Sacó provecho de la revista ¡Despertad!
VANESSA, testigo de Jehová de 16 años residente en Estados Unidos, tenía que escribir para la escuela una redacción sobre la anorexia. “Busqué información —relata—, pero solo encontré datos sueltos. Así que se lo comenté a mis padres, y ellos me recomendaron que investigara en nuestras publicaciones.”
Al examinar las obras de los testigos de Jehová, Vanessa encontró amplia documentación para su trabajo. “Pero eso no era todo —añade—. También tenía que hacer una exposición oral delante de la profesora y veinte alumnos.” ¿Cómo afrontó ese reto?
Al igual que los demás testigos de Jehová por todo el mundo, Vanessa recibe clases de oratoria en la Escuela del Ministerio Teocrático que tiene lugar en el Salón del Reino de su localidad. “En esta escuela, todos recibimos buena preparación para salir al ministerio y hablar con otras personas —observa ella—. También se nos dice en qué debemos mejorar para que la gente nos entienda mejor.” ¿Qué resultados tuvo Vanessa al aplicarse tanto a su tarea escolar? “Me pusieron la calificación más alta”, indica.
Como Vanessa, hay muchos jóvenes que aprovechan bien las publicaciones bíblicas y la educación espiritual que reciben. Son dignos de encomio, pues obedecen el consejo de Eclesiastés 12:1, que dice: “Acuérdate, ahora, de tu Magnífico Creador en los días de tu mocedad”.