Enseñando a hombres de buena voluntad
“Vayan pues y hagan discípulos de gente de todas las naciones, . . . enseñándoles que observen todas las cosas que yo les he mandado.”—Mat. 28:19, 20.
1. (a) ¿Cuál es el fracaso sobresaliente de los sistemas educativos del viejo mundo? (b) ¿Qué pasos están dando los hombres de buena voluntad para evitar la destrucción con el viejo mundo?
LA EDUCACIÓN incorrecta le costará la vida a este mundo en la batalla del Armagedón. No es el hecho de que sus escuelas no produzcan científicos e ingenieros en cantidades suficientes lo que consta una amenaza a su seguridad duradera. Es el hecho de que no enseñan a los hombres a temer a Dios lo que es su ruina. Tan apropiadas para la cristiandad del día moderno como para el Israel antiguo son las palabras que se hallan en Oseas 4:6: “Mi pueblo está destruído por falta de conocimiento. . . . puesto que te has olvidado de la ley de tu Dios, me olvidaré yo también de tus hijos.” (Mod) Pero centenares de miles de hombres de buena voluntad al dirigirse a la sociedad del nuevo mundo de Jehová están demostrando el deseo que tienen de recibir educación de una fuente superior. Ellos dicen: “¡Iremos con vosotros, porque hemos oído decir que con vosotros está Dios!” Quieren aprender. Lo que se les enseñará son ‘las cosas que Jesús mandó.’ Y la manera más eficaz de enseñarles es de la manera que Jesús y sus apóstoles lo hicieron.—Zac. 8:23, Mod.
ENSEÑANZA DE JESÚS
2. ¿Cuáles son algunas de las cosas sobresalientes que Jesús enseñó?
2 En pocas palabras, ¿qué, exactamente, enseñó Jesús? Principalmente vino para dar testimonio de la verdad concerniente a su Padre, Jehová, para glorificarlo y para dar a conocer su nombre. (Juan 17:4, 26; 18:37) Dió gran énfasis al reino de Dios como aquello por lo cual los hombres deberían orar y en lo que deberían cifrar su confianza. Enseñó a sus discípulos a buscar primero el Reino. (Mat. 6:10, 33) Aprendieron acerca de la provisión de Dios para la salvación. Lo necesario que son el amor y la humildad fué algo que él grabó en la mente de ellos. Les enseñó a demostrar su fe mediante obras de fe, a hacerse maestros de la verdad. Y les enseñó a tener, y ayudar a otros a tener, fe en las Santas Escrituras.
3. ¿Qué resultará si imitamos el método que Jesús usó para enseñar?
3 Al estudiar cuidadosamente el método de instrucción de Jesús nos sentiremos felices al hallar que nuestra propia habilidad docente mejorará y que la cantidad de fruto que producimos en el ministerio aumentará. No debemos esperar que todo el mundo escuche; no todos escucharon a Jesús. Pero las ovejas reconocieron su voz y lo siguieron porque él es el Pastor Propio. Si enseñamos las cosas que Jesús enseñó y de la manera que él las enseñó, entonces por medio de nosotros las ovejas también podrán reconocer la voz del Pastor Propio y de buena gana se volverán y seguirán, no a nosotros, sino a él.—Juan 10:16.
4, 5. (a) ¿Cuál es la diferencia entre predicar y enseñar? (b) ¿Qué cosas acerca del Padre enseñó Jesús a sus discípulos?
4 Una cosa es decir algo a otra persona, predicarle; otra cosa muy diferente es enseñar a una persona, ayudarla a entender y creer. Jesús pacientemente enseñó a sus discípulos acerca del Padre, porque sabía que el que ellos adquirieran conocimiento de Él significaría vida. “El temor de Jehová es el comienzo de la sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es lo que entendimiento es.” (Pro. 9:10) Cuando llegasen a conocer a Jehová y a temerle apropiadamente, mostrarían sabiduría, sabrían qué hacer con las cosas que habían aprendido, porque la sabiduría es habilidad para usar el conocimiento.
5 Jesús no sólo les dijo que oraran al Padre, sino que les mostró cómo hacerlo. (Mat. 6:5-15) Les enseñó a confiar en Dios, a aceptar las cosas que sostienen la vida como provisiones de su Padre celestial. (Mat. 6:25-34) Vigorizó la confianza de ellos en las Escrituras como la Palabra de Dios por medio de citar de ellas y explicarlas. A una samaritana le explicó que sería incorrecto limitar la adoración de Dios a adoración dada en alguna ciudad o monte, porque “Dios es un Espíritu, y los que le adoran tienen que adorar con espíritu y verdad.” (Juan 4:24) En vista de la relación del hombre para con Dios, indicó que no es sino correcto que las obras del hombre se hagan, no para ensalzarse él mismo, sino para alabar a Dios. “Igualmente resplandezca su luz delante de la humanidad, para que vean sus obras rectas y den gloria a su Padre que está en los cielos.” (Mat. 5:16) Jesús había venido para glorificar a su Padre y para ayudar a los hombres de buena voluntad a discernir su relación con Él; por eso se aseguró de que estos puntos fuesen grabados profundamente en la mente y corazón de sus discípulos.
6. ¿Qué ilustraciones usó Jesús para mostrar lo que significa ‘buscar primero el reino’?
6 ‘Busquen primero el reino de Dios.’ Es fácil decirlo, pero ¿cómo puede expresarse el punto de tal manera que se entienda su significado y gobierne la vida del oyente? Jesús sabía que si las cosas que habían de aprenderse pudieran ilustrarse por cosas en la vida de sus oyentes, por sus experiencias diarias, sus deseos y sus costumbres, les sería muy fácil entender las cosas, porque sus oyentes podrían representarse con viveza en la mente las cosas acerca de las cuales él hablaba. El comparó el deseo intenso que uno debe tener por ese reino al deseo que un hombre debe tener cuando, habiendo hallado un tesoro enterrado, vende todos sus bienes para comprar el campo donde éste estuviese situado. (Mat. 13:44) Él comparó la habilidad para reconocer la señal que marcaría su presencia en el poder del Reino a la habilidad de uno para observar el cambio de las estaciones. El que quisiera aprender podría hacerlo. (Mat. 24:32, 33) La falta de gratitud por la invitación al Reino se ilustró por la actitud indiferente de hombres que fueron invitados por un rey a una fiesta de bodas, pero que estuvieron demasiado preocupados con otros intereses para concurrir. La respuesta irrespetuosa que dieron a su gobernante les acarreó castigo.—Mat. 22:1-14.
7. ¿Cómo amonestó Jesús contra los maestros falsos y cómo mostró que no todos heredarán el Reino?
7 Obviamente, no todos heredarían el Reino. Jesús usó la actitud de dos hijos para hacer que la idea se entendiera claramente. Uno aparentó tenerle respeto a su padre, pero no obedeció. El otro al principio estuvo un poco renuente a obedecer la orden de su padre, pero le pesó su error y obedeció. “¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre?” Jesús preguntó. “El último,” dijeron ellos. ¡Qué poderosa introducción al argumento de que los líderes religiosos que aparentaban ser justos no habían respondido a la enseñanza de Juan el Bautista, pero que los pecadores que anteriormente no habían respondido a la Palabra de Dios sí se arrepintieron y ahora se hallaban en camino al Reino! (Mat. 21:28-32) El mostró cuán indeseable sería dirigirse a los maestros religiosos falsos para alimento espiritual al compararlos a platos sucios, de los cuales nadie querría comer. Es verdad, dijo él, se ven bien por fuera como “sepulcros blanqueados,” pero nadie querría ser parte de la corrupción interior. (Mat. 23:25-28) Otros probablemente entenderían mejor la idea al referirse él a peces que serían rechazados de una redada de pescador; por eso usó la parábola de la red barredera. (Mat. 13:47-50) Él hizo vivir el mensaje en la mente de sus oyentes al emplear ilustraciones adecuadas como éstas.
8. ¿De qué manera hizo atractivo Jesús el aceptar el medio de salvar provisto por Jehová?
8 Otro punto que tenían que aprender era que Jesús es aquel por medio de quien Dios provee salvación. La idea no tuvo acogida con todos, y para muchos Jesús fué “piedra de tropiezo y masa de roca de ofensa.” (1 Ped. 2:8) Jesús, sin embargo, presentó el tema magistralmente, de tal modo que le fuera atractivo a su oyente y fuera para la bendición eterna de dicho oyente. Al hablar con una samaritana que trabajaba con tesón y que diariamente sacaba agua de un pozo Jesús asoció los beneficios del creer con su trabajo diario. “‘Cualquiera que beba del agua que yo le daré de ninguna manera tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré llegará a ser en él una fuente de agua burbujeando para impartir vida eterna.’ La mujer le dijo a él: ‘Señor, déme esta agua, para que yo ni tenga sed ni siga viniendo acá a este lugar para sacar agua.’” (Juan 4:14, 15) Ella estaba interesada, y él siguió y le explicó más. A otros que se le oponían él describió un cuadro que sería difícil de olvidar. El comparó el acto de ellos de rechazarlo al acto injusto de los cultivadores de un viñedo que rehusaron pagar al dueño lo que le debían y que hasta asesinaron a su hijo cuando vino para ver qué pasaba.—Luc. 20:9-18.
9. ¿Cómo y por qué les enseñó amor y humildad?
9 Jesús sabía que el amor y la humildad eran esenciales para que uno obtuviera la vida en el nuevo mundo. Para que uno pueda adquirirlos hay que educar el corazón. La mejor manera de aprender sería viéndolos demostrados; de modo que llamó a su atención el sinnúmero de expresiones de amor que Jehová había derramado sobre ellos. También podían observar el amor y la humildad en la actitud de Jesús y su ministerio, en el “tierno afecto” que sentía por aquellos a quienes enseñaba, en sus oraciones a su Padre en el cielo, cuando les lavó los pies, y cuando voluntariamente entregó su vida por el género humano. Al reflexionar en las cosas que habían visto y oído, esa instrucción comenzaría a penetrar en su corazón, lo ablandaría y le haría responder. “Amamos, porque él primeramente nos amó a nosotros.”—Mat. 9:36; 1 Juan 4:19.
10. ¿Qué ejemplos excelentes de refutación se hallan en el registro del ministerio de Jesús?
10 Cuando Jesús envió a sus discípulos les dió instrucciones cuidadosas en cuanto a cómo desempeñar su trabajo. Les dijo qué decir y hacer. Los preparó para la oposición que recibirían y grabó en su mente el grandioso privilegio que tenían. (Mat. 10:1-28) Sabían que el enseñar exigiría que presentaran la verdad a los hombres de buena voluntad y resistieran los ataques hipócritas de los adversarios. Al observar a Jesús aprendían cómo manejaba las situaciones que surgían. La posición de él era fuerte; él tenía la verdad. Un ejemplo de la simplicidad y poder de su argumento se encuentra en Mateo 9:11-13. Los fariseos trataron de hacer que los discípulos de Jesús se sintieran incómodos al preguntar: “¿Por qué es que su maestro come con los recaudadores de impuestos y pecadores?” Jesús mismo contestó la pregunta: “Personas en salud no necesitan médico, pero los enfermizos sí. Vayan, pues, y aprendan lo que esto significa, ‘Yo quiero misericordia, y no sacrificio.’ Por consiguiente, yo vine a llamar, no a personas justas, sino a pecadoras.” En otra ocasión criticaron el hecho de que curaba a personas enfermas en sábado. La respuesta que les dió no podía ser refutada: “¿Quién será el hombre entre ustedes que tenga una oveja y, si ésta se cayera en un hoyo el sábado, no le echará mano y la sacará? Todo considerado, ¡de cuánto más valor es un hombre que una oveja! De modo que es lícito hacer lo correcto los sábados.” (Mat. 12:9-12) Cuando las preguntas que le dirigían no se hacían con el deseo de aprender, sus respuestas eran muy breves, pero se expresaban de tal manera que los oyentes honrados reconocían que él enseñaba la verdad.
11. ¿Qué hizo tan persuasiva la enseñanza de Jesús?
11 ¿Qué es lo que da tanta fuerza a las palabras de Jesús? ¿Por qué es tan persuasivo su hablar? Ante todo, porque enseñaba la verdad y tenía el espíritu de Jehová. También, era porque la presentaba en términos que sus oyentes podían entender fácilmente. Los pescadores entenderían fácilmente la idea cuando él ilustraba sus puntos con peces y redes. ¿Quién que supiera algo acerca de agricultura no apreciaría sus comentarios en cuanto a la cosecha, hombres trabajando en un viñedo, una gallina con sus pollitos, un animal atrapado en un hoyo, y el tiempo? Las personas a quienes los quehaceres domésticos afectaban entenderían mejor el mensaje al ilustrarlo con remiendos en ropa gastada, el efecto de la levadura en el pan, platos sucios y las cosas que los niños hacen. A otros, las referencias a los salarios y al Gehena, el basurero de Jerusalén, comunicarían vívidamente pensamientos. Jesús era flexible, adaptable en su presentación de la verdad. El mensaje mismo no cambiaba de manera alguna, pero como él entendía a la gente a quien estaba enseñando porque estaba interesado en ella, él trataba el tema desde el punto de vista de ella. Él observaba la reacción de sus oyentes y luego la tomaba en cuenta al hacer sus comentarios adicionales. Asociaba puntos que les serían difíciles de aceptar a sus oyentes con cosas que les eran bien conocidas. Él hizo su consejo bien claro usando contrastes vívidos. Él es un maestro a quien debemos imitar.
PABLO ENSEÑÓ A JUDÍOS Y GENTILES
12. En un sermón a los judíos, ¿cómo presentó Pablo el asunto de la creencia en Cristo, y qué cosa en particular haría que sus argumentos interesaran a sus oyentes?
12 Pablo, un apóstol celoso de Jesucristo, se aplicó con tesón al trabajo de enseñar la verdad; y en el registro de su ministerio también podemos hallar muchos puntos provechosos. En Hechos 13:16-41 se encuentra un sermón que dió a los judíos, y en éste se halla un ejemplo excelente que debemos seguir. Es atrayente, persuasivo y al grano. Observe que al principio Pablo evitó cualquier disputa en cuanto a la superioridad del judaísmo por medio de dirigirse a ellos, los judíos, como un pueblo que temía a Dios y luego reconociendo que “el Dios de este pueblo Israel escogió a nuestros antepasados.” Pero él no dió tanta importancia al tacto que dejara de presentar la verdad. Él puso los cimientos para su consideración del Mesías por medio de presentar material histórico que era acepto y que mostraba la indocilidad de la nación. Por medio de introducir en el cuadro a Juan el Bautista, mostró que una figura pública bien conocida en ese tiempo había aceptado a Cristo. Arguye que el hecho de que los gobernantes rechazaron a Cristo no lo desvirtuaba; por lo contrario, eso cumplía las profecías y debería confirmar la fe de ellos en él. Empleó tacto al unir el creer en Jesús con el aceptar al amado rey David, y luego mostró la superioridad del puesto de Jesús. El edificó su argumento sobre cosas que ellos conocían y creían. Con una conclusión conmovedora, él los instó a que no cumplieran las profecías que describían a los que se mofarían en incredulidad. Ningún judío de corazón honrado que esté familiarizado con la historia de su propio pueblo y que sinceramente crea las cosas escritas por los profetas de Dios podría dar la espalda al argumento presentado allí.
13. ¿Qué hizo que la presentación de la verdad por Pablo fuera tanto atractiva como eficaz aun para los que no aceptaban la Biblia?
13 Pablo se refiere a sí mismo como aquel a quien Jehová Dios había confiado las buenas nuevas para las personas de las naciones. El predicarles a ellas presentaba problemas bastante diferentes de los problemas que encontraba entre los judíos. Hechos 17:22-31 contiene un ejemplo de cómo las buenas nuevas pueden ser presentadas a tales personas, y provee una guía excelente para los que tienen asignaciones semejantes hoy día. Pablo estaba interesado en la gente a quien servía y observaba su manera de vivir. Principia por medio de comentar con interés acerca de su devoción religiosa y comentando en cuanto a uno de sus lugares de adoración. Él une la adoración verdadera, no con su idolatría, sino con su deseo apropiado de adorar a un Dios desconocido. Dado que la gente adoraba a muchos dioses, Pablo explicó cuidadosamente a lo que él se refería cuando hablaba de Dios. Él razona que Aquel que es Creador del mundo no podría ser un ídolo y no vive en un templo hecho por hombres. Ahora es el tiempo, arguye Pablo, para informarnos acerca de Su propósito y conformarnos a él para que podamos contar con su aprobación en el día de juicio. No se podría confundir de manera alguna este mensaje con lo que oían en sus templos. Aunque en él se demostró tacto, también fué directo. Hizo claro quién es Dios, qué esperanza coloca ante nosotros, y lo que nosotros debemos hacer. ¿Son los sermones de usted tan bien presentados como ése?
EL ENSEÑAR LA VERDAD EN EL DÍA MODERNO
14. Ilustre cómo uno puede ayudar prudentemente a los amos de casa que dicen que ellos aprenden las mismas cosas en la iglesia.
14 De modo que hoy los testigos de Jehová visitan las casas en obediencia al mandato de Jesús de enseñar a todas las naciones y de darles a conocer las “buenas nuevas del reino.” Quieren estar seguros de que la gente verdaderamente aprende, que discierne la diferencia entre el mensaje que ellos traen de la Biblia y las enseñanzas presentadas desde los púlpitos del término medio de la cristiandad. Si usted le dice a la persona que asiste generalmente a la iglesia que es preciso que tengamos fe, ella contestará que oye estas cosas en la iglesia. Dígale que tiene que adquirir conocimiento de Dios, y le asegurará a usted que sabe eso. Sí, ella cree en el reino de Dios también, le dirá a usted. El ministro que está capacitado para enseñar no puede sentir que ha terminado su trabajo por medio de simplemente decirle a la persona de la casa acerca de estas cosas. Si la persona está anuente a escuchar, el ministro quiere estar seguro de que ella realmente entiende el mensaje. De modo que el ministro entonces puede explicar que la fe que se necesita para agradar a Dios es más que simple creencia; tiene que estar basada en un conocimiento acertado de su Palabra. (Heb. 11:1, 6) Cuando habla acerca de Dios, puede indicar que Dios tiene un nombre, Jehová, y que para conocerlo en realidad es preciso que entendamos sus propósitos según se exponen en la Biblia. (Sal. 83:18) O él puede aclarar que el Reino es un gobierno verdadero que funciona desde el cielo que pronto eliminará la iniquidad de la tierra, y que ahora tenemos que amoldar nuestra vida a los requisitos de Dios si hemos de conseguir la vida eterna bajo él.—Dan. 2:44.
15. Como fué el caso con los cristianos primitivos, ¿qué hace eficaz la enseñanza que llevan a cabo hoy los testigos de Jehová?
15 Los miembros de las iglesias hoy día tienen la Biblia y muchos han oído lo que ella dice. Se parecen mucho a los judíos del día de Jesús; ellos tenían las Escrituras y a menudo habían oído la lectura de ellas. Pero no entendían lo que éstas decían. Cuando Jesús y los apóstoles enseñaban a la gente, le causaban asombro por ello. Ellos no enseñaban como lo hacía el clero religioso. Ellos eran sinceros, ellos sabían que estaban enseñando la verdad, y el espíritu santo de Dios los respaldaba. (Hech. 4:13) Por eso hoy día, cuando los testigos de Jehová efectúan su ministerio en los hogares de la gente, usan la Biblia diestramente, leyendo textos bíblicos apropiados y luego tomando tiempo para llamar atención especial a los puntos de instrucción que se abarcan en esos textos y comentando en cuanto a su aplicación para nuestro día. Ellos no sólo predican; también son maestros de la Palabra de Dios.
16, 17. ¿Qué consejo excelente da la Biblia en cuanto a cómo desempeñar nuestro ministerio cuando encontramos a personas que no están interesadas, y qué efecto tiene esto en nuestra enseñanza?
16 Cuando Jesús no fué recibido favorablemente en cierta aldea samaritana, Santiago y Juan se encolerizaron y dijeron: “Señor, ¿quiere usted que digamos que venga fuego del cielo y los aniquile?” (Luc. 9:54) Jesús los reprendió a causa de ello. Hacemos bien al tomar a pecho el incidente. No hay razón para excitarnos por ello cuando encontramos indiferencia o aun oposición abierta. El consejo de Pablo es: “El esclavo del Señor no tiene necesidad de pelear, sino de ser prudente para con todos, capacitado para enseñar, manteniéndose reprimido bajo lo malo, instruyendo con apacibilidad a los que no están favorablemente dispuestos, pues quizás Dios les conceda arrepentimiento que lleve a un conocimiento acertado de la verdad, y ellos puedan volver a sus sentidos propios fuera del lazo del Diablo, siendo que han sido atrapados vivos por él para la voluntad de ése.”—2 Tim. 2:24-26.
17 Somos enviados para enseñarles la verdad. Una lengua hiriente, mordaz, rara vez es buen maestro. “Al que es sabio de corazón se le llamará entendido, y el que es dulce de [los] labios añade persuasiva.” (Pro. 16:21) Nuestro corazón se compadece de esas personas que han sido “despellejadas y arrojadas acá y allá como ovejas sin pastor.” (Mat. 9:36) Aunque rechacen con frialdad el mensaje cuando los visitamos, no les guardamos rencor. ‘El amor es sufrido. No busca sus propios intereses, no se irrita. No lleva cuenta del daño.’ (1 Cor. 13:4, 5) Sabemos que significa vida para ellos el que abracen la verdad. No tratamos de hacer que acepten el mensaje a fuerza sino que ‘instruimos con apacibilidad a los que no están favorablemente dispuestos.’ A causa de esta actitud amorosa de parte de los testigos de Jehová miles han aprendido la verdad. “El corazón del sabio hace que su boca muestre perspicacia, y a sus labios añade persuasiva.” (Pro. 16:23) Dado que es sabio, su corazón, o asiento de motivo, es incitado por el amor. Eso lo ayuda a mantener clara ante su vista la verdadera situación de la gente a quien él sirve, a mostrar perspicacia al tratar con ella. Hace que algunos escuchen lo que él dice, que sean persuadidos por ello, y vuelvan “a sus sentidos propios fuera del lazo del Diablo.”
PROGRESO HACIA LA MADUREZ
18. (a) ¿Cómo demuestran los testigos de Jehová verdadero amor a los hombres de buena voluntad? (b) ¿Qué sugestiones se dan para ayudar a los ministros cristianos a estar seguros de que la instrucción que dan verdaderamente se arraigue?
18 Cuando los testigos de Jehová hallan a uno que responde a la voz del Pastor Propio, ¿sienten que con eso el trabajo queda hecho? De ninguna manera. Lo ayudan a asociarse con el rebaño de ovejas del Pastor y a crecer a la madurez cristiana. Regularmente cada semana regresarán para estudiar la Biblia con la persona que ha respondido para que ella pueda discernir lo que ésta le dice que haga. La persona que está enseñando debe tener gran cuidado y asegurarse de que la persona de buena voluntad verdaderamente esté aprendiendo, que entienda los puntos y esté progresando hacia la madurez. No todos progresarán al mismo paso, pero mediante organización cuidadosa el desarrollo espiritual de cada uno recibirá la debida atención. Anime al nuevo a expresarse. “Que cualquiera a quien se le da instrucción oral en la palabra comparta todas las cosas buenas con el que da esa instrucción oral.” (Gál. 6:6) Y cuando se hace el comentario, si aparentemente no se hace con entendimiento, muestre que usted es un verdadero maestro por medio de considerar el punto más detalladamente y hacer que el estudiante comente más. Enseñe al estudiante a razonar las cosas, a discernir la relación de ellas con las cosas aprendidas previamente, a incluir en sus respuestas los textos que prueban que son correctas. Repita los puntos especialmente importantes para que no se olviden.
19. ¿Qué, además de conocimiento acertado, también debemos esforzarnos por enseñar a las personas de buena voluntad?
19 Más se necesita si esta persona verdaderamente ha de llegar a ser discípulo de Cristo Jesús. Debe aprender a acudir a Jehová por guía y a cultivar un deseo vehemente de agradarle. Se le debe ayudar a apreciar el punto de vista del salmista David, quien dijo: “Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios. Tu espíritu es bueno; guíeme éste en la tierra de rectitud.” (Sal. 143:10) No sólo debemos ayudarla a tener las respuestas en su cabeza, sino, de más importancia, debemos ayudarla a tener la ley de Dios en su corazón. “Y esto es lo que sigo orando: que el amor de ustedes abunde aun más y más con conocimiento acertado y pleno discernimiento, para que se aseguren de las cosas más importantes, para que no tengan tacha y no estén haciendo tropezar a otros hasta el día de Cristo, y estén llenos de fruto justo que es por medio de Jesucristo, para la gloria y la alabanza de Dios.” (Fili. 1:9-11) Sí, cuando la verdad se arraiga y se desarrolla en el corazón de la persona, ella comenzará a dar fruto.—Mat. 13:23.
20. ¿Qué se puede hacer para preparar a las personas recién interesadas para que participen en enseñar a otros la verdad?
20 Generalmente no pasa mucho tiempo antes que la persona de buena voluntad comience a discernir que los cristianos tienen trabajo que hacer. Pero a algunos les toma más tiempo que a otros el que su corazón los mueva a hacerlo. No sucede de un golpe, pero hay mucho que un buen maestro puede hacer en preparación para ello. Cada semana emplee algún tiempo en familiarizarlos con la organización de Jehová y cómo ésta hace su trabajo. Familiarícelos con las reuniones y cómo se conducen. Invítelos a concurrir. Al contarles usted acerca de su propio ministerio de casa en casa durante la semana, muéstreles brevemente de la Biblia por qué lo hace así. (Hech. 20:20) Más tarde usted puede contar una experiencia animadora que usted haya tenido cuando volvió a visitar a una persona de buena voluntad. Esa oportunidad podría usarse para mostrar que Jesús mandó que las ovejas fuesen alimentadas. (Juan 21:15-17) En otra ocasión usted puede familiarizarlos con el programa de entrenamiento y con el hecho de que a los nuevos no se les envía solos, sino que se les ayuda amorosamente paso por paso hasta que se sienten capacitados para ayudar a otros. No se forme la idea de que tiene que invitarlos a salir al servicio la primera vez que usted les habla acerca de ello. Prepárelos para ello. A medida que el entero arreglo adquiera forma en la mente de ellos y a causa de los estudios que usted les dé ellos comiencen a discernir la necesidad apremiante de que otros aprendan, ellos querrán participar. El amor basado en conocimiento quitará cualquier temor que pudieran tener de decir a otros lo que han aprendido y lo reemplazará con un deseo ardiente de mostrar su aprecio a Jehová por medio de servirle.—1 Juan 4:18.
21. ¿Qué trabajo es urgente hacer ahora?
21 En todas partes del mundo hay una necesidad apremiante de maestros de las buenas nuevas. ¿Está usted como cristiano capacitado para enseñar? ¿Está usted dando pasos para progresar más allá de la infancia cristiana de modo que pueda ser maestro? ¿Está usted dispuesto a usar las verdades y las habilidades que ahora tiene para ayudar a otros a aprender la verdad para que ellos puedan conseguir la vida en el nuevo mundo de Dios? Si es así, ahora es el tiempo de participar en este privilegio de servicio dado por Dios. A medida que lo haga, sea usted nuevo o experto en el ministerio, siga el consejo registrado en 1 Timoteo 4:16, a saber: “Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.”