La revelación de Jesucristo
“Fortalezcan su mente para actividad, manténganse completamente equilibrados y tengan la esperanza puesta en la bondad inmerecida que les ha de ser traída en la revelación de Jesucristo.”—1 Ped. 1:13, NM
1, 2. ¿Cuál ha sido la esperanza de personas sinceras, y cómo han considerado el asunto algunas personas de disposición religiosa?
DURANTE muchos siglos personas sinceras y de corazón honrado han deseado con ansia la vuelta de Cristo. No ha sido muy claro para muchos exactamente cómo vendría él y exactamente qué sucedería en ese tiempo, pero la perspectiva de gozar de la realización de las bendiciones prometidas los ha llenado de esperanza. Aunque se ha mencionado como un tiempo de juicio y del fin del mundo, su esperanza no ha sido mal colocada, porque también se predijo como un tiempo de liberación. Pero esta salvación no vendrá automáticamente como resultado de “buena conducta.” Tampoco podrá reconocerse la presencia de ese día tan fácilmente que todos sabrán que hay juicio en progreso. Un estudio acertado de las Escrituras manifiesta que cuando viene la revelación de Jesucristo sorprende a casi todo el mundo.
2 ¿Por qué es esto así? ¿Se dió la única amonestación que el hombre había de recibir cuando Jesús estuvo sobre la tierra? ¿Indicó él que al fin del mundo repentinamente aparecería sin ser anunciado e inmediatamente llamaría a cuentas a toda la gente? Algunas personas de disposición religiosa insisten en que Cristo no habrá llegado hasta que visiblemente aparezca en las nubes con sus ángeles y someta a toda la gente a un juicio ardiente. Estas mismas personas creen que el juicio se llevará a cabo sobre la base de la conducta moral o sobre la aceptación de la predicación de “Cristo crucificado” o de “Jesús, y de la resurrección.” (1 Cor. 1:23, margen; Hech. 17:18) Dicho entendimiento, sin embargo, sólo es razonamiento humano y no se basa en un conocimiento acertado de la Palabra de Dios.
3. (a) ¿Cuándo y dónde llega primero la responsabilidad delante del Señor? (b) ¿Qué ha de predicarse en todo el mundo, y de qué depende la responsabilidad al tiempo de la revelación de Jesús?
3 La Biblia manifiesta claramente que antes de que alguien fuera traído a responsabilidad completa se haría un camino de preparación delante del Señor. Solamente cuando los que diligentemente estuvieran buscando al Señor tuvieran la oportunidad de reconocer que él está presente en su reino repentinamente aparecería él para llamar a todos a cuentas. Las Escrituras manifiestan además que esta primera responsabilidad no estaría con las naciones sino más bien con la “casa de Dios.” (1 Ped. 4:17; Mal. 3:1-5) Luego, Jesús indicó, una amonestación plena y completa se daría en toda la tierra habitada. Y ¿qué dice él que se predicará? No principalmente su “crucifixión” o empalamiento, y no principalmente su resurrección. Aunque éstas son doctrinas importantes de la Biblia y están definitivamente relacionadas con la culminación del propósito y juicio de Dios hoy día, no obstante la resurrección de Jesús se dió como una señal de la primera presencia de Cristo y se ha predicado continuamente desde entonces. Ahora él dice: “Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada con el propósito de dar un testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin consumado.” (Mat. 24:14, NM) Las buenas nuevas de que este reino se ha establecido es de lo que habla Pablo en su segunda carta a los tesalonicenses. Allí está discutiendo “la revelación del Señor Jesús desde el cielo con sus poderosos ángeles en fuego llameante, al traer él castigo merecido sobre los que no conocen a Dios y los que no obedecen las buenas nuevas acerca de nuestro Señor Jesús.” (2 Tes. 1:7, 8, NM) Por lo tanto, la responsabilidad al tiempo de la revelación de Jesucristo depende de si uno acepta o rechaza las buenas nuevas de la presencia del Reino que Jesús dijo serían predicadas en todo el mundo.
4. ¿Qué no han reconocido las naciones hoy día?
4 ¿Por qué, pues, no comprenden las naciones y aceptan la proximidad de esta culminación de juicio? Es porque no han hecho caso a la publicidad mundial que ha recibido la vuelta de Cristo y su segunda presencia. Desde mucho antes de la I Guerra Mundial los testigos de Jehová señalaron a 1914 como el tiempo para que sucediera este gran acontecimiento. Y desde 1914 se han señalado repetidamente en las columnas de La Atalaya evidencias físicas que demuestran la veracidad de esto. Las naciones continúan pasando por alto esta señal y rehúsan reconocer que ahora mismo está en progreso un tiempo de juicio. No pueden discernir que Cristo apareció en el templo en 1918 y que ya se ha declarado juicio contra dos clases de inicuos que estaban allí. (Mat. 24:48-51; 2 Tes. 2:8) No han observado que desde entonces se está llevando a cabo una división entre la gente —una separación que se está haciendo delante de sus mismos ojos. (Mat. 25:31-33) Voluntariosamente se tapan los oídos al mensaje amonestador de que se está acercando rápidamente una culminación de juicio en que Jesucristo será revelado tan completamente al mundo que su presencia será indisputable. Es esta evidencia indisputable de su presencia lo que trae destrucción, porque él se revela en la ejecución de juicio adverso mediante la guerra del Armagedón. Por eso Pedro exhorta: “Por lo tanto fortalezcan su mente para actividad, manténganse completamente equilibrados y tengan la esperanza puesta en la bondad inmerecida que les ha de ser traída en la revelación de Jesucristo.” (1 Ped. 1:13, NM) Dado que nuestros destinos eternos están en la balanza, el proceder sabio dictaría que consiguiéramos todo el conocimiento posible acerca de esta prometida visita de vuelta del justo representante de Jehová antes de que sea revelado él en la ejecución de juicio. El obrar en conformidad con esa clase correcta de conocimiento es la única manera segura de encontrar defensa.—Ecl. 7:12.
DEMOSTRANDO EL MODELO
5. ¿Qué modelo ha establecido Jehová en juicio?
5 Jehová jamás juzga a alguien culpable sin un proceso justo. Claramente indica su voluntad al hombre y le da plena oportunidad de demostrar un corazón bueno y recto adhiriéndose a ella. Hasta da amonestaciones repetidas a los que están propensos a pasarlo por alto. Pero sus juicios son seguros y veloces cuando la culpa ha sido establecida. A través de la historia de sus tratos con el género humano en juicio ese mismo modelo se presenta vez tras vez. Dos ejemplos que se dan como tipos de la segunda presencia de Cristo debieran ser suficientes para demostrar este modelo.—2 Ped. 2:5, 6.
6. ¿Cuáles tres aspectos tiene cualquier advenimiento del representante de Jehová en juicio?
6 Debe notarse en conexión con esto que hay tres aspectos distintos en cualquier visitación o advenimiento de un representante justo de Jehová en tiempo de juicio. Se hace referencia al entero período del advenimiento como la presencia. Luego hay un tiempo cuando el propósito de la presencia llega a estar claramente manifiesto. Es el tiempo para que comience el juicio de todos los cristianos. Finalmente hay una culminación del propósito de la presencia, que es la ejecución de juicio. Este es un tiempo de revelación porque el propósito de la visita ahora claramente se discierne en la liberación de los que son juzgados favorablemente y en la destrucción de los que son hallados indignos de salvación.
7. ¿Cuándo comenzó el tiempo de la presencia de Noé, y cómo fué expresada la misericordia de Jehová?
7 Primero considere la presencia de Noé en el período antes del diluvio. La tierra había llegado a estar llena de violencia de modo que estaba arruinada a la vista de Dios y se propuso destruirla. La historia de los hijos de Noé registrada en el Génesis, capítulo 6, comenzando con el versículo 9 (NM) dice: “Noé era un hombre justo. Él demostró ser sin tacha entre sus contemporáneos. Noé andaba con el Dios.” Aunque la misma presencia del justo Noé condenaba a la generación en que vivía, Jehová misericordiosamente dió amonestación de su propósito de destruir ese mundo y mostró una vía de escape mediante el representante que enviaba. “Después de eso Dios dijo a Noé: ‘El fin de toda carne ha llegado delante de mí, porque la tierra está llena de violencia como resultado de ellos, y aquí estoy trayéndolos a la ruina junto con la tierra. Haz para ti un arca.’” (Gén. 6:13, 14, NM) El dar esta noticia anticipada a Noé señalaría el comienzo de “los días de Noé” o el tiempo de la presencia de Noé durante el cual período Noé sirvió como “pregonero de justicia.” (2 Ped. 2:5) La gente de ese tiempo ciertamente supo que Noé estaba allí y que estaba predicando, pero no prestó atención.
8. ¿Cómo recibió Noé evidencia del favor de Jehová y cómo fué revelada la justicia de la presencia de Noé?
8 Luego llegó el día cuando Jehová Dios hizo entrar en el arca a Noé, su familia y todos los animales. Ciertamente ésta fué una manifestación de favor divino, pero todavía no fué reconocida por ninguno de aquellos mofadores que consistentemente habían pasado por alto la amonestación anticipada. Durante el tiempo de esta manifestación y de entrar Noé en el arca, el camino todavía estaba abierto—pero no por mucho tiempo. “Después de eso Jehová cerró la puerta detrás de él.” (Gén. 7:16, NM) El juicio de todos los que estaban en la tierra en ese tiempo estaba ahora sellado. Jehová había dado evidencia de su favor a Noé y ahora procedía a dar evidencia de ira contra todos los que no habían reconocido la presencia justa de Noé. El diluvio fué una culminación inequívoca de la veracidad de la predicación de Noé y una revelación al mundo inicuo en el que vivió. Así será en la segunda presencia de Cristo.
9. ¿Qué actitud y manera de proceder adoptó Lot para con los sodomitas?
9 Lot también se destaca en juicio contra un pueblo. Pedro dice esto acerca de Lot, que fué un residente temporario en Sodoma: “[Dios] libró al justo Lot, quien estaba sumamente angustiado por la entrega de la gente desafiadora de leyes a conducta relajada—porque aquel hombre justo por lo que veía y oía mientras moraba entre ellos de día en día estaba atormentando su alma justa a causa de los actos de ellos contrarios a ley.” (2 Ped. 2:7, 8, NM) A causa de la iniquidad de los hombres de Sodoma y Gomorra, Jehová envió sus ángeles para traer un juicio de condenación contra ellos. Lot hizo un esfuerzo para persuadir a los sodomitas a adherirse a la justicia de Dios, pero ellos se mofaron de él con las palabras: “Este hombre solitario vino aquí a residir por algún tiempo y no obstante verdaderamente quisiera hacer de juez.” Entonces Lot trató de persuadir a sus yernos en perspectiva a huir con él para que alcanzaran protección. “Seguía diciendo: ‘¡Levántense! ¡Salgan de este lugar, porque Jehová destruye la ciudad!’ Pero a los ojos de sus yernos parecía como un hombre que estaba bromeando.”—Gén. 19:9, 14, NM.
10. ¿Qué aclara Jesús en cuanto a su propia revelación por medio del ejemplo de la destrucción de Sodoma?
10 Sin duda todavía pensaban que estaba bromeando cuando los ángeles de Jehová tomaron de la mano a Lot, su esposa y dos hijas y los condujeron afuera de la ciudad. No lo reconocieron como una manifestación del favor de Jehová hasta que descendió fuego sobre Sodoma y Gomorra. Esta revelación de la presencia de los ángeles de Jehová con el justo Lot fué demasiado tarde para que se salvaran. Jesús claramente une su propia revelación con la ejecución de juicio al culminar su relato de la liberación de Lot diciendo: “Pero el día que Lot salió de Sodoma llovió fuego y azufre desde el cielo y los destruyó a todos. De la misma manera será en aquel día cuando el Hijo del hombre ha de ser revelado.”—Luc. 17:29, 30, NM.
PRESENCIA, MANIFESTACIÓN, REVELACIÓN
11. ¿Cuál es el significado de parusía, y qué indica en cuanto a la segunda venida de Cristo?
11 Las Escrituras cristianas griegas hacen una clara distinción entre los tres aspectos del segundo advenimiento de Cristo usando una palabra griega diferente en cada caso. La palabra parusía consistentemente se traduce “presencia” en la Traducción del Nuevo Mundo de las Escrituras Cristianas Griegas porque ése es el significado verdadero de la palabra en el original. Aplicada a la segunda venida de Cristo se usa para indicar los años del comienzo de su visita o para referirse a todo el tiempo durante el cual está con la humanidad. Este tiempo comenzó en 1914 y significa que Cristo ahora está presente aunque está invisible.
12. ¿Qué significa la palabra epifania, y a qué señala en cuanto a los fieles cristianos entonces?
12 Una segunda palabra, epifania, traducida “manifestación,” significa aparición, manifestación o salir a la luz o a la vista. El uso de esta palabra señala a la aparición de Cristo en el templo para juicio en 1918 y marca el comienzo de juicio favorable, primero, en la resurrección de los ungidos ya dormidos en la muerte (2 Tim. 4:8) y, segundo, en el confiar los intereses del Reino a aquellos de los ungidos a quienes se halla fieles sobre la tierra.
13. ¿Qué significa apokálypsis, y a qué se refiere al tiempo de la vuelta de Cristo?
13 La tercera palabra, apokálypsis, que se traduce “revelación,” significa un descubrimiento, quitar la cubierta, o destapadura. Cuando esta palabra se usa indica que se da a entender una vista clara y libre de obstrucción, y en conexión con la segunda presencia de Cristo se refiere al tiempo en que su manifestación se convierte en una revelación inequívoca en el Armagedón y aun los renuentes son obligados a reconocer su presencia.
14. ¿Por qué es que una señal sobresaliente acompaña a cada visita, y qué hizo que los líderes judíos tropezaran ante la primera presencia de Cristo?
14 Es significativo notar también, tocante al modelo que ha sido establecido, que cada presencia está acompañada de una señal sobresaliente. Esto sirve para identificar al representante de Jehová y establecerlo como teniendo autoridad. También sirve para aclarar el propósito de la visita así como para fijar la responsabilidad de la gente. Esto llega a ser evidente al considerar la primera presencia de Jesucristo. Muchas cosas habían sido predichas por los profetas judíos las cuales se cumplirían en el Mesías. Sin embargo, hasta que se presentara sería imposible determinar de manera acertada exactamente cómo efectuaría el propósito de su visita, o, en cuanto a eso, exactamente cuál sería el pleno propósito de su presencia. Por esta razón los líderes religiosos que se consideraban a sí mismos sabios entre los judíos tropezaron ante la primera presencia de Cristo, al esforzarse por leer en las profecías interpretaciones suyas que no estaban de acuerdo con la voluntad de Dios al enviar a su Mesías. Su mente no había sido fortalecida por los modelos que habían sido registrados y ellos no estaban preparados para la clase de actividad que la presencia del Mesías en medio de ellos hacía necesaria. Puesto que únicamente buscaban su ensalzamiento propio mediante un retorno del dominio del reino davídico, no pudieron discernir que era necesaria una “primera” presencia del prometido Rey. Tampoco pudieron reconocer cuando él apareció que esta presencia efectuaría para ellos una liberación que estaba mucho más allá de sus propias expectativas personales.
FIJANDO LA RESPONSABILIDAD
15. ¿Cuál fué la razón principal para la primera presencia de Jesús?
15 Con el primer advenimiento de Jesús se tenía como mira efectuar un propósito doble. Era de secundaria importancia el que él viniera a suministrar un rescate para la humanidad. (Mat. 20:28) La razón principal era el que él probara su integridad a Aquel que lo envió y dejara establecida la soberanía universal de Jehová. Al proceder así, median te mucho sufrimiento él establecería por ello su derecho a heredar el Reino. (Heb. 2:18; 5:8) Este proceder justo en sí mismo era una señal a Israel. Manifestaba que el ministerio que él desempeñaba era uno de vindicación y salvación.
16. ¿Cómo estableció la condenación de Israel el acto de curar Jesús al ciego?
16 Fué este ministerio de predicación y curación el que condenó a los de Israel aunque Jesús no había venido para el juicio del mundo. Él dijo: “No fuí enviado a nadie aparte de las ovejas perdidas de la casa de Israel.” (Mat. 15:24, NM) El apóstol Juan testifica que no querían aceptar sus obras: “Vino a su propio hogar, pero su propio pueblo no lo recibió.” (Juan 1:11, NM) Un ejemplo de esto se manifiesta en el relato de la curación que Jesús efectuó en el hombre que había estado ciego desde nacimiento. Los judíos ya habían convenido entre ellos mismos que si alguien aceptaba a Jesús como el Cristo o Mesías, entonces ése debería ser expulsado de la congregación. El hombre que había sido sanado osadamente dió testimonio del milagro y admitió que creía que Jesús debía ser profeta. Los fariseos lo injuriaron y dijeron: “Usted es discípulo de ese hombre, pero nosotros somos discípulos de Moisés. Sabemos que Dios ha hablado a Moisés, pero en cuanto a este hombre no sabemos de dónde es.” “En respuesta el hombre les dijo: ‘Ciertamente ésta es una maravilla, el que ustedes no sepan de dónde sea, y no obstante me abrió los ojos. Sabemos que Dios no escucha a pecadores, pero si alguien es temeroso de Dios y hace su voluntad, él escucha a éste. Desde la antigüedad jamás se ha oído que alguien abra los ojos de uno que hubiese nacido ciego. Si este hombre no proviniera de Dios, no podría hacer absolutamente nada.’ En respuesta ellos le dijeron: ‘Usted nació del todo en pecados, y no obstante ¿nos está enseñando?’ ¡Y lo echaron fuera!” Con el tiempo Jesús oyó que el hombre había sido despedido de la congregación y cuando lo halló le preguntó si estaba poniendo fe en el Hijo del hombre. El que había sido sanado respondió que sí y rindió homenaje a Jesús y entonces fué que Jesús dijo: “Para este juicio vine a este mundo: para que los que no ven vean y los que ven queden ciegos.” “Aquellos de los fariseos que estaban con él oyeron estas cosas, y le dijeron: ‘Nosotros no somos ciegos también, ¿verdad?’ Jesús les dijo: ‘Si ustedes fueran ciegos, no tendrían pecado. Pero ahora ustedes dicen: “Nosotros vemos.” Su pecado permanece.’”—Juan 9:28-41, NM.
17. ¿Qué evidencia del Mesías buscaban los religiosos judíos, y qué solicitaron de Jesús?
17 Jesús manifestó mediante estas palabras que había una curación espiritual también en progreso, la cual los podía librar de la condenación que se debía al pecado o la cual, si era rechazada, los dejaría bajo la ira de Dios. Sin embargo, los fariseos continuaron asiéndose tercamente a su propio concepto de cuáles evidencias indicarían la llegada del Mesías. “Aquí los fariseos y saduceos se acercaron a él y, para tentarlo, le pidieron que les mostrara una señal proveniente de los cielos. En respuesta él les dijo: ‘. . . Una generación inicua y adúltera sigue buscando una señal, pero ninguna señal le será dada salvo la señal de Jonás.’” (Mat. 16:1-4, NM) Tenían presente la profecía de Daniel que predecía la señal del Hijo del hombre e insistían en que tenía que cumplirse en su día si ellos iban a creer que el Mesías estaba presente. Obviamente no estaban interesados en la venida de Cristo como representante de Jehová. Para ellos el prometido Mesías venía sólo para servir los propios intereses egoístas de ellos.
18. ¿Qué señal indicó Jesús que serviría para establecer su primera presencia?
18 Sin embargo, a pesar del hecho de que las obras de predicación y curación de Jesús eran suficientes para convencer a los de corazón recto (Luc. 7:18-23), él dió a la nación una señal sobresaliente mediante la cual podían reconocer que ciertamente él era el enviado por Dios. “Ninguna señal le será dada aparte de la señal de Jonás el profeta. Porque así como Jonás estuvo en el vientre del gran pez por tres días y tres noches, así el Hijo del hombre estará en el corazón de la tierra por tres días y tres noches.”—Mat.12:39, 40, NM.
19. ¿Cómo reaccionaron los líderes judíos a la señal, y de qué más sirvió la señal?
19 Pero ¿recibieron con regocijo los religiosos esta señal y la aceptaron como evidencia? ¿Discernieron ahora que mediante la resurrección Jesús había sido justificado en el espíritu y por consiguiente que el propósito principal de su primera presencia había sido efectuado? Por el contrario. Cuando el tiempo llegó para que la señal apareciera trataron de impedirla haciendo que Pilato pusiera un sello oficial sobre la tumba y apostara una guardia de soldados. Su ardid fracasó miserablemente, sin embargo, y luego en un esfuerzo por ocultar su hipocresía hicieron más grande su culpa tratando de oscurecer lo significativo de la señal. Cuando los soldados de guardia en el sepulcro informaron acerca de los acontecimientos de la resurrección de Jesús, “dieron un número suficiente de piezas de plata a los soldados y dijeron: ‘Digan: “Sus discípulos vinieron en la noche y se lo robaron mientras nosotros dormíamos.”’” (Mat. 28:12, 13; 27:62-66, NM) Por consiguiente la señal de la primera presencia de Jesús no sólo lo identificó como el probado y fidedigno Mesías sino que también sirvió para fijar la responsabilidad de judíos y gentiles mediante la predicación de los discípulos.
20. ¿Cómo sigue el modelo de Israel la cristiandad del día presente?
20 La cristiandad del día presente está siguiendo este mismo modelo. Pretende esperar la vuelta de Cristo así como los judíos pretendían estar esperando su llegada en aquel tiempo. Y así como los fariseos y saduceos demandaron una señal, pasando por alto todas las evidencias de que Cristo ya estaba en medio de ellos, así las muchas sectas de la cristiandad cierran los ojos a la señal de la segunda presencia de Cristo e insisten en aguardar la señal de su revelación, la cual sólo puede significar su destrucción.
21, 22. ¿Qué señal indicó Jesús como evidencia de su segunda presencia, y qué indica la aparición de ésta en cuanto a su revelación?
21 De hecho están rehusando la mismísima señal que los judíos buscaban en su día, la “señal del Hijo del hombre” predicha por Daniel. (Dan. 7:13, 14) Esta señal sobre la cual los judíos tropezaron fué definitivamente señalada por Jesús mismo como evidencia de que estaría presente entre los hombres la segunda vez. “Y entonces aparecerá la señal del Hijo del hombre en el cielo, y entonces todas las tribus de la tierra se pondrán a llorar y verán al Hijo del hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y grande gloria.” (Mat. 24:30, NM) Dado que Daniel une la señal con el acto de dar el Reino, obviamente ésta es una señal que señala al comienzo de la presencia de Cristo y el recibir él su reino. Esto no podría suceder hasta su vuelta, y por eso, junto con otras cosas que habían de suceder en una fecha posterior, Jesús dió a Juan una revelación de esta señal y la identificó como marcando el comienzo de su presencia y de su reino y poder. (Apo. 12:1, 2, 5, 10) Todas las evidencias señalan a 1914 como la fecha.
22 Dado que Cristo ya ha recibido su autoridad del reino con el comienzo de su presencia en 1914, y dado que su presencia da principio a un tiempo de juicio, se desprende que su revelación en fuego simbólico para la ejecución de juicio en la batalla del Armagedón tiene que seguir muy en breve. (Mat. 24:34) Todas las personas de corazón recto para con Dios y su Enviado con anhelo pondrán a un lado todo otro interés como de importancia secundaria y, teniendo la mente fortalecida con conocimiento acertado, de todo corazón se sumergirán en la única actividad que puede traer liberación.