Cuando Dios habla paz a todas las naciones
Esta conferencia se oyó por 318,434 personas en asambleas que se celebraron en diferentes lugares de los Estados Unidos, el Canadá y la Gran Bretaña durante el verano de 1959, y se han hecho los arreglos para presentarla en otras asambleas que se celebrarán este otoño por todo el mundo.
“Y yo cortaré . . . el carro de guerra . . . y será destruido el arco de batalla; porque él hablará paz a las naciones; y tendrá dominio de mar a mar.”—Zac. 9:10, Mod; AN; VA; Darby; Leeser.
1, 2. ¿Qué voz anhelan oír los amantes de la paz, y cómo han demostrado la Sociedad de las Naciones y las Naciones Unidas que no pueden hablar con esa voz?
LOS amantes de la paz con justicia y felicidad anhelan oír la voz que tenga suficiente fuerza para mandar que haya paz sobre todas las naciones. Hoy en el tiempo más crítico del hombre no hay voz en la tierra que tenga suficiente fuerza para mandar que haya paz en todo el mundo. La voz de la Sociedad de las Naciones está muerta. Mientras esa Sociedad vivió sus veintiséis años de existencia, demostró que no podía mantener la paz aun entre sus más de cincuenta miembros. No pudo detener la arrebatiña de territorio e impedir que estallara la segunda guerra mundial.
2 “¡La Sociedad de las Naciones ha muerto! ¡Vivan las Naciones Unidas!” exclamó el anciano lord Cecil de Inglaterra en la asamblea del palacio de la Sociedad en Ginebra, Suiza, en abril de 1946. La organización de las Naciones Unidas, creada para disminuir la probabilidad de guerra, todavía vive. Su lista de miembros ha aumentado y ahora cuenta con más de ochenta naciones, pero su voz ha resultado ser muy débil. Desde que esa organización fué creada después de terminarse la II Guerra Mundial ha habido alteraciones de la paz mediante agresión y mediante conflicto armado en diversas partes de la tierra. La guerra fría entre los dos grandes blocs de naciones, el comunista y el democrático, ha mantenido al mundo al borde de una postración nerviosa. El temor de una guerra caliente, con armas de fuego, seguía aumentado en el corazón de la gente. No se dependía de las Naciones Unidas como capaz de impedir que la III Guerra Mundial echara a pique la civilización e hiciera llover muerte sobre el género humano. Están destinadas a seguir el mismo camino de su precursora, la Sociedad de las Naciones. Sin duda la voz de alguien más poderoso tiene que mandar que haya paz en todas las naciones.
3. (a) Concerniente a la necesidad absoluta actual de que haya paz entre las naciones, ¿qué dijo un escritor francés? (b) ¿Y un legislador inglés?
3 Considerando los asuntos desde un punto de vista perfectamente natural, hombres y mujeres informados se han convencido de que ahora la paz entre las naciones es una necesidad absoluta. Dijo el escritor francés Raimundo Avon, en su libro “Sobre la guerra” (De la Guerre): “El género humano ha entrado en una etapa sin precedente en la cual, por primera vez en la historia, las grandes potencias se están preparando para una guerra que no quieren librar.” El problema al que se enfrenta el bloc de naciones democráticas es que “no ha podido hallar un substituto para la guerra total, además de la paz misma.” Esto se debe a lo que significará la guerra total, usando las armas bélicas más adelantadas, para todos los habitantes de la tierra. Los legisladores de las naciones saben lo que significará. El 11 de febrero de 1959, en la Cámara de los Lores de Inglaterra, Earl Bertrand Russell llamó la atención a algo que él consideraba como el primer movimiento factible “en una larga campaña para asegurar la existencia continua de la raza humana. . . . Hasta ahora habíamos pensado en las armas nucleares como algo que poseían oriente y occidente, siendo oriente una amenaza para occidente y occidente siendo una amenaza para oriente. Esta no era una manera sensata para considerar el asunto. Las armas nucleares eran una amenaza para el género humano, y contra esta amenaza el hombre debería unirse. Se uniría si fuese la peste negra, con el fin de adoptar las medidas sanitarias para evitar este mal espantoso. . . . Nos habíamos acostumbrado a la guerra. Teníamos que desacostumbrarnos a ella y no era un esfuerzo fácil. A menos que lo hiciésemos [nos desacostumbrásemos a ella]. Los que no pudieran hacer el esfuerzo estarían contribuyendo su poquito a la extinción de nuestra especie [humana].”—El Times de Londres del 12 de febrero de 1959.
4. ¿Qué dijo un anuncio de toda una plana del Times de Nueva York acerca del peligro a que nos enfrentamos?
4 Un día no hace mucho los lectores del Times de Nueva York vieron un anuncio de toda una plana y desplegado francamente en letras grandes ante ellos este encabezamiento: “Nos enfrentamos a un peligro distinto a cualquier peligro que haya existido.” ¿Qué clase de peligro? El párrafo 7 de este anuncio de toda una plana repitió el encabezamiento y contestó: “En posesión nuestra y en posesión de los rusos hay más que suficientes explosivos nucleares para poner fin a la vida del hombre sobre la tierra.” Este anuncio pagado fue publicado por el Comité Nacional para una Norma Nuclear Cuerda, estando su oficina principal en la ciudad de Nueva York.—El Times de Nueva York del 18 de noviembre de 1957.
5. ¿Qué dijo un ex secretario de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos concerniente a la necesidad absoluta de cierto sistema mundial?
5 Hay que hacer algo para hacerle frente a este peligro. Eso lo han dicho hombres prominentes de la vida pública. Entre éstos se halló el ex secretario de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Cuando habló en Cleveland, Ohío, el 19 de noviembre de 1958, este Sr. T. K. Finletter advirtió que “el peligro de la guerra está aumentando constantemente. . . . Los creadores de las normas de los Estados Unidos . . . ahora se enfrentan a una ‘nueva perentoriedad’: la ‘necesidad absoluta’ de crear un sistema mundial que excluya de los asuntos humano la guerra.” Dijo él: “Sería mejor que dejáramos de hablar acerca del desarme y en verdad acerca de la paz.”—El Times de Nueva York del 20 de noviembre de 1958.
6. ¿Qué dijo un ex primer ministro inglés acerca de la supervivencia?
6 Sugiriendo tal sistema mundial para excluir la guerra, Earl Attlee, el ex primer ministro de la Gran Bretaña, habló a favor de una “federación mundial” con el fin de preservar la civilización. En su discurso en el Newark State College de Unión, Nueva Jersey, él dijo: “El precio de la supervivencia será el estar dispuestos a unirse con el resto del mundo.”—El Times de Nueva York del 24 de febrero de 1959.
7. ¿Por qué no sería factible ningún sistema mundial de esa clase, y de qué ayuda han sido los clérigos de la cristiandad a favor de la paz?
7 Sea cual fuere el sistema mundial para crear el cual al fin sean impelidos a unirse los desesperados caudillos nacionales, no sería nada más que un sistema del viejo mundo, en ningún sentido más factible que cualquier otra cosa hecha por el hombre en el pasado. Nos engañamos si esperamos que de súbito haya una salida casual y que el gran obstáculo sea superado y el hombre cree felizmente su propio arreglo para una paz duradera, irrompible. Los clérigos religiosos de la cristiandad han trabajado junto con los políticos, pero de ninguna manera han resultado ser de ayuda alguna. La historia muestra plenamente que nunca han permanecido firmes como columnas inmovibles de paz. No; sino que en tiempo de prueba han ejercido su vasta influencia religiosa en centenares de millones de concurrentes a las iglesias contra los intereses de la paz internacional. No han hablado con la voz autorizada que haya mandado que haya paz sobre las naciones, porque los clérigos jamás han mantenido la paz aun dentro de sus propias filas religiosas.
8. ¿Por qué el espíritu que prevalece en el mundo no se presta a que haya paz?
8 Ahora el espíritu que prevalece en el mundo no se presta a que haya paz. En sí mismo este espíritu revela la cosa o la persona que verdaderamente está detrás del disturbio y conflicto continuos de intereses egoístas. Ciertamente no es el espíritu de amor. Es el espíritu de la sabiduría mundana, porque los caudillos políticos, comerciales y religiosos siguen las filosofías, diplomacias y miras de este mundo.
9. ¿Qué muestra que este espíritu no es bueno, y quién fué el que identificó para nosotros la fuente de este espíritu?
9 ¿De dónde proviene este espíritu? Por sus mismísimos efectos este espíritu de sabiduría mundana muestra que no es bueno. Por consiguiente no proviene de una fuente buena. No puede haber duda en cuanto a su fuente, y un escritor de hace mil novecientos años identificó la fuente para nosotros. Este fué Santiago, que, según se informa, fué martirizado en la ciudad de Jerusalén por su fe cristiana, siendo muerto a pedradas por la sentencia del Tribunal Supremo judío de Jerusalén.a En su carta inspirada él mismo se llama “Santiago, un esclavo de Dios y del Señor Jesucristo,” y hace y contesta una pregunta que la cristiandad y sus políticos que dicen ser “cristianos” no han tomado a pecho. Sigue lo que Santiago escribió bajo inspiración:
10, 11. ¿Qué dice este Santiago concerniente a la sabiduría mundana y a la fuente de disturbio entre los que dicen ser cristianos?
10 “¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? Muestre él por su comportamiento correcto sus obras con una mansedumbre que pertenece a la sabiduría. Pero si ustedes tienen amargos celos y espíritu de contradicción en su corazón, no estén jactándose y mintiendo contra la verdad. Esta no es la sabiduría que desciende de arriba, sino que es la terrenal, animal, demoníaca. Porque allí donde hay celos y espíritu de contradicción, hay desorden y toda cosa vil. Pero la sabiduría que es de arriba ante todo es casta, después pacífica, razonable, lista para obedecer, llena de misericordia y buenos frutos, sin hacer distinciones parciales, ni ser hipócrita. Además, el fruto de la justicia tiene su semilla sembrada en condiciones pacíficas para los que están haciendo la paz.
11 “¿De qué fuente hay guerras y de qué fuente hay peleas entre ustedes? ¿No son ellas de esta fuente, a saber, de sus deseos vehementes de placer sensual que llevan a cabo un conflicto en sus miembros? Ustedes desean, y sin embargo no tienen. Siguen asesinando y codiciando, y sin embargo no pueden obtener. Siguen peleando y guerreando. No tienen debido a que no piden. Piden, y no obstante no reciben, porque están pidiendo para un propósito malo, para que puedan gastarlo en los deseos vehementes que ustedes tienen por placer sensual. Adúlteras, ¿no saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Cualquiera, pues, que desea ser un amigo del mundo se está constituyendo un enemigo de Dios.”—Sant. 3:13 a 4:4.
12, 13. (a) ¿Qué explican las palabras de Santiago tocante a las oraciones de los clérigos? (b) ¿De dónde indica él que proviene esta sabiduría, y por qué, por lo tanto, no ven los hombres de sabiduría mundana la verdadera clave para la paz?
12 Esas palabras de Santiago a sus compañeros cristianos explican algo. ¿Qué? Por qué los clérigos de la cristiandad, que pronuncian bendiciones sobre barcos de guerra y otros instrumentos bélicos, oran al Cielo por paz mundial y nunca han recibido contestación a su oración ni la recibirán. ¿Por qué no? Porque Dios no escucha a los hombres que son los amigos seguros de este mundo, quienes por lo tanto son los enemigos de Dios. Él no contesta las oraciones ni bendice los arreglos de hombres que rechazan la sabiduría que desciende de Dios y que aceptan y siguen el espíritu de este mundo. El discípulo cristiano Santiago dice claramente que esta sabiduría, con todos sus efectos actuales perturbadores del mundo, no es la sabiduría celestial, procedente de Dios, sino que “es la terrenal, animal, demoníaca,” la diabólica. Es la sabiduría que proviene del gobernante invisible de este mundo, que se opuso al hombre Jesucristo e hizo que se le diera muerte en un madero de tormento hace diecinueve siglos. Pocas horas antes de su muerte Jesús dijo: “El gobernante del mundo viene. Y con todo él no tiene ningún dominio sobre mí. . . . el gobernante de este mundo ha sido juzgado.” (Juan 14:30; 16:11) Ese gobernante es Satanás el Diablo. Con razón, entonces, los hombres de la cristiandad sabios según el mundo están ciegos a la verdadera clave para la paz universal. El diabólico dios de este mundo, el príncipe de los demonios, les ha cegado la mente. De esto el apóstol cristiano Pablo escribe:
13 “Si, ahora, las buenas nuevas que declaramos están de hecho veladas, están veladas entre los que están pereciendo, entre quienes el dios de este sistema de cosas ha cegado la mente de los incrédulos, para que la iluminación de las gloriosas buenas nuevas acerca del Cristo, que es la imagen de Dios, no penetre a través.”—2 Cor. 4:3-5.
LA CLAVE PARA LA PAZ
14. (a) A causa de tal ceguera mental, ¿qué recomiendan los líderes mundiales para la paz? (b) En tiempo de guerra, ¿cómo se hace una pretensión de honrar a Cristo el 25 de diciembre?
14 A causa de que el dios de este sistema de cosas ha velado la mente de los caudillos perecederos del mundo mediante su sabiduría demoníaca, ellos recomiendan las Naciones Unidas, conferencias de desarme, control policíaco de pruebas de armas atómicas o aun el abolir todas las armas nucleares, comercio mundial aumentado, intercambios culturales entre las naciones enfrascadas en la guerra fría, una “federación mundial,” y otros medios de sabiduría mundana como la clave para la paz y prosperidad duraderas. Esta ceguera mental no sólo aflige a las naciones comunistas ateas sino también a las naciones que dicen ser cristianas, al dominio de la cristiandad. Durante el tiempo de una guerra caliente, con armas de fuego, se suele suspender todo disparo de armas de fuego y el quitar vidas humanas el 25 de diciembre a fin de que los soldados que están en el frente celebren la Navidad tradicional. En ese tiempo la práctica religiosa es cantar villancicos de Navidad que incorporan las palabras: “¡Gloria en las alturas a Dios, y sobre la tierra paz; entre los hombres buena voluntad!” (Luc. 2:14, Mod) De esa manera las naciones de la cristiandad creen que honran a Jesucristo y que cumplen el espíritu de esas palabras inmortales. Pero tan pronto como termina la celebración bulliciosa de la Navidad, se principia de nuevo el guerrear y el matar, y la mala voluntad entre las naciones echa a un lado el hipócrita disfraz “cristiano.” Tal profesión de cristianismo de un solo día ha demostrado ser simplemente una pizca de sentimentalismo, algo que les permite pasar un buen rato.
15. ¿Por quiénes fueron cantadas por primera vez aquellas palabras tocante a paz y buena voluntad, y después de qué anuncio que trajo gozo?
15 “¡Gloria en las alturas a Dios, y sobre la tierra paz; entre los hombres buena voluntad!” fueron las palabras que los ángeles cantaron en la noche del nacimiento de Jesús en Belén, la cuna del antiguo rey David de Jerusalén. Precisamente antes de que los pastores pacíficos oyeran cantar a la multitud de ángeles ese mensaje profético, un ángel se apareció con gloria y les dijo: “No teman, porque, ¡miren! les estoy declarando a ustedes las buenas nuevas de un gran gozo que toda la gente tendrá, porque les nació a ustedes hoy un Salvador, que es Cristo el Señor, en la ciudad de David. Y ésta es una señal para ustedes: hallarán un niñito envuelto en pañales y acostado en un pesebre.”—Luc. 2:8-14.
16, 17. ¿Qué noticia tocante a paz contenía aquel canto angelical, y cómo identificaron las palabras de Gabriel a María al que iba a nacer?
16 Por consiguiente el canto profético de los ángeles es noticia procedente de Dios informándonos que no puede haber paz duradera en la tierra a menos que sea por aquel que nació en Belén aquella noche. Él realmente fué una persona enviada desde el cielo a favor de una tierra pacífica para todo el género humano. El ángel de Dios, Gabriel, que se había aparecido a la madre de Jesús nueve meses antes de eso, le había dicho a ella: “¡Mira! concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y habrás de llamarlo Jesús. Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y Jehováb Dios le dará el trono de David su padre [antepasado], y él será rey sobre la casa de Jacob para siempre, y no habrá fin de su reino.”—Luc. 1:30-33.
17 Por lo tanto, a base de la autoridad de los ángeles de Dios desde el cielo, el niño que nació entonces en Belén era “Hijo del Altísimo,” el Hijo de Dios. Era el Salvador prometido, Jesucristo el Señor, el Mesías a quien profetas hebreos inspirados habían predicho durante miles de años.
18. Si queremos disfrutar de ‘paz sobre la tierra,’ ¿qué tenemos que respetar tocante a Él, particularmente algo dicho por Isaías?
18 No importa que Jesucristo, el Heredero eterno del trono del rey David, haya nacido hace diecinueve siglos. Una ‘paz duradera sobre la tierra’ que principie en nuestro propio día no puede ser separada de Él. Tenemos que respetar todas las profecías que tienen que ver con Él si queremos disfrutar de la paz sempiterna de que pueden disfrutar las personas de buena voluntad de todas las naciones. Los manejos políticos y bélicos de las naciones en el día presente no podrán obstruir el cumplimiento de las profecías divinas dadas con la garantía del propio nombre de Dios, Jehová. Prediciendo el futuro de importancia mundial de Aquel cuyo nacimiento en Belén fué anunciado por ángeles santos, el profeta Isaías escribió estas palabras, según la Versión Moderna de la Santa Biblia: “Porque un Niño nos ha nacido, un Hijo nos es dado: y el dominio estará sobre su hombro; y se le darán por nombres suyos: Maravilloso, Consejero, Poderoso Dios, Padre del siglo eterno, Príncipe de Paz. Del aumento de su dominio y de su paz no habrá fin; se sentará sobre el trono de David y sobre su reino, para establecerlo, y para sustentarlo con juicio y justicia, desde ahora y para siempre. ¡El celo de Jehová de los Ejércitos hará esto!” (Isa. 9:6, 7, Mod) ¿Cómo, entonces, puede haber una paz inviolable sobre la tierra sin este Príncipe de Paz?
19, 20. (a) ¿Por qué no puede probar ningún clérigo que la profecía de Isaías se ha cumplido en la cristiandad? (b) ¿Por qué no puede esperar el paganismo un arreglo para paz mundial duradera por medio de la cristiandad?
19 Esto no quiere decir que es imposible que tengamos paz permanente sobre la tierra sin la cristiandad y que por eso más valdría que las naciones comunistas dejaran de tratar de echar abajo a la cristiandad. La cristiandad ha existido ya por dieciséis siglos. Sin embargo ningún clérigo puede argüir y demostrar con buen éxito que la profecía de Isaías del aumento del gobierno de Cristo y de su paz sin fin se ha cumplido en la cristiandad. ¡Todo estudiante de historia sabe que no ha habido ningún aumento de gobierno característico de Cristo ni aumento de paz con la cristiandad! Todo libro de historia testifica que las dos guerras mundiales de este siglo comenzaron en el mismísimo corazón de la cristiandad entre gobernantes que los clérigos decían que gobernaban “por la gracia de Dios,” y que las dos primeras bombas atómicas fueron arrojadas sobre dos ciudades del paganismo por un pueblo cuyo Tribunal Supremo, en 1892, había declarado que era una nación cristiana.c La cristiandad no ha demostrado que ella sea la base para la paz mundial.
20 El llamado paganismo, por lo tanto, no tiene razón para esperar que la cristiandad provea el arreglo próspero para la paz mundial duradera. El paganismo no tiene razón para respetar la voz de la cristiandad como capaz de mandar que haya paz sobre todas las naciones. Según la regla de Dios, tal como ha sembrado la cristiandad, así tiene que segar. (Gál. 6:7) Dios no se ha dejado burlar, sino que tal como ha sembrado la cristiandad a través de sus dieciséis siglos llenos de guerra, ella está segando en este día del juicio de todas las naciones. Ella ha sembrado el viento; tiene que segar el torbellino. (Ose. 8:7) No por medio de la cristiandad, sino por medio del Príncipe de Paz mismo y por medio del dominio principesco que descansa sobre su hombro personal se cumplirá para con los hombres de buena voluntad la profecía que Dios dió mediante Isaías.
21, 22. (a) ¿Por medio de quién cumplirá el celo de Jehová la profecía de Isaías? (b) ¿Por medio de qué profecía lo ha declarado así Jehová?
21 Por lo tanto sean notificados todos los pueblos de la tierra que aman la paz que es por medio de su predicho Príncipe de Paz que el celo de Jehová de los ejércitos cumplirá la profecía de Isaías y que, como el Dios vivo y verdadero, él hablará paz a todas las naciones. Él ha declarado que así será, por medio de su profeta Zacarías, en el siglo sexto antes de la era cristiana, con estas palabras dirigidas a Jerusalén (o Sión), que hacía poco había sido reedificada:
22 “¡Regocíjate en gran manera, oh hija de Sión! ¡rompe en aclamaciones, oh hija de Jerusalem! he aquí que viene a tí tu rey, justo y victorioso, humilde, y cabalgando sobre un asno, es decir, sobre un pollino, hijo de asna. Y yo cortaré de en medio de Efraim [del Israel septentrional] el carro de guerra, y el caballo de en medio de Jerusalem, y será destruído el arco de batalla; porque él hablará paz a las naciones; y tendrá dominio de mar a mar, y del río [Éufrates] hasta los cabos de la tierra.”—Zac. 9:9, 10, Mod.
23. ¿Quién dice directamente que la primera parte de la profecía de Zacarías se cumplió históricamente, y cómo profesa la cristiandad celebrar ese cumplimiento cada año?
23 El cumplimiento de la primera parte de esta profecía está registrado históricamente. Durante los tres años del ministerio público de Jesús él y sus seguidores fieles predicaron de un lado a otro de la tierra de Palestina: “El reino de los cielos se ha acercado.” (Mat. 4:12-17; 10:1-7; Luc. 10:9) Finalmente llegó el tiempo para que Jerusalén identificara al Rey ungido de Dios, el Príncipe de Paz, y lo aceptara si deseaba hacerlo. Mucho antes de ese tiempo Salomón, hijo de David, sentado en una mula, había cabalgado a su coronación como rey. Más tarde la profecía de Zacarías asoció con un asno al Rey nombrado por Dios. Por eso, estando afuera de la ciudad de Jerusalén (o Sión), Jesús hizo que sus discípulos le trajeran un pollino para entrar montado en él en la ciudad capital. El historiador cristiano Mateo escribe: “Esto verdaderamente aconteció para que se cumpliera lo que se dijo por medio del profeta, que decía: ‘Díganle a la hija de Sión: “¡Mira! tu Rey está viniendo a ti, de genio apacible, y montado sobre un asno, sí, sobre un pollino, hijo de una bestia de carga.”’” Hasta este año las naciones de la cristiandad profesan celebrar la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén cada año en lo que llaman domingo de ramos.
24. ¿Cómo describe Mateo ese primer cumplimiento?
24 Concerniente a esa entrada el historiador Mateo dice: “De modo que los discípulos se pusieron en camino e hicieron exactamente como Jesús les mandó. Y trajeron el asno y su pollino, y pusieron sobre éstos sus prendas de vestir exteriores, y él se sentó en ellas. La mayor parte de la muchedumbre extendió sus prendas de vestir exteriores sobre el camino, mientras que otros comenzaron a cortar ramas de los árboles y a extenderlas sobre el camino. En cuanto a las muchedumbres, los que iban delante de él y los que venían detrás siguieron clamando: ‘¡Salva, rogamos, al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre de Jehová!d ¡Sálvalo, rogamos, arriba en las alturas!’ Ahora cuando entró en Jerusalén, toda la ciudad se puso en conmoción, diciendo: ‘¿Quién es éste?’ Las muchedumbres continuaban diciendo: ‘¡Este es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea!’”—Mat. 21:1-11.
25, 26. (a) ¿El testimonio unido de quiénes demuestra que la profecía de Zacarías tiene que ser cumplida por el que cabalga sobre el asno? (b) ¿Cómo podría efectuarse este cumplimiento, puesto que Jesús fué ejecutado en un madero?
25 Otros historiadores: Marcos, Lucas y Juan, registran este cumplimiento de profecía divina. Así el testimonio de los cuatro provee la prueba histórica de que, según la profecía de Zacarías, Jesucristo el descendiente del rey David es aquel mediante quien Jehová Dios hablará paz a todas las naciones y cuyo dominio tiene que ser de mar a mar y desde el río Éufrates hasta los cabos de la tierra, es decir, toda la tierra. Pero, ¿cómo podría efectuarse esto, cuando, en aquel entonces, el clero religioso de Jerusalén no hizo caso de la profecía de Zacarías y rechazó a Jesucristo, predispuso a la gente en contra de él, lo arrestó, lo entregó al gobernador romano para ser ejecutado y obligó a éste a cumplir su petición de que Jesús fuera muerto en un madero? Se efectuará porque ahora Jesucristo el Príncipe de Paz es un Rey celestial, que está a la propia diestra de Dios. Las propias profecías de Dios en las sagradas Escrituras Hebreas habían predicho que Jesucristo sería levantado de entre los muertos con gloria y sería elevado para sentarse a la diestra de Dios en el trono celestial.
26 Para cumplir las profecías y colocar los cimientos para una paz sin fin en la tierra al debido tiempo, el Todopoderoso Dios Jehová resucitó a su Hijo Jesucristo al tercer día de su muerte y lo invistió de gloria celestial y le dijo: “Siéntate a mi mano derecha hasta que ponga a tus enemigos como banco para tus pies.” A Jesucristo se le ha dado todo el poder necesario en el cielo y en la tierra, de modo que él ahora ocupa un puesto más fuerte para hablar y ordenar paz a las naciones que cuando estuvo aquí en la tierra como hombre y ordenó al mar turbulento de Galilea: “¡Apacíguate! ¡Calla!”—Sal. 16:10; 110:1; Mat. 28:18; Mar. 4:39.
27, 28. (a) ¿En qué ciudad tenemos un ejemplo amonestador de que la paz no puede venir mediante el rechazar al Príncipe de Paz de Dios, y cómo fué favorecida? (b) ¿Delante de quién lo rechazó ella, y por eso qué le habló Dios a ella?
27 Como prueba de que no puede haber paz ni seguridad sobre la tierra si el hombre rechaza al Príncipe de Paz de Dios y su dominio principesco, tenemos un solemne ejemplo amonestador en la historia. Eso fué en el caso de Jerusalén misma. Fué favorecida con tener la Biblia hebrea completa de aquel día, de treinta y nueve libros desde Génesis hasta Malaquías, y fué honrada con ser la primera en tener la oportunidad de aceptar al Príncipe de Paz como Rey ungido de Jehová. Sin embargo Jerusalén lo rechazó. Su sacerdocio encabezó la chusma fanática que gritó al gobernador romano, representante de César: “Si usted deja libre a este hombre, no es amigo de César. Todo el que se hace rey habla contra César. . . . No tenemos más rey que César.” De las profecías Jesús sabía de antemano que sería rechazado. (Juan 19:12-15) De modo que al acercarse a Jerusalén antes de su entrada triunfal pausó y lloró en cuanto a ella y dijo: “Si tú, aun tú, hubieras discernido en este día las cosas que tienen que ver con la paz—pero ahora han sido escondidas de tus ojos. Porque los días vendrán sobre ti cuando tus enemigos edificarán en tu derredor una fortificación con estacas puntiagudas y te rodearán y te afligirán por todo lado, y te arrojarán al suelo a ti y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no discerniste el tiempo de tu inspección.”—Luc. 19:35-44.
28 Dios dejó que Jerusalén tuviera a César, en vez de a Jesús, como rey, pero Dios no habló paz a Jerusalén. Aun por Jesucristo, además de por profetas previos, Jehová Dios habló una guerra de destrucción para Jerusalén. Le sobrevino en 70 d. de J.C. Entonces Jerusalén, que rechazó a Jesucristo como rey, fué destruída por los ejércitos de César el rey de ella.
29, 30. (a) ¿A quién representó proféticamente la Jerusalén anticristo, y a quién afirmaba ella aguardar? (b) Como en el caso de Jerusalén, ¿cómo se le ha presentado a la cristiandad el Rey reinante de Dios?
29 La Jerusalén anticristo llegó a ser un cuadro profético de la cristiandad desde el fin de la I Guerra Mundial en el año 1918. La antigua Jerusalén estaba en un pacto con Jehová Dios por medio de la ley de Moisés el profeta, y ella afirmaba estar aguardando a su Mesías, o Cristo. La cristiandad afirma estar en un pacto o en una relación de contrato con Dios por medio de Jesucristo como Mediador, y asevera estar aguardando su vuelta y su reino.
30 Jesucristo cabalgando en un asno en medio de una muchedumbre que gritaba fué presentado como Rey a la antigua Jerusalén en cumplimiento de profecía, pero ella lo rechazó. La cristiandad tuvo la I Guerra Mundial y las hambres, pestes, terremotos y angustia internacional que acompañaron a la guerra y que también siguieron después de ella. Mediante este cumplimiento de la propia profecía de Jesús la cristiandad tuvo prueba visible de que él había sido entronizado en su reino celestial en 1914, al fin de los tiempos de los gentiles, el cual fin fué marcado por el estallido de ira de las naciones gentiles en la I Guerra Mundial. Desde que paró la I Guerra Mundial en 1918 a la cristiandad se le han proclamado las buenas nuevas del establecimiento del reino de Dios mediante su Mesías-Cristo. Eso cumple las siguientes palabras proféticas de Jesús: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada con el propósito de dar un testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin cabal.” (Mat. 24:14) Los que predican estas buenas nuevas del Reino con el propósito de dar un testimonio a todas las naciones han sido y son testigos del reino de Dios. Por todos los medios disponibles de publicidad y comunicación en nuestros días modernos estos testigos del Reino han predicado públicamente y de casa en casa y de nación en nación, de modo que hoy están predicando en 175 países y territorios del globo terráqueo y en más de 120 idiomas. Han sido semejantes a los de la grande muchedumbre que gritando y ondeando ramos de palma acompañaron a Jesús cuando hizo su entrada triunfal en Jerusalén. De tal manera dramática, que cumple profecía, se le ha presentado a la cristiandad el Rey reinante de Dios.
31. (a) ¿Cómo ha rechazado la cristiandad al Príncipe de Paz? (b) ¿Cuándo vino la dificultad que destruyó a Jerusalén, y después de más de cuarenta años qué está sufriendo la cristiandad?
31 A pesar de tomar el nombre de Cristo y celebrar el domingo de ramos cada año, la cristiandad ha rechazado al Príncipe de Paz. Ha escogido a César como rey al escoger primero a la Sociedad de las Naciones y ahora a las Naciones Unidas, y al perseguir a las mismísimas personas que dan testimonio del reino de Dios por mandato de Jesús. Igual que en el caso de Jerusalén, la cristiandad no ha discernido el tiempo de su inspección, ni las cosas que tienen que ver con su paz. Después que Jerusalén rechazó al Príncipe de Paz de Jehová pasaron treinta y siete años antes de que le sobrevinieran el sitio, hambre, peste, violencia y destrucción a aquella ciudad que entonces era impía. Ahora, más de cuarenta años después que la cristiandad rehusó aceptar al Jesucristo entronizado como rey, la cristiandad se encuentra sufriendo el cumplimiento de la profecía de Cristo concerniente al fin de este inicuo sistema de cosas, a saber: “Habrá señales en el sol y la luna y las estrellas, y sobre la tierra angustia de naciones, no conociendo la salida por el rugir del mar y su agitación, mientras que los hombres se desmayan debido al temor y la expectativa de las cosas que vienen sobre la tierra habitada; porque los poderes de los cielos serán sacudidos.”—Luc. 21:25, 26.
UNA GUERRA PEOR QUE GUERRA NUCLEAR INTERNACIONAL
32. ¿Qué peligro ven los hombres, pero qué peligro peor es más real que ése, y por qué?
32 Bajo el terror de estos tiempos los hombres consideran el futuro desde el punto de vista netamente humano y publican la advertencia: “Nos enfrentamos a un peligro distinto a cualquier peligro que haya existido.” Ellos ven únicamente el peligro de la guerra nuclear internacional, el simple desprendimiento radioactivo de la cual llovería una muerte furtiva, silenciosa, sobre todo el género humano por las generaciones que han de venir. Eso es bastante desastroso. Sin embargo, Jesucristo y los otros profetas de Jehová Dios advirtieron un peligro peor que el que nuestros científicos más adelantados o que los estadistas más perspicaces se han imaginado. Es el peligro de lo que el último libro de la Santa Biblia llama “la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso,” para la cual se describe que los reyes de toda la tierra habitada y sus ejércitos están siendo juntados al lugar simbólico llamado Armagedón. (Apo. 16:14-16) El peligro es muy real, tan real como real es el Todopoderoso Dios, tan real como real es Cristo el Rey de los reyes y Señor de los señores, tan real como real es el hecho de que la cristiandad ha rehusado aceptarlo a él pero ha adoptado a las Naciones Unidas. Es un peligro más real que la guerra nuclear internacional, porque la guerra del Armagedón está escrita y predicha en las profecías infalibles de la Santa Biblia y tiene garantizándola el propio nombre irreprochable de Dios, Jehová.
33. (a) Concerniente a la certeza del cumplimiento del propósito declarado de Jehová, ¿qué dice Isaías 14:24-27? (b) ¿Qué propósito divino presenta Isaías 34:1-4 para esta era sideral?
33 En Isaías 14:24-27 leemos: “Jehová de los ejércitos ha jurado, diciendo: ‘Seguramente tal como he calculado, así debe suceder; y tal como he aconsejado, eso es lo que resultará cierto, . . .’ Este es el consejo que se aconseja contra toda la tierra, y ésta es la mano que está extendida contra todas las naciones. Porque Jehová de los ejércitos mismo ha aconsejado, y ¿quién puede desbaratarlo? Y su mano es la que está extendida, y ¿quién puede volverla atrás?” Ante esta certeza de que Jehová cumplirá su propósito, Isaías 34:1-4 declara: “Acérquense, naciones, para oír; y grupos nacionales, presten atención. Escuchen la tierra y lo que la llena, la tierra productiva y todo su producto. Porque Jehová tiene indignación contra todas las naciones, e ira contra todo el ejército de ellas. Debe dedicarlas a la destrucción; debe entregarlas al degüello. Y a los que sean muertos de ellas los echarán fuera; y en cuanto a sus cadáveres, su hediondez ascenderá; y las montañas deben derretirse a causa de su sangre. Y todos los del ejército de los cielos deben pudrirse y desaparecer. Y los cielos deben ser enrollados, del mismo modo que un rollo de libro; y todo su ejército se marchitará y desaparecerá, como el follaje se marchita y cae de la vid y como un higo marchitado fuera de la higuera.” De nada servirán entonces los aviones y proyectiles siderales.
34. Tocante a aquello a que se enfrenta particularmente la equivalencia moderna de Jerusalén, ¿qué profetizó Jesús tocante a la tribulación repentina?
34 Indicando aquello a que se enfrentan las naciones, más en particular la cristiandad, la equivalencia moderna de Jerusalén, Jesús profetizó tocante al fin de este sistema de cosas y dijo: “Entonces habrá una grande tribulación como no ha acontecido desde el principio del mundo hasta ahora, no, ni volverá a acontecer. De hecho, a menos que esos días fueran acortados, ninguna carne se salvaría; pero por causa de los escogidos aquellos días serán acortados.” “Concerniente a ese día y hora nadie sabe, ni los ángeles de los cielos ni el Hijo, sino únicamente el Padre. Porque así como eran los días de Noé, así será la presencia del Hijo del hombre. Porque así como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en matrimonio, hasta el día en que Noé entró en el arca; y no notaron nada hasta que vino el diluvio y los barrió a todos, así será la presencia del Hijo del hombre.”—Mat. 24:21, 22, 36-39.
35. ¿Por qué es diferente el peligro a cualquier peligro que los hombres perspicaces disciernen, y cómo sobrevivirá el hombre para entrar en un nuevo sistema de paz?
35 El peligro de las cosas que aquí se predicen proféticamente es un peligro diferente a cualquier peligro que los hombres perspicaces puedan discernir o imaginarse. Es el peligro de cosas mucho peores que la guerra nuclear entre el hombre y el hombre. Es el peligro de la guerra entre Dios y el hombre, de guerra entre Cristo y el gobernante invisible de este mundo, Satanás el Diablo, con todas sus huestes demoníacas y ejércitos terrestres. Significa el fin completo de este sistema de cosas mundial, del mismo modo que el diluvio de los días de Noé significó el fin del sistema de cosas corrompido y violento de antes del diluvio global. Dado que el peligro hoy día es tan extraordinario, el medio para proveer la supervivencia del hombre y su introducción en un nuevo sistema de cosas de paz eterna tiene que ser tan extraordinario como lo fué la construcción por Noé de un arca de tamaño colosal. Mediante éste alguna carne se salvará.
[Notas]
a Vea las Antigüedades judaicas de Josefo, libro 20, capítulo 9, párrafo l.
b Doce traducciones hebreas impresas del Evangelio de Lucas dicen “Jehová” aquí; también NM.
c “Estos, y muchos otros asuntos que pudieran ser notados, añaden un volumen de declaraciones extraoficiales al montón de declaraciones orgánicas tocante a que ésta es una nación cristiana.”—Church of the Holy Trinity v. United States, 143 U.S. 457 (1892), en la página 471.
d Catorce traducciones hebreas impresas del Evangelio de Mateo dicen “de Jehová” aquí; también NM. Vea Salmo 118:25, 26, Mod.