Los jóvenes preguntan
¿Cómo puedo usar mejor el tiempo?
“Un día oí decir en son de broma que si alguien quisiera verme a las cuatro en punto, tendría que citarme a las tres. Eso me hizo ver que debía administrar mejor mi tiempo.” (Ricky)a
¿CUÁNTAS horas más te gustaría que tuviera el día? ¿Qué harías con ellas?
□ Andar con mis amigos
□ Dormir
□ Estudiar
□ Hacer ejercicio
□ Esto otro ․․․․․
Aunque sería genial contar con más de veinticuatro horas diarias, eso jamás sucederá. Entonces, ¿qué puedes hacer para que te rinda el día? Muchos jóvenes han comprobado que, al administrar su tiempo, han ganado las horas que tanto necesitan. Así, como controlan su horario, han notado que se estresan menos, que sus calificaciones mejoran y que sus padres confían más en ellos. Las siguientes ideas te ayudarán a ti también.
Objetivo 1: Fijarte un horario
Obstáculo. Tan solo pensar en un horario te hace sentir atado. No te gusta que tu vida esté cronometrada; crees que las cosas salen mejor cuando no se planean.
Por qué esforzarse. El rey Salomón escribió: “Los planes del diligente propenden de seguro a ventaja” (Proverbios 21:5). Cuando quizá todavía no cumplía ni los veinte años, Salomón ya era esposo, padre y rey. Así que era un hombre muy ocupado, pero después llevó una vida aún más agitada. De igual modo, aunque tú también ya vives muy ajetreado, tus ocupaciones aumentarán con los años. Por eso conviene que desde ahora aprendas a ser organizado.
Lo que opinan otros jóvenes. “Hace unos seis meses empecé a programar mis actividades diarias. Quería cumplir mejor con mis obligaciones, y lo estoy logrando.” (José)
“A mí me sirve hacer listas. Por ejemplo, cuando se me juntan los compromisos, mi mamá y yo los anotamos en una lista para ver cómo podemos alcanzar nuestros objetivos entre las dos.” (Mariana)
Consejo. Imagínate que vas a viajar en auto con tu familia. Si cada quien arroja su equipaje al maletero, no habrá espacio para todo. En cambio, si primero se mete lo más grande, quedarán suficientes huecos para las cosas pequeñas.
En la vida pasa lo mismo. Cuando la llenas de actividades de poca importancia, te arriesgas a quedarte sin espacio para lo principal. Pero si atiendes primero las cosas más importantes, hallarás bastantes huecos para lo demás (Filipenses 1:10).
Escribe tus responsabilidades primordiales.
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Ahora colócalas en orden de prioridad. Recuerda que si las realizas en ese orden, te sobrará tiempo para los asuntos de menos importancia; pero no ganarás nada haciéndolo al revés.
Manos a la obra. Anota en ese orden lo que vayas a hacer, bien en una agenda o en algún otro lado.
□ Teléfono celular
□ Libreta
□ Calendario electrónico
□ Calendario impreso
Objetivo 2: Ceñirte al horario
Obstáculo. Llegas de la escuela y enciendes la televisión para relajarte solo unos minutos. O piensas estudiar, pero tus amigos te invitan a ver una película que está a punto de empezar. “Estudiaré por la noche —te dices—. Al fin y al cabo, me salen mejor las cosas cuando estoy bajo presión.”
Por qué esforzarse. Es probable que te vaya mejor en los exámenes si estudias cuando tienes la mente despejada. Además, ¿no crees que ya estás bastante presionado como para trasnocharte estudiando? Puede que al otro día te quedes dormido, te pongas nervioso, salgas disparado de casa y llegues tarde a la escuela (Proverbios 6:10, 11).
Lo que opinan otros jóvenes. “Me encanta ver la tele, tocar la guitarra y estar con mis amigos. Aunque esto no es malo, a veces me quita el tiempo y después ando a la carrera.” (Julio)
Consejo. Además de tus obligaciones, incluye en tu horario actividades que disfrutes. “Se me hace más fácil cumplir con mis responsabilidades cuando sé que luego me espera algo divertido”, dice Julio.
Otra idea: ponte una meta a largo plazo y otras intermedias que te ayuden a alcanzarla. José, que tiene 16 años, comenta: “Tengo la meta de dar clases bíblicas a tiempo completo. Por eso sigo un horario que me prepara desde ahora para la vida ocupada que llevaré después”.
Manos a la obra. Escribe una o dos metas realistas que puedas alcanzar en el plazo de seis meses.
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Escribe una meta realista que puedas alcanzar dentro de dos años, y lo que tienes que hacer desde ahora.
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Objetivo 3: Ser ordenado
Obstáculo. No crees que la limpieza y el orden tengan que ver con el uso del tiempo. Total, es más fácil dejar el cuarto desordenado. Y si no te molesta, ¿para qué recogerlo hoy? Eso lo puedes hacer si acaso mañana. Después de todo, no es para tanto, ¿o sí?
Por qué esforzarse. Si mantienes tus cosas en orden, ahorrarás tiempo a la hora de buscar lo que necesites y disfrutarás de mayor tranquilidad (1 Corintios 14:40).
Lo que opinan otros jóvenes. “A veces, como no me da tiempo de guardar la ropa, se me pierden las cosas en el desorden.” (Marlene)
“Estuve toda una semana muy preocupado porque no encontraba mi billetera. Por fin la recuperé cuando limpié mi cuarto.” (Pancho)
Consejo. En vez de esperar hasta que se forme un caos, acostúmbrate a guardar las cosas en su lugar tan pronto como puedas. Así te tardarás menos en limpiar y en hallar lo que necesites.
Manos a la obra. Procura crear el hábito de mantener tus cosas en orden y comprueba si esto te ayuda.
Recuerda que pasito a pasito se llega lejos. Empieza desde ahora escribiendo las sugerencias de este artículo que te puedan servir.
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Seguiré estas sugerencias durante ․․․․․ semana(s) para ver si funcionan.
Encontrarás más artículos de la sección “Los jóvenes preguntan” en www.watchtower.org/yps
[Nota]
a Se han cambiado los nombres.
PARA PENSAR
◼ ¿Cuántas horas de sueño necesitas para rendir al máximo?
◼ ¿Quién podría ayudarte a programar tu horario?
◼ Si ya sigues un horario, ¿qué cambios deberías hacer?
[Ilustración y recuadro de las páginas 20 y 21]
Los jóvenes de entre 8 y 18 años pasan semanalmente...
17
horas con sus padres
30
horas en la escuela
44
horas con la televisión, Internet, los videojuegos y oyendo música
¿EN QUÉ SE ME VA EL TIEMPO?
Anota cuántas horas a la semana pasas...
... viendo la televisión: ․․․․․
... entreteniéndote con videojuegos: ․․․․․
... usando la computadora: ․․․․․
... escuchando música: ․․․․․
Total: ․․․․․
Horas que dedicaré a cosas más importantes: ․․․․․
[Ilustración de la página 20]
Si colocas primero las cosas pequeñas, no tendrás espacio para las más grandes