Haga de lo espiritual su meta
● El materialismo reina hoy día. Muchas personas tienen como su meta el adquirir posesiones, el comprar ropa más fina, el edificar una casa mejor, el tener un automóvil más nuevo, y tratarse con mimo en lo que concierne a sus pasiones. El satisfacer sus deseos personales es su meta, y por eso cuando un testigo de Jehová cristiano viene a su puerta estas personas se preguntan qué saca él de ello. No obstante, la recompensa espiritual que reciben estos testigos sobrepuja por mucho cualquier recompensa que consigan los que fijan su atención en las cosas de la carne. Así como les escribió Pablo a los gálatas: “El que esté sembrando con el pensamiento en su carne segará de su carne la corrupción, pero el que esté sembrando con el pensamiento en el espíritu segará del espíritu la vida eterna.” La manera en que esté usted sembrando es lo que determinará la recompensa que segará.—Gál. 6:8, NM.