Capítulo 30
Dos hombres que celebraban cumpleaños
¿TE GUSTA tener fiestas?—Si son fiestas buenas, uno puede gozar mucho en ellas.
Pero no todas las fiestas son buenas. Algunas fiestas son tan ruidosas que la gente de al lado se enoja. Y hay algunas fiestas que Dios mismo no aprueba. ¿Sabías tú eso?—¿Querrías estar en una fiesta que supieras que Dios no aprobaba?—
La Biblia habla acerca de fiestas. El Gran Maestro fue una vez a una fiesta, y sus apóstoles fueron también. Fue una fiesta que se celebró cuando alguien se estaba casando. ¿Has estado alguna vez en esa clase de fiesta?—
La Biblia habla también acerca de dos fiestas de cumpleaños. ¿Fue una de ellas para celebrar el cumpleaños del Gran Maestro?—No. Estas dos fiestas de cumpleaños fueron para hombres que no servían a Jehová.
Una de las fiestas de cumpleaños fue para el rey Herodes Antipas. Él era el gobernante del distrito de Galilea cuando Jesús vivía allí.
El rey Herodes hizo muchas cosas malas. Tomó para sí la esposa de su hermano. Ella se llamaba Herodías. Juan el Bautista, el siervo de Dios, le dijo a Herodes que era incorrecto que él hiciera aquello. Esto no le gustó a Herodes. Por eso hizo que encerraran a Juan en una prisión.—Lucas 3:19, 20.
Mientras Juan estaba en la prisión, llegó el día en que se recordaba el nacimiento de Herodes. Herodes hizo una fiesta grande. Invitó a mucha gente importante. Todos comieron y bebieron y pasaron un buen rato.
Entonces la hija de Herodías entró y bailó para ellos. Todos quedaron tan contentos con el baile de ella que Herodes quiso darle a ella un gran regalo. La llamó y le dijo: ‘Todo lo que me pidas, te lo daré, hasta la mitad de mi reino.’
¿Qué iría a pedir ella? ¿Sería dinero? ¿ropa bonita? ¿un palacio propio? La muchacha no sabía qué decir. Por eso habló con su madre Herodías y le dijo: “¿Qué debo pedir?”
Pues bien, Herodías odiaba muchísimo a Juan el Bautista. Así es que le dijo a su hija que pidiera la cabeza de él. La muchacha regresó a donde estaba el rey y dijo: ‘Quiero que me des ahora mismo en un plato la cabeza de Juan el Bautista.’
El rey Herodes no quería matar a Juan, porque sabía que Juan era un hombre bueno. Pero Herodes había hecho una promesa, y tenía temor de lo que otros que estaban en la fiesta pensarían si él cambiaba de parecer. Por eso mandó a un hombre a la prisión para que le cortara la cabeza a Juan. Pronto este hombre regresó. Tenía la cabeza de Juan en un plato, y se la dio a la muchacha. Entonces la muchacha corrió y se la dio a su madre. ¿No te parece terrible eso?—Marcos 6:17-29.
Pero, ¿qué hay de la otra fiesta de cumpleaños de que la Biblia cuenta? ¿Fue mejor?—
Esa fiesta fue para un rey de Egipto. En su fiesta él también hizo que le cortaran la cabeza a alguien. Y después colgó a éste para que se lo comieran los pájaros.—Génesis 40:20-22.
¿Crees tú que Dios aprobaba esas fiestas?—¿Hubieras querido estar en ellas?—
Pues bien, sabemos que todo lo que está en la Biblia está allí por algo. Ella nos habla acerca de personas buenas para que podamos copiarlas. Y nos habla acerca de personas malas para que no hagamos lo que ellas hicieron. La Biblia nos habla de solo dos fiestas de cumpleaños, y las dos fueron malas. Por eso, ¿qué dirías tú que Dios nos está diciendo acerca de las fiestas de cumpleaños? ¿Quiere Dios que celebremos cumpleaños?—
Es verdad que en esas fiestas hoy día la gente no le corta la cabeza a nadie. Pero la entera idea de celebrar cumpleaños comenzó con gente que hacía cosas como ésa. Eran paganos. Eran personas que no servían a Jehová. ¿Queremos ser como ellas?—
¿Qué hay del Gran Maestro? ¿Celebró él su cumpleaños?—No. No hay ningún lugar en la Biblia que diga algo acerca de una fiesta de cumpleaños para Jesús.
Hasta después que Jesús murió, sus verdaderos seguidores no celebraron su cumpleaños. No querían ser como los paganos. Pero más tarde hubo hombres que quisieron celebrar el cumpleaños de Jesús. No podían usar la fecha verdadera del nacimiento de Jesús, porque la Biblia no dice cuándo fue. Por eso, escogieron una fecha en que los paganos tenían una fiesta. Fue el 25 de diciembre. Hasta hoy, ésa es la fecha en que la gente celebra la Navidad. ¿Crees tú que Dios aprueba eso?—
La mayoría de la gente sabe que la Navidad no es el cumpleaños de Jesús. Pero muchos la celebran de todos modos. A ellos en verdad no les importa lo que Dios piensa. Pero tú y yo queremos agradar a Jehová, ¿verdad?—
Por eso, cuando tenemos fiestas queremos asegurarnos de que sean buenas. Podemos tenerlas en cualquier tiempo del año. No tenemos que esperar un día especial. Podemos comer alguna comida especial y pasar un rato alegre con juegos. ¿Quisieras hacer eso?—Pero antes de hacer nuestros planes, vamos a asegurarnos de que sea la clase de fiesta que Dios aprobaría.
(La importancia de hacer siempre lo que Dios aprueba se muestra también en Juan 8:29; Romanos 12:2; Proverbios 12:2 y 1 Juan 3:22.)