Poder y presencia de nuestro Señor Jesucristo
1. ¿Cuáles grandes verdades recordarían después estos tres testigos al reflexionar acerca de la transfiguración?
ESTOS tres discípulos, Pedro, Santiago y Juan, estaban bien informados tocante a las Escrituras, no sólo teniendo conocimiento de las profecías sino teniendo un corazón que estaba en armonía con el gran Dios de los cielos, y ellos habían aprendido mucho por mediación de Jesús. Por eso cuando vieron su transfiguración ésta no fué como un cuadro pasajero. Habían subido a un monte alto y estaban cansados y con sueño. Sin embargo, despertaron completamente y contemplaron esa escena maravillosa y también oyeron algo de la conversación. ¡Cuán a menudo volverían a captar mentalmente estos tres hombres ese resplandor de gloria, ese brillo que nunca podría ser olvidado, y contemplar su significado, uniendo profecía con profecía, promesa con promesa, y, coronándolo todo, la voz de Dios! En Moisés vieron representada la ley, el pacto, la organización teocrática, el Reino, la liberación de la nación y el ser trasladados a salvo a la Tierra Prometida. Para ellos, Moisés significaba esto y mucho más. En Elías verían al fiel defensor de la adoración pura y verdadera, un odiador verdadero de la adoración falsa, un defensor del servicio de Jehová, un censurador de reyes, destructor de sacerdotes falsos, restaurador de muertos a vida y uno quitado del servicio terrestre sin la determinación de hombres. Luego vieron al Hijo de Dios en gloria, y tal gloria ellos sabían que pertenecía al Cristo de Dios. Seguramente la visión, pues eso era, representó en miniatura casi a manera de cuadro al vivo, aunque no sin vida, al Hijo del hombre en gloria, con su poder del Reino. ¡De qué mejor modo o forma podrían haberlo visto, ya que esa visión lo abarcó todo!
2. ¿Es esclarecedora la conversación del trío en la visión? ¿Por qué?
2 Allí tenían también la conversación entre Moisés, Elías y Jesús. Y ¿de qué estuvieron hablando? Probablemente de muchas cosas no registradas, pero sí sabemos que discutían la partida de Jesús en Jerusalén. (Luc. 9:31, NW) Por lo tanto nos interesa saber lo que estaba implicado en ella. Es necesario que recordemos que sólo una semana antes Jesús abiertamente había dicho a sus discípulos: “El Hijo del hombre tiene que pasar por muchos sufrimientos y ser rechazado por los ancianos de influencia y los principales sacerdotes y escribas y ser muerto y al tercer día ser levantado.” (Luc. 9:22, NW) El uso de la palabra “partida” es muy esclarecedor, y sumamente importante. En la versión de Nácar-Colunga se usa la palabra “muerte”, que no transmite la idea completa. Cuando la palabra “muerte” se usa, sólo pensamos en dejar de existir; pero partida transmite la idea de salir, de ir a alguna parte. La palabra griega de la cual se traducen las palabras “partida” y “muerte” en este texto es éxodos. Cuando pensamos en éxodo se abarca más que “muerte”.
3. ¿Cómo tuvo Moisés una partida? y ¿estuvieron incluídos otros?
3 Moisés y la nación teocrática típica experimentaron un éxodo y éste se obtuvo sobre la base de la promesa de Jehová, la muerte de los primogénitos de Egipto, el cordero muerto y la sangre rociada. La muerte estuvo envuelta en el primogénito de Egipto y en el cordero degollado que tomó el lugar de Moisés. Esa fué la muerte de ellos, pero también la partida de Moisés, quien prefiguró a Cristo. La liberación no vino sólo a Moisés sino a por lo menos otros dos millones de personas. Fué su salida, su marcha, un éxodo, una partida. El libro hebreo del Éxodo nos da un relato de las primeras etapas en el cumplimiento de la promesa que Jehová hizo a los fieles de antes del día de Moisés con referencia al desarrollo de Israel, realmente desde una familia hasta una nación. Su éxodo fué el logro de la liberación, tiempo durante el cual no tuvieron ciudad permanente sino que estuvieron en marcha del mundo de Satanás a su herencia. Jehová llamó a su pueblo de Egipto y finalmente lo constituyó un reino.
4. ¿De qué modo tuvo Elías una partida, y está él vivo en los cielos?
4 Elías tuvo un éxodo, aunque su partida fué sumamente diferente. El registro declara: “Y aconteció que mientras ellos seguían andando y hablando, he aquí un carro de fuego con caballos de fuego, que los separaron al uno del otro; y subió Elías en un torbellino al cielo. Y Elíseo le vió, y clamó repetidamente: ¡Padre mío! ¡padre mío! ¡carro de Israel y su gente de a caballo!” (2 Rey. 2:11, 12) No debe considerarse que esta partida quiere decir que Elías está en el cielo todavía activo en forma corporal, porque Pablo dice en Hebreos 11:13 (NW): “En fe murieron todos éstos, aunque no recibieron el cumplimiento de las promesas, pero las vieron desde lejos.” El Señor Jesús dijo: “Además, ningún hombre ha subido al cielo sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre.” (Juan 3:13, NW) Jehová arregló la partida de Elías de este modo a fin de representar y prefigurar algo mayor concerniente al Elías que había de venir en el futuro.
5, 6. ¿Esperaba Jesús sólo muerte en Jerusalén? ¿Cómo lo sabemos?
5 El Moisés y el Elías de la visión estaban hablando de la partida de Jesús, no sólo de su muerte, el dejar la obra terrestre al morir y que así terminara, sino de una salida a algo más, a un futuro, sí, a una eternidad delante de él. Él había dicho que sería levantado al tercer día, y en una ocasión declaró: “¿Qué será, por consiguiente, si ustedes contemplan al Hijo del hombre ascendiendo a donde él estaba antes?” (Juan 6:62, NW) Su muerte fué muerte victoriosa y quiso decir salvación para los del mundo que oyeran su voz. La partida de Cristo Jesús significa la liberación de multitudes de presos. Por consiguiente Pablo cita: “Cuando ascendió a lo alto se llevó cautiva a una multitud; dió dádivas en hombres.” (Efe. 4:8, NW) El rey David proféticamente había escrito: “Los carros de Dios son veinte millares de miles sobre miles; el Señor está en medio de ellos; como en Sinaí, así en el Santuario. Subiste a lo alto; llevaste multitud de cautivos; recibiste dones entre los hombres, y entre los rebeldes también; para poder morar Jehová Dios en medio de ellos.” (Sal. 68:17, 18) Aquí note también las palabras del apóstol: “Es de acuerdo con la operación de la potencia de su fuerza [la de Dios], con la cual ha operado en el caso del Cristo cuando lo levantó de entre los muertos y lo sentó a su diestra en los lugares celestiales, muy por encima de todo gobierno y autoridad y potestad y señorío y todo nombre que se nombra.”—Efe. 1:19-21, NW.
6 La partida de Jesucristo quiso decir partir de esta tierra mediante la muerte y luego ser levantado de entre los muertos por su Padre y ser ensalzado a la posición gloriosa en la majestad celestial. Se había hecho la promesa, “Porque no dejarás mi alma entre los muertos, ni permitirás que tu Santo vea corrupción. Me harás conocer el sendero de la vida: en tu presencia está la plenitud de gozo; a tu diestra se hallan delicias eternamente.” (Sal. 16:10, 11) De modo que la partida en el caso de Jesucristo quiso decir mucho más que sólo su muerte.
7. ¿Qué otro detalle de la transfiguración sirvió para confirmar la profecía?
7 Todavía hay más en cuanto a la escena de la transfiguración, porque como corona de este espectáculo de toda gloria se proporciona más confirmación. A medida que la nube se formó y comenzó a cubrirlos protectoramente “se atemorizaron. Y una voz salió de la nube, diciendo: ‘Este es mi Hijo, el que ha sido escogido. Escúchenle.’” (Luc. 9:34, 35, NW) Con razón en años posteriores Pedro escribe: “Él recibió de Dios el Padre honra y gloria cuando palabras tales como éstas le fueron traídas.” (2 Ped. 1:17, NW) Es cuando combinamos todos estos detalles separados en un total que realmente empezamos a apreciar cómo fué que estos tres apóstoles vieron al Hijo del hombre en su gloria, en el Reino con su poder y majestad. Jehová estaba confirmando la palabra que él había hablado por medio de Moisés y los profetas. “Escúchenle” dijo la voz de Jehová. “A él oiréis” se había declarado por medio de Moisés. Luego poco después de la partida de Jesús, Pedro exclama: “A él tienen que escuchar conforme a todas las cosas que les hable. Realmente, cualquier alma que no escuche a ese Profeta será completamente destruída de entre el pueblo.” (Hech. 3:22, 23, NW) En vez de que Moisés estuviera ahora hablando al pueblo de Dios la autoridad fué trasladada a Cristo Jesús. El pacto de la ley estaba terminando y el nuevo pacto comenzando.
8, 9. (a) ¿Cómo manifiesta Pablo su conocimiento y entendimiento de esta visión? (b) ¿Cuán importante es la voz de Jesucristo en este respecto?
8 Parece que las palabras del apóstol Juan en su primer Jn capítulo 1 fueron influídas por la escena de la transfiguración. “Así que la Palabra vino a ser carne y residió entre nosotros, y tuvimos una vista de su gloria, gloria como la que pertenece a un hijo unigénito por parte de un padre.” (Juan 1:14, NW) Quizás muchas de estas cosas de las que habla Juan fueron escritas con la gloriosa visión en mente. Luego hay otra confirmación que manifiesta la importancia de la transfiguración y su representación del Reino y la majestad del Rey. Escuche las palabras de Pablo: “Dios, que hace mucho habló en muchas ocasiones y de muchas maneras a nuestros antepasados por medio de los profetas [Moisés, Elías y otros], al fin de estos días nos ha hablado por medio de un Hijo [‘¡Escúchenle!’], a quien él ha nombrado heredero de todas las cosas [‘¡Este es mi hijo!’], . . . Él es la reflexión de su gloria y la representación exacta de su mismo ser, y él sostiene todas las cosas por la palabra de su poder, y después que él hubo hecho una purificación por nuestros pecados [pasó a la muerte] se sentó a la diestra de la majestad en lugares encumbrados [completó su éxodo o “partida”].”—Heb. 1:1-3, NW.
9 Pablo continúa explicando que, no a cualquiera ha dicho él ‘Tú eres mi Hijo’, sino que cuando él pone de manifiesto a su primogénito lo reconoce y les dice a todos los ángeles que le adoren; y después de estas palabras Pablo cita del Salmo 45 para probar que éste es el ungido y que continuará para siempre. Luego él usa palabras parecidas a las de Pedro: “Por eso es necesario que pongamos más que la acostumbrada atención a las cosas que nosotros escuchamos, para que nunca nos deslicemos. ¿Cómo escaparemos si hemos descuidado una salvación de tal grandeza puesto que empezó a ser hablada por medio de nuestro Señor?” (Heb. 2:1, 3, NW) Así que mucho de lo que Pablo escribió a los hebreos refleja la escena de la transfiguración. Aun el matiz de pensamiento alcanza grandes alturas en armonía con ésta, manifiesta las glorias del nuevo pacto en su expresión verdadera, y demuestra el anochecer del viejo pacto. Pero ¡cuán grandioso es el amanecer del nuevo, y las perspectivas celestiales iluminadas de esta manera! La transfiguración manifiesta la gloria de Moisés y Elías y luego el desvanecimiento de ésta con honor, pero la voz de autoridad sale del cielo reconociendo al Hijo y mandando que es a él a quien ellos tienen que escuchar. Sí, aunque Jehová en tiempos pasados habló por medio de los profetas ahora él hablará por medio de su Hijo. La voz de Jesucristo es como la voz de Jehová Dios para su pueblo. Benditos son sus ojos si ven y sus oídos si oyen, porque estas verdades traerán mucho gozo y consuelo.
SIGNIFICADO PROFÉTICO
10. ¿Prefiguró la transfiguración algo más grandioso, y qué confirma?
10 Aunque esa aparición magnífica fué tan impresionante y significativa para los tres apóstoles y para la iglesia primitiva, y también para los fieles desde entonces, no obstante ése no es el fin, porque significa mucho más para nosotros hoy. ¿Por qué? La respuesta sencilla es que ahora hemos llegado a la presencia real de nuestro Señor Jesucristo y su reino está aquí en su poder. El Rey, Cristo Jesús, no gobernó en su primera venida, y recordemos que la transfiguración sólo fué una visión, aunque con toda seguridad representó cosas más grandiosas por venir. Las Escrituras y los hechos señalan a la segunda aparición de nuestro Señor, tiempo en que él vendrá con la gloria del Padre para gobernar al mundo. Hay una cosa segura, y ésta es que la visión de la transfiguración confirma la palabra profética de Jehová, dándole vida, y por eso nos habla elocuentemente. Pedro dice: “En consecuencia, tenemos la palabra profética hecha más firme, y hacen bien en prestarle atención como a una lámpara que resplandece en un lugar oscuro, hasta que amanezca el día y el lucero del alba se levante, en sus corazones.”—2 Ped. 1:19, NW.
11. ¿Cuándo se realizará la aparición de Cristo? Cite textos para probarlo y mostrar quiénes la verán.
11 Aquí también hay algo futuro, una mirada adelante a un gran evento. Pablo dice: “Porque ¿cuál es nuestra esperanza o gozo o corona de alborozo—¿no lo son en verdad ustedes?—delante de nuestro Señor Jesús en su presencia?” (1 Tes. 2:19, NW) Jesús dijo, “Porque el Hijo del hombre está destinado a venir en la gloria de su Padre con sus ángeles.” (Mat. 16:27, NW) “Y verán al Hijo del hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y grande gloria.” (Mat. 24:30, NW) “Cuando el Hijo del hombre llegue en su gloria y todos los ángeles con él, entonces se sentará sobre su glorioso trono.” (Mat. 25:31, NW) Este tiempo de gloria era futuro y Pablo manifestó que, aunque la promesa de la palabra profética era tener a todos los ángeles sujetos al Hijo, empero por razón específica ese tiempo todavía sería futuro. (Para explicación vea Hebreos 2:8-15, NW) La gloria del Rey Cristo Jesús estaría en plenitud en la segunda aparición, cuyo tiempo es ahora. Jehová Dios de nuevo lo declarará, esta vez a toda la gente, como su Hijo, el Rey del nuevo mundo.
12. ¿De qué manera se ha demostrado el poder de Cristo en estos últimos días? y ¿qué mensaje se dirige al mundo, y por qué?
12 El Rey reina en y desde el cielo, porque la segunda presencia es un hecho consumado. Su autoridad y fuerza quedaron demostradas cuando echó a Satanás y sus demonios de los cielos y quebrantó su poder; también por la liberación de su pueblo de la encarcelación en Babilonia de modo que cientos de miles ahora están regocijándose en su libertad. Por su dirección y poder estos libertados han sido preservados, a pesar de todo el odio concentrado que se ha dirigido contra ellos. La proclamación del establecimiento del Reino está haciéndose más fuerte y se está oyendo en lugares más lejanos cada año, y antes de que la obra sea terminada se conocerá que es la proclamación principal y más importante del mundo. Esta predicación de las buenas nuevas tiene que hacerse antes que venga el fin. Sí, el fin télico, porque cuando se haya acabado de dar el testimonio a las naciones entonces vendrá el más terrible tiempo de dificultad que este mundo jamás habrá conocido, porque Dios herirá la tierra con una maldición. “Antes que tenga efecto el decreto, (el día pasa como la paja arrebatada del viento,) antes que venga sobre vosotros la ardiente indignación de Jehová; . . . Buscad a Jehová, todos los mansos de la tierra, . . . buscad la justicia, buscad la mansedumbre; puede ser que os pongáis a cubierto en el día de la ira de Jehová.”—Sof. 2:2, 3.
13, 14. (a) ¿Cómo se hace la obra de Elías? (b) Explique Hechos 3:19-22 con relación a esto.
13 El mensaje para la población de la tierra implica el exhortar a la gente a que vea claramente los días peligrosos, para que sepa la proximidad del fin completo del viejo sistema. Antes que venga la ira de Jehová los que quieran la salvación deben producir obras que traigan misericordia y perdón. El arrepentimiento es necesario. Recuerde la promesa de Jehová: “He aquí que os voy a enviar a Elías profeta, antes que venga el día grande y tremendo de Jehová.” (Mal. 4:5) La obra de Elías fué la de volver a los habitantes de sus hechos malos al arrepentimiento. Jehová ha manifestado su consideración y misericordia para con la entera población de este mundo mediante el enviar a sus siervos bajo su dirección a dar amonestación de la destrucción inminente. Para que sean salvos para vida los que oigan el mensaje tienen que obedecer los mandatos de Dios según se expresan por medio del Rey, Cristo Jesús.
14 Ahora examinemos brevemente las palabras que Pedro pronunció después del Pentecostés. “Por lo tanto, arrepiéntanse, y vuélvanse para que sean borrados sus pecados, para que vengan tiempos de refrigerio de la persona de Jehová y para que él envíe al Cristo señalado para ustedes, Jesús, a quien el cielo, verdaderamente, debe contener dentro de sí mismo hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas de las cuales Dios habló por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo. De hecho, Moisés dijo: ‘Jehová Dios producirá para ustedes de entre sus hermanos un profeta semejante a mí. A él tienen que escuchar conforme a todas las cosas que les hable.’” (Hech. 3:19-22, NW) Estas palabras tienen que aplicar en el cumplimiento del gran día de restauración, el tiempo del dominio del Reino; así que Pedro se une a Moisés, Elías y Cristo al enseñar el reino de Dios.
15. ¿Con qué propósito viene Cristo en la gloria de Jehová, y cómo sabemos que él está presente?
15 En la gloria de Jehová, Cristo Jesús aparece por la segunda vez para juzgar y gobernar. Está escrito: “¿Quién es este Rey de gloria? ¡Jehová, el fuerte, el valiente! ¡Jehová, el valiente en batallas! . . . ¡Jehová de los Ejércitos, él es el Rey de gloria!” (Sal. 24:8, 10) La gloria de Jehová está sobre Cristo. “Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda la creación.” (Col. 1:15, NW) Las siguientes palabras proféticas están recibiendo cumplimiento ahora: “Mis ojos han visto al Rey, a Jehová de los Ejércitos. . . . ¡Santo, santo, santo es Jehová de los Ejércitos, toda la tierra está llena de su gloria!” (Isa. 6:5, 3) Por fin ha llegado el día para que suceda todo lo que ha sido escrito en las profecías. Se han acercado los días del cumplimiento de toda visión. (Eze. 12:23) Muchas señales y maravillas ya han sucedido y hay más que seguirán, porque el Hijo de Dios y Rey del mundo está presente, y todo lo que fué prefigurado y prometido por medio de Moisés, Elías y para el Mesías ahora sucederá.
16. Como resultado de su poder y presencia ¿cuáles son algunas de las señales y maravillas ahora evidentes?
16 El resto de los ungidos ha sido congregado; centenares de miles de las “otras ovejas” ya han sido recogidas; el viejo mundo ha sido amonestado; nuevos sistemas de cosas están comenzando; el amado Hijo de Dios ha sido entronizado en los cielos; el gobernante del viejo mundo y sus demonios han sido removidos y degradados; la religión falsa ha sido expuesta; la clase del “hombre rico” se halla atormentada. La adoración verdadera ha sido restaurada. El mensaje del Reino está siendo publicado por dondequiera. La unidad ha llegado al pueblo de Jehová. La organización teocrática está ahora restaurada, y muchas otras maravillas han acontecido que son demasiado numerosas para mencionarlas aquí. Y piense en algunas de las cosas maravillosas que todavía se efectuarán: Babilonia la grande será destruída por completo; se pondrá fin a las guerras; toda iniquidad y toda forma de maldad serán terminadas, con una restauración plena de todas las cosas que el hombre perdió por la desobediencia; y la humanidad restaurada disfrutará de paz, gozo, felicidad y vida sin fin. El Príncipe de Paz estará dominando. ¡Cuán glorioso y feliz día! ¡Quién puede retraerse de proclamar sus buenas nuevas!
17. ¿Debemos continuar dando la alarma al mundo antes que venga la destrucción? ¿Por qué?
17 En estos últimos días el pueblo de Jehová ha estado llevando a cabo la obra Elías, particularmente desde 1878 hasta 1918, cuando la obra fué interrumpida y esa parte del servicio del Reino entonces terminó. Poco después el pueblo de Dios salió de la condición silenciosa y efectuó obras más poderosas, así como Eliseo continuó después que Elías terminó; de hecho, Eliseo siguió la obra de Elías ungiendo a Hazael para ser rey sobre Siria y a Jehú como rey sobre Israel, en armonía con los mandatos de Elías. (1 Rey. 19:15; 2 Rey. 8:8-15; 9:1-10) Aunque Elías terminó la obra en cuanto a lo que tocaba a él, sin embargo fué Elíseo quien la completó. Así es en estos últimos días: aunque el servicio Elías como tal fué interrumpido en 1918, sin embargo Jehová por medio de su pueblo todavía completa la obra de amonestación que ha de hacerse antes que venga la destrucción.
18. ¿Experimentará el resto de los ungidos en estos últimos días una partida o sólo una muerte?
18 Además, creemos que en 1918 los santos que habían estado durmiendo fueron despertados y levantados a la gloria celestial para estar con su Señor para siempre. Los santos que ahora están con vida en la tierra serán cambiados en un instante al morir para unirse al Señor que ha vuelto. Su muerte será un éxodo, una partida. Sí, ellos también sufrirán muchas cosas, serán rechazados, pero, sin dormir en la muerte, serán cambiados y levantados a la gloria celestial, para estar por siempre jamás a la diestra del Padre. Hoy en la carne el resto de los ungidos no está en un monte literal, pero está con los que se hallan en el monte de Sión cantando el Cántico de Moisés y del Cordero, que seguramente es una canción de alabanza y gracias por la liberación.—Apo. 14:1-3.
19. En cumplimiento glorioso de la transfiguración ¿vemos al Mayor que Moisés libertando a las multitudes? Explique.
19 ¡Cuán maravillosa y estupenda partida la de hoy! Con la sangre derramada del Cordero de Dios como base, multitudes, en obediencia a los mandamientos de Jehová dados bajo la dirección del Mayor que Moisés, están saliendo del viejo mundo de dominación satánica y lo están abandonando completamente. La iluminación del maravilloso cumplimiento de la transfiguración está penetrando en las partes más distantes de la tierra. “Vi a otro ángel descendiendo desde el cielo, con gran autoridad, y la tierra fué alumbrada de su gloria.” (Apo. 18:1, NW) Este ángel anuncia la caída de Babilonia la grande, proclamación que se está haciendo hoy. Al mismo tiempo una voz del cielo resuena en firmes tonos diciendo: “Salgan de ella, pueblo mío, si no quieren participar con ella en sus pecados, y si no quieren recibir parte de sus plagas.” (Apo. 18:4, NW) Este mandato del nuevo Rey de la tierra es parecido al mandato expresado en Isaías 49:9: “Decir a los presos: Salid.” (NC) No olviden la palabra de Jehová concerniente a su Hijo: “Escúchenle.” Los que no le escuchan serán cortados de entre el pueblo.
20. ¿Qué mandato expide el Rey en gloria en conexión con la caída de Babilonia la grande? Si no se obedece, ¿qué sucede?
20 Tenga presente que Jehová no amenaza, porque no hay necesidad de que él lo haga. Con él está el conocimiento completo, “que declaro el fin desde el principio.” (Isa. 46:10) Sin embargo, él amonesta a las personas de desastres venideros, porque él sabe lo que el fin inevitable tiene que ser debido a la manera en que están procediendo. En estos últimos días él ha manifestado claramente que “Babilonia la grande ha caído”. La gran organización satánica será destruída por completo. Esta determinación de Jehová Dios es irrevocable. Por lo tanto ¿qué harán ahora los apoyadores de esta organización inicua? Sólo hay una sola cosa que hacer: “Por lo tanto, arrepiéntanse, y vuélvanse para que sean borrados sus pecados.” (Hech. 3:19, NW) “Escuchen” la voz del Mesías de Jehová, el nuevo Rey de la tierra. “Salgan de ella, pueblo mío.” (Apo. 18:4, NW) Está determinado que plaga sobre plaga vendrá sobre la gran ciudad mística de Babilonia. No pasen por alto lo que le sucedió a Egipto en los días de Moisés, y ahora uno Mayor que Moisés está aquí. “Salgan de ella” es el mandato. Los testigos de Jehová que han escapado ahora la contemplan y ven en esa gran ciudad lo que Jehová Dios sabe que está en ella. ¿Qué es lo que ellos ven? Una morada de demonios, una guarida de toda ave inmunda y odiosa, vino despertador de pasiones que se ofrece a los gobernantes para que se cometa fornicación espiritual, los comerciantes de la tierra usándola a ella para ganancia comercial y esto mediante el poder de su lujuria desvergonzada. Para más revelación vea el Apocalipsis 18.
21. ¿Puede algún hijo de Jehová estar en parte adentro y en parte afuera de su organización? ¿Qué deben hacer ahora los indecisos?
21 A los que se están mezclando con la Babilonia sucia y que viven en las llanuras de Babilonia: la palabra de Jehová se dirige a ustedes diciéndoles que la abandonen antes que reciban parte de sus plagas y caigan con ella. Tampoco puede usted tener un pie en la organización de Dios y otro en la Babilonia mística. “¿Qué armonía hay entre Cristo y Belial? O ¿qué parte tiene una persona fiel con un incrédulo?” “‘Por tanto salgan de entre ellos, y sepárense,’ dice Jehová, ‘y ya no toquen la cosa inmunda.’” (2 Cor. 6:15-17, NW) Deje completamente las cosas sórdidas de este viejo mundo y entre en la organización de Dios y respire el aire espiritual puro, limpio, incontaminado que hay allí. Abra los ojos del entendimiento de par en par y vea al glorioso Rey de Jehová en su majestad y esplendor y poder y honra. Contemple atentamente con fe sana al Mayor que Moisés, sacando a las multitudes y conduciéndolas al nuevo mundo. Que el conocimiento de la segunda presencia del Señor Jesús limpie su corazón y mente de toda contaminación de carne y espíritu y le haga perfeccionar la santidad con el temor de Dios. Luego comprenda que estamos en el servicio del amado de Dios, su propio Hijo, el ‘escogido’.
22. ¿Es necesario que salgamos al mundo, y con qué propósito? y ¿cómo podemos permanecer limpios y tener mente pura?
22 Impetuosamente todos exclamaríamos, ‘¡Permanezcamos aquí! ¡No salgamos al mundo para nada!’ Pero esto no puede ser, porque tenemos que entregar las buenas nuevas del Reino a los del mundo y ayudarlos a escaparse. Pero ciertamente podemos retener esta visión en nuestra mente, día y noche, sin jamás olvidarla. Entonces aun cuando el ministerio de Jehová nos haga ir a toda clase de lugares y condiciones, tendremos la mente pura y brillante. Sí, cuán cierto es que las flores hermosas siguen floreciendo y dispensando su perfume fragante en los barrios de mala nota de las ciudades. Así los testigos de Jehová pueden ministrar donde las casas y distritos están sucios y quizás haya esqualidez en todo el rededor, quizás hasta en medio de olores desagradables. Pero estas cosas y muchas otras condiciones desagradables a la carne no disuaden o contaminan a los fieles, porque tienen la mente fija en el Reino y sus bellezas. Realmente es el Reino por lo que están viviendo, y su pureza, santidad y bendición. Por lo tanto, testigos de Jehová, continúen mirando hacia lo alto porque de los cielos vienen su gozo, salvación y vida.
CONFIRMACIÓN DE LA PALABRA
23. ¿Cómo entendemos que la transfiguración en cumplimiento ‘hace más firme’ la palabra profética?
23 Al obtener de este modo algún entendimiento de la escena de la transfiguración en su cumplimiento en miniatura y mayor, entonces ¡cuán fácilmente podemos aceptar y apreciar las palabras de Pedro después de contarnos acerca de la visión! Él dice, “En consecuencia, tenemos la palabra profética hecha más firme, y hacen bien en prestarle atención como a una lámpara que resplandece en un lugar oscuro, hasta que amanezca el día y el lucero del alba se levante, en sus corazones.” (2 Ped. 1:19, NW) Cuando presenciamos al Todopoderoso Jehová dirigiendo los eventos y realmente haciendo que la visión primero aparezca a la vista de los discípulos, porque ningún otro lo hizo, luego a la segunda presencia haciendo que se realice la cadena de maravillosos eventos, esta vez por medio de la agencia directa de su amado Hijo, entonces la palabra profética queda “hecha más firme”. Es como si Dios le hubiera puesto su firma. Sí, lo que él ha prometido hacer, ahora está sucediendo. Su palabra es nuestra única luz. “Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz a mi camino.” (Sal. 119:105) “Porque el mandamiento es una lámpara, y la ley es una luz, y las reprensiones de la corrección son camino de la vida.” (Pro. 6:23) “Grande es la paz de los que aman tu ley, y no hay para ellos tropiezo.” (Sal. 119:165) “Pero la senda de los justos es como la luz de la aurora, que se va aumentando en resplandor hasta que el día es perfecto.” (Pro. 4:18) No sólo es la posesión de una Biblia lo que vale. En verdad no sólo es la muy valiosa lectura de ella lo que manifiesta el camino que debemos seguir, sino más bien el estudiarla regularmente con propósito en mente. Es una “palabra profética” y por eso es razonable que veamos cómo se está cumpliendo.
24. Además de ser la Palabra de Dios como una lámpara, explique qué otra luz brillante tenemos sobre los propósitos de Dios.
24 Sin la palabra profética ciertamente estaríamos en una condición afligida, viviendo como estamos en un mundo oscuro, escuálido, sucio—sí, en un mundo asqueroso, sin saber por qué continúan empeorando las condiciones, y no sabríamos qué hacer o a dónde ir. ¡Cuán misericordioso y bondadoso ha sido y es nuestro Padre celestial al proveer a sus hijos con un entendimiento de su Palabra profética! Como lámpara siempre está delante de nosotros; la podemos asir y así ver el camino que tomar. Arde más brillantemente a medida que las condiciones malas se hacen más oscuras. Pero demos gracias a Jehová porque no sólo tenemos una luz para nuestro camino, sino que hoy tenemos algo mucho mayor y más grande. Porque, mire, allá bien adelante en el horizonte, ¿no puede usted ver el alba, dorada, brillante, radiante? Ah, ¡cuán maravillosa y hermosa vista, porque muy en breve el sol se levantará en su fuerza y esplendor, y andaremos de día! El nuevo día ahora mismo está comenzando a destellar a través de la tenebrosidad de este mundo malo y algunas de las oscuridades se están disipando. Aun ahora mucho de nuestro servicio del Reino se hace a la luz del nuevo día. Al gobernante de las tinieblas se le acerca su fin; porque así como la luz matutina disipa las tinieblas de la noche, así el glorioso Hijo de Dios como el Rey del nuevo mundo hará desaparecer todos los sistemas de iniquidad. Sabiendo estas cosas nos regocijamos y cantamos el Cántico de Moisés y del Cordero.
25, 26. (a) ¿Qué es el lucero del alba, y cómo sabemos que ya se ha levantado? (b) ¿Por qué es que la profecía no proviene de divulgación privada?
25 Porque la palabra profética está tan confirmada para nosotros de que el mundo de Satanás de seguro va a terminar, entonamos el “cántico vituperador”. También decimos con confianza a los presos, “¡Salid!” Sólo la bondad inmerecida de Jehová hace esto posible. Esta información no es algo que sólo apreciamos intelectualmente sino que verdaderamente tiene que hundirse en nuestro corazón. “Y el lucero del alba se levante, en sus corazones.” El Señor Jesucristo es “la estrella resplandeciente de la mañana” y él es quien proclama el nuevo día. ‘El sol de justicia se levanta con curación en sus alas.’ (Mal. 4:2) Allá en 1918 algunos de los ungidos del Señor comprendieron que el Rey estaba presente y unos cuantos años después supieron en su corazón que él había venido a su templo para juicio, y por eso publicaron esta información a todo el pueblo de Jehová, y miles de personas más vieron al Señor en el templo. Y en 1925 el hecho y la verdad se entendieron de que el Reino, ‘el niño varón,’ había nacido. (Apo. 12:5) ¡Cómo se regocijaron los corazones de los del pueblo de Dios! Cantaron de gozo cumplido. Supieron que el Rey y el Reino estaban aquí, y no han cesado de cantar y proclamar en voz alta las buenas nuevas del Reino. Vieron estas cosas claramente hace treinta años y las creyeron. La estrella de la mañana se había levantado en su corazón, y puede levantarse en el corazón de otros de los testigos de Jehová si concentran su mente enteramente en las cosas del Reino.
26 Los que desearán primero el Reino serán honrados por Jehová y Cristo Jesús, y sus privilegios y responsabilidades serán aumentados. Aquellos cuyo corazón está completamente fijo en el reino de Dios escucharán al Rey del nuevo mundo y obedecerán sus mandamientos. Jehová Dios y Cristo Jesús son los Directores, Guías y Maestros. Ellos son los que forman las profecías. Ningún hombre o compañía de hombres lo hace. Pedro dice “ninguna profecía de la Escritura proviene de divulgación privada”. La razón es evidente. “Porque la profecía en ningún tiempo fué traída por la voluntad del hombre, sino que hombres hablaron por parte de Dios al ser ellos impulsados por el espíritu santo.”—2 Ped. 1:20, 21, NW.
27. Manifieste brevemente cómo se ve la transfiguración en cumplimiento.
27 Por eso en grandioso cumplimiento miramos hacia arriba a los cielos desde donde el ungido Rey de Dios gobierna, ahora no desde un elevado monte terrestre, pues nos hemos “acercado a un monte de Sión y a una ciudad del Dios viviente, a la Jerusalén celestial, y a decenas de millares de ángeles, en asamblea general, y a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, y a Dios el Juez de todos, y a las vidas espirituales de los justos que han sido hechos perfectos, y a Jesús el mediador de un nuevo pacto, . . . Vean que ustedes no le imploren que no hable”. (Heb. 12:22-25, NW) Ahora vemos por fe al todo glorioso Rey en su hermosura y gloria, resplandeciendo hasta las partes más lejanas de la tierra, y a gente de todas las naciones siendo iluminada por su gloria. Como el que tiene la responsabilidad de hacer que se dé a todas las naciones la amonestación acerca de la guerra y día de venganza inminentes, él revela el cumplimiento de todas las profecías escritas y produce la transformación de multitudes de mentes y corazones. Y, también, él es el sostenedor y exponente de los principios justos de Jehová, prefigurados por la ley. Todo esto y mucho más está combinado en la identidad del amado Hijo de Jehová y Rey que él ha escogido para el nuevo mundo.
28. ¿Cómo debe afectarnos la vista y conocimiento de la transfiguración?
28 Jehová Dios y Cristo Jesús confirman su palabra haciendo que comience a cumplirse. Benditos son sus ojos si ven estos acontecimientos maravillosos. Si usted los ve, entonces con humildad agradezca al Magnífico su bondad inmerecida. Sea feliz de que usted está en el monte de Sión y está presenciando un cumplimiento de esta resplandeciente y todo gloriosa escena de la transfiguración, y que el gozo y privilegio de verla nos ayude a limpiarnos en temor a Dios, para estar más seguros de nuestra esperanza en el nuevo mundo. Luego altruístamente mire hacia los muchos miles de personas en el mundo y diga a los mansos que todavía están presos “¡Salid!” porque el éxodo ya ha comenzado.