“La cena del Señor”
“Comer la cena del Señor. . . . Porque cuantas ‘Veces comen este pan y beben esta copa, siguen proclamando la muerte del Señor, hasta que él venga.”—1 Cor. 11:20-26, NM.
1. ¿Qué ha provisto Jehová para unificar a su pueblo como un solo cuerpo?
JEHOVÁ Dios ha provisto una copa y una mesa para su pueblo en quien es llamado su gran nombre. Muy favorecidos y felices son todos los hombres y mujeres que tienen el privilegio de participar de la copa y de la mesa. Él provee estas cosas para unificar a su pueblo como un solo cuerpo, estando todos los miembros de él en paz los unos con los otros, y ayudándose y sirviéndose los unos a los otros.
2. ¿Cuáles dos clases ahora se juntan en el Memorial, y por eso qué pregunta surge?
2 En el mundo se están esforzando por conseguir unidad entre la sociedad humana mediante el uso de métodos artificiales, y con todo la tendencia es hacia la desunidad egoísta, llegando por fin a estar ‘cada cual contra su prójimo’. Pero el trabajo de unificación de Jehová está teniendo éxito. Por diecinueve siglos él ha estado llamando, juntando y preparando a la “manada pequeña” de hombres y mujeres que se asemejan a ovejas. (Luc. 12:32) Estos siguen al Pastor Jesucristo fielmente y por esto serán unidos con él en el reino celestial para reinar juntamente con él para la bendición de todas las familias de la tierra. En años recientes, desde el final de la Guerra Mundial I en 1918, Jehová ha estado usando a su Pastor para juntar a otras personas que se asemejan a ovejas, a una “grande muchedumbre” de ellas, y éstas se llaman sus “otras ovejas”. (Apo. 7:9-17; Juan 10:16) En el rebaño del Pastor ahora solamente queda sobre la tierra un resto limitado de la “manada pequeña”, pero el Pastor ahora le suministra muchos compañeros por medio de congregar una grande muchedumbre de otras ovejas. De este modo él hace que se cumpla la condición que él describe como “una sola manada, un solo pastor”. Las otras ovejas encuentran en la Biblia que su destino no es celestial, sino terrenal. Ellos habitarán el paraíso restaurado en esta tierra para siempre y serán bendecidos con paz, prosperidad, felicidad y la perfecta salud humana por medio del reino celestial de Jesucristo y su manada pequeña. Estando pues en esta condición de “una sola manada, un solo pastor”, surge la pregunta al tiempo del Memorial, ¿Cuáles son los privilegios del resto y de la grande muchedumbre con respecto a la copa y mesa de Jehová? El destino diferente no debe de crear desunión entre las ovejas, y tampoco debe hacerlo la diferencia en cuanto a sus privilegios. Afortunadamente se encuentra que eso no ha sucedido. ¿Por qué no?
3. ¿Qué nombre dió Pablo al Memorial? ¿De qué manera lo describió?
3 La copa de Jehová y la mesa de Jehová se mencionan en conexión con la cena del Señor. (1 Cor. 11:20) Este nombre designa la comida especial que el Señor Jesús estableció entre sus seguidores leales la noche que fué traicionado por Judas Iscariote. Uno de los seguidores de Jesús, el apóstol Pablo, le da este nombre en su carta a los corintios. Llamando atención al desorden que había con respecto a este asunto, él escribe: “Por esto, cuando se juntan en un lugar, no es posible comer la cena del Señor. . . . Porque yo recibí del Señor lo que también les he entregado, que el Señor Jesús la noche que iba a ser entregado tomó un pan y, después de dar gracias, lo partió y dijo: ‘Esto significa mi cuerpo que está a favor de ustedes. Sigan haciendo esto en memoria de mí.’ Hizo igual respecto a la copa también, después que hubo terminado su cena, diciendo: ‘Esta copa significa el nuevo pacto por virtud de mi sangre. Sigan haciendo esto, cuantas veces la beban, en memoria de mí.’ Porque cuantas veces comen este pan y beben esta copa, siguen proclamando la muerte del Señor, hasta que él venga.”—1 Cor. 11:20-26, NM; también la traducción de Móffatt.
4. ¿Cuántas veces se ha celebrado? ¿Quiénes ahora tienen preguntas tocante a él?
4 El Señor Jesús murió en el año 33 (d. de J.C.). Por diecinueve siglos desde entonces sus discípulos obedientes han observado esta cena el día apropiado de cada año. La celebración de ésta anualmente hasta este año de 1951 significa que se ha celebrado más de 1,900 veces, verdaderamente es unas “cuantas veces”. Contrario a las pretensiones de algunos religiosos, Jesús personalmente no ha tenido que sufrir de nuevo esa cantidad de veces, “cuántas veces” así, porque el apóstol Pablo dice que no. (Heb. 9:24-26; 10:10-14) En este siglo veinte un resto fiel de su “manada pequeña” sigue observando obedientemente la cena del Señor, “proclamando la muerte del Señor.” Pero ahora una “grande muchedumbre” de otras ovejas llegando a centenares de miles se está asociando con el resto bajo el Pastor Jesucristo. Siendo que la “manada pequeña” está limitada por las Escrituras a 144,000 miembros en todo (Apo. 7:4-8; 14:1, 3), y siendo que el número de ejemplares de La Atalaya que se imprime es aproximadamente 1,235,000 en 36 idiomas, la mayoría de nuestros lectores han de estar fuera de la “manada pequeña” y destinados para ser de la grande muchedumbre de otras ovejas. Al aproximarnos a otro tiempo de Memorial no existe duda en cuanto a lo que debe hacer el resto pequeño, pero la pregunta que surge entre todas estas otras ovejas es, ¿Participaré yo del pan y del vino junto con el resto? ¿Se me manda hacerlo, y por eso debo hacerlo? ¿Es también mi privilegio?
DECIDIENDO EN CUANTO A LA PARTICIPACIÓN
5-7. ¿Qué participante registró el primer Memorial? ¿Qué dice él?
5 Un examen de las circunstancias y los detalles de la primera celebración nos ayudará a todos a determinar la respuesta bíblica a estas preguntas importantes. Tomemos el informe de un hombre que estuvo presente y que participó y que vió y oyó lo que se hizo. Este es el apóstol Mateo. Los otros escritores que dieron informes, Marcos, Lucas y Pablo, no eran participantes. Mateo 26:17-30 dice:
6 “En el primer día de los panes ázimos se acercaron los discípulos a Jesús, diciendo: ‘¿Dónde quieres que hagamos los preparativos para que comas la pascua? Él dijo: ‘Vayan a la ciudad con Fulano de tal y díganle, El Maestro dice: “Mí tiempo señalado está cerca; celebraré la pascua con mis discípulos en tu casa.”’ Y los discípulos hicieron así como Jesús les mandó, y alistaron las cosas para la pascua. Cuando, pues, había atardecido, él estaba reclinándose a la mesa con los doce discípulos [incluyendo así a Mateo]. Mientras estaban comiendo él dijo: ‘En verdad les digo, Uno de ustedes me traicionará.’ Estando muy entristecidos a causa de esto, ellos comenzaron cada uno a decirle: ‘Señor, no soy yo, ¿verdad?’ En respuesta él dijo: ‘El que mete su mano conmigo en el plato es el que me traicionará. Verdaderamente, el Hijo del hombre se marcha, así como está escrito concerniente a él, pero ¡ay de aquel hombre por medio de quien el Hijo del hombre es traicionado! Hubiera sido mejor para él si ese hombre no hubiese nacido.’ En respuesta, Judas, que estaba ya para traicionarle, dijo: ‘No soy yo, ¿verdad, Rabí?’ Él le dijo: ‘Eso era para que tú lo dijeras.’”
7 Después de este intercambio de palabras entre Jesús y Judas, el relato sigue diciendo: “Y mientras todavía comían, Jesús tomó un pan, y después de decir una bendición, lo partió y, dándoselo a los discípulos, él dijo: ‘Tengan, coman. Esto significa mi cuerpo.’ También tomó una copa y, habiendo dado gracias, se la dió a ellos, diciendo: ‘Tomen de ella, todos ustedes; porque esto significa mi “sangre del pacto” que ha de ser derramada a favor de muchos para el perdón de pecados. Pero yo les digo, que de aquí en adelante yo de ninguna manera beberé de este producto de la vid hasta aquel día cuando lo tome de nuevo con ustedes en el reino de mi Padre.’ Por fin, después de cantar alabanzas, ellos salieron al monte de los Olivos.”—NM; véase también la traducción de Móffatt.
8. ¿Qué escribe Juan tocante a la identificación por Jesús de su traicionero?
8 El informe de Marcos concuerda con el de Mateo citado arriba. Así es que tenemos dos escritores como testigos. El apóstol Juan estuvo presente en ese primer Memorial y él nos cuenta más detalles acerca de la identificación del traicionero después que Jesús dijo: “En verdad les digo, Uno de ustedes me traicionará.” De modo que Juan 13:22-30 añade: “Los discípulos empezaron a mirarse los unos a los otros, sin saber de quién hablaba. Estaba reclinándose ante el seno de Jesús uno de sus discípulos, y Jesús le amaba. Por lo tanto Simón Pedro le hizo señal a éste y le dijo: ‘Di de quién está hablando.’ De modo que éste se inclinó en el pecho de Jesús y le dijo: ‘Maestro, ¿quién es? Por tanto Jesús contestó: ‘Es aquel a quien yo daré el bocado que voy a mojar.’ Por eso, habiendo mojado el bocado, lo tomó y se lo dió a Judas, el hijo de Simón Iscariote. Y después del bocado entonces Satanás entró en éste. Jesús, por lo tanto, le dijo: ‘Lo que estás haciendo hazlo más pronto.’ No obstante, ninguno de los que estaban reclinándose a la mesa sabía con qué propósito le había dicho esto. De hecho, algunos, debido a que Judas llevaba la caja del dinero, se imaginaban que Jesús le estaba diciendo: ‘Compra las cosas que necesitamos para la fiesta,’ o que él diera algo a los pobres. Por esto, después que él recibió el bocado, salió inmediatamente. Y era de noche.”—NM.
9. ¿Celebró entonces Judas el Memorial? ¿Qué cosa manifiesta en cuanto a si lo hizo?
9 Así es que de acuerdo con estos tres testigos tenemos establecido que Judas abandonó la congregación antes de que Jesús introdujera el Memorial a los otros apóstoles, los once fieles. El pan que Jesús les sirvió en ese Memorial no fué mojado en la salsa pascual antes que él se lo diera. Tampoco después de establecer el Memorial volvió Jesús a comer la pascua y a mojar bocados de pan. De modo que Jesús sirvió a Judas con el pan mojado y lo despidió antes del nuevo Memorial. Judas nada más celebró la pascua con Jesús y sus fieles apóstoles, igual como hicieron los sacerdotes y capitanes del templo con quienes Judas había negociado para traicionar a Jesús. Judas no fué excluído de la pascua así como tampoco fueron excluídos los otros; nada más que todos ellos celebraron esa pascua con condenación para sí mismos. Jesús permitió que Judas estuviera allí para la pascua para que así la profecía llegara a su cumplimiento cabal; como dijo Jesús: “Pero el resultado es que la escritura se cumple, ‘El que comía mi pan ha levantado su talón contra mí.’” (Juan 13:18, NM) Sigue que Jesús estableció el Memorial con los once apóstoles leales, y de esta manera él indicó quiénes debían celebrarlo de allí en adelante.
10. ¿Por qué, aunque no estaban engendrados del espíritu, pudieron participar los apóstoles?
10 No, esos once hombres todavía no habían sido engendrados y ungidos por el espíritu de Dios, “porque todavía no había espíritu, por cuanto Jesús todavía no había sido glorificado.” (Juan 7:39, NM) El espíritu vino por primera vez el día de Pentecostés diez días después que Jesús hubo ascendido a la gloria celestial a la diestra de su Padre. Pero Jesús había dicho a esos apóstoles: “En la recreación, cuando el Hijo del hombre se siente sobre su trono glorioso, ustedes que me han seguido también se sentarán sobre doce tronos, juzgando a las doce tribus de Israel.” (Mat. 19:28, NM) Él también se había referido a ellos como miembros de su manada pequeña, diciendo: “No tema, manada pequeña, porque su Padre ha aprobado darles el reino.” (Luc. 12:32, NM) A los apóstoles Santiago y Juan él también había dicho: “La copa que yo estoy bebiendo ustedes beberán, y en el bautismo con que estoy siendo bautizado ustedes serán bautizados.” (Mar. 10:39, NM) E inmediatamente después de establecer el Memorial Jesús confirmó que ellos estaban en línea para el reino celestial, cuando dijo: “Ustedes son los que han permanecido conmigo en mis pruebas; y yo hago un pacto con ustedes, así como mi Padre ha hecho un pacto conmigo, para un reino, para que coman y beban a mi mesa en mi reino, y se sienten en tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.” (Luc. 22:28-30, NM) En su oración concluyente Jesús oró a su Padre celestial pidiendo que ellos estuvieran con él en su reino.—Juan 17:24.
11. Entonces, ¿de qué manera no podrán cumplir los requisitos las otras ovejas como pudieron hacerlo los apóstoles más tarde?
11 Por esto, el hecho de que los once apóstoles todavía no habían sido engendrados por el espíritu no se puede usar como un argumento para apoyar la pretensión de que los creyentes que no son engendrados del espíritu pueden participar de los emblemas del Memorial. Cincuenta y un días después el espíritu santo fué derramado sobre los apóstoles y ellos fueron engendrados como hijos espirituales de Dios. Después de eso ellos sí celebraron el Memorial como hijos espirituales de Dios. Pero los que forman la grande muchedumbre de otras ovejas no están en línea para el reino celestial y nunca serán engendrados por el espíritu de Dios para ser resucitados a la vida espiritual. De modo que ellos nunca llegan a ser los israelitas espirituales a quienes el apóstol Pedro escribió. “Viniendo a [Cristo] como a una piedra viva, desechada, es verdad, por los hombres, pero escogida, preciosa, para con Dios, ustedes mismos también como piedras vivas están siendo edificados en casa espiritual para servir el propósito de un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptos a Dios mediante Jesucristo. . . . ustedes son ‘una raza escogida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo para posesión especial, para que declaren en público las excelencias’ de aquel que los llamó fuera de la oscuridad a su luz maravillosa.”—1 Ped. 2:4-9, NM.
NO ES ANTITIPO DE LA PASCUA
12. ¿Qué argumento se ofrece para que las otras ovejas participen de él?
12 Alguien dirá: “El resto y las otras ovejas ahora son ‘una sola manada, un solo pastor’. Las otras ovejas están dedicadas a Dios igual que el resto. Esta dedicación de uno mismo a Dios se simbolizó por la ceremonia judía de la circuncisión, ¿no es así? Y a los extranjeros que moraban con los israelitas ¿no se les permitía participar de la pascua, si es que se dejaban circuncidar? Entonces ¿por qué no deben participar juntos el resto y las otras ovejas o la clase del extranjero en aprecio común del sacrificio rescatador de Jesús? ¿No eran estos extranjeros circuncidados los que formaban la multitud mixta que marchó fuera de Egipto con los israelitas, y no son ellos un cuadro de la ‘grande muchedumbre’ de otras ovejas de hoy día? Por eso ¿por qué no participan todos del Memorial?”—Éxo. 12:48, 49, 38; Núm. 11:4.
13, 14. ¿Por qué no constituye esto un argumento verdadero para que ellos participen?
13 Contestamos, Estas cosas serán verdad, pero el participar en la pascua judía no constituye razón para participar de la cena del Señor. ¿Por qué no? Porque la pascua no es un tipo de la cena del Señor.
14 En la pascua los judíos naturales y los extranjeros circuncidados que moraban entre ellos comieron de un cordero asado con pan ázimo y con hierbas amargas. Antes de la cena, la sangre del cordero pascual fué salpicada en los postes de las puertas y en los dinteles de las casas israelitas y los celebradores se retiraron dentro de sus casas bajo la sangre para guardar la pascua. (Éxo. 12:1-27) Pero cuando estableció el Memorial Jesús tomó un pan ázimo, lo bendijo, lo partió y lo distribuyó, diciendo: “Esto significa mi cuerpo que se dará a favor de ustedes. Sigan haciendo esto en memoria de mí.” Luego usó vino para representar sangre, pero no les dijo a sus discípulos que salpicaran el vino de la manera que se había salpicado la sangre del cordero en Egipto. Más bien, él les dió el vino en una copa y les dijo que todos lo bebieran, es decir, que bebieran sangre simbólica, diciendo: “Esta copa significa el nuevo pacto por virtud de mi sangre, la cual ha de ser derramada a favor de ustedes.” (Luc. 22:19, 20, NM) Si los celebradores de la pascua hubiesen bebido la sangre del cordero hubiera sido una violación del pacto de Dios con Noé concerniente a la santidad de la sangre. Por esto se hubiera requerido la muerte de los bebedores. Pero Jesús les dijo a sus discípulos que bebieran el símbolo de la sangre, el vino. De manera que en un sentido muy importante no existe correspondencia alguna entre la pascua y el Memorial, y la pascua no tipifica el Memorial. La celebración de la pascua no prefigura la celebración del Memorial cristiano.
15. ¿Cuáles israelitas lo celebraron primeramente, y después cuáles gentiles?
15 Durante las primeras cuatro celebraciones del Memorial (33-36 d. de J.C.) los que participaron eran judíos, prosélitos y samaritanos circuncidados. No eran israelitas cualesquiera los que tenían derecho de participar de la pascua. Eran un resto de judíos que aceptaron a Jesús como el Mesías enviado por Dios y que se habían bautizado. Tres años y medio después que Jesús instituyó el Memorial, el apóstol Pedro fué enviado al hogar del centurión italiano Cornelio. De allí en adelante los gentiles o incircuncisos que no eran judíos se dirigieron a Jehová Dios y aceptaron a Jesús como su Mesías y fueron bautizados en su nombre y admitidos a la mesa Memorial y a sus emblemas. Jehová Dios el Padre los engendró como sus hijos espirituales y los ungió con su espíritu para que predicaran el reino de Dios. (Hech. 10:1 a 11:8; Dan. 9:24-27) Durante los últimos diecinueve siglos desde entonces estos hijos espirituales de Dios, estos ungidos “embajadores por Cristo”, han sido los únicos que han celebrado el verdadero Memorial dignamente.
SIGNIFICADO EMBLEMÁTICO NOS AYUDA A DECIDIR
16, 17. ¿Qué cosa nos ayuda a decidir el significado de los emblemas? ¿Cuáles eran las palabras de Jesús explicando su significado?
16 ¿Qué significan los emblemas que Jesús usó al establecer el Memorial? Esto ha sido un tema de controversia tremenda a través de los siglos. El verdadero significado bíblico en sí mismo nos ayuda a decidir quién puede participar correctamente en armonía con el simbolismo. Habiéndose instituído el Memorial inmediatamente después de comer la pascua, Jesús solamente tenía disponible el pan ázimo. El fermento o la levadura representa el pecado; y pan sin esto es la única clase de emblema que es apropiado en cuanto a pan, para representar algo sin pecado. Entonces ¿qué significa el pan, y también el vino? Usando la traducción de Móffatt, citamos otra vez el informe de Mateo acerca de las palabras de Jesús:
17 “Mientras ellos comían, él tomó un pan y después de la bendición lo partió; entonces se lo dió a los discípulos diciendo, ‘Cojan y coman esto, significa mi cuerpo.’ También tomó una copa, y después de darle gracias a Dios se la dió a ellos diciendo: ‘Beban de ella, todos ustedes; esto significa mi sangre, la sangre del nuevo pacto, derramada por muchos, para conseguir la remisión de sus pecados. Les digo, después de esto yo nunca más beberé este producto de la vid, hasta el día que lo beba de nuevo con ustedes en el Reinado de mi Padre.”—Mat. 26:26-29, Mo.
18. ¿Fueron transubstanciados el pan y el vino? Entonces ¿cómo fueron usados?
18 Por esto vemos que Jesús no dijo que el pan y el vino se habían transubstanciado en su cuerpo y sangre literales; del mismo modo como la copa no se había transformado para ser el nuevo pacto cuando dijo: “Esta copa significa el nuevo pacto ratificado por mi sangre derramada a favor de ustedes.” (Luc. 22:20, Mo) El pan y el vino son nada más emblemas. No experimentan ningún cambio debido a las palabras que se pronuncian sobre ellos, pero mediante dichas palabras se explica que significan otra cosa. ¿Qué? Jesús dijo, “mi cuerpo” y “mi sangre derramada a favor de ustedes”.
19. ¿Cuál es el comentario de Pablo acerca de su significado en l Corintios 10?
19 Para un comentario acerca de estas palabras nos dirigimos a Pablo, donde él dice: “Por lo cual, mis amados, huyan de la idolatría. Yo hablo como a hombres de discernimiento; juzguen ustedes mismos lo que yo digo. La copa de bendición que nosotros bendecimos, ¿no es participar en común de la sangre del Cristo? El pan que partimos, ¿no es participar en común del cuerpo del Cristo? Porque hay un solo pan, nosotros, aunque somos muchos, somos un solo cuerpo, porque todos nosotros estamos participando de ese solo pan.” (1 Cor. 10:14-17, NM) Para hacer una comparación citamos otra versión de estas palabras, la de Móffatt: “Eviten la idolatría, entonces, mis amados. Yo estoy hablando con personas sensatas; pesen mis palabras por sí mismos. La copa de bendición, que nosotros bendecimos, ¿no es eso participar de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es eso participar del cuerpo de Cristo? (porque, aunque somos muchos, somos un solo Pan, un solo Cuerpo, ya que todos participamos del solo Pan).” Con la traducción de Móffatt concuerda la Versión Normal Americana; también Rótherham, Darby, Cuthbert Lattey, el margen de la Traducción del Nuevo Mundo, etc.a
20. Entonces ¿a qué estaba refiriéndose Jesús con sus palabras “mi cuerpo”? ¿Cuáles textos apoyan esto?
20 De este testimonio inspirado es evidente que en el Memorial el Señor Jesús estaba refiriéndose a la “congregación, la cual es su cuerpo”. Es, como dijo Jesús, “mi cuerpo,” porque Dios “sujetó a todas las cosas debajo de sus pies, y le hizo cabeza sobre todas las cosas de la congregación, la cual es su cuerpo, el complemento de aquel que lo llena todo en todo”. (Efe. 1:22, 23, NM) Para dar más explicación el apóstol Pablo escribe en esa misma carta, su primera a los corintios, diciendo: “Porque así como el cuerpo es una sola cosa pero tiene muchos miembros, y todos los miembros de ese cuerpo, aunque son muchos, son un cuerpo, así también es el Cristo. Porque en verdad por un espíritu todos nosotros fuimos bautizados en un cuerpo, seamos judíos o griegos, seamos esclavos o libres, y a todos se nos hizo beber un espíritu. Pero ahora Dios ha colocado a los miembros en el cuerpo, cada uno de ellos, así como él quiso. Si todos ellos fueran un mismo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? . . . la cabeza no puede decir a los pies: ‘No tengo necesidad de ustedes.’ . . . Ahora ustedes son el cuerpo de Cristo, y miembros individualmente. Y Dios ha colocado a los miembros respectivos en la congregación.”—1 Cor. 12:12, 13, 18, 19, 21, 27, 28, NM.
21. Entonces ¿qué significa el participar del pan? ¿A quiénes excluye esto?
21 Por esto cuando un cristiano está verdaderamente dedicado a Dios y come del pan Memorial, él de esa manera confiesa que está ‘participando en común del cuerpo del Cristo’; es un miembro de él. ¿Se ha glorificado o exaltado a sí mismo públicamente para hacerse un miembro del cuerpo espiritual de Cristo? No; pero sí ha cumplido los requisitos de Dios y reconoce que Dios lo “ha colocado” en el cuerpo de Cristo. Esto mismo impide que las “otras ovejas” participen de los emblemas del Memorial, porque no son miembros del cuerpo de Cristo. Ellos no pueden participar y decir: “Porque hay solamente un pan, nosotros, aunque somos muchos, somos solamente un cuerpo”, es decir, “un cuerpo” con los miembros del cuerpo de Cristo.
22. ¿Qué tiene que existir, entonces, entre los participantes del pan? ¿Cómo?
22 El cuerpo de Cristo fué representado por “un solo pan”, y los miembros de ese cuerpo espiritual todos están “participando de ese solo pan”. Por esa razón tiene que haber completa unidad entre ellos, porque “nosotros, aunque somos muchos, somos un solo cuerpo”. (1 Cor. 10:17, NM) Nuestra unidad tiene que existir no sólo entre los unos para con los otros, sino particularmente para con la Cabeza Jesucristo. Él es el Principal. Tenemos que acordarnos de él. Cada uno de nosotros tiene que seguir “teniéndose firmemente de la cabeza, de quien todo el cuerpo, siendo suplido y trabado armoniosamente por medio de sus coyunturas y ligamentos, sigue creciendo con el crecimiento que Dios da”. (Col. 2:19, NM) Era porque estaba arguyendo este asunto vital de la unidad en su primera carta a los corintios que el apóstol súbitamente se refirió en el capítulo diez a la cena del Señor, o al Memorial. Puso delante de ellos como un ejemplo amonestador a los israelitas en el desierto que se apartaron de Jehová Dios a la adoración de ídolos representando demonios, cometiendo así fornicación espiritual y también corporal. En seguida amonestó a sus compañeros cristianos al decirles “huyan de la idolatría”. Como un argumento para que ellos hicieran eso, él les dijo que consideraran lo que tenía que decir acerca de la cena del Señor. La idea fundamental tras de esa comida era la unidad con Cristo.
[Notas]
a Spencer; Verkuyl, Auderson; Torres Amat, D’Al-meida; la Biblia portuguesa brasileña; Elberfelder alemana: Versión Centenaria; Inglés Fundamental; Versión Wéstminster; la Vulgata latina; y la Versión Douay.