CESAREA DE FILIPO
Antigua ciudad que estaba situada en la cabecera del río Jordán, en el lugar donde hoy se encuentra el pequeño pueblo de Banias. La ubicación, a 350 m. sobre el nivel del mar, es de una gran belleza natural. El pueblo está rodeado de montañas por tres lados, con el pico del monte Hermón coronado de nieve alzándose majestuosamente por el NE., mientras que al oeste se extiende una exuberante llanura verde regada por una de las principales fuentes del Jordán que brota desde una cueva cercana.
Fue en camino a “las aldeas de Cesarea de Filipo” cuando Jesús preguntó a sus discípulos: “¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?”, iniciando así la significativa conversación que tenía que ver con la masa rocosa de fundamento de la congregación cristiana y el uso de las llaves del reino de los cielos. (Mar. 8:27; Mat. 16:13-20.)
La primera mención histórica de la ciudad se hace con ocasión de la batalla que allí tuvo lugar entre Egipto y las fuerzas victoriosas de Antíoco el Grande (c. 200 a. E.C.). Para aquel entonces el nombre de la ciudad era Paneas, en honor al dios pagano de la fertilidad, Pan, que se adoraba en aquel lugar. En el año 20 a. E.C. Augusto César dio esta ciudad a Herodes el Grande, quien posteriormente construyó allí un templo de mármol blanco dedicándolo a Augusto. El tetrarca Filipo, hijo de Herodes, ensanchó y embelleció más tarde la ciudad en honor a Tiberio César. Fue entonces cuando recibió el nombre de Cesarea y, para distinguirla de la ciudad portuaria con igual denominación, se la llamó Cesarea de Filipo. Posteriormente la ciudad fue agrandada y embellecida de nuevo, esta vez por Agripa II, y su nombre pasó a ser Neronias, aunque esta denominación cayó rápidamente en desuso tras la muerte de Nerón. Josefo relata que después de la destrucción de Jerusalén en el año 70 E.C. el general Tito estableció en aquel lugar combates de gladiadores, usando a judíos cautivos como víctimas.
Con el transcurso del tiempo, la ciudad recobró su antiguo nombre de Paneas, y en árabe (idioma en el que no existe la “p”) llegó a conocerse como Banias.