CASAS DEL ALMA
(heb. bat·téh han-né·fesch).
En este caso, né·fesch (“alma”) puede significar “lo que se respira” o “huele”, y bat·téh (“casas”) puede también significar “receptáculos”. De ahí que esta expresión, traducida literalmente “casas del alma”, es muy posible que quiera decir “receptáculos de perfume”. Estos receptáculos tal vez los llevasen colgados alrededor del cuello mediante una cadena o collar ‘las altivas hijas de Sión’. (Isa. 3:16, 18, 20.) Puede que el nombre “casas del alma” haya sido una designación popular para tales artículos en ese período.