Adquiriendo conocimiento que da vida
“Esto significa vida eterna, el que ellos adquieran conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú has enviado, Jesucristo.”—Juan 17:3, NM.
1. En Oseas 4:1-9 ¿qué dijo Jehová hace mucho para nuestro día?
JEHOVÁ, el Señor Dios, habló de nuestro día, cuando él hace mucho dijo por medio de su profeta Oseas: “¡Oigan la palabra del SEÑOR, oh israelitas! Por cuanto el SEÑOR tiene una querella con los habitantes de la tierra; porque no hay fidelidad, no hay bondad, no hay conocimiento de Dios en la tierra. El perjurio, la mentira, el asesinato, el robo, y el adulterio—brotan por dondequiera, y un crimen alcanza a otro. Por eso la tierra está en luto, y todo lo que mora en ella desfallece, hasta las bestias de la tierra, y las aves del cielo; y los peces del mar también son arrebatados. Sin embargo, que nadie haga cargos, y que nadie acuse; porque mi querella es contigo, oh sacerdote; y tú tropezarás de día; el profeta también tropezará contigo de noche; y yo destruiré a tu pueblo. Mi pueblo es destruído por falta de conocimiento—porque tú has rechazado el conocimiento, yo te rechazaré a ti para que no seas mi sacerdote. Siendo que has olvidado la ley de tu Dios, yo también me olvidaré de tus hijos. Mientras más se multiplicaron, más pecaron contra mi; han cambiado su gloria por vergüenza. Se alimentan del pecado de mi pueblo, y el delito de éste sirve para aguzar su apetito. Por tanto ha llegado a ser ‘como pueblo, así sacerdote’; y yo lo visitaré según sus caminos, y le recompensaré según sus obras.”—Ose. 4:1-9, UTA.
2. ¿Cuál es la causa responsable por la destrucción? ¿A quién se debe?
2 Unos cuantos años después que Oseas acabó de profe tizar, el reino norteño de Israel cayó en manos de los conquistadores paganos, y durante el siguiente siglo la santa ciudad de Jerusalén y su templo fueron destruídos y los judíos fueron desarraigados de su tierra. Una destrucción parecida le espera a la cristiandad en el futuro cercano. ¿Desean los estudiantes de las condiciones mundiales saber la causa responsable por esa destrucción? Teniendo presente a la cristiandad moderna que éstos se fijen en las palabras del profeta: “el perjurio, la mentira, el asesinato, el robo, y el adulterio brotan por donde quiera, y un crimen alcanza a otro,” y al fondo de todo esto, “no hay conocimiento de Dios en la tierra.” ¿A quién echa la culpa el Señor Dios por esta ignorancia? Se la echa a los guías religiosos, a los sacerdotes y a los profetas, porque el deber de ellos es enseñarle al pueblo acerca de Dios, y el pueblo espera recibir dicha información de ellos. Y ahora el pueblo pronto será “destruído por falta de conocimiento” en una destrucción mundial. Pero el Dios de justicia ha decretado que llegará a ser “como pueblo, así sacerdote”, y que los sacerdotes y el clero no lo pasarán mejor que el pueblo. Ellos han tomado la delantera al pueblo en rechazar el conocimiento de la verdad; y si el ciego guía al ciego, entonces ambos caerán al hoyo, pero el guía tiene la mayor responsabilidad.—Mat. 15:14.
3. ¿Qué estado espiritual ha venido sobre la cristiandad? ¿Por qué razón?
3 La Palabra escrita de Dios, la Biblia, se ha esparcido por centenares de millones de ejemplares; sin embargo, el clero religioso no ha aprovechado esta grande oportunidad y ventaja para bien, para estimular el pueblo a estudiar esta Santa Palabra y así informarse de Dios y de su reino. ¿Es cosa extraña, entonces, que no importa a qué parte de la cristiandad vaya usted, encontrará a los pueblos en confusión religiosa, sin poder entender ninguno de ellos por qué el Dios Todopoderoso ha permitido hasta ahora este reinado de iniquidad y angustias y lo que se ha propuesto hacer ahora con relación al estado presente de las cosas ni lo que su voluntad requiere que hagan los amantes de la vida y seguridad? Debido a que la Biblia con su información divina ha estado tan al alcance del clero y éste ha rechazado sus verdades y profecías esclarecedoras, el gran Dios de riquezas espirituales los ha rechazado a ellos para que no sean su portavoz ni el conducto que usa para dar información e instrucción bíblica. Son rechazados para que no sean su sacerdote, porque está escrito: “Los labios del sacerdote deben guardar conocimiento, y de su boca deben buscar la ley; porque él es el mensajero de Jehová de los Ejércitos.” (Mal. 2:7, AN) De modo que el hambre espiritual ha llegado a la cristiandad así como se amonestó de antemano: “He aquí que vienen días, dice Jehová el Señor, en que enviaré hambre sobre la tierra; no hambre de pan, ni escasez de agua, sino de oír las palabras de Jehová. Y andarán vagando de mar a mar, y desde el norte hasta el oriente correrán de acá para allá, en busca de alguna palabra de Jehová; mas no la hallarán. En aquel día, las hermosas vírgenes y los jóvenes desfallecerán de sed [por las aguas de la verdad].” (Amós 8:11-13) En vez de hallar las palabras de Jehová entre el clero y entre los sistemas religiosos de la cristiandad, uno se halla cara a cara con el repugnante hecho de que hay persecución religiosa en contra de los testigos de Jehová que hablan Su palabra.
CORRIENDO PRÓSPERAMENTE DE AQUÍ PARA ALLÁ EN BUSCA DE INFORMACIÓN
4. ¿Por qué se necesita tanto el conocimiento ahora? ¿Qué cosa resulta en su aumento?
4 El clamor angustiado de la gente en este día es por vida. ¿Cómo podrán hallar el camino a ella? Si la regla anunciada por Dios sigue siendo verdad que “mi pueblo es destruído por falta de conocimiento”, entonces lo inverso también debe ser verdad, que los pueblos serán salvados y preservados con vida si poseen conocimiento. Este es el tiempo cuando más se necesita el conocimiento que da vida, porque todos los desarrollos desde el año 1914 prueban que este mundo ha entrado a su “tiempo del fin” y que ahora se está acercando el cierre desastroso de ese período. Dios ha prometido misericordiosamente esa información que tanto se necesita, puesto que hace mucho él le dijo al profeta Daniel: “Cierra estas palabras, y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia [conocimiento] será aumentada.” (Dan. 12:4) Pero si el correr de aquí para allá que hace la gente a través de la cristiandad no resulta en hallar las palabras de Jehová para el alivio del hambre espiritual, entonces ¿qué correr de aquí para allá da como resultado el prometido aumento de conocimiento? Es el correr de aquí para allá en la Palabra escrita de Dios, es decir, el escudriñamiento y el examen de la Santa Biblia para instruirnos directamente. Si el clero asalariado y los consejeros espirituales rechazan la Biblia a favor de la filosofía y tradiciones mundiales de los hombres contrario a la Palabra de Dios, entonces la gente que sinceramente desea la vida tiene que correr personalmente de aquí para allá por las páginas del Libro sagrado si es que en algún tiempo habrá de recibir el aumento de conocimiento que da vida. Por eso, que la gente obre independientemente de los guías religiosos que les han faltado. Que muestren su fe y que corran de aquí para allá a través del Libro de Dios que ahora se ha desellado y abierto. Se ha derramado el espíritu de Él que escudriña las “cosas profundas de Dios”. Ha llegado el tiempo maravilloso de Él para la iluminación espiritual.
5, 6. (a) ¿Qué servicio mayor ha pasado por alto el clero? (b) ¿Con cuáles consecuencias para ellos mismos y para la gente de Israel?
5 El servicio más grande que un hombre o mujer jamás pudiera rendirle a los de la humanidad en este día es impartirles el conocimiento de Dios y de animarlos para que corran de aquí para allá a través de Su Libro personalmente estudiando la Biblia. El clero religioso ha pasado por alto este servicio de importancia tan urgente, igual como lo hizo en el día de Jesús. El Hijo de Dios denodadamente manifestó quiénes eran los responsables a la vista de Dios por el estado mortífero de ignorancia entre la gente. Con el peligro de excitar la oposición combinada de los sacerdotes y guías religiosos él dijo: “¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! por cuanto cierran el reino de los cielos delante de la humanidad; porque ustedes mismos no entran, ni permiten ustedes que entren aquellos que van entrando.” “¡Ay de ustedes que están versados en la Ley, por cuanto han quitado la llave de conocimiento; ustedes mismos no entraron, y estorbaron a los que iban entrando!”—Mat. 23:13 y Luc. 11:52, NM.
6 Porque retuvieron la verdad de la gente de este modo esos clérigos del día de Jesús guiaban la gente a la destrucción y su nación a la ruina. Debido a la parte responsable que desempeñaban en esto los guías religiosos también estaban ganando para sí mismos la aniquilación. Por eso Jesús clamó a ellos: “Serpientes, raza de víboras, ¿cómo habrán de huir del juicio de Gehena?” (Mat. 23:33, NM) Manteniendo al pueblo en ignorancia hicieron que causara la muerte de Jesús en una estaca de tormento en el Calvario. Treinta y siete años más tarde esa ignorancia que se había cultivado voluntariamente resultó en las consecuencias fatales, en la destrucción de la ciudad de Jerusalén con una pérdida enorme de vida humana, así como Jesús había predicho, y en el quebrantamiento de la nación judía hasta este día. Y ahora en este “tiempo del fin” la nación restaurada de Israel con su capital en la ciudad moderna de Jerusalén escoge seguir en las pisadas de sus antepasados, pasando por alto el consejo de Jehová Dios. Otra vez ha escogido a “César” como su amigo en preferencia al reino de Dios mediante Cristo. Ha conseguido hacerse miembro de las Naciones Unidas de este mundo condenado a la destrucción. Puede haber un solo resultado: la destrucción junto con este mundo por haber tomado el curso erróneo por falta de conocimiento de Jehová Dios y de su reino mesiánico.
EL CURSO EJEMPLAR
7, 8. (a) ¿Más sabio que cuáles dos hombres frecuentemente citados era Jesús? (b) ¿Qué experiencia de Israel manifiesta que el camino a la salvación para el hombre no está en sí mismo?
7 Jesucristo fué el judío mayor, porque él era el Mesías judío, el Cristo. El rey Salomón de Jerusalén, entre tanto que anduvo por el camino de Jehová, era el hombre más sabio de la antigüedad; pero Jesucristo era algo mayor que Salomón. Él sabía lo que nosotros necesitamos saber para poder ganar vida eterna. Él era más sabio que el filósofo antiguo, Tales de Mileto, que dijo: “Conózcase a sí mismo.” Sí, era más sabio que el poeta inglés, Alejandro Pope, que se considera famoso por haber dicho: “El estudio apropiado de la humanidad es el hombre.” Jesús indicó que hay un conocimiento aun mayor que es absolutamente vital para la vida. Ciertamente si el hombre busca conocerse a sí mismo, la única conclusión honrada a que puede llegar es que él es imperfecto como todos los otros hombres y que es un pecador y que los medios para la salvación no descansan en él ni en los otros hombres. Hasta los vestigios de conciencia que heredó de Adán, el hombre que una vez era perfecto, le hacen recordar que él es un pecador y lo condenan.
8 El camino a la salvación, los medios para conseguir vida eterna, no se encuentran en el mismo hombre, ni siquiera cuando se le da una ley perfecta. Durante quince siglos la nación judía vivió bajo la ley que Jehová le dió por medio de Moisés. Pero esa ley buena y santa de Dios era más de lo que ellos pudieron cumplir, y sólo sirvió para denunciarlos aun más como pecadores. El apóstol Pablo hizo un resumen de la lección que uno aprende de esto en las siguientes palabras: “Ahora nosotros reconocemos que todas las cosas que dice la Ley las dice a los que están bajo la Ley, para que enmudezca toda boca y todo el mundo sea merecedor de castigo ante Dios. Así es que por obras de la ley ninguna carne será declarada justa ante él, porque mediante la ley viene el conocimiento correcto del pecado.” (Rom. 3:19, 20, NM) ¡Qué agradecidos podemos estar nosotros en este día porque no tenemos que pasar por la experiencia de quince siglos que tuvo Israel para aprender que nuestra salvación no depende de nuestros propios esfuerzos para alcanzar la justicia!
9. ¿Qué estableció Jesús como el oficio más alto para nosotros?
9 Si deseamos la sabiduría que resulta en la salvación eterna tenemos que prestar atención a las palabras de Aquel que es mayor que Salomón, Jesucristo. Cuando estuvo sobre la tierra él les dijo a los hombres y a las mujeres que lo siguieran a él y que lo imitaran. Podemos hacer esto desempeñando la obra que él hacía. Habiendo nacido hombre perfecto debido al milagro de Jehová Dios su Padre celestial, Jesús fué el único hombre que podía entregar su vida como un sacrificio rescatador para que la humanidad ganara vida eterna en el nuevo mundo. Pero antes de entregar su vida, ¿qué obra desempeñó él, la cual agradó a Dios y era de mayor importancia? ¿A qué se dedicó como la necesidad más apremiante de la gente que estaba enfrentada con la destrucción? Al debido tiempo señalado por la profecía, él abandonó su trabajo como carpintero y emprendió la predicación. Aunque sabía que el resultado sería una muerte de mártir en desgracia pública, él se dedicó a esparcir conocimiento de Jehová Dios. Él estableció de esta manera que la predicación de la Palabra de Dios es el oficio más alto. Este mundo quizás menosprecie la predicación de la Biblia como insensatez y muy inútil, especialmente durante este período decisivo de la historia mundial; pero todo el mundo con sus puestos políticos y sus empleos del Gran Comercio y sus púlpitos religiosos tan honrados nunca pudiera ofrecernos un oficio más alto que aquel que Jesús nos puso como ejemplo. Mediante su curso fiel entre un mundo hostil y mal agradecido él ganó para sí mismo el título, “El testigo fiel y verdadero.” (Apo. 3:14; 1:5) ¿Podemos nosotros en este día gozar de un privilegio que sea más alto que el de ser testigos como él, testigos de Jehová, y probarnos fieles en eso? El ejemplo de Jesús dice que ¡No!
LOS MAESTROS
10. ¿Qué dijo Jesús para manifestar lo que el hombre necesita para ganar vida?
10 En seguida del interés que tenía en vindicar el dominio de Jehová como la única soberanía legítima del universo, Jesús estaba interesado en conseguir vida abundante y eterna para la gente. Dios le había dado autoridad sobre toda carne, y Jesús estaba interesado en darle a la humanidad vida perfecta en la imagen y semejanza de Dios, libre de todo pecado. Él sabía lo que necesitamos para conseguirla y se dedicó para darnos esa cosa. Él sabía el valor de conocer a Dios, de modo que dijo: “Yo soy el pastor propio, y conozco a mis ovejas y mis ovejas me conocen a mí, así como el Padre me conoce y yo conozco al Padre; y yo entrego mi alma a favor de las ovejas.” Y en la última oración que hizo sobre la tierra con sus ovejas él dijo: “Padre justo, el mundo, por cierto, no ha llegado a conocerte, pero yo he llegado a conocerte.” (Juan 10:14, 15; 17:25, NM) El conocimiento personal que tenía de Dios es lo que fortaleció a Jesús para que sostuviera la soberanía universal de Dios y llevara a cabo el propósito amoroso de Dios para con la humanidad, al costo que fuera. De modo que en su última oración a Dios junto con sus fieles apóstoles él dijo a su Padre celestial: “Glorifica a tu hijo, para que tu hijo te pueda glorificar a ti, así como le has dado autoridad sobre toda carne, para que, con respecto a todo el número que le has dado, él les pueda dar vida eterna. Esto significa vida eterna, el que ellos adquieran conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú has enviado, Jesucristo.”—Juan 17:1-3, NM.
11. ¿Por qué es ése un estudio y conocimiento mayor y por qué conduce a la vida?
11 No, el consejo que conduce a la vida sin fin no es: “Conózcase a sí mismo.” El estudio mayor del hombre no es el mismo hombre, ya sea de usted mismo o de otros hombres. El estudio mayor del hombre es Dios y el Agente Principal de Dios, Jesucristo. Es verdad, Dios mismo es invisible e infinitamente más alto y más allá del alcance del hombre, pero a pesar de eso Dios ha hecho que este estudio de él sea posible para el hombre mediante su Palabra escrita y con la ayuda de su fuerza activa o espíritu iluminador. Ese estudio tiene que ver con las cosas más altas y nos guía hacia resultados que son de mayor importancia para nosotros. Tenemos que perseguir este estudio si es que deseamos adquirir el conocimiento que significa vida eterna en el nuevo mundo. ¿Por qué? Porque es la adquisición de conocimiento de la gran Fuente de Vida, Jehová el único Dios verdadero, y también es conocimiento del Agente Principal que Dios usa para hacer que esta vida sea posible para nosotros, Jesucristo, el cual fué enviado por Dios a este mundo para declarar Dios a nosotros como ningún otro profeta jamás lo había hecho. Cuando estudiamos al hombre, estamos estudiando una criatura moribunda. Cuando estudiamos a Dios, estamos estudiando al Creador vivificador. Ciertamente es más vital llegar a conocer al Creador y tener relaciones con él que estudiar de criaturas pecadoras de la tierra que están condenadas a la muerte. Ciertamente, también, es más importante llegar a conocer al Agente Principal de Vida del Creador que interesarnos en criaturas que necesitan la vida y que no tienen medios para salvarse a sí mismas. El estudio más alto conduce a la vida eterna.
12. ¿Para quiénes llega Jehová a ser Maestro? ¿Conforme a qué promesa?
12 Cuando nos dirigimos a Dios y a Cristo y emprendemos un estudio del Libro de Dios, entonces Él llega a ser nuestro Maestro, y él sin duda sabe cómo enseñarnos la manera de conseguir una existencia eterna en paz y felicidad. Dios hizo que se escribiera en los profetas. “Y todos tus hijos serán enseñados por Jehová; y grande será la paz de tus hijos.” (Isa. 54:13) Estas palabras se dirigieron a la “mujer” de Dios, es decir, a la organización teocrática de Jehová llamada “Sión” la cual produce aquellos que llegan a ser hijos espirituales de Dios. El hijo principal de ella es Jesucristo, que fué ungido para ser el Rey de Jehová en el reino prometido. Los otros hijos de ella que se mencionan aquí son aquellos que siguen en sus pisadas y que son ungidos con el espíritu de Dios para estar asociados con Jesucristo en el reino celestial. Cuando ella produce estos hijos reales, comenzando con Jesús, se le dice que cante y que clame en alta voz por el gozo de haber dejado de ser estéril. (Isa. 54:1) El apóstol Pablo manifiesta que esta mujer es la organización teocrática de Jehová y que sus hijos son Jesucristo y su cuerpo de fieles seguidores, al decir: “La Jerusalén que está arriba es libre, y ella es nuestra madre. Porque está escrito: ‘Regocíjate, tú mujer estéril que no produces hijos; prorrumpe y clama en voz alta, tú mujer que no tienes dolores de parto; porque los hijos de la mujer desolada son más numerosos que los de aquella que tiene el esposo.’ Ahora nosotros, hermanos, somos hijos pertenecientes a la promesa igual como lo fué Isaac. Por lo tanto, hermanos, somos hijos, no de una sierva, sino de la mujer libre.”—Gál. 4:26-28, 31, NM.
13, 14. (a) ¿Mediante quién da la enseñanza Jehová? (b) ¿Quiénes son admitidos a Su escuela, y con qué bendiciones para ellos?
13 ¡Qué precioso es tener a Jehová Dios mismo como nuestro Maestro! No podría haber una educación más alta que ésta, porque significa la adquisición de conocimiento de la fuente más alta en la escuela de vida. Y Dios ha llamado a su Hijo real Jesucristo para que sirva como su maestro asociado. Por esa razón especial Jesús dijo a sus seguidores: “Pero ustedes, no se llamen ‘Rabí’, porque uno solo es su maestro, entre tanto que todos ustedes son hermanos. Ni tampoco se llamen ‘directores’, porque uno solo es su Director, el Cristo.” (Mat. 23:8, 10, NM) Por lo tanto tenemos que ser enseñados por Jehová mediante Jesucristo.
14 Porque la enseñanza es mediante Jesucristo como el Instructor Principal, muchos rehusan ser enseñados, por cuanto no desean ser hechos como su Maestro. De modo que no todos los hombres y mujeres son admitidos ni buscan ingresar en esta escuela de enseñanza superior, sino únicamente los que aman y temen a Jehová Dios y que son atraídos por él. Jesús esclareció este hecho cuando dijo: “Ningún hombre puede venir a mí a menos que el Padre, que me envió, lo atraiga, y yo lo resucitaré en el día postrero. Está escrito en los Profetas, ‘Y todos ellos serán enseñados por Jehová.’ Cada uno que ha oído la enseñanza del Padre y que ha aprendido viene a mí.” (Juan 6:44, 45, NM) Según Jesús, la enseñanza que el cristiano adquiere en esta escuela teocrática resulta en ser resucitado de entre los muertos y vida eterna durante los mil años que dan principio al Nuevo Mundo. Los que son instruídos en esta escuela son bendecidos con paz y prosperidad y se mantienen separados de los conflictos egoístas y mortíferos de este viejo mundo. Encarguémonos, entonces, de ver que nuestros maestros no sean hombres con preceptos muertos, tradiciones y filosofías mundiales, sino que nuestros maestros sean los dos grandes Instructores del universo, Jehová Dios y Jesucristo. Significa vida para nosotros si hacemos esto.
15, 16. ¿Cómo llenó Jesús los requisitos de un verdadero instructor?
15 Jesús llenó todos los requisitos de un instructor fidedigno. Él no se sentó en el asiento del maestro en la escuela de vida de Jehová para luego desviarse a las filosofías vacías de este mundo y enseñar a sus seguidores algo contrario al Educador supremo, Jehová Dios, con el fin de ser popular con este mundo. Lo que Dios requiere de todos los que profesan representarlo y hablar por él es que digan la verdad acerca de Dios y que impartan el verdadero conocimiento de él a la gente. En dos ocasiones se informa que Jesús citó de la profecía de Oseas, capítulo 6, que dice: “Porque quiero la misericordia y no el sacrificio, y el conocimiento de Dios más bien que los holocaustos. Mas ellos, como Adam, han transgredido el pacto; allí se han portado traidoramente conmigo.” (Ose. 6:6, 7; Mat. 9:12, 13; 12:7) Por esa razón Jesús manejó la Palabra profética de Dios como una espada y la clavó en aquellos clérigos religiosos, degollando sus pretensiones religiosas.
16 La profecía de Oseas predijo esta acción de Jesús en los versículos anteriores, diciendo: “¿Qué te haré, oh Efraim? ¿qué te haré a ti, oh Judá? ¡porque tu bondad es como la nube de la mañana, y como el rocío de la madrugada, que luego desaparece! Por tanto los he tajado por los profetas, los he muerto con los dichos de mi boca; y tus castigos, oh Israel, son como relámpago que sale.”—Ose. 6:4, 5.
17. Entonces ¿qué curso debemos seguir para ser fieles testigos de Dios?
17 Toda la enseñanza de la Biblia de cubierta a cubierta es al efecto que se está destruyendo a la gente por falta de conocimiento de Dios el Creador y Salvador. Para suplir esta necesidad Dios ofrece el conocimiento a la gente en su Libro inspirado. Entonces que nosotros que deseamos ser sus fieles testigos tengamos estas cosas presentes para que no seamos desviados a alguna otra cosa. Sigamos estrictamente dispensando la pura Palabra de Dios para honra de él y para la salvación de la gente. Porque el clero religioso de la cristiandad se ha desviado de este curso y ha imitado al clero del día de Jesús, ahora ha llegado el tiempo para que ellos sean ‘tajados por los profetas y muertos por las palabras de la boca de Dios’. ¿Gustarles? Pues, por supuesto que no les gusta; y ellos odian a los testigos de Jehová porque éstos declaran las profecías y publican las palabras de la boca de Dios, cosa que produce efectos tan mortíferos entre el clero a la vista del pueblo.
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18, 19. ¿Por qué no es suficiente el conocimiento parcial para ganar la salvación?
18 Cuando recibimos instrucción de Dios por medio de la Biblia, aceptemos todo lo que ella nos enseña. El Maestro Supremo nos amonesta que no debemos añadir conocimiento mundano falso a su Palabra ni quitar algo de ella. Tenemos que tener la información completa para conseguir la salvación que Él suministra. Por miles de años hombres y mujeres piadosos habían buscado información acerca de Aquel que Dios había de enviar y deseaban identificarlo y unirse a él. Al debido tiempo vino el Mesías en la persona de Jesucristo. Si nosotros siguiéramos el curso tomado por el clero religioso del día de Jesús y rechazáramos los hechos acerca de él que se predijeron en las profecías, nunca alcanzaríamos vida eterna. Seríamos igual que aquellos judíos que perecieron por haber rechazado este conocimiento. El conocimiento de Dios sin conocimiento de su Hijo Jesucristo es solamente parcial. Conseguir vida por la ley de Moisés es imposible. Asimismo el conocimiento de Jesucristo sin conocimiento de Jehová Dios es solamente parcial, como es el caso con la cristiandad hoy en día. Conocer a Jehová Dios y conocer a Jesucristo son cosas inseparables para la salvación.
19 Juan 3:35, 36 (NM) nos dice: “El Padre ama al Hijo y ha puesto todas las cosas en su mano. Aquel que ejerce fe en el Hijo tiene vida eterna; aquel que desobedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él.” Y 1 Juan 2:22, 23 (NM) dice: “¿Quién es el mentiroso si no es aquel que niega que Jesús es el Cristo? Este es el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. Todo aquel que niega al Hijo no tiene al Padre tampoco. El que confiesa al Hijo tiene también al Padre.” Y a esto 1 Juan 4:15 (NM) añade: “Cualquiera que confiesa que Jesucristo es el Hijo de Dios, Dios permanece en unión con tal persona y él en unión con Dios.” No hay otra manera de considerarlo: el adquirir nosotros conocimiento del único Dios verdadero y también de su Enviado, Jesucristo, es lo que significa vida eterna para nosotros.