¡Usted, también, puede aprender caligrafía!
EN Asia, se considera que la caligrafía es una forma de arte importante. En la cultura occidental es un arte que todos pueden practicar. Pero ¿qué exactamente es la “caligrafía”? El término se deriva de las palabras griegas para “hermosa” (kalós) y “escritura” (graphé), y se refiere al arte de escribir a mano con letra hermosa.
En el pasado, los que eran diestros en el arte de la caligrafía ocupaban un rango formal y hasta se les permitía proponer leyes. El que mataba a un escribano recibía el mismo castigo que se le imponía a alguien que matara al rey o a un obispo. ¡Se trataba de una posición bastante elevada en la sociedad!
Pero en esta era electrónica de composición, procesamiento de palabras y máquinas de escribir, ¿de qué vale la caligrafía?
La caligrafía moderna
Una carta escrita a mano tiene un toque personal que ninguna máquina puede dar. Pero ¿de qué vale si la escritura es ilegible o difícil de descifrar?
Por eso, cuando éramos niños, la mayoría de nosotros aprendimos nuestro primer estilo de caligrafía con las letras separadas. Ese estilo se basa en las letras mayúsculas romanas, y su sencillez es ideal para la coordinación del brazo, la mano y el ojo del niño. Este primer estilo que se aprende no es difícil, y es fácil de leer. Uno o dos años después se nos introdujo a la escritura cursiva cuando se nos enseñó a unir las letras.
De allí desarrollamos nuestro propio estilo de escritura. Aunque, quizás, se nos haya enseñado bien, ¿a cuántos de nosotros nos parece que nuestra letra pudiera calificarse de caligrafía, o escritura hermosa? El ajetreo de la vida moderna quizás no nos permita el tiempo ni nos ofrezca las circunstancias para producir escritura que nosotros consideráramos una obra de arte.
Sin embargo, como es el caso con cualquier otro arte, con un poco de habilidad, tiempo y práctica podemos producir escritura que sea hermosa y nos proporcione mucha satisfacción. Quizás más importante aun sea el que al lector le agrade la letra.
¿Qué materiales se necesitan?
Una ventaja de la caligrafía como pasatiempo es que cuesta poco. Básicamente, se necesita una pluma, un lápiz, una goma de borrar, tinta, papel y una regla. Claro, se pueden comprar plumas costosas, pero la caligrafía no tiene que ser costosa.
La pluma: La pluma para caligrafía está diseñada de modo especial, y por eso tiene una punta ancha que, dependiendo del ángulo al que uno la coloque al escribir, puede producir una línea delgada o gruesa. Hay plumas de todo tamaño y estilo. Se pueden comprar plumillas que caben en un portaplumas y tienen un depósito para la tinta que controla el fluir de esta. Pero estas plumas se tienen que mojar en la tinta. Las plumas estilográficas contienen la tinta dentro de la pluma en una cápsula de goma. Las plumas de recambio usan recambios de tinta desechables.
La tinta: Aunque es mejor usar tinta negra indeleble, hay tintas de varios colores. La tinta indeleble no se debe usar en las plumas estilográficas debido a que tiende a espesarse. Cuando se usa tinta deleble, es necesario aplicar una sustancia fijadora para proteger de humedad la obra terminada.
El papel: El secreto es usar papel liso de buena calidad. Además, asegúrese de que esté usando el lado correcto del papel... el lado más liso. El papel debería ser suficientemente delgado como para que se puedan ver las líneas guiadoras del papel rayado que se coloque debajo. El papel con un acabado de pergamino, que tiene una superficie jaspeada, añade un toque agradable.
El borrador: Este se emplea para borrar las líneas guiadoras hechas a lápiz que se utilizan para alinear la escritura. Un borrador suave, como la goma de borrar que usan los artistas, limpia el papel sin deteriorar la superficie.
Cómo aprender la técnica
¡Es casi el momento de empezar! Pero primero asegúrese de que usted esté cómodamente sentado ante una superficie de trabajo sólida y que tenga buena luz. Tome la pluma. ¿Nota usted que la punta es plana? Ahora dé vuelta a la pluma de modo que la parte plana de la punta esté a un ángulo de 45 grados con relación a la línea guiadora. Tome la pluma firmemente, pero al mismo tiempo mantenga la mano relajada. Haga una raya vertical hacia abajo.
Ahora, manteniendo la pluma a un ángulo de 45 grados, trace una línea diagonal hacia abajo. ¿Nota usted la diferencia en el grosor de las líneas? Si usted mantiene la pluma a este ángulo, de modo consecuente, cada trazo resultará en líneas delgadas y gruesas, de lo cual depende la belleza de la caligrafía.
Después que haya dominado el arte de sostener la pluma a un ángulo de 45 grados, es cuestión de reproducir cada letra conforme a su tamaño correcto. Una regla fácil es: el alto de cada letra minúscula debería ser equivalente a cinco veces el ancho de la punta de la pluma; el alto de las letras mayúsculas debería ser de siete veces y media el ancho de la punta.
Para empezar a formar las letras, coloque una hoja de papel rayado debajo del papel semitransparente sobre el cual ha de escribir. Así usted podrá ver las líneas a través del papel. Esto le permitirá hacer una línea recta. Primero, siguiendo el ejemplo que se da aquí, practique cuidadosamente el abecedario, y note la dirección de cada trazo. Entonces, una las letras para formar palabras.
Una vez que usted tenga soltura, hallará que hay un sinnúmero de usos para la caligrafía: invitaciones de bodas, anuncios, avisos públicos, tarjetas de felicitación, etiquetas y poemas. Hasta su propio nombre tendrá una apariencia más hermosa cuando se escriba en caligrafía.
A medida que usted practique este arte que acaba de descubrir, se dará cuenta de que la hermosa escritura de la caligrafía ciertamente es para el disfrute de todos.
[Recuadro en la página 26]
Copistas antiguos
Los escribanos egipcios eran inteligentes y bien educados, pero se consideraba que pertenecían a una clase inferior.
Los escribanos babilonios eran profesionales. Se necesitaba de ellos en la vida diaria, puesto que la ley requería que toda transacción comercial se pusiera por escrito. Además de ocuparse de documentos legales, los escribanos eran responsables de los registros del templo.
Los escribanos hebreos eran notarios públicos y se encargaban de guardar registros de diversas transacciones, hasta de documentos de divorcio. Lo que cobraban dependía del regateo.
Los copistas de la Biblia hacían su trabajo de modo meticuloso. Contaban no solo las palabras, sino también las letras. El escribir una palabra de memoria se consideraba un pecado grave.
El arte de los copistas se clasificaba en una de dos categorías:
1) Funcional... práctica, legible, aunque no necesariamente hermosa.
2) Decorativa... letras formadas de modo ordenado, decoradas a veces de manera florida con grabaciones de oro en relieve, y a veces incrustadas con piedras preciosas.
[Diagrama en la página 26]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
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