“¿Qué impide el que yo sea bautizado?”
1, 2. ¿Por qué no impidió Felipe que se bautizara el recién converso etíope?
EL GRAN trabajo de hacer discípulos de gente de todas las naciones y bautizarlos halló a uno de sus primeros conversos en la persona de un ministro del gabinete de Etiopía, un prosélito judío, que regresaba a su patria después de un viaje a Jerusalén para adorar en el templo. Estaba sentado en su carro leyendo la profecía de Isaías. El ángel de Jehová dirigió a Felipe para que fuera y le predicara, y esto lo hizo Felipe. Después de la explicación de Felipe de que el cumplimiento de la profecía de Isaías aplicaba a Jesús, el eunuco etíope había hecho una decisión. ¡Esto era! ¡Esto era la verdad! Y por eso, como relata el informe de Hechos 8:36-38: “Ahora bien, mientras viajaban por el camino, llegaron a cierto cuerpo de agua, y el eunuco dijo: ‘¡Mire! un cuerpo de agua; ¿qué impide el que yo sea bautizado?’ Dicho esto, mandó parar el carro, y ambos bajaron al agua, tanto Felipe como el eunuco, y él lo bautizó.”
2 Felipe no impidió el que el eunuco etíope se bautizara. Sabía que como prosélito judío tenía bastante conocimiento y entendimiento para saber lo que estaba haciendo. Felipe sabía que ésta no era una decisión hecha de repente bajo el acicate del momento. También sabía que el etíope reunía los requisitos como candidato para el bautismo en lo que concierne al asunto de limpieza moral. ¿No acababa de regresar de adorar en el templo y no había tomado la medida extrema de viajar con grandes esfuerzos para efectuarlo? ¿No había sido llamado Felipe por el ángel santo para darle el testimonio a este hombre, indicando que Dios había ‘avaluado el corazón’ del etíope y lo estaba llamando a la organización de Dios para servir? Sí. Entonces, ¿por qué habría de impedir Felipe el bautismo?
3-5. ¿Qué requisitos tiene que llenar la persona a fin de estar capacitada para el bautismo?
3 Ningún hombre puede impedir el que se bautice otro si éste llena los requisitos de Dios. Es Jehová Dios quien decide qué requisitos tienen que llenar los candidatos para el bautismo. A las personas que no llenan los requisitos que Jehová fija él se lo impide automáticamente por ser inelegibles. El bautista, o un ministro cristiano entendedor, ordenado y bautizado y enterado de los hechos, entonces explicaría por qué tal persona no llena los requisitos. Los que desean hacer la voluntad divina tienen que venir a Dios según Sus condiciones y llenar Sus requisitos. Sólo las personas que reconocen la soberanía universal de Jehová, que confían en el rescate y son lavadas, que se someten a la dignidad real del Hijo de Jehová, Cristo Jesús, y que siguen la guía del espíritu santo llenan los requisitos para el bautismo. Tocante a esto debe notarse que el entender y reconocer estas doctrinas fundamentales se requiere aún más que el conocimiento bíblico técnico en cuanto a ellas. El conocimiento detallado avanzado de las Escrituras puede venir, y a menudo viene, después del bautismo. Pablo dijo concerniente a los cristianos de su día: “Pero ustedes han sido lavados, pero ustedes han sido santificados, pero ustedes han sido declarados justos en el nombre de nuestro Señor Jesucristo y con el espíritu de nuestro Dios.”—1 Cor. 6:11.
4 Otro requisito para todos los candidatos del bautismo se registra para nosotros en Isaías 52:11: “Apártense, apártense, sálganse de allí, no toquen nada inmundo, sálganse de en medio de ella, manténganse limpios, ustedes los que están llevando los utensilios de Jehová.” Por lo tanto es evidente que todos los que desean hacer la voluntad divina tienen que separarse del mundo y ser limpios. Tienen que hacer cualesquier ajustes que se precisen en su vida para amoldarse a las normas morales dadas en la Palabra de Dios.
5 Entonces, los requisitos para el bautismo pueden resumirse como (1) tener bastante conocimiento y entendimiento para saber en qué es que se conviene, y (2) estar limpio moralmente. En algunos países la organización de los testigos de Jehová ha tenido que adoptar medidas para asegurarse de que se llenen estos dos requisitos. Si alguien todavía no entiende las cosas que están envueltas en el bautismo, entonces no son los superintendentes en la organización los que le impiden bautizarse. Más bien, el bautismo se posterga temporariamente por faltarle elegibilidad al candidato. No entiende y por lo tanto no podría estar en consonancia con los requisitos de Dios. De la misma manera, un niño que no tiene la edad de razonar no es elegible para el bautismo, porque no entiende todo lo que significa. A veces se observa en ciertos adultos esta falta de habilidad para entender la seriedad del paso que están dando. En países donde esto es común, la organización requiere que cierto período de estudio se termine antes de ser elegible un candidato. De la misma manera, las personas que necesitan hacer ajustes en su norma de vivir moral para amoldarse a los justos requisitos de Dios no deben bautizarse sino hasta que se hayan hecho esos cambios.
6, 7. (a) ¿Quién tiene que contestar la pregunta en cuanto a si hay algo que impida el bautismo? (b) ¿Cuándo deben tener lugar la dedicación y el bautismo?
6 Ahora para todos los que han llegado al punto en la vida en que han aceptado la verdad y están preparados para venir a Jehová Dios como vasos limpios, el tiempo ha llegado cuando tienen que hacerse la misma pregunta que se hizo el eunuco etíope: “¿Qué impide el que yo sea bautizado?” Su pregunta verdaderamente fue de autoescrutinio. Cada uno tiene que contestar esa pregunta con una buena conciencia para con Dios.
7 Si uno reconoce la verdad de que Jehová es y que su Hijo reina, que su rescate aplica a uno mismo y que Cristo Jesús está dando el espíritu santo en conexión con la organización visible de Dios en la tierra; si uno no tiene problema referente al vivir limpio que requiere tiempo para hacer el ajuste; si uno ha estado pensando seriamente en dar uno su vida al servicio de Dios, ¿qué puede uno decir con buena conciencia a la pregunta: “¿Qué impide el que yo sea bautizado?” Nada, salvo expresar la misma conclusión que el etíope: ¡Nada lo impide! ¡Allí tiene la respuesta! Al instante que uno comprende que no hay nada que se lo impida es cuando uno tiene que ser obediente a Dios y no postergar el recibir el bautismo en agua.
8, 9. (a) ¿Por qué están postergando algunos dedicados el paso del bautismo? (b) ¿Ayudará tal postergación en cumplir con las responsabilidades?
8 Hay algunos dedicados, sin embargo, que por una razón u otra están postergando su bautismo. En algunos lugares en la tierra tantos como el veintiocho por ciento de los que publican el reino de Dios todavía no se han bautizado. Si están dedicados a Dios por medio de Cristo, ¿cuáles son las razones de esto? ¿Qué está impidiéndoselo? Unos cuantos son bebés en conocimiento y entendimiento y deben estudiar más para tener apreciación apropiada. Algunos otros, nuevos en la verdad, no han tenido tiempo para despojarse de los hábitos impuros del mundo o para corregir su manera de vivir con el sexo opuesto. Estos primero deben corregir su vida, limpiarse y permanecer limpios. Pero con mucho el mayor número de éstos son personas que tienen bastante conocimiento para saber la seriedad del paso de la dedicación. Están limpios. Si han hecho una dedicación y todavía están postergando el bautismo, están desobedeciendo un mandamiento. Si todavía no se han dedicado, entonces la respuesta es muy sencilla: Deben darse a Dios en dedicación completa y dejar de detenerse.
9 ¿Qué impide a una persona limpia? Nada, salvo la idea en la mente del que piense que al postergar la dedicación un poco más podrá cumplir mejor las responsabilidades. Eso no es así. En Asia, en África, en muchos países donde la gente no ha tenido antecedentes cristianos los que desean hacer la voluntad divina han podido llegar a la conclusión de que tienen que cambiar su vida al vivir cristiano a fin de llenar los requisitos para la salvación. Oh, eso le impone a la persona una furiosa lucha interior por algún tiempo, pero tan pronto se termina la lucha y ella comprende que ésta es la verdad, rápidamente se dedica a Jehová y se somete a la inmersión en agua. Pero, recuerde, el bautismo es el símbolo; no es su dedicación. El ser sumergido en agua no efectúa el cambio. El corazón debe haber cambiado. En muchos casos este cambio se efectúa en unos cuantos meses. Luego hay que mantenerse fiel a la dedicación.
10. ¿Por qué no se debe temer el dedicarse aunque algunos han fracasado y no se han mostrado fieles?
10 ¿Cómo, entonces, puede darse una respuesta a Dios con buena conciencia de que hay alguna buena razón para postergar la dedicación y el bautismo? Ninguna respuesta tal puede darse. Algunos tal vez estén pensando que conocen a alguien que se dedicó y fracasó. Eso puede ser, pero ¿qué hay de esos millares sobre millares de dedicados en toda la tierra que no están fracasando, que se están probando fieles a su dedicación y bautismo bajo grande dificultad, persecuciones y opresiones de toda clase? Ciertamente hay muchos más ejemplos de los que se dedican y tienen buen éxito que de los que se dedican y fracasan. Absolutamente no hay por qué temer más. Si uno sabe que debe dedicarse a Dios y bautizarse y no lo hace, la responsabilidad delante de Jehová es la misma como si lo hiciera. El hombre que se dedica y fracasa no sobrevivirá al Armagedón, pero tampoco sobrevivirá el hombre que postergó la dedicación y jamás dio los pasos que lo capacitaran para vida. Ambos estarán igualmente muertos. ¿Por qué estar en cualquiera de estas dos clases?
11. ¿Pudiera haber un tiempo más favorable para la dedicación que el tiempo presente?
11 ¿Pudiera el deseo de un tiempo más favorable en que dedicar uno su vida a Dios debido a no estar dispuesto a ceder los placeres del mundo estar impidiendo el bautismo? Ciertamente nunca podría haber tiempo más favorable que el presente. En cuanto al apremio del tiempo actual y los placeres de este mundo, el apóstol exhorta en 1 Juan 2:17: “El mundo está desapareciendo y también su deseo, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” No hay razón para demorarse más, sino toda razón ahora para que la persona se resuelva a hacer la voluntad divina sin reserva. Nunca habrá un tiempo mejor o más apremiante para hacerlo que ahora mismo.
12, 13. Cite ejemplos modernos de cómo vínculos anteriores han sido rotos por miembros de varias fes y se ha adoptado una posición firme a favor de la adoración limpia de Jehová.
12 El que se somete al bautismo ha roto los vínculos anteriores con la cristiandad o el paganismo. Este paso aparentemente difícil se está dando todos los días. En el África la influencia de los hechiceros y el temor del vudú han sido rotos por medio de la determinación de los cristianos recién dedicados y bautizados. En Oriente el poderoso dominio de la adoración de antepasados ha sido repudiado aun por abuelas ancianas que han adorado a sus antepasados durante muchas décadas. Este paso les ha hecho perder viejos amigos y conocidos—algo que no es tan fácil para ellos, pues para casi toda la gente oriental la reputación que tienen entre sus amigos y vecinos les es más importante que cualquier otra cosa en la vida. De toda clase de creencias pasadas ha venido la gente, dedicándose y simbolizando esa dedicación mediante bautismo en agua. Luego siguen andando en su integridad. Han hecho lo que las Escrituras les dicen que hagan, en 2 Corintios 6:17: “‘Por tanto salgan de entre ellos, y sepárense,’ dice Jehová, ‘y ya no toquen la cosa inmunda,’ ‘y yo los recibiré.’”
13 Eso es exactamente lo que Jehová ha hecho hoy día. ¡Cuán maravilloso es y cuán imponente ha sido ver el espíritu de Jehová obrar en la mente de los que anteriormente estaban atados por costumbres paganas para hacerlos repudiar la adoración de los demonios y hacerse ardientes adoradores de Jehová! Esto significa rehacer la mente, y a veces un cambio de circunstancias, pero nada les ha impedido el que se dediquen y luego se bauticen. Algunos de estos bautizados antes eran adoradores de Buda, que se esforzaban por la nonada de la inexistencia. Algunos antes eran confucianos, que creían que la mejor manera de vivir era seguir un derrotero pasivo de desarrollo de carácter. Algunos eran adoradores del sintoísmo celosamente nacionalistas del emperador japonés; algunos eran taoístas, mahometanos, hindúes, adoradores de demonios y ateos. Jehová los ha aceptado a todos. La dedicación y el bautismo llegaron a ser la puerta por medio de la cual fueron aceptados. Cualesquier dedicados que hoy día piensan en postergar el bautismo deben considerar estos maravillosos ejemplos de fidelidad del día moderno de todas partes del globo. Por no detenerse han salvado todos los obstáculos que pudieran haberles impedido el bautizarse.
14. ¿Por qué nunca debe ser la dedicación algo hecho con “corazón irresoluto”?
14 La dedicación nunca puede ser una cosa hecha con “corazón irresoluto.” La traducción en la nota al pie de la página del Salmo 119:113 sustituye con la expresión “he aborrecido a los de ánimo doble” la traducción principal, “he aborrecido a los de corazón irresoluto.” Los que entienden que son necesarios los pasos de la dedicación y el bautismo, pero que por alguna razón se detienen, verdaderamente están siendo de ánimo doble. Un ánimo los insta a dedicarse, el otro influye en ellos para que traten de mantener asidos sólo un poco más los placeres relucientes de este mundo. El mayor de los dos mandamientos de Jesús fue “amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.” (Mat. 22:37) No hay allí lugar para dedicación con corazón irresoluto. Santiago (4:8) exhorta a los “indecisos” a acercarse a Dios, y él “se acercará a ustedes.” Los que se detienen realmente están manteniéndose justamente fuera de esa relación estrecha y afectuosa con nuestro Creador que viene con la dedicación completa.
15. ¿Cómo debe desarrollarse el deseo de dedicarse y bautizarse en el corazón de la gente de buena voluntad?
15 El mandamiento de Jesús de ir y hacer discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos, se dio a los cristianos fieles de la congregación primitiva. Estos leales enseñaron la seriedad del bautismo a los nuevos conversos. Así hoy día, la responsabilidad de los maduros es enseñar la seriedad del bautismo. Es parte de la edificación de los débiles, de los cuales los fuertes son responsables al gran Pastor. Mediante paciente y prudente enseñanza y ejemplo desarrollan en la nueva persona el deseo de bautizarse. Esto se hace gradualmente, pero desde muy al principio en el estudio bíblico de casa que uno conduce semanalmente con la persona de buena voluntad. Pablo dice: “Porque ‘cualquiera que invoque el nombre de Jehová será salvo’. Sin embargo, ¿cómo . . . oirán sin alguien que predique?” (Rom. 10:13-15) Asimismo, ¿cómo sabrá la gente de buena voluntad la manera de convertir su verdad recién aprendida en el vivir del nuevo mundo y la dedicación si los cristianos maduros no desarrollan el deseo en el corazón de estas personas de buena voluntad?
16, 17. (a) ¿Pudiera uno extralimitarse al estimular alguien a bautizarse? (b) ¿Por qué hay que tratar de evitar el bautismo prematuro?
16 Al estimular al bautismo uno puede extralimitarse a tal grado que el bautismo ya no sea la decisión del individuo, y esto debe evitarse. Todos los cristianos se interesan personalmente en sus hermanos futuros y quieren que ellos den este paso necesario de obediencia para vida y se bauticen. No obstante, ningún cristiano puede instar a otra persona a bautizarse contra su voluntad. El bautismo sigue a una dedicación privada del corazón para hacer la voluntad divina de Jehová. Tiene que ser una decisión de libre albedrío, en la cual el que decide sabe bien lo que está envuelto y está deseoso de aceptar las responsabilidades de servicio concomitantes. La práctica de ser obediente a los mayores de uno que existe en muchos países orientales no puede aplicarse cuando se trata de decidir sobre el bautismo. Jamás debe uno bautizarse para complacer a los padres o a la cabeza influyente de la familia que casualmente es testigo de Jehová.
17 Hay que evitar el bautismo prematuro. El bautismo prematuro sin la apreciación apropiada resulta en personas de ánimo doble que miran atrás al mundo y anhelan las cosas que se quedaron atrás. El hecho de que se requiere que uno esté separado del mundo debe entenderse definitivamente primero. Jesús dijo: “Ningún hombre que ha puesto la mano en el arado y mira a las cosas atrás es muy apto para el reino de Dios.” (Luc. 9:62) En el año 1959 hubo 86,345 personas que pusieron la mano en el arado. ¡Que nunca se vuelvan y miren a las cosas atrás!
18, 19. ¿Qué responsabilidad descansa sobre los superintendentes y otros cristianos maduros para con las personas recién interesadas?
18 En el caso del eunuco etíope, cuando Felipe lo oyó leer la profecía de Isaías él le preguntó: “¿Sabe usted verdaderamente lo que está leyendo en voz alta?” (Hech. 8:30) Esto fue en realidad un examen hecho al etíope y luego, al explicarle las Escrituras a él, Felipe se aseguró de que sí sabía. El ministro discernidor puede indicar las cosas que el estudiante necesita saber de tal manera que él vea la necesidad de dedicarse, y nunca se le tendrá que pedir que se dedique a Dios. El ministro hábil y discernidor sabe cómo hacer esto. En Proverbios 20:5 está escrito: “El consejo en el corazón de un hombre es como aguas profundas, pero el hombre de discernimiento es el que lo sacará.” El ministro maduro no será tímido en cuanto a dar a conocer al candidato futuro para el bautismo cuáles son los requisitos morales de Jehová. Entonces la nueva persona buscará consejo de él. Los que llevan los vasos de Jehová tienen que ser limpios. Donde hay que cambiar las normas morales para amoldarse a los principios bíblicos, es preciso que el ministro saque de manera prudente desde el principio las aguas profundas de consejo para que el candidato empiece a cambiar el arreglo de su vida donde sea necesario. Si el ministro ha sido tímido en cuanto a traer a colación estos asuntos, puede que el candidato tenga que encararse al punto en cuestión demasiado súbitamente y le sobrevenga como un choque.
19 Los superintendentes y los conductores de estudios en la organización de congregación también se interesan en las nuevas personas de buena voluntad. En Primera de Tesalonicenses, en el 1 Tes. segundo capítulo, versículos 3-12, el papel del superintendente y conductor maduros se resume: “Porque la exhortación que damos no brota del error ni de impureza. . .en ninguna ocasión nos hemos presentado ya sea con habla aduladora, (como ustedes lo saben) ni con falsa apariencia para la codicia . . . nos hicimos afables en medio de ustedes, . . .con el fin de que siguieran andando como es digno de Dios que los está llamando a su reino y gloria.” El deseo de entregar uno su vida a Dios en dedicación se desarrolla pacientemente por los ministros maduros, superintendentes y conductores de estudios de la congregación.
20. (a) ¿Qué consejo se da en Eclesiastés 5:5, 6? (b) ¿Quiénes en nuestro día hablan, en realidad, como los apóstoles, según se registra en Juan 6:68?
20 Ahora, antes de que una persona decida dedicarse a ser uno de los siervos obedientes de Jehová, sin importar lo que le suceda debido a eso, debe haber considerado el costo. En el libro de Eclesiastés, o Kohélet (Ec. 5:5, 6), se dice: “Mejor es que no votes que el que votes y no pagues.” No hay compulsión de parte de Dios en este asunto. Pero si uno ha probado que Jehová es bueno, indiscutiblemente querrá estar de parte de Él, como los apóstoles respondieron a Jesús: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes dichos de vida eterna.”—Juan 6:68.
¿POR QUIÉN?
21. ¿Por quién debe ejecutarse el bautismo a fin de que esté en consonancia con la voluntad divina?
21 ¿Y por quién debe ser uno bautizado? Bueno, en estos días del reino establecido de Dios, ¿quiénes en la tierra están publicando esos dichos de vida eterna? No hay duda en cuanto a ello; son los testigos de Jehová, el pueblo sobre quien él se ha complacido en colocar su propio nombre santo y en cuyo cuidado ha encomendado los intereses de su reino. Por consiguiente es correcto que la inmersión en símbolo de la dedicación se ejecute por uno de estos testigos y no por ningún otro hombre. Arreglos para el bautismo siempre se hacen en cada asamblea de circuito y de distrito de los Testigos, y de vez en cuando pueden hacerse en las congregaciones locales cuando circunstancias especiales lo requieran.
22-24. (a) ¿Se les debe hacer preguntas a los candidatos antes de admitirlos al bautismo? ¿Por qué? ¿Cómo deben contestarse las preguntas? (b) ¿Cuál es la sustancia de la primera pregunta? (c) ¿De la segunda?
22 Antes de que los candidatos sean admitidos para el bautismo es apropiado que contesten dos preguntas, de modo que todos los que estén reunidos con ellos para la ocasión sean testigos de que han oído de la propia boca de los candidatos que ellos entienden lo que están haciendo y que ellos han dado los pasos requeridos. Los que pueden contestar las preguntas afirmativamente deben decir: “Sí,” después de cada pregunta, y deben decirlo en voz alta y al unísono, es decir, todos al mismo tiempo.
23 La primera pregunta es: ¿Se ha reconocido usted delante de Jehová Dios como un pecador que necesita salvación, y le ha confesado usted que esta salvación procede de él, el Padre, por medio de su Hijo Jesucristo?
24 La segunda pregunta es: Sobre la base de esta fe en Dios y en su provisión para la salvación, ¿se ha dedicado usted sin reservas a Dios para hacer su voluntad de ahora en adelante según se la revela a usted por medio de Jesucristo y por medio de la Biblia bajo el poder esclarecedor del espíritu santo?
25. ¿Qué deben recordar los bautizados?
25 Todo el que ha contestado “Sí” a estas preguntas es elegible para el bautismo y debe bautizarse en esa misma asamblea de circuito o de distrito de los testigos de Jehová. Los bautizados deben recordar el día; es el día de simbolizar su dedicación a causa de la cual dedicación reciben una ordenación para predicar las buenas nuevas del reino del cielo. Deben hacer una anotación de ello, la fecha y el año, para que no se les olvide. Y deben recordar también que ese día de grande y profundo gozo no es una ocasión para mostrar regocijo bullicioso ni fanatismo; es una ocasión seria, y los que se someten al bautismo deben tener una actitud de oración, así como leemos en cuanto a Jesús, que él oró cuando subió del agua.—Luc. 3:21.
26. ¿Qué deben hacer ahora todos los que aprenden la verdad y se ponen de parte de Dios?
26 La conclusión del asunto, entonces, es que les corresponde a todos los que aprenden la verdad acerca de Jehová Dios y de su Hijo, el Redentor y Salvador del hombre, y que mediante la dedicación se ponen de parte del Creador, bautizarse sin falta en símbolo de esa dedicación, en conformidad con la voluntad divina, y luego continuar en obediencia amorosa a esa voluntad. Porque “el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.”—1 Juan 2:17.