos doscientos cincuenta millones de casos nuevos de gonorrea.
Una enfermedad venérea más reciente, el herpes genital, también está esparciéndose rápidamente, y, según se informa, hay cinco millones de víctimas tan solo en los Estados Unidos. Además de ser una enfermedad dolorosa, ésta puede provocar la muerte a los recién nacidos, o causarles daño cerebral. Se informa que las mujeres que contraen esta infección son cinco veces más propensas a desarrollar cáncer en el cuello de la matriz que otras mujeres.
Las personas que evitan la inmoralidad sexual rara vez contraen alguna enfermedad venérea. Sin embargo, la sífilis se puede contraer por medio de besar los labios de alguien que tenga esta enfermedad. Respecto a los gérmenes de la sífilis, el libro Venereal Disease advierte: “Estos también pueden transmitirse de boca a boca y del órgano genital a la boca”. A medida que aumenta la práctica de las relaciones sexuales orales, úlceras sifilíticas aparecen “muy a menudo en la garganta de los jóvenes [...] Si uno besa a alguien [...] que tenga estas llagas sifilíticas en la boca, uno puede contraer la enfermedad”.
La persona que evita el ambiente inmoral de este mundo, no solo mantiene su dignidad, sino que ciertamente protege su salud de tales enfermedades repugnantes. Personas como ésta agradecen este consejo bíblico: “Huyan de la fornicación. [...] El que practica la fornicación está pecando contra su propio cuerpo”, ‘recibe en sí mismo la recompensa completa, que se le debe por su error’. (1 Corintios 6:18; Romanos 1:27.)