Mendigo y hombre rico experimentan un cambio
1. En su sermón ¿qué cambios indicó Jesús para los pobres y los ricos?
EN SU sermón del monte Jesús dijo: “Felices son los que están conscientes de su necesidad espiritual, puesto que el reino de los cielos pertenece a ellos. Felices son los que tienen hambre y sed de justicia, puesto que serán saciados.” En contraste con estas palabras que pronuncian felices a tales personas él dijo: “Pero ay de ustedes ricos, porque están recibiendo cabalmente su consolación. Ay de ustedes que ahora están saciados, porque sufrirán hambre. Ay, ustedes, que se rien ahora, porque se lamentaran y llorarán.” (Mat. 5:3, 6 y Luc. 6:24, 25, NM) Jesús ilustró estos cambios para con los pobres y ricos en su parábola del mendigo Lázaro y el hombre rico. Representó estos cambios como viniendo debido a la muerte.
2. Con la muerte ¿qué les sucedió a Lázaro y al hombre rico? ¿Qué indicó la nueva posición de Lázaro?
2 Jesús dijo: “Ahora en el curso del tiempo el mendigo murió y fué llevado por los ángeles a la posición del seno de Abrahán. También murió el hombre rico y fué enterrado. Y en Hades él levantó sus ojos, existiendo en tormentos, y vió de lejos a Abrahán y a Lázaro en la posición del seno con él.” (Luc. 16:22, 23, NM) La Traducción del Nuevo Mundo, en su nota al pie de la página, dice acerca de esta “posición del seno” que la persona ocupando esta posición está “como cuando se reclina delante de otro sobre el mismo canapé en una comida”. Denota una posición de favor con Abrahán. La muerte puso fin a la condición mendicante en cuanto a Lázaro y lo colocó en un lugar favorecido. Ahora la pregunta es, ¿Cuándo murió, y en qué sentido? Hay hechos que dan la respuesta.
3, 4. ¿Cuándo y como resultado de qué cosa murió la clase de Lázaro?
3 La clase de Lázaro murió cuando se empezó a hablar de las nuevas del Reino a los pobres que fueron despreciados y abandonados por el clero religioso. Ellos eran pecadores que necesitaban arrepentimiento, las rameras, los publicanos, los samaritanos circuncisos, y por fin los gentiles incircuncisos; y éstos aceptaron las nuevas y llegaron a ser seguidores del Mesías, Cristo el Rey. Esto principió en los días de Juan el Bautista, porque él vino predicando en el desierto: “Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado. Yo, por una parte, los bautizo con agua debido a su arrepentimiento; pero el que viene después de mí es más poderoso que yo, cuyas sandalias no, soy digno de quitarle. Aquél los bautizara con espíritu santo y con fuego.” (Mat. 3:1, 2, 11, NM) Como seis meses después que principió Juan, Jesús fué bautizado por él y fué un ungido con el espíritu de Dios para ser el Cristo. Después de cuarenta días de tentación en el desierto él regresó a Juan y empezó a juntar a sus discípulos. Fué particularmente después que arrestaron a Juan el año siguiente que Jesús se retiró a Galilea y empezó a predicar igual que él: “Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado.” En camino a Galilea él hasta predicó a los despreciados samaritanos—Mat. 4:17, NM; Juan 4:1-42.
4 Cuando estaba en la sinagoga del pueblo de su residencia Nazaret, él leyó a la congregación su comisión para predicar del profeta Isaías: “El espíritu de Jehová está sobre mí, porque él me ungió para declarar buenas nuevas a los pobres, me envió para predicar una liberación a los cautivos y un recobro de vista a los ciegos, para despedir a los quebrantados con una exoneración, para predicar el año aceptable de Jehová.” Con eso añadió: “Hoy se cumple esta escritura que acaban de oír.” (Luc. 4:16-21, NM) Algún tiempo más tarde Juan el Bautista que estaba en prisión mandó a pedirle alguna verificación de que verdaderamente era Aquel que había de venir Jesús les dijo a los mensajeros de Juan: “Vayan por su camino e informen a Juan tocante a lo que están oyendo y viendo: Los ciegos están viendo otra vez, y los cojos están andando, los leprosos están siendo limpiados y los sordos están oyendo, y los muertos están siendo levantados, y a los pobres se les está declarando las buenas nuevas.” (Mat. 11:2-5, NM) Ah, sí, se estaba predicando las buenas nuevas a la clase de Lázaro, y eso resultó en la muerte de ella en cuanto a ser una clase mendiga, espiritualmente enferma y hambrienta Ya no iban a la puerta del “hombre rico” para su alimento, sino que estaban congregándose a Jesús el Mesías. Los que estaban conscientes de su necesidad espiritual y que tenían hambre y sed por lo que es recto se estaban saciando y recibiendo consuelo.
5. Entonces ¿hacia qué se estaba esforzando ahora la clase Lázaro? Y ¿delante de quiénes estaban entrando, y por qué?
5 Después que partieron los mensajeros de Juan, Jesús dijo: “Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora el reino de los cielos es la meta hacia la cual se esfuerzan con ardor los hombres, y los que se esfuerzan con ardor se están asiendo de él. Porque todos, los Profetas y la Ley, profetizaron hasta Juan.” (Mat. 11:12, 13, NM) Jesús dijo algo muy parecido precisamente antes de dar su parábola de Lázaro y el hombre rico. Después de exponer la propia justicia de los fariseos que eran amantes del dinero y que estaban escuchando, Jesús dijo: “La Ley y los Profetas fueron hasta Juan. Desde entonces se está predicando el reino de Dios como buenas nuevas, y toda clase de persona se está esforzando con ardor hacia él.” (Luc. 16:16, NM) O, para citar la traducción de Móffatt: “Y cualquiera entra por la fuerza.” ¿Toda clase de persona, o cualquiera? Sí; la clase despreciada de Lázaro, que una vez mendigó del “hombre rico”, estaba esforzándose hacia el reino y asiéndose de él. Debido a este hecho Jesús por fin les dijo a los principales sacerdotes y a los ancianos religiosos: “Verdaderamente yo les digo que los recaudadores de impuestos y las rameras van delante de ustedes al reino de Dios. Porque Juan vino a ustedes en el camino de la justicia, pero ustedes no le creyeron. No obstante, los recaudadores de impuestos y las rameras le creyeron, y ustedes, aunque vieron esto, no sintieron después pesar para creer en él.” (Mat. 21:23, 31, 32, NM) De manera que la clase de Lázaro murió para con esos guías religiosos y fué conducida a la fuente apropiada de alimento, consuelo y alivio.
MUERTOS EN CUANTO A LA LEY, PERO NO ENTERRADOS
6, 7. Entonces ¿qué provisión divina había de cumplirse ahora minuciosamente? ¿Por quién y cómo?
6 Ahora se predicaba el reino de Dios y cualquiera o toda clase de persona se esforzaba por entrar, especialmente después que el apóstol Pedro fué autorizado para usar las “llaves del reino”. Hasta la clase de Lázaro se esforzaba hacia él. De modo que era tiempo para que la ley de Moisés fuera cumplida hasta la última partícula de una letra. Por eso Jesús siguió diciendo: “En verdad, es más fácil que el cielo y la tierra se pasen que deje de cumplirse una partícula de una letra de la Ley. Todo aquel [cualquiera, Mo] que se divorcia de su esposa y se casa con otra comete adulterio, y el que se casa con una mujer divorciada de un esposo comete adulterio.” (Luc. 16:17, 18, NM) Como hijo de una judía, Jesús vino a estar bajo la ley de Moisés. Pero como judío perfecto él no vino a destruir esa Ley procedente de Dios; él vino a cumplirla. Tuvo que probar que él era la Simiente de Abrahán que se predijo por primera vez en los escritos de Moisés. Como dicha Simiente él tenía que ser sacrificado sobre el altar de Dios, de la misma manera en que Isaac el hijo amado de Abrahán fué ofrecido sobre el altar por mandato de Dios, resultando esto en la promesa jurada de Dios, “Serán bendecidas en tu simiente todas las naciones de la tierra.”—Gén. 22:1-18.
7 Según se prescribió por la ley de Moisés, Jesús tenía que cumplirla por medio de ser sacrificado como el verdadero cordero pascual, “el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.” Sí, él tenía que ser ofrecido en sacrificio como aquellos animales que se degollaron en el monte Sinaí, cuya sangre Moisés como medianero salpicó sobre el libro de la Ley y sobre la gente para así validar el pacto de la Ley entre Dios e Israel. Pero la sangre de Jesús valida un nuevo pacto entre Dios y el Israel espiritual, mediante el cual Dios realmente perdona los pecados más allá de la memoria. Para cumplir los muchos cuadros proféticos en la Ley, Jesús también tenía que ser ofrecido como el novillo y el macho cabrío de Jehová del día de la expiación, cuando el sumo sacerdote llevaba la sangre de estos sacrificios dentro del lugar santísimo y la salpicaba delante del propiciatorio. Solamente que Jesús tenía que ser levantado de entre los muertos y ascender como Sumo Sacerdote al cielo mismo y aparecer en la presencia santísima de Dios para ofrecer allí la sangre o el valor de su vida humana sacrificada a favor de los creyentes sobre la tierra. Por estos medios los seguidores de él sobre la tierra podían alcanzar la verdadera justicia de parte de Dios. Al cumplir éstos y otros detalles de la ley mosaica Jesús cumplió el propósito de la Ley. De manera que fué quitada del camino y fué clavada a la estaca de tormento sobre la cual él murió.—Éxo. 12:1-13; Juan 1:29; Éxo. 24:3-8; Lev. 16:1-19; Heb. 9:11-28; 13:10-13; Rom. 10:4; Col. 2:14.
8. ¿Qué dijo allí Jesús con respecto al divorcio, y por qué?
8 Porque la Ley de Moisés se estaba cumpliendo entonces para ser removida de los que creían en él, Jesús declaró que después de eso ya no aplicaría a sus seguidores la provisión en la Ley tocante al divorcio, la cual permitía al hombre tener más de una esposa viviente. (Deu. 24:1-4) El pacto de la Ley mediante Moisés estaba pasando y el nuevo pacto mediante el Medianero Mayor, Jesucristo, lo estaba reemplazando. Bajo éste si un cristiano conseguía un divorcio de su compañero matrimonial por cualquier causa aparte de infidelidad sexual, y si cualquiera de éstos se volvía a casarse sería culpable de adulterio. La norma cristiana para el matrimonio bajo el nuevo pacto sería aquella que fué establecida por Dios en el jardín del Edén con Adán y Eva. El hombre recibió sólo una esposa viviente con el propósito de criar hijos para llenar la tierra y sojuzgarla a un estado paradisíaco. (Mat. 19:3-9; Gén. 1:28; 2:21-24) Dios no hizo provisión para el divorcio de la pareja perfecta. Asimismo el cristiano casado tiene que ser consorte de solamente un compañero viviente y debe ser leal para con ése. Esta declaración de Jesús respecto a la situación matrimonial ha de haber irritado a los fariseos que seguían las enseñanzas talmúdicas tocantes al matrimonio y que estaban escuchando.
9. ¿Cómo dijo Pablo que la clase Lázaro fué desligada de la ley mosaica, y con qué fin?
9 Manifestando que los miembros judíos de la clase de Lázaro habían muerto en cuanto a la condición mendicante en que anteriormente estaban bajo el pacto de la Ley, el apóstol Pablo se dirige a algunos de ellos, diciendo: “¿Podrá ser que ustedes no conocen, hermanos, (porque hablo a los que conocen ley,) que la Ley es señor sobre el hombre entre tanto que él vive? Por ejemplo, la mujer casada está sujeta por la ley a su esposo mientras que él vive; pero si su esposo muere, ella está desligada de la ley de su esposo. Así, pues, mientras que su esposo está vivo, ella sería considerada adúltera si llegara a ser de otro hombre. Pero si muere su esposo, ella está libre de su ley, de modo que no es adúltera si viene a ser de otro hombre. Entonces, mis hermanos, ustedes también fueron muertos con respecto a la Ley por medio del cuerpo del Cristo, para que pudieran llegar a ser de otro, de aquel que fué levantado de entre los muertos, para que produzcamos fruto para Dios. Porque cuando estábamos de acuerdo con la carne, las pasiones pecaminosas que fueron excitadas por la Ley estaban obrando en nuestros miembros para que produjéramos fruto para muerte. Pero ahora hemos sido desligados de la Ley, porque hemos muerto con respecto a aquello mediante lo cual se nos estaba sujetando firmemente, para que pudiésemos ser esclavos en un nuevo sentido por el espíritu, y no en el viejo sentido por el código escrito.”—Rom. 7:1-6, NM.
10. Entonces ¿de quiénes ya no dependía la clase Lázaro para su alimento? ¿Por qué?
10 De modo que la clase de Lázaro había muerto con respecto a la ley mosaica y ya no estaba sujeta a la clase del “hombre rico” ni dependía de la clase clerical judía para cosa alguna. Ellos habían ‘muerto junto con Cristo en cuanto a las cosas elementales del mundo’ que la clase del “hombre rico” enseñaba. Su vida ahora estaba “escondida con el Cristo en unión con Dios”. Ellos ya no mendigaban del “hombre rico”. No, ellos seguían el mandamiento de Jesús, “Cuídense de la levadura de los fariseos, que es hipocresía,” y se apartaban de ellos—Col. 2:20; 3:3 y Luc. 12:1, NM.
11. ¿En dónde coloca el relato de Jesús u Lázaro después de su muerte? ¿Cómo prueba esto que es una parábola?
11 Pero ¿notó usted un punto interesante? ¿Qué? Pues, aunque murió Lázaro, la parábola no dice que el mendigo fué enterrado y colocado en Hades, como sucedió con el hombre rico En vez de ser enterrado e ir a Hades, el mendigo fue “llevado por los ángeles a la posición del seno de Abrahán” De modo que la clase de Lázaro no se representa como una clase muerta, muerta “en sus transgresiones y pecados”, sino como estando muy viva, “viva para con Dios” (Efe. 2:1; Gál. 2:19, NM) Todos estos detalles del relato de Jesús aquí prueban que no se habla de un judío u “hombre rico” literal ni de un mendigo literal en Israel que se llamaba Lázaro ¿Por qué debía llevarse a un judío literal llamado Lázaro al seno de Abrahán al morirse, simplemente porque era un mendigo cubierto de úlceras y lo lamían los perros? Además, se había enterrado al Abrahán literal dieciocho siglos antes de eso y su seno ya se había deshecho en la sepultura, en la cueva de Macpela, cerca de Hebrón. Él no estaba reclinándose en un banquete y capaz de entretener a Lázaro. (Gén. 25:8-10) Isaac, el hijo de Abrahán, fué enterrado con él cuando murió. (Gén. 35:27-29) El nieto de Abrahán, que recibió el sobrenombre de Israel, también fué enterrado con él cuando murió. (Gén. 49:29 a 50:13) Cuando estaba hablando de su muerte, Jacob dijo: “¡Descenderé a Sheol [al infierno, Dy] a mi hijo lamentándome!” (Gén. 37:35; 42:38, AN) Siendo que Jacob fué agregado a su pueblo cuando murió y fué enterrado con sus padres, y por esto fué a Sheol o al infierno, Abrahán también ha de estar en Sheol o en el infierno, es decir, en la sepultura común de la humanidad, o sea, en el Hades.
12. ¿En dónde dicen los religiosos que estaba Abrahán entonces? Esto hace que surjan ¿qué preguntas tocante al transporte al infierno?
12 Los clérigos religiosos de la cristiandad enseñan que Abrahán está en el infierno que se enseña por sus credos. Ese infierno está en dos partes, en el centro de la tierra: una parte se llama el paraíso o limbo, a donde fueron las almas de los justos que murieron antes del sacrificio de Cristo; la otra parte es llamada Gehena, con llamas literales de tormento, en donde está el hombre rico. Así que el estar en el seno de Abrahán significa estar en un paraíso subterráneo. Si eso es verdad y si ése es el lugar a donde fué el mendigo literal llamado Lázaro, ¿cómo es que los ángeles lo llevaron allí? ¿Llevan los ángeles a mendigos muertos al centro de la tierra al seno de Abrahán? ¿Quiénes, pues, llevaron al hombre rico a las llamas de tormento—los demonios? Las Escrituras dicen que Jesús fué al infierno, pero que salió otra vez debido al poder resucitador de Dios. (Sal. 16:10, VA; Hech. 2:27, 31, 32, Va) La Revelación o el Apocalipsis nos dice: “Y el infierno y la muerte fueron lanzados en el lago de fuego. Esta es la muerte segunda.” (Apo. 20:14, Va) De modo que Jesús salió del infierno a buen tiempo, para no ser lanzado junto con él al lago de fuego. Si, pues, el infierno está en el centro de la tierra, como pretenden los religiosos, entonces ¿qué sucede a la tierra cuando el infierno es lanzado al lago de fuego?
13. ¿Por qué no conviene decir que el seno de Abrahán fué transferido del infierno al cielo?
13 Ahora mire usted, alguien dirá, el paraíso o el seno de Abrahán ha sido transferido del infierno al cielo desde la muerte, resurrección y ascensión de Jesús al cielo. Pero ¿cómo puede ser eso? El día de Pentecostés, diez días DESPUÉS de la ascensión de Jesús, el inspirado apóstol Pedro dijo: “David no ascendió a los cielos.” Entonces tampoco lo hizo Abrahán ni ningún otro que estuviera en su seno. (Hech. 2:1, 29, 34, NM) Además, Jesús contó su parábola del hombre rico y Lázaro por lo menos unas semanas antes de morir en la estaca de tormento en el Calvario. De manera que Jesús todavía no había ascendido al cielo y el paraíso no podía haberse transferido del infierno al cielo al tiempo que él habló. Y con todo Jesús dijo que los ángeles llevaron el Lázaro muerte al seno de Abrahán.
14. ¿Por qué, pues, no está el Abrahán de la parábola en ningún infierno?
14 De manera que debido a todos los absurdos en que cae el religioso al argüir que el relato de Jesús es literal, es muy aparente que él contó una parábola. Y esto se manifestará más y más al contemplar nosotros los demás absurdos y contradicciones que resultan de una interpretación literal. Sigue, por lo tanto, que el Abrahán a cuyo seno fué llevado Lázaro por los ángeles es simbólico, así como también lo son Lázaro y el hombre rico. Este Abrahán simbólico no está en el infierno. ¿Por qué no? Porque Abrahán en la parábola representa a Jehová Dios mismo. Cuando el fiel Abrahán, “el amigo de Dios,” ofrendó a su único hijo Isaac en el monte Moría, él fué un cuadro profético de Jehová Dios ofrendando a su Hijo unigénito Jesucristo. El apóstol Pablo escribió a sus compañeros cristianos para decirles: “Los que se adhieren a la fe, éstos son hijos de Abrahán . . . Todos ustedes, en realidad, son hijos de Dios por medio de su fe en Cristo Jesús. Además, si ustedes pertenecen a Cristo, son realmente la simiente de Abrahán, herederos con respecto a una promesa.” Esto prueba que Abrahán representó a Jehová Dios, que verdaderamente es Aquel en quien todas las familias de la tierra serán bendecidas. Como prueba adicional, el apóstol le dice a la clase de Lázaro: “Ahora nosotros, hermanos, somos hijos pertenecientes a la promesa igual como lo fué Isaac”; e Isaac fué hijo de Abrahán—Gál. 3:7, 8, 26, 29; 4:28, NM.
EN EL FAVOR DE LA TEOCRACIA
15. ¿Qué, pues, significa el ser llevado al seno de Abrahán? ¿Por qué era apropiado el nombre del mendigo?
15 El recostarse en el seno de una persona en un banquete quiso decir ocupar un lugar de favor amoroso con dicha persona. Por ejemplo, concerniente a Jesús leemos: “Ningún hombre jamás ha visto a Dios; el dios unigénito que está en la posición del seno para con el Padre es quien lo ha explicado a él.” (Juan 1:18, NM) El apóstol Juan ocupó semejante lugar favorecido en la última pascua, porque leemos: “Estaba reclinándose ante el seno de Jesús uno de sus discípulos, y Jesús le amaba. De modo que éste se inclinó en el pecho de Jesús y le dijo: ‘Maestro, ¿quién es?’” (Juan 13:23, 25, NM) El ser llevado por los ángeles al seno de Abrahán significa, por lo tanto, ser transferido de la condición mendicante y despreciada de Lázaro en la puerta del hombre rico al favor amoroso del Abrahán Mayor, Jehová Dios. Significa ser adoptado por él como un hijo de Dios para estar asociado con la Simiente prometida de Abrahán, Jesucristo. Significa tener compañerismo estrecho con Jehová y su Hijo y banquetear con ellos en la “mesa de Jehová”. Así como está escrito: “Esta comunión de nosotros es con el Padre y con su Hijo Jesucristo . . . si estamos andando en la luz así como él mismo está en la luz tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Jesús su Hijo nos limpia de todo pecado.” (1 Cor. 10:21 y 1 Juan 1:3, 7, NM) ¡Cuán apropiado, pues, es el nombre del mendigo Lázaro! Significa “Dios es ayudador”.
16. ¿A quiénes representaron los ángeles que lo llevaron allí? ¿Por qué?
16 Vemos, pues, que, en el principio, el mendigo Lázaro representó al resto de los judíos naturales que ejerció fe en Dios, aceptando el mensaje de su siervo Juan el Bautista y de su Hijo Jesucristo. Recuerden como Jesús dijo del despreciado recaudador principal de impuestos Zaqueo después de su conversión: “Este día ha venido la salvación a esta casa, porque éste también es un hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre vino a buscar y salvar lo que estaba perdido.” (Luc. 19:9, 10, NM) Juan y Jesús eran como ángeles, o mensajeros, para conducir al resto judío a esta posición de favor abrahámico. Marcos 1:2 dice con respecto a Juan: “Aquí estoy, enviando a mi mensajero [o, ángel] delante de ti, para preparar tu camino.” (NM; margen) Jesús confirmó la aplicación de esa profecía a Juan, en Mateo 11:10, 11. Y refiriéndose a Jesucristo mismo, la profecía en Malaquías 3:1 dijo: “Y repentinamente vendrá a su Templo el Señor a quien buscáis; es decir, el Ángel del Pacto, en quien os deleitéis; he aquí que vendrá, dice Jehová de los Ejércitos.”
17. ¿A quiénes vino a incluir la clase Lázaro? ¿Cómo?
17 Pero Jesús principió la predicación a los samaritanos, también, y él predijo que el evangelio del Reino se extendería a los samaritanos y por fin a los gentiles. (Hech. 1:8) De manera que la clase de Lázaro llegó a incluir a los samaritanos creyentes y a los gentiles creyentes, empezando con el centurión italiano Cornelio. De modo que éstos también fueron transferidos de un estado pobre y mendicante en este mundo al seno de favor divino. Por eso leemos: “Ahora la Escritura, viendo de antemano que Dios declararía a la gente de las naciones justa por causa de la fe, declaró las buenas nuevas con anterioridad a Abrahán, a saber: ‘Por medio de ti todas las naciones serán bendecidas.’ En consecuencia, los que se adhieren a la fe están recibiendo bendiciones junto con el fiel Abrahán.”—Gál. 3:8, 9, NM.
18. ¿Qué dijo Jesús después que expresó su fe en un centurión?
18 En el segundo año del ministerio público de Jesús un centurión u oficial del ejército, no sabemos sifué Cornelio o no, manifestó fe excepcional en el poder curativo de Jesús. Esto fué una muestra de la fe que había de encontrarse entre los despreciados “perros” gentiles, según eran llamados por los judíos que a sí mismos se consideraban justos; de modo que Jesús predijo que se conduciría a esta pobre gente de las naciones gentiles, gente hambrienta y enferma con pecado, a la “posición del seno de Abrahán”. Con asombro Jesús dijo: “Les digo la verdad, Con nadie en Israel he hallado tan grande fe. Pero yo les digo que muchos de las partes del oriente y del occidente vendrán y se reclinarán en la mesa con Abrahán e Isaac y Jacob en el reino de los cielos; entre tanto que los hijos del reino serán echados a la obscuridad de afuera.”—Mat. 8:5-12, NM.
19-21. (a) Aquí, ¿a quién representa Abrahán, a quién Isaac, y a quién Jacob, y por qué? (b) Entonces ¿a quién representan los tres juntos?
19 Esto no quiso decir que Abrahán, Isaac y Jacob de la antigüedad estaban reclinándose en ese entonces a la mesa en el reino de los cielos; porque esos tres hombres no fueron profetas mayores que Juan el Bautista, y Jesús dijo, “La persona que sea menor en el reino de los cielos es mayor que él.” (Mat. 11:11, NM) En las palabras de Jesús, Abrahán representa al Mayor en quien todas las familias de la tierra serán bendecidas, Jehová Dios el Padre Mayor. Entonces Isaac, el único hijo de Abrahán por su esposa Sara, representa al Hijo unigénito de Dios, Jesucristo, a quien Dios ungió para ser el Rey de los reyes.
20 Jacob recibió vida de Abrahán por medio de Isaac y por eso fué el nieto de Abrahán. De igual manera, la congregación cristiana recibe vida de Dios por medio de Jesucristo. “El Cristo también amó a la congregación y se entregó por causa de ella.” “El Cristo también es cabeza de la congregación, él siendo salvador de este cuerpo.” (Efe. 5:23, 25, NM) “Aquél entregó su alma por nosotros.” (1 Juan 3:16, NM) La perfecta vida humana que Jesús entregó se acredita a favor de los miembros de la congregación al tiempo que Dios los declara justos. En ese sentido Jesús llega a ser el padre de ellos, así como Isaac fué padre de Jacob, y de la misma manera que Jesús llegará a ser el “Padre eterno” de la humanidad creyente y obediente en el nuevo mundo. (Isa. 9:6, Va) Pero esa vida humana que se imputa a favor de su congregación es sacrificada en imitación de Jesucristo y en vindicación de la supremacía y el nombre de Dios. De modo que Jehová Dios el Abrahán Mayor los engendra por su espíritu dador de vida. Llegan a ser sus hijos espirituales, miembros adoptivos de la Simiente de Abrahán, miembros del cuerpo de Cristo. Por eso en este trío de Abrahán, Isaac y Jacob en el reino la congregación cristiana es bien representada por el último de ellos, Jacob, y es formada por los que son coherederos con Jesucristo en el Reino. Principia con un resto o núcleo judío y los creyentes gentiles se añaden más tarde.
21 En ese sentido Abrahán, Isaac y Jacob representan el arreglo del reino de Dios, La Teocracia.
22. Entonces, ¿qué quiso decir Jesús al decir que muchos vendrían del oriente y del occidente para reclinarse con esos tres en el Reino?
22 Por eso cuando Jesús se asombró de la fe del centurión gentil y predijo que mucha gente de las naciones no judías vendría del oriente y del occidente para reclinarse con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino celestial, él quiso decir que muchos gentiles ejercerían fe cuando el evangelio del Reino se predicara a todas las naciones. Debido a su fe en el mensaje de Dios acerca de su Cristo ellos serían transferidos de una condición empobrecida por estar alejados de Dios y hambrientos espiritualmente, y serían traídos como Lázaro al seno de Abrahán. Es decir, serían recibidos en el favor de Jehová Dios y tomados a su corazón y adoptados como sus hijos y herederos del Reino con Jesucristo, la Simiente de Abrahán. Ellos entrarían al favor de La Teocracia donde estaba el resto judío, y banquetearían a la “mesa de Jehová” participando de las riquezas espirituales de verdades bíblicas y de servicio sagrado como sus testigos gusto ha estado en progreso durante los diecinueve siglos pasados, y ha llegado a su punto culminante en nuestro día.
23. ¿Qué es menester dejar para el próximo número de nuestra revista?
23 Pero quedan todavía otras partes interesantes e importantes de la parábola del hombre rico y Lázaro que deben considerarse para completar nuestro entendimiento del asunto, especialmente con relación a nuestro día. Por falta de espacio en este número, es menester dejar que los artículos en el siguiente número de La Atalaya nos expliquen esto para nuestro placer y provecho mutuos.