Cómo seguir impávidos hasta el fin final
1. ¿Qué cosa quiere decir o qué exige el hablar juntos para conocer la verdad?
OBVIAMENTE el hablar juntos para conocer la verdad incluirá el asistir a los estudios bíblicos con regularidad, estando presentes y tomando parte hasta donde sea posible en las reuniones de servicio y las reuniones de la escuela en el ministerio, no dejando de estar presentes en las asambleas del circuito y otras asambleas que arregle la organización del Señor. Todas estas provisiones se hacen para que se aprenda la verdad y así se llenen de “poder en el Señor y en la potencia de su fuerza”. (Ver. Hisp.-Am.) Al aumentar cada siervo en conocimiento querrá ponerlo a la disposición de otros. De modo que, allí está la publicación de las buenas nuevas, el hablar a los que están fuera de las compañías, a la gente en general, sí, yendo de casa en casa, luego haciendo más visitas hasta que el interés se avive y haya el deseo de estudiar. Cuanto más frecuente conversen los hijos de Jehová y lleven estas nuevas a otros, tanto más agradable será su obra ante los ojos de Él.
2. ¿Qué resultado tiene en uno el hablar juntos fielmente?
2 ¿No es verdad que los siervos que asisten a las reuniones con regularidad, que toman interés en los programas del ministerio y en el servicio actual de predicar, que están presentes en cada sesión de sus asambleas de circuito, son los que están más vivos, los que siempre discuten la verdad, los que anhelan todas las oportunidades y privilegios de servicio? ¿No están hablando siempre acerca de sus revisitas, sus estudios, o cómo ha sido ayudado alguien en el servicio? ¿Estas personas queridas no tienen tiempo para hacer otra cosa, sino que se mantienen libres de las actividades del mundo viejo para que voluntariamente puedan ser esclavos del Señor Jesucristo?
3, 4. ¿Qué seguridad nos da contento, paz, felicidad, libertad?
3 Nada se escapa de los ojos del Señor. “Tu Padre que ve en secreto, él te recompensará en público.” (Mat. 6:4, Ver. Val. Rev.) Él nota el servicio fiel y leal. Nunca se le escapa ninguna acción. “Jehová tiene en el cielo su trono; sus ojos ven, sus párpados prueban a los hijos de los hombres.” (Sal. 11:4) Sabemos que su ojo nunca duerme y siempre vela por los mejores intereses de sus hijos. “Porque dará encargo a sus ángeles acerca de ti, para que te guarden en todos tus caminos; sobre las palmas de sus manos te llevarán, para que no tropieces con tu pie en alguna piedra.” (Sal. 91:11, 12) Recuerden las promesas preciosas: “Los ojos del Señor están contemplando toda la tierra, y dan fortaleza a los que creen en él con perfecto corazón.” (2 Cró. 16:9, Torres Amat) “¡No desfallece, ni aun se cansa: no hay quien escudriñe su entendimiento! Él da, al desfallecido, esfuerzo, y a los que carecen de fuerzas les aumenta el poder. . . . Los que esperan a Jehová adquirirán nuevas fuerzas.” (Isa. 40:28, 29, 31) El contento y la paz son la porción de los que viven en la condición consciente de que el poder de Jehová siempre está disponible para sus necesidades, y que él vela por sus mejores intereses, creyendo eso “sabemos también que los que aman a Dios, los que han sido llamados en las estipulaciones de su propósito, tienen la ayuda e interés de él en todo”.—Rom. 8:28, Móffatt (en inglés).
4 ¿Por qué, pues, ha de temer el cristiano? De veras que con esas declaraciones podemos seguir adelante con el servicio de la verdad y crecer en amor, y así esforzarnos “en el Señor y en el poder de su fortaleza”. Los testigos de Jehová son los únicos que están en tal condición feliz, porque conocen la verdad y ésta los ha hecho libres. Estudian la Biblia, hablan acerca de ella, y la obedecen, porque saben que es la Palabra de Dios. Sus estudios incluyen repasos de las acciones de fe de los siervos de Dios en las edades pasadas, y creen que el mismo Dios que hizo obras maravillosas entonces, es el mismo que hoy en día conocemos y servimos nosotros. “¡Porque este Dios es nuestro Dios para siempre jamás: él nos guiará hasta la muerte!”—Sal. 48:14.
5. ¿Cuál, pues, es la manera de permanecer impávidos hasta el fin?
5 La manera, pues, de permanecer impávidos hasta el fin es por medio de estudiar la verdad que es la Palabra de Dios; enterarse de sus obras para con los hombres en los tiempos pasados; llegar a conocer quién es Dios y entender sus propósitos. Aprecien el hecho de que él es el Dios Eterno, el Todopoderoso, el Altísimo, que siempre era, es y será; sin principio, ni fin, que conoce el fin desde el principio, la fuente de lo bueno y de la vida. Entérense de su Hijo amado, el principio de toda la creación, porque sin él no se hizo nada de lo que se ha hecho; y cómo él siempre ha sido el deleite de su Padre, y, cuando fué enviado a la tierra, tomó la forma de carne humana en la cual sufrió, y mediante la completa obediencia, impavidez, lealtad y amor fué altamente ensalzado y se le dió nombre superior a todo nombre, porque él es el Rey de reyes y Señor de señores, el Padre Eterno, y el Príncipe de Paz. Estudien el Santo Registro de Dios y sean enseñados respecto al nuevo mundo de justicia y sus bendiciones, en el cual ahora pueden aprender a regocijarse. Mantengan firme su esperanza de participar de estas bendiciones. “¡Feliz el pueblo que conoce tus cánticos festivos, que vive dentro de la solana de tu favor!” (Sal. 89:15, Móffatt [en inglés]) Es bueno estar enterados de estas promesas; sí, no sólo entérense de ellas, sino apréndanlas de memoria, si quieren hacerlo, para que siempre las tengan presentes para su consuelo y alentamiento. Sólo los que de veras han aprendido a confiar en Jehová conocen el valor de poder recordar cuando quieran algunas de las declaraciones preciosas que Dios ha hecho para los que lo aman.
6. Para apreciar las promesas de Dios, ¿qué punto en disputa es preciso que se nos enseñe? ¿Por qué?
6 Todas las personas de buena voluntad tienen que enterarse de estas cosas, recibir instrucción respecto a lo que está implicado y en cuanto a quién fué el primero que puso en disputa el punto de la supremacía universal. A menos que estén correctamente informados de las obras de Satanás no estimarán las promesas de la protección del Todopoderoso. Porque, ¿no es verdad que los que buscan la justicia y la honra del Señor llegan a ser el blanco del Diablo? David, hablando proféticamente para Jesús, dijo: “Porque el celo de tu Casa me ha consumido, y los vituperios de los que te vituperaban cayeron sobre mí.” (Sal. 69:9) Jesús no escogió nada para sí mismo, sino que complació primero a su Padre celestial: “Porque ni aun Cristo complacióse a sí mismo; antes bien, según está escrito: Los vituperios de los que te vituperaban cayeron sobre mí.”—Rom. 15:3.
LO QUE RESULTA DE ACEPTAR LA VERDAD
7, 8. (a) ¿Qué cambio hace en nosotros el aceptar la verdad, conduciendo a qué temores? (b) ¿En quién tenemos que edificar confianza, y cómo?
7 El aceptar estas verdades las personas sinceras tiene resultado inmediato en la disposición y la senda por la cual caminan. Una aversión a seguir buscando la asociación de antiguos socios y parientes se manifiesta y mayor inclinación a estar con los que tienen la verdad. Así es como debe de ser. Cuanto más buscan la verdad y la asociación de los hermanos, tanto más se hace aparente a sus antiguos amigos y socios profesionales que algo les ha pasado en la vida para cambiarles el proceder, la conversación y las formas de recreo. Pueda ser que algunos se mofen, ridiculicen y se opongan de diferentes maneras, o quizá nuestro empleo seglar esté de por medio, y luego, si tenemos responsabilidades bíblicas de familia, ¿qué pasará? ¿Quién cuidará de ellos? Quizá se pierdan amigos antiguos y se manifieste la falta de estimación. También supóngase que estas profecías no vayan a resultar como esperarnos. ¿Qué ha de hacerse entonces? ¡Pueda ser que el Armagedón no venga tan pronto corno esperábamos! ¿Entonces qué? Y, por lo menos, llegaría uno a ser el hazmereír de otros. Todos estos temores y muchos más pueden penetrar la mente. Ya es tiempo de tomar consuelo y conseguir fuerzas.
8 Escuche la palabra de Jehová: “Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu mismo entendimiento: tenle presente en todos tus caminos, y él dirigirá tus senderos. No seas sabio a tus propios ojos; teme a Jehová y apártate del mal.” (Pro. 3:5-7) Quizá al principio no sea fácil confiar en el Señor, pues ciertamente tenemos que conocer a alguien antes de poder confiar en él. Sin embargo, mediante la oración en seriedad y sinceridad, y mediante el estudio y el compañerismo en el servicio, aprenderá usted a confiar en Jehová con todo el corazón.
9. ¿Qué más hace falta para edificar la impavidez? ¿De qué manera?
9 Los que sinceramente buscan la justicia tienen que aprender a avanzar mucho más, si quieren llegar a ser campeones de la verdad, verdaderos soldados en la guerra contra el mundo del Diablo, luchadores para el nuevo mundo de justicia, y ser impávidos en este fin del mundo. La actividad en la obra de Jehová les sienta bien a los que quieren hacer progreso y verdaderamente conseguir del Señor su plena aprobación, un lugar en el nuevo mundo, y una parte en el gozo y las bendiciones con otros en los propósitos futuros de Jehová. El temor evita el progreso. Trae paralización, quizá proporcionando obstáculos para ser recibido en el nuevo mundo. Los que tienen temor están en una condición continua de ansiedad y preocupación acerca de muchas cosas que nunca suceden. El Señor Jesús dió estas instrucciones: “De modo que no se preocupen por el día de mañana, pues mañana tendrá sus propias preocupaciones. Esté contento cada día con sus propios males.” “Pero, ¿quién de ustedes con toda su preocupación puede añadir una sola hora a su vida?” (Mat. 6:34, 27, Una Tradu. Amer. [en inglés]) Sobra decir que muchos no se fían de la palabra del Señor y no echan sobre él su solicitud. De modo que están infelices porque siempre tienen temor acerca de algo que pueda suceder, descritos por Pablo como “los que por medio del temor de la muerte habían estado sujetos a la esclavitud toda la vida”. (Heb. 2:15, Wéymouth [en inglés]) Hay un Libertador, y ése es Cristo Jesús, que a todo cautivo puede poner libre de la esclavitud a sí mismo, la esclavitud al Diablo, sí, y a las presentes condiciones malas. La verdad de Dios según la dió Cristo Jesús librará de tales temores. “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.”—Juan 8:32.
10. ¿Cómo no han de portarse los fuertes para con los débiles? ¿Por qué no?
10 Los que son fuertes no pueden complacerse a sí mismos en cuanto a su proceder, porque tienen que ayudar a los más débiles. Qué fácil es que los fuertes les digan a los tímidos y temerosos, ¡Háganse a un lado y déjenme avanzar! O perder la paciencia con las “otras ovejas” del Señor y, porque ellos mismos pueden avanzar con denuedo, creer que todos los demás deben hacer lo mismo y si no pueden hacerlo, ¡qué lástima! No, no puede ser de esta manera para los devotos del Señor; porque el mandato de Jehová es: “Proclamar a los cautivos libertad, y a los aprisionados abertura de la cárcel.” (Isa. 61:1) Otra vez: “¡Sacúdete del polvo, ponte en pie! ¡siéntate sobre tu trono, oh Jerusalem! ¡Suéltate las ataduras de tu cuello, oh cautiva hija de Sión!” Además: “¡Fortaleced pues las manos que están débiles, y corroborad las rodillas que titubean! decid a los que son de corazón tímido: ¡Sed fuertes! ¡no temáis! ¡he aquí a vuestro Dios! ¡La venganza viene, la retribución de Dios! ¡él mismo viene, y os salvará!”—Isa. 52:2 y 35:3, 4.
11, 12. ¿Cómo han de portarse los fuertes para con los débiles, y por qué?
11 La responsabilidad cae directamente sobre los hombros del resto ungido y sus compañeros para fortalecer a los débiles, y no empujarlos a un lado. Los tímidos no deben de ser golpeados o dañados o cargados de mayores impedimentos. No debe de ser de esa manera. Más bien obedecer el mandato de Dios, “Decid a los que son de corazón tímido: ¡Sed fuertes! ¡no temáis!” Luego instruir y explicar, manifestando la razón para no tener temor. Fortalecerlos en el conocimiento seguro de la verdad; darles la seguridad que les hace falta. Ciertamente dirigirlos al verdadero Libertador y Vengador. “¡He aquí! vuestro Dios con venganza viene, con la recompensa de Dios, viene para salvaros.” (Isa. 35:4, Róth. [en inglés]) ¡Cuán preciosas y consoladoras son estas palabras para los que verdaderamente aman a Jehová! Viene “con venganza”. Todos los malhechores, mofadores, blasfemos, perseguidores, aborrecedores, vituperadores y otros agentes de Satanás serán castigados, y les vendrá daño a los que dañan a los hijos de Dios.
12 Sepan los temerosos y cobren ánimo en el conocimiento de que Jehová reina. “¡Alza el grito y canta de gozo, oh moradora de Sión; porque grande es en medio de ti el Santo de Israel!” (Isa. 12:6) El Rey está aquí. Ahora se sienta en el trono de la autoridad, y en breve volverá a atacar a la organización enemiga y despedazarla. Hacer que los temerosos sean fuertes en el conocimiento seguro de estos hechos importantes y vitales, para que se den cuenta de que las cosas a las cuales se afirman en esta vida en verdad no son dignas de consideración. Sin embargo, todos deben de ser bondadosos y no dogmáticos, ni tener actitud dominante en sus tratos. Un poco de razonamiento sobre algunas de estas cosas, tomando tiempo para explicar, será tiempo bien usado y cosechará sus propias recompensas. No hacer a un lado apresuradamente sus problemas y lo que les parezca ser grandes barreras, sino tratar de entender su actitud, y ayudarles. Recordar que los tímidos quieren la seguridad de que todo estará bien si siguen adelante, no una palabra brusca de que no deben temer; porque a menudo ya saben eso ellos mismos. A veces los que han sido temerosos llegan a ser soldados firmes y leales de Cristo Jesús, habiendo aprendido de una manera difícil que su propia falta de fuerzas para adelantar en el santo servicio de Dios lo ha hecho necesario que dependan completamente de Jehová, el Dador de las fuerzas.
13. ¿Qué gozo y oportunidades resultan para los fuertes que se portan de esa manera?
13 Ciertamente esta es una ocupación sumamente gozosa, el ayudar a los pequeñuelos de1 Señor de esta manera, el ver las rodillas de los que son débiles fortalecerse, para que puedan llevar el siervo al servicio, el notar las manos y los brazos que cuelgan inútiles fortalecerse hasta que comienzan a usarse en el empleo de otros. Sí, el verdaderamente ver a una persona inactiva ponerse activa es un gozo. A los que se hallan tratando a sus hermanos con bondad y consideración, por lo tanto consiguiendo resultados, ciertamente se les concederá más oportunidades bondadosas de servicio. ¿No sabe el Señor que serán cuidadosos, diligentes y dignos de confianza, siempre tratando de edificar y fortalecer a los hermanos? Tomemos a pecho los tratos de Jehová con cada uno de nosotros y así tratemos a los temerosos y tímidos de igual manera. De estos servicios resulta la mayor expansión del servicio de Jehová. Todos los fieles siervos así se ayudarán los unos a los otros a quedarse impávidos hasta el fin.
EL TEMOR DE DIOS ES PROPIO
14. ¿Mediante qué actitud sacamos fuerzas de Jehová? ¿Cómo?
14 El apóstol Pablo dió esta amonestación, “Por tanto el hombre que cree que puede permanecer en pie tiene que estar alerta contra una caída.” (1 Cor. 10:12, Una Tradu. Amer. [en inglés]) Jehová ha hecho que se escriba que “la carrera no es de los ligeros, ni la batalla de los fuertes”. (Ecl. 9:11) Nadie es tan fuerte que no le hacen falta más fuerzas. La experiencia de Pablo ciertamente fué un ejemplo prominente, pues exclamó, “Por eso me complazco en debilidades, insultos, durezas, persecuciones y dificultades, cuando se aguantan por causa de Cristo, porque cuando soy débil es cuando soy fuerte.” (2 Cor. 12:10, Una Tradu. Amer. [en inglés]) Entonces ¿cómo es posible siempre poder recibir fuerzas de Jehová? preguntará usted. La respuesta es que todos tenemos que vivir en el temor de Jehová. Por más extraño que parezca, sin embargo es un hecho, comprobado por la experiencia, que cuanto más tememos a Jehová, tanto menos temeremos a criaturas, condiciones y el mundo con su señor y demonios inicuos. No hemos de temer a Jehová como gran monstruo. Jehová es justo, verdadero, sabio y amoroso. Estos atributos son parte del Todopoderoso. Lo tememos, de modo que lo amamos. Quizá algunos no comprendan cómo esto pueda ser posible. Si usted es uno de ellos, entonces tome por ejemplo el padre humano, y recuerde que el amor del niño para sus padres no se disminuye en nada por el conocimiento de que la desobediencia y el mal hacer traerán alguna forma de castigo. Los padres buenos tienen que disciplinar a sus hijos. “Cuando nuestros padres terrenos nos disciplinaban los tratábamos con respeto; ¿no debemos de someternos mucho más al Padre de nuestros espíritus, y así tener vida? Pues ellos nos disciplinaban por corto tiempo y según les parecía correcto, pero él lo hace para nuestro bien, para hacernos participar de su santidad.”—Heb. 12:9, 10, Una Tradu. Amer. (en inglés).
15. ¿Por qué es importante temer a Jehová más bien que a las criaturas?
15 Respecto a Jehová es cuestión de obediencia o de desobediencia. El manifiesta el camino que conduce a la vida mediante la obediencia, y los que andan en él son felices; los que se niegan a andar conforme a la luz que tienen son contumaces o negligentes y son disciplinados, y si se rebelan entonces son cortados del camino que conduce a la vida. ¿No debemos nosotros, pues, de temer al Dador de la vida? Es insensato el hombre que se niega a hacerlo. Quizá no parezca cosa vital el que uno sea temeroso o impávido, pero no debe de haber ningún concepto erróneo en cuanto a cómo trata la Palabra de Jehová con las dos clases. “El temor del hombre trae un lazo; mas el que confía en Jehová será puesto en alto. Muchos buscan el favor de un príncipe; pero es de Jehová el juicio del hombre.” (Pro. 29:25, 26) “No temáis a los que matan el cuerpo, pero el alma no la pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir así el alma como el cuerpo en el gehenna.” (Mat. 10:28, margen) “El temor de Jehová es fuente de vida, para que uno se aleje de los lazos de la muerte.” (Pro. 14:27) Cuando se dé el juicio sabemos que el justo Juez será veraz e imparcial, y aun expresa su decisión de que el destino de los que sean juzgados temerosos será la destrucción: “Mas en cuanto a los temerosos . . . su parte será en el lago que arde con fuego y azufre; que es la muerte segunda.” (Apo. 21:8, Ver. Am. Norm. [en inglés]) No le conviene a nadie pasar por alto estas declaraciones patentes de las Escrituras.
16. ¿Por qué hemos de cuidar de que no sólo aparentemos obedecer a Dios?
16 A menudo es provechoso el examen de uno mismo para ver si los mandamientos de Jehová y Cristo Jesús se están obedeciendo. ¿De veras tenemos parte en el ministerio encomendado a los escogidos? ¿De veras está nuestro corazón detrás de nuestro esfuerzo en el servicio? ¿De veras dedicamos todo? “Y amarle a él con todo el corazón, y con toda el alma, y con toda la inteligencia, y con todas las fuerzas, y el amar uno al prójimo como a sí mismo, más es que todos los holocaustos y los sacrificios.” (Mar. 12:33) Si esto es verdad en nuestro caso, entonces podemos estar confiados de que no seremos temerosos. Naturalmente, si se lleva a cabo una pretensión, si lo hacemos sólo porque los demás lo hacen, y no estamos seguros de nuestros pasos, ni hacemos una decisión personal, entonces podemos esperar ser temerosos. El ser impávido ha de querer decir entrar en la verdad, los mandatos, el servicio, las experiencias, con todo lo que tenemos, cabal y completamente dedicados a la santa voluntad de Jehová. Podemos estar satisfechos si nuestro examen revela honradez y sinceridad y no hipocresía. “Bienaventurados los de limpio corazón; porque ellos verán a Dios.”—Mat. 5:8.
17. ¿Nos hace enemigos el temerlo a él, o cómo nos resulta?
17 Ciertamente ha de ser claro que si hubiera verdadero temor del Todopoderoso entonces ninguna criatura de mente sana jamás osaría desagradarle. Para nuestro propio bienestar es imperativo que aprendamos a temer al Altísimo. Los que lo temen son sus amigos. “La amistad de Jehová es con los que le temen; y él les manifestará su pacto.” (Sal. 25:14, Ver. Am. Norm. [en inglés]) La información correcta es de la mayor importancia. Para esa instrucción correcta tenemos que confiar en la Palabra de Dios. Él es la fuente del conocimiento, y los que desean el entendimiento primero tienen que aprender que “el temor de Jehová es el principio de la sabiduría”. (Sal. 111:10) Nuestra adoración para él tiene que darse con temor. “Por lo cual demos gracias que hemos recibido un reino no sacudido; y de esta manera adoremos a Dios aceptamente aunque con temor y reverencia piadosa, porque nuestro Dios en verdad es un fuego consumidor.”—Heb. 12:28, 29, Móffatt (en inglés).
18, 19. ¿Dónde se dice que Dios es fuego devorador? ¿Cómo es tal?
18 Deténgase y considere las palabras, “Nuestro Dios en verdad es un fuego consumidor.” ¿Qué significan? El apóstol Pablo en toda probabilidad citaba del Deuteronomio 4:24 donde Moisés se refería a la ocasión cuando había desagradado a Jehová. Sucedió en Cades, lugar del sepulcro de María, y los hijos de Israel se habían quejado, rebelándose contra los tratos de Dios con ellos, porque no había agua que beber. Jehová le dijo a Moisés que congregara la asamblea y le hablara a la piedra delante de sus ojos, y que el agua brotaría. Patentemente Israel había de presenciar una maravillosa demostración del poder de Dios. Moisés congregó a Israel y tomó su vara y luego les dijo: “¡Oíd, rebeldes! ¿de esta peña hemos de sacaros aguas? Entonces alzó Moisés la mano, e hirió la peña con su vara dos veces: y salieron aguas abundantes; y bebió la Congregación y sus ganados. Jehová empero dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto no creísteis en mí para santificarme en presencia de los hijos de Israel, por tanto vosotros no introduciréis esta Congregación en la tierra que yo les he dado.”—Núm. 20:10-12.
19 Moisés bien sabía que la adoración correcta es acepta sólo con el temor de Jehová. Porque no le dió crédito a Jehová, y no santificó el nombre del Creador, Dios le negó la honra y la gran responsabilidad de llevar a Israel a la tierra. No ha de sorprendernos, pues, que dió énfasis a estas verdades ante Israel: “Y Jehová se enojó contra mí por causa vuestra, y juró que yo no había de pasar el Jordán, ni de entrar en aquella buena tierra que Jehová tu Dios te va a dar en posesión.” Y añadió: “Guardaos pues, no sea que olvidéis el pacto de Jehová vuestro Dios, que él tiene hecho con vosotros, y os hagáis escultura alguna, a semejanza de cualquiera cosa que te ha vedado Jehová tu Dios. Porque Jehová tu Dios es un fuego devorador, Dios celoso es.” (Deu. 4:21, 23, 24) Israel debía de haber sabido esto, porque en el monte Sinaí Dios le había revelado su gloria mediante fuego. “Y era la apariencia de la gloria de Jehová como un fuego devorador sobre la cumbre del monte, a los ojos de los hijos de Israel.” (Éxo. 24:17) De modo que cuarenta años más tarde Moisés mandó: “Sabe pues el día de hoy, que Jehová tu Dios es el que va a pasar delante de ti, cual fuego devorador; él los destruirá.” “Si no guardares para cumplirlas todas las palabras de esta ley, las que están escritas en este libro, para que temas este nombre glorioso y pavoroso, JEHOVÁ TU DIOS.” (Deu. 9:3 y 28:58) Moisés en verdad temía al Señor según lo indican sus palabras: “Porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores; Dios grande, y poderoso, y terrible, que no hace acepción de personas ni toma regalos.”—Deu. 10:17.
20. ¿Cómo manifestará aún este hecho?
20 ¿Dónde está el hombre, dónde el gobernante, sí, y dónde hay gobierno alguno que no ha de doblar la rodilla en temor de este Poderosísimo, que habita la eternidad, que puede derretir las montañas y llover fuego desde el cielo? Puede quemar con fuego este mundo viejo y consumir todo malhechor de sobre la haz de la tierra. En verdad es su propósito hacerlo. Todo el que no tenga lugar en el nuevo mundo de la justicia será destruído para siempre. ¡En verdad “nuestro Dios es fuego consumidor”! Una vez que hayamos comprendido esta verdad y hecho, y la aceptemos, entonces y sólo entonces viviremos en el temor de Jehová, temor de ir contrario a los caminos que él ha marcado, temor de ir contra sus instrucciones, temor de dañar de cualquier manera a los que son sus propios hijos. Todo el mundo tratará de dañar a los ungidos de Dios y sus compañeros, y encontrará el desastre bien merecido. Jehová dice: “No llaméis conspiración a todo lo que llama este pueblo conspiración, ni participéis en su temor, ni os amedrentéis. Santificad a Jehová de los Ejércitos; y sea él vuestro temor, y sea él vuestro pavor.”—Isa. 8:12, 13.
21. ¿Quién está exento de temer a Jehová? ¿Por qué es esto?
21 Trate de imaginarse el temor que usted podría tener para con estas potencias mundanas malas. Vaya hasta el límite en su imaginación, y luego dése cuenta con toda la fuerza posible de que el temor de Jehová tiene que ser mucho más grande que todo eso. ¿No nos da a saber el sentido ordinario que Jehová el Dador de vida puede quitarnos la vida con la misma facilidad con que puede dárnosla? El fiel Job lo expresó de esta manera: “¡Desnudo salí de las entrañas de mi madre, y desnudo volveré allá! ¡Jehová ha dado, y Jehová ha quitado; sea el nombre de Jehová bendito!” (Job 1:21) El conocimiento del gran Creador es tan esencial, y los que lo conocen mejor confían en él más, y el temor está con todos. Nadie está exento de temer a Jehová, ni siquiera el amado y precioso Hijo de Dios, pues escrito está: “En los días de su carne, habiendo ofrecido ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, y habiendo sido oído a causa de su temor reverente, aunque era Hijo, aprendió la obediencia por lo que padeció.” (Heb. 5:7, 8, Ver. Hisp.-Am.) Sí, fué oído por su temor reverente, su temor piadoso.
22. ¿Cuál es la fuerza cabal de “temor”, es decir, temor de Jehová?
22 Algunas veces hay inclinación de debilitar esta expresión “temor” y decir que quiere decir sólo “reverencia” de Jehová. Es verdad que la reverencia tiene que incluirse en nuestro temor de él, pero temor también quiere decir pavor. Tómese, por ejemplo, el texto en Isaías 8:13: “Sea él vuestro temor.” La palabra “temor” aquí es la traducción de la palabra hebrea mo-rá y también quiere decir “pavor, terriblez, terror”. En el Salmo 2:11 la palabra “temor”, traducida de yi-rá, se deriva del mismo verbo hebreo yi-ré que quiere decir “temer, reverenciar, honrar”.
23. ¿Está opuesto al amor el temor de él? ¿Por qué es eso?
23 Las muchas obras inscritas de Jehová patentemente enseñan que las criaturas deben de tener temor correcto e inteligente para con Dios. Deben de tener temor reverente delante de él e inclinarse ante su nombre grande y terrible de Jehová, porque nadie debe de desagradarle voluntariamente. La desobediencia puede castigarse con la muerte. ¿No tiene él el derecho y el poder de destruir? Aunque temen evocar su ira por la rebelión, la contumacia, la idolatría y toda suerte de desobediencia, sin embargo los hijos de Dios tienen que amarlo. El amor perfecto o completo echará fuera todo temor esclavizante y le dará a la criatura un aprecio correcto de su relación a su Creador. Nadie que de veras tiene respeto, pavor, reverencia, sí, temor de Jehová, tiene temor del hombre o condiciones del mundo. Los que son hijos leales y fieles del Dios Altísimo saben según ciertos textos y la experiencia que el temor y el amor de Jehová van mano en mano, y, en el caso de Él, no están en oposición. Temen hacer algo contrario a su voluntad, porque él puede destruir; sin embargo, lo aman con todo lo que tienen. Si retenemos el temor de Dios no temeremos a los hombres; y en este fin del mundo esto es sumamente importante.
UN EJEMPLO MODERNO DE LA IMPAVIDEZ
24. ¿Especialmente desde cuándo se ha manifestado nuestra impavidez? ¿Cómo?
24 En estos años desde el fin de la Primera Guerra Mundial en 1918 los que verdaderamente aman y temen a Jehová han demostrado muchas veces su impavidez para con los hombres. Han sido enseñados a conocer a Jehová y a hacerlo su fortaleza. Sus propósitos en su pueblo se ven con claridad. Las pruebas de su mano guiadora en sus asuntos se amontonan. Lo sirven a él y son alimentados para el servicio futuro, tal como lo declaró el apóstol Pablo: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de fortaleza, y de amor, y de templanza. No te avergüences pues del testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo; sino antes sufre trabajos conmigo por causa del evangelio, conforme al poder de Dios; el cual nos ha salvado.” (2 Tim. 1:7-9) Pero qué poco se dieron cuenta de la necesidad que tendrían de todos estos favores y seguridades. Se organizaba gran oposición en 1933 contra los ungidos del Señor, y estalló en furia pocos años más tarde. Turbas endemoniadas furiosas atacaron a estos cristianos pacíficos hasta que la persecución se hizo punto en disputa nacional en los Estados Unidos de la América del Norte. Se colmaron contra estos testigos fieles, jóvenes y viejos, hombres y mujeres, la amargura, el odio y toda suerte de calumnia y maledicencia. Fué muy necesaria la impavidez para resistir tal opresión brutal; los que no tenían fuerzas las recibieron del Todopoderoso en quien habían confiado. Su confianza fué recompensada y el maltrato y el daño resultaron en testimonio contra sus enemigos.
25. ¿Debido a qué desarrollos y cómo vino a serles muy verdadero Dios?
25 Luego vino la Segunda Guerra Mundial, pero nadie había comprendido cuán extensa sería cuando se quebró la paz. Las hordas totalitarias invadieron a Europa. Los testigos de Jehová fueron arrestados en grandes números, y durante la noche fueron arrojados a cárceles o campos de concentración. La obra de la Watch Tówer Bible and Tract Socíety fué estorbada y algunos despachos sucursales fueron ocupados por los bandidos. Pero no podía detenerse la obra de Dios. Sus mandamientos eran finales. Vino la persecución amarga y terrible contra los testigos de Jehová en la mayor parte de los países, pero ¿qué les pasó a los fieles siervos de Dios? ¿Dejaron de hacer el servicio de Jehová? ¡Ciertamente que no! El mundo entero estaba contra ellos, pero confiaron en el Dios Altísimo. En sí mismos estaban sujetos a las flaquezas humanas, el temor y las dudas, pero mirando al Señor y confiando en su poder y fortaleza, siguieron confiados de que él era su apoyo y que en verdad los respaldaba. Es verdad que en todos los países donde los siervos de Jehová siguieron adelante con la obra de predicar el evangelio lo mejor que pudieron, Jehová Dios vino a ser, por decirlo así, muy verdadero. Se proporcionó la seguridad, de modo que nadie pudiera dudar que Dios estaba con nosotros. Nosotros lo sabíamos.
26. ¿Cómo fueron fortalecidos en nosotros la fe en él y el amor para con él?
26 Una vez tras otra, como todos los hermanos leales lo saben, el Señor consoló y dió demostraciones tan maravillosas de que él obraba con nosotros, de que manifestaba su poder a favor nuestro, que fuimos fortalecidos para seguir adelante. Cuántas veces puede recordarse que una situación aparentemente imposible surgía, sí, a menudo implicando el servicio de Jehová y los intereses y el bienestar de los hermanos; pero ¡se proporcionaba vía de escape! Y el saber que no era nadie más que Jehová el que había obrado de esa manera hacía que la gratitud llenara el corazón; nuestro amor para él se profundizaba y se fortalecía y el verdadero temor del Señor producía su propia recompensa rica. “¡Amad a Jehová, todos vosotros sus piadosos siervos! A los fieles los guarda Jehová, y paga abundantemente al que obra con soberbia. ¡Alentaos, pues, y sea esforzado vuestro corazón, todos los que esperáis en Jehová!” (Sal. 31:23, 24) Los ungidos conocían su vocación y recompensa prometida en el reino de los cielos, y las “otras ovejas” del Señor habían sido fortalecidas en su esperanza de las bendiciones del nuevo mundo y los favores de Jehová.” ¡Hubiera yo desmayado, si no creyese que tengo de ver la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes! ¡Espera a Jehová! ¡anímate, y sea esforzado tu corazón; y espera a Jehová!”—Sal. 27:13, 14.
27. De modo que, ¿qué actitud ha sido recompensada, y en quiénes?
27 De modo que hoy en día todos los hijos del Altísimo se regocijan en la acción fiel e impávida de los que fueron honrados y privilegiados de que se les asignaran tales oportunidades de servicio, todas las cuales han sido para el avance y la expansión del servicio del Señor. Se cumplió el ministerio. Ellos fueron usados y otros lo han aprovechado. La impavidez trae la recompensa.
LA RECOMPENSA DE SER IMPÁVIDOS EN EL FIN DEL MUNDO
28. ¿Cuáles son las recompensas para los que tienen temor limpio de Jehová?
28 No se les negará ninguna cosa buena a los que temen al Señor y andan rectamente, mientras que los que no tienen temor de Dios y se portan inicuamente perderán la vida y no se les añadirá ninguna cosa buena. “El temor de Jehová aumenta los días; pero los años de los inicuos serán acortados.” (Pro. 10:27) “No negará ningún bien a los que andan rectamente. ¡Oh Jehová de los Ejércitos, dichoso el hombre que confía en ti!” (Sal. 84:11, 12) “El temor de Jehová es fuente de vida, para que uno se aleje de los lazos de la muerte.” (Pro. 14:27) No sólo conservará el Señor a los que le temen y les agregará muchos años, sino que les dará sabiduría, esa dádiva más preciosa. “El temor de Jehová es el principio de la sabiduría.” (Sal. 111:10) Entonces vienen más bendiciones, porque él ha prometido: “El premio de la humildad y del temor de Jehová, son la riqueza, la honra y la vida.” (Pro. 22:4) Los que temen a Jehová son limpios y aborrecen el mal, porque es imposible tener mente, corazón y cuerpo asquerosos o amar la cosa injusta y en verdad temer a Dios al mismo tiempo. “El temor de Jehová es limpio, que dura para siempre.” (Sal. 19:9) “El temor de Jehová es aborrecer la maldad.”—Pro. 8:13.
29. A pesar de la angustia mundial ¿por qué es bienaventurada la porción de los que lo temen a Él?
29 Los últimos días de este mundo inicuo y abominable están sobre nosotros, y veremos el fin final durante esta generación. Vendrán calamidades terribles sobre los que viven en la tierra hoy en día, porque es tiempo para que la ira de Jehová se derrame. Es tiempo de tinieblas, desolación y lobreguez. El hambre, la enfermedad y la muerte sobrecogerán a los que viven en la tierra hoy en día. Se usará toda forma de opresión y práctica corrompida y sadista. La violencia estará por dondequiera, porque todo el mundo será sacudido hasta sus mismos cimientos. El odio contra los hijos de Dios se expresará malignamente por los inicuos. Pero bienaventurada es la porción de los que temen a Jehová, los que confían en él. Estudie el Salmo 91 y sepa que Jehová es la porción de los que pueden aplicarse sus promesas preciosas: “No tendrás temor de espanto nocturno . . . a ti no llegará . . . Por cuanto has dicho: ¡Tú, oh Jehová, eres mi refugio! y al Altísimo has puesto por tu habitación.” (Sal. 91:5, 7, 9) La protección se garantiza a los que temen a Jehová, porque hasta los ángeles los guardarán. “Asienta campamento el Ángel de Jehová en derredor de los que le temen, y los defiende.” (Sal. 34:7) “Como las montañas están alrededor de Jerusalem, así Jehová está alrededor de su pueblo, desde ahora y para siempre.” (Sal. 125:2) “Dios es nuestro refugio y fortaleza; socorro muy bien experimentado en las angustias. Por tanto no temeremos aunque la tierra sea conmovida . . . Jehová de los Ejércitos es con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob.”—Sal. 46:1, 2, 11.
30. ¿Qué gozo se pone delante de nosotros, y qué exhortación final se da?
30 ¡Oh el gozo de aquel tiempo cuando todo corazón humano alabe a Jehová y lo tema con temor limpio y duradero! Ya no habrá malhechores en la tierra, porque en el nuevo mundo de Dios sólo sus amigos estarán allí. No sólo en el futuro, sino ahora en este mismo día la rica bendición y favores de Jehová se conceden a los que son impávidos. Aprendan todos a conocer a Jehová. Estudie usted su Palabra preciosa. Fortalézcase en él y en el poder de su fortaleza. Mantenga el ojo sencillo y el corazón firme, confiando implícitamente en Jehová y siendo impávido en el fin del mundo.