Poder para vida y servicio
“Con la boca se hace declaración pública para salvación.”—Rom. 10:10, NM.
1. Aplique a la Biblia la fórmula que Jesús dió para la longevidad.
“LA PALABRA de Dios es viva.” (Heb. 4:12, NM) Los que proceden en conformidad con ella siguen un camino que los destina para vida si continúan en él en fidelidad hasta la terminación de sus carreras cristianas sobre la tierra. Jesús declaró esta fórmula básica para la longevidad como sigue: “Esto significa vida eterna, el que ellos adquieran conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú has enviado, Jesucristo.” (Juan 17:3, NM) Jesús habló verdades muy enérgicas respecto al recibir vida por medio de él, identificándose como el pan de los cielos al decir: “El que come este pan vivirá para siempre.” (Juan 6:58, NM) Puesto que no recibieron estas palabras en corazones buenos y honrados, ni captaron el sentido de ellas, “muchos de sus discípulos, cuando oyeron esto, dijeron: ‘Esta declaración es áspera, ¿quién puede escucharla?’” Jesús no se retractó, sino que declaró algo aun más impresionante, diciendo: “¿Esto los hace tropezar? ¿Qué será, por consiguiente, si ustedes contemplan al Hijo del hombre ascendiendo a donde él estaba antes? Es el espíritu lo que es dador de vida; la carne de nada sirve. Los dichos que yo les he hablado son espíritu y son vida. Pero hay algunos de ustedes que no creen.” (Juan 6:60-64, NM) Muchos de los discípulos se apartaron de él entonces, dejándolo, y Jesús preguntó a los doce que estaban estrechamente asociados con él si no querían irse ellos también. Simón Pedro dió la correcta respuesta, mostrando que él había recibido las palabras de Jesús en un corazón bueno y honrado y que verdaderamente había captado el sentido de ellas: “Señor, ¿A quién iremos? Tú tienes dichos de vida eterna.”—Juan 6:68, NM.
2. Cite operaciones de la palabra de Dios en conexión con traer vida a sus adherentes.
2 Tan seguramente como la palabra de Dios hizo posible que los cristianos fueran engendrados como hijos de Dios, así de seguro es que el adherirse a ella hace posible que reciban vida como un don por medio de Cristo Jesús procedente de Dios, en quien tienen fe perdurable y a quien sirven. “Porque fué su voluntad, él nos engendró por la palabra de verdad, para que seamos como primicias de sus criaturas.” (Sant. 1:18, NM) “Nosotros no somos de la clase que se retrae para la destrucción, sino de la clase que tiene fe para la conservación viva del alma.” (Heb. 10:39, NM) ¿No conservó con vida la palabra de Jehová a sus siervos a través del Diluvio y a Israel de Egipto, estableciendo sombras proféticas?—1 Ped. 3:20, 21; 1 Cor. 10:11, NM.
3. ¿Qué esperanza viva de vida hay en la Palabra viva?
3 La vida presente de todos los hombres es incierta, y la vida presente de los cristianos también está sujeta a incertidumbre. Como siervos de Dios nuestra existencia diaria es gozosa, llena de felicidad y de aprecio a Jehová por su bondad inmerecida. Tenemos que observar que la vida duradera para todos los cristianos está en el futuro y que la vida duradera para la mayoría es sobre esta tierra después del Armagedón. Entretanto, tenemos la esperanza de ser llevados a través del Armagedón, pero si eso no nos toca a nosotros, sin embargo, tenemos la esperanza, debido a nuestra fidelidad y el poder amoroso de Jehová, de participar en la resurrección de entre los muertos. Estas esperanzas son seguras. Nacen en nuestro corazón y mente debido a la Palabra viva de Dios y para nosotros son verdaderas porque creemos y confiamos en Jehová.
4. ¿Cómo se declara que el libro de vida es un libro de salud?
4 Su libro es un libro de vida porque en él se ponen de manifiesto el proceder y la actitud que llevan a uno a la vida. Es un libro de salud espiritual. No tenemos dudas en cuanto a esto. Plenamente conscientes estamos de quién es aquel en quien creemos y confiamos-aquel cuyas palabras nosotros hemos aceptado y que tiene nuestra confianza absoluta. Decimos: “Pues conozco a aquel en quien he creído, y confío en que él puede guardar lo que he puesto a su cuidado hasta aquel día. Sigue reteniendo el dechado de sanas palabras que oíste de mí con la fe y amor que están relacionados con Cristo Jesús. Este hermoso depósito a tu cuidado, guárdalo por medio del espíritu santo que está morando en nosotros.” (2 Tim. 1:12-14, NM) ¿Palabras sanas? Pablo se mostró categórico al asegurar al joven Timoteo que tal era el caso, aun diciendo en su primera epístola a su compañero en el servicio: “Si cualquier hombre enseña otra doctrina y no se aviene a palabras saludables, las de nuestro Señor Jesucristo, ni a la enseñanza que armoniza con la devoción piadosa, está hinchado de orgullo, no entendiendo nada, sino estando mentalmente enfermo sobre preguntas y debates acerca de palabras.”—1 Tim. 6:3, 4, NM.
SERVICIO
5. Diga cuál es una de las manifestaciones más sobresalientes de la Palabra de Dios, y declare si es presente o futura.
5 Hay algo más que la Palabra de Dios nos trae que no es meramente algo del futuro. Esto también es una parte esencial de nuestra vida, y no puede echarse a un lado. Constituye una prueba de que hemos aceptado la Palabra de Dios. Recuerde lo que dijo Jesús acerca de los que reciben la palabra en corazones buenos, perciben el sentido y llevan fruto en abundancia. El llevar o producir fruto es una evidencia de que la Palabra viva está obrando en nuestro corazón y mente y de que está ejerciendo su poder en nuestra vida. Es algo que puede ser visto por Dios y también por el hombre. Es nuestro servicio. En realidad, el fiel servicio de los testigos de Jehová es una de las manifestaciones más notables del poder de la Palabra de Dios, así como también es una evidencia de que su fuerza activa protectora funciona en el interés de ellos y a través de ellos. Obviamente, se trata de algo más que simplemente intenciones cuando el servicio de Dios está envuelto. Además de tener intenciones de servir a Dios, los cristianos le sirven.
6. ¿En qué capacidad sirve nuestro ministerio en la guerra cristiana?
6 Una gran parte de nuestra participación en la guerra cristiana consta de predicar la verdad a otros como ministros de las buenas nuevas del reino de Dios. “Porque las armas de nuestra guerra no son carnales, sino poderosas por parte de Dios para trastornar cosas fuertemente atrincheradas. Porque estamos trastornando razonamientos y toda cosa encumbrada que se ha levantado contra el conocimiento de Dios, y estamos trayendo todo pensamiento en cautiverio para hacerlo obediente al Cristo.” (2 Cor. 10:4, 5, NM) En lo anterior ya hemos observado las palabras de Jesús: “El hombre bueno saca lo bueno del buen tesoro de su corazón . . . porque de la abundancia del corazón habla su boca.” (Luc. 6:45, NM) Jesús continuó, diciendo: “¿Por qué, pues, me llaman ustedes ‘¡Señor! ¡Señor!’ pero no hacen las cosas que yo digo?”—Luc. 6:46, NM.
7. ¿El hacer qué no basta, y por qué?
7 No basta con que oigamos las palabras de Jehová Dios y Cristo Jesús y solamente oigamos. No basta con que simplemente lleguemos a entender para nosotros mismos las verdades doctrinales. Podemos aprender la realidad acerca de la llamada trinidad y que Jehová solo es Dios. Podemos entender la verdad de que no hay ningún tormento en un infierno de fuego, y regocijarnos con la enseñanza bíblica de que el alma es mortal y la esperanza de los muertos se realiza por medio de la resurrección. Podemos saber que los hechos probados y establecidos corroboran la verdad fundamental de que Jehová creó y que también corroboran el relato bíblico de la creación y la historia del hombre sobre la tierra. Podemos sentirnos grandemente conmovidos por los hallazgos de la arqueología que comprueban las palabras de los profetas de Dios. Pero eso no basta. Si nos detenemos allí usamos la verdad para servirnos a nosotros únicamente.
8. Somos testigos de Jehová si hacemos ¿qué cosa?
8 Si obedecemos los mandamientos de Dios y Cristo Jesús, los apóstoles y la congregación cristiana primitiva, hablaremos a otros respecto a las cosas de la Palabra de Dios que tanto han enriquecido nuestra vida. Haremos que las actividades de la sociedad del Nuevo Mundo sean nuestras actividades hasta donde más nos sea posible. Llevaremos fruto, hablaremos de la abundancia de un corazón lleno hasta rebosar de las verdades de la Palabra de Dios y del amor que su Palabra implanta en nosotros para el gran Expositor y Autor de la Biblia. Si hacemos esto, con la aprobación de Dios a medida que su Palabra discierne entre el alma y el espíritu, somos testigos de Jehová. Si no servimos a Dios, adorándolo en espíritu y en verdad, no somos testigos de Jehová.
9. Declare qué necedad debe ser evitada, mostrando el punto de vista bíblico.
9 ¿Por qué servimos a Dios? Porque lo amamos, y el poder de la Palabra de Jehová se manifiesta así por medio de nosotros. Es necedad el que alguien se engañe con la idea de que ‘el Reino ya tiene cuarenta años de edad, le he servido a Dios suficiente tiempo, quizás falten otros cuarenta años para el fin completo, así que debo arrellanarme ahora, dejar de afanarme, y prepararme comodidades y lujos:’ Jesús, tan lejos en el pasado como cuando estaba aquí sobre la tierra, mucho antes de que naciera el Reino dijo: “Todo el que viene a mí y oye mis palabras y las hace, les mostraré a quién es semejante: Es semejante a un hombre que estaba edificando una casa, el cual cavó y ahondó y puso un fundamento sobre la masa de roca. Por consiguiente, cuando sobrevino una inundación, el río dió con ímpetu contra esa casa, pero no tuvo la fuerza para sacudirla, porque ésta estaba bien construída.” (Luc. 6:47, 48, NM) En tiempo tan lejano como en los días del apóstol Pablo el servicio era el empeño meritorio para los cristianos; y con mayor razón ahora: “Hagan esto, también, porque ustedes conocen el tiempo, que ya es la hora para que despierten del sueño, porque ahora nuestra salvación está más cerca que cuando llegamos a ser creyentes. La noche está bien avanzada; el día se ha acercado. Por lo tanto, despojémonos de las obras que pertenecen a las tinieblas y pongámonos las armas de la luz. Antes bien pónganse al Señor Jesucristo, y no estén haciendo planes con anticipación para los deseos de la carne.”—Rom. 13:11, 12, 14, NM.
10. ¿El cumplir con qué obligación muestra el poder para servicio que viene de la verdad?
10 Todos los deseos de nuestra naturaleza egoísta y la atracción de toda la propaganda del viejo mundo están dirigidos a que nosotros dejemos de ponernos al Señor Jesucristo, o, teniéndolo puesto, que nos lo quitemos, y que, en vez de eso, hagamos planes con anticipación para la satisfacción de deseos personales, desatendiendo el interés y las necesidades del pueblo de Dios, su organización y su obra. Les debemos una deuda de amor a nuestros hermanos. A ellos les debemos el hacer planes para nuestra acción personal, acción que sea una ayuda espiritual a los que se asocian con nosotros en la sociedad del Nuevo Mundo. Le debemos a nuestro prójimo, y primordialmente a nuestro Dios, nuestro servicio del ministerio de alabanza a Jehová para beneficio de todo amante de la justicia. Repetidas veces en las Escrituras hallamos tales expresiones como la ‘palabra del Señor vino’ a los siervos de Dios y ellos respondieron, predicaron y profetizaron y de alguna otra manera ministraron en obediencia a la palabra que oyeron. Concerniente al abrir la boca en libertad cristiana al ministrar, el apóstol escribió a los efesios: “Finalmente, sigan adquiriendo poder en el Señor y en la potencia de su fuerza. Pónganse la armadura completa proviniendo de Dios para que puedan mantenerse firmes contra las maquinaciones del Diablo; porque tenemos un pleito, . . . manténganse despiertos con toda constancia y con súplica a favor de todos los santos, también por mí, para que se me dé habilidad para hablar al abrir la boca, con toda libertad de palabra para dar a conocer el sagrado secreto de las buenas nuevas, por el cual estoy haciendo las veces de embajador en cadenas, para que hable en conexión con él con denuedo como debo hablar.” (Efe. 6:10-20, NM) ¿De qué otro modo puede venir tal poder para servicio salvo de la verdad de la Palabra de Dios?
11. Pruebe que a la luz de la Palabra de Dios nuestro ministerio no puede ser pasado por alto.
11 No, la Palabra de Dios no puede separarse de nuestro ministerio. El antiguo Israel se tuvo como un pueblo para el nombre de Jehová, y su servicio de alabanza a él era un testimonio de que él era Dios. Sin embargo, algo muchísimo más grandioso es la porción de los adoradores de Jehová en este día de su reino. En realidad, eso ha sido cierto desde el principio de la congregación cristiana; pero en el día del nacimiento del Reino la declaración que fué hecha a los romanos tiene más peso, declaración en que leemos: “Porque Moisés escribe que el hombre que ha cumplido la justicia de la Ley vivirá por ella. Pero la justicia que resulta de la fe habla de esta manera: ‘No digas en tu corazón: “¿Quién ascenderá al cielo?” es decir, para traer abajo a Cristo; o, “¿Quién descenderá al abismo?” es decir, para hacer subir a Cristo de entre los muertos.’ Pero ¿qué es lo que dice [la fe cristiana ahora? Dice:] ‘La palabra está cerca de ti, en tu boca y en tu corazón’; es decir, la ‘palabra’ de fe que nosotros estamos predicando. Porque si tú declaras públicamente aquella ‘palabra en tu boca’, que Jesús es el Señor, y si ejerces fe en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se ejerce fe para justicia, pero con la boca se hace declaración pública para salvación.”—Rom. 10:5-10, NM.
A LA PALABRA DE DIOS NOS VOLVEMOS
12. ¿Quiénes aconsejan que se debe volver a Ja Palabra de Dios?
12 El volverse a la adoración de Jehová significa volverse a su Palabra; volverse a su Palabra significa adorarlo a él. Los testigos de Jehová se amonestan los unos a los otros a volverse siempre a la Palabra de Dios. Aconsejan a la gente en general a dirigirse a la Biblia, a informarse respecto a su verdadero contenido y a proceder en conformidad con sus justas enseñanzas. El apóstol Pedro hizo la misma cosa, instando a los que se asociaban con él a prestar atención a la Biblia, incluyendo a sus profecías, declarando: “En consecuencia, tenemos la palabra profética hecha más firme, y hacen bien en prestarle atención como a una lámpara que resplandece en un lugar oscuro, hasta que amanezca el día y el lucero del alba se levante, en sus corazones. Porque ustedes conocen esto primeramente, que ninguna profecía de la Escritura proviene de divulgación privada. Porque la profecía en ningún tiempo fué traída por la voluntad del hombre, sino que hombres hablaron por parte de Dios al ser ellos impulsados por el espíritu santo.” (2 Ped. 1:19-21, NM) Jehová Dios mismo apoya ese principio de aceptar la Palabra, declarando proféticamente a través de Deuteronomio 18:19: “Y sucederá que el hombre que no obedeciere a mis palabras que él hablare en mi nombre, yo mismo le pediré cuenta de ello.” Las palabras de Dios que fueron pronunciadas por medio de este Mayor Moisés, Cristo Jesús, están a nuestro alcance, y debemos aceptarlas, como se declaró: “Acepten además el yelmo de salvación, y la espada del espíritu, es decir, la palabra de Dios.”—Efe. 6:17, NM.
PRÁCTICA Y FACTIBLE
13. (a) ¿Cómo llena la Biblia los requisitos de ser práctica y factible? (b) Cuándo los hombres niegan que la Biblia es factible, ¿qué están mostrando?
13 Si la Palabra de Dios es factible puede ponerse en práctica o efectuarse. Se le puede poner en práctica. Es factible y puede usarse. Es posible cumplir con sus requisitos para el servicio de Jehová sobre la tierra. No es algo que no se pueda poner en práctica. Si esta Palabra viva de Dios es práctica verdaderamente puede sacarse provecho de ella y no es simplemente teórica, ni simplemente una idea impráctica que suena bien. Es utilitaria. Si es práctica es valiosa en práctica y está a disposición de uno, y los que la utilizan en realidad están trabajando con ella, estando dedicados a la acción y no simplemente entregados a la especulación. Tal resultado es lo que necesariamente tiene que seguir, si se toman en cuenta los hechos que ya se han observado respecto a la Palabra viva de Dios y su poder en la vida del pueblo de Jehová. El argumento ridículo de hombres que se concentran en sí mismos de que la Palabra de Dios no es ni práctica ni factible cae de plano a la luz de la evidencia interna y externa que tiene que ver con la Biblia. Cuando dicen los hombres: “No dará resultados,” al referirse a la Palabra de Dios, se identifican como hombres que nunca han tratado de usarla y que nunca la pusieron en práctica, y ellos no están siguiendo sus mandamientos y preceptos. Cuando dicen los hombres: “Es sólo algo quimérico con sus principios de rectitud y su esperanza de un justo nuevo mundo,” están identificándose como hombres sin visión, y las personas que se quedan sin una visión de las cosas que tienen que ver con el Creador y sus propósitos respecto al hombre van a morir. “Donde no hay visión, el pueblo perece; pero el que guarda la ley, feliz es.” (Pro. 29:18, VA) Esto es verdad porque el que no tiene visión por medio de la ley de Dios “se pone desenfrenado” (Mod), “desecha la restricción” (AN), la guía restringente del consejo de la Palabra de Dios.
14. ¿Cuál manera de proceder es la práctica?
14 ¿No es práctico mantenerse despierto en un tiempo de crisis y no perder el juicio? ¿No es práctico el que tengamos nuestro corazón y cabeza protegidos por la fe y el amor y la esperanza de vida duradera? Por supuesto que sí. “Entonces, pues, no sigamos durmiendo como hacen los demás, sino quedémonos despiertos y mantengamos nuestro juicio. Porque los que duermen acostumbran dormir de noche, y los que se emborrachan por lo general están borrachos de noche. Pero en cuanto a nosotros que pertenecemos al día, mantengamos nuestro juicio y llevemos puesta la coraza de fe y amor y como yelmo la esperanza de salvación; porque Dios nos asignó, no a la ira, sino a la adquisición de salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo.” (1 Tes. 5:6-9, NM) El tiempo que ha transcurrido desde que se registró la Palabra de Dios hasta el día de decisión en el cual nosotros tenemos el privilegio de vivir subraya ese mandamiento que ya se ha citado del capítulo cinco de la Primera a los. Tesalonicenses y apoya, en la plenitud de su aplicación actual, las palabras del mismo escritor de la Biblia en Romanos 13:12 (NM), texto al cual también ya se ha hecho referencia. “La noche está bien avanzada; el día se ha acercado. Por lo tanto, despojémonos de las obras que pertenecen a las tinieblas y pongámonos las armas de la luz. Como de día andemos en buen comportamiento.”—Rom.13:12, 13, NM.
15. (a) En lo que toca a juicio, ¿qué cosa manifiesta buen juicio de parte nuestra? (b) ¿Cuán digno de con fianza es el hombre?
15 Viva, ejerciendo poder, y más aguda que cualquier espada de dos filos, con factibilidad para descubrir los corazones de los hombres, la Palabra de Dios declara: “Y no hay una creación que no esté manifiesta a su vista, sino que todas las cosas están desnudas y abiertamente expuestas a los ojos de aquel a quien hemos de dar cuenta.” (Heb. 4:13, NM) ¿No manifiesta buen juicio el que se trate de conseguir la aprobación del gran Dios ante quien se ha de dar cuenta? ¿De qué otra manera nos es posible conseguir su aprobación salvo por medio de proceder de la manera que se delinea en su justa Palabra? No hay otra manera debajo del sol. ¿Sería prudente confiar en la hierba que crece en las praderas, adorar flores que florecen en los campos? “Toda carne es hierba, y toda su hermosura como la flor del campo: sécase la hierba, se marchita la flor; porque el resuello de Jehová sopla sobre ella; verdaderamente el pueblo es hierba: ¡sécase la hierba, se marchita la flor, mas la palabra de nuestro Dios permanece para siempre!” (Isa. 40:6-8) No hay nada de práctico en seguir a hombres que obran contrario a la Palabra de Dios y quienes son tan importantes y dignos de confianza como la hierba.
16. ¿Qué cosa dice Pedro con insistencia?
16 El apóstol Pedro dió énfasis a este punto y al hacerlo citó del capítulo 40 de Isaías, diciendo: “Ahora que han purificado sus almas por su obediencia a la verdad con el amor fraternal sin hipocresía como resultado, ámense los unos a los otros intensamente desde el corazón. Porque se les ha dado un nuevo nacimiento, no por semilla corruptible, sino por semilla reproductiva que es incorruptible, por medio de la palabra del Dios viviente y duradero. Porque ‘toda carne es como vegetación, y toda su gloria es como una flor de la vegetación; la vegetación se marchita, y la flor se cae, pero la palabra hablada por Jehová dura para siempre’. Pues, ésta es la ‘palabra hablada’, ésta que se les ha declarado a ustedes como buenas nuevas.” (1 Ped. 1:22-25, NM) Cuando el consejo de la Palabra de Dios es pasado por alto por los hombres, los hombres que obran contrario a ese consejo entran en dificultades; de modo que eviten las dificultades que resultan de un comportamiento no teocrático. Como Pedro dice con insistencia, la Palabra de Jehová dura, y no puede culpársele por las condiciones penosas que han venido como resultado de desobedecer esa Palabra.
17. Muestre cuán sólida es la sociedad del Nuevo Mundo.
17 El viejo mundo, podrido hasta la médula, está condenado a la destrucción y caerá aun mientras esté porfiando que la Biblia no dará resultados y que su contenido está anticuado y es inútil. La sociedad del Nuevo Mundo, sin embargo, está fundada sólidamente en la palabra inalterada e inalterable de un Dios que es consistente, todopoderoso y completamente justo. Los miembros de esa sociedad reconocen la cosa de más importancia, el tener el verdadero aprecio de su Dios y de su relación con él. Se glorían en esta relación como miembros en perspectiva de la gran familia de Dios. La Palabra de Dios es para nosotros inagotable, el estudio de ella siempre recompensante, el adherirse a ella siempre resultante en provecho. Damos gracias a Dios por todo lo que en nuestra vida sirva para mantener nuestra atención fija en su Palabra y que aumente nuestro amor por ella y aprecio de ella. En ella se hallan las instrucciones de organización sobre las cuales funciona la sociedad del Nuevo Mundo. La doctrina correcta y verídica, las leyes justas, los principios más altos y nobles, la autoridad para predicar, todo esto lo contiene la Palabra viva, señalando a este gran día de juicio y de división y teniendo su aplicación en él. Ante todo, su Palabra viva identifica y ensalza al Dios verdadero, Jehová, Fuente de la luz. En verdad es como dijo Cristo Jesús su portavoz: “Los dichos que yo les he hablado son espíritu y son vida.”—Juan 6:63, NM.