Venciendo el mal con el bien en tiempos modernos
1, 2. (a) ¿Cuáles han sido algunos de los males que han sufrido los testigos de Jehová en este siglo? (b) ¿Los han apartado estas cosas de hacer su trabajo? (c) ¿Por qué han recurrido a los tribunales los testigos de Jehová? (d) ¿Qué palabras de Jesús los han consolado?
LOS testigos de Jehová del día actual tienen la obligación de esparcir las buenas nuevas del reino de Dios y vivir de acuerdo con la Palabra y ley de Dios. Debido a su sincera adoración de Jehová Dios, a menudo han sido sometidos a fuerte persecución. Algunos han sido muertos a causa de su fe. Otros han tenido que aguantar muchos vituperios y sufrir injusticias. Se ha mentido acerca de ellos y se les han negado sus derechos legítimos. Sus hijos han sido expulsados de las escuelas. Sus hogares y propiedades han sido destruidos. Por la fuerza les han administrado transfusiones de sangre ilegales. A algunos les han arruinado su negocio o les han hecho perder su empleo seglar a causa de su fe. Su historia ha sido sobresaliente en cuanto a hacérseles el mal. Pero a través de todo ello la sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová no ha perdido de vista su comisión de predicar las buenas nuevas del Reino. Los cristianos sí tienen el derecho de defenderse legalmente en tiempos de persecución, y los testigos de Jehová han gastado mucho dinero con el fin de defender y legalmente establecer las buenas nuevas.—Fili. 1:7.
2 Los testigos de Jehová están agradecidos por el buen consejo y la buena instrucción de la Palabra de Dios, que los ha ayudado a evitar tener un espíritu vengativo, de modo que no han recurrido a los tribunales de su país con el propósito de vengarse, sino que han recordado las palabras de Jesús de Mateo 10:18-28: “¡Si hasta los llevarán ante gobernadores y reyes por mi causa, para un testimonio a ellos y a las naciones! Sin embargo, cuando los entreguen, no se inquieten acerca de cómo o qué han de hablar; porque se les dará en aquella hora lo que han de hablar; porque los que hablan no son únicamente ustedes, sino que el espíritu de su Padre es lo que habla por ustedes. Además, el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre a su hijo, y los hijos se levantarán contra los padres y los harán morir. Y ustedes serán objetos de odio de parte de toda la gente por motivo de mi nombre; mas el que haya perseverado hasta el fin es el que será salvo. Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra; porque en verdad les digo: De ninguna manera completarán el circuito de las ciudades de Israel hasta que llegue el Hijo del hombre. El discípulo no es superior a su maestro, ni el esclavo superior a su amo. Bástale al discípulo llegar a ser como su maestro, y al esclavo como su amo. Si al amo de casa le han llamado Beelzebub, ¿cuánto más llamarán eso a los de su casa? Por lo tanto, no los teman; porque nada hay encubierto que no llegará a descubrirse, ni secreto que no llegará a saberse. Lo que les digo en la oscuridad, díganlo en la luz; y lo que oyen al oído, predíquenlo desde las azoteas. Y no se hagan temerosos de los que matan el cuerpo mas no pueden matar el alma; sino, más bien, teman al que puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el Gehena.” Se presentan ante gobernantes y tribunales para dar un testimonio tal como lo hizo Jesús mismo.
3. Dé un ejemplo que muestre por qué es práctico no atacar a los perseguidores.
3 Aunque los cristianos confían enteramente en Jehová Dios y no temen a los que matan el cuerpo, jamás dejan que su inclinación carnal los domine tanto que organicen ataques contra sus perseguidores. Uno de los perseguidores sobresalientes de los primeros cristianos fue Saulo el fariseo de la tribu de Benjamín. Aunque los cristianos conocían a Saulo como enemigo y perseguidor, jamás trataron de matarlo. Si los cristianos hubiesen atacado al perseguidor Saulo y lo hubiesen matado como represalia, aquello realmente hubiera sido malo. Mientras estén vivos los hombres, aunque sean perseguidores, el cristiano puede vivir con la esperanza de que quizás algún día el perseguidor se entere de la realidad acerca de las personas a quienes persigue y, si tiene buen corazón, llegue a ser como Saulo, que, cuando vio la luz, emprendió la adoración pura como cristiano. Siempre podemos esperar que haya muchos más como él que se vuelvan y adoren al Dios verdadero, Jehová.—Hechos, cap. 9.
4. ¿Cuál es el punto de vista apropiado de los siervos de Dios respecto a los malhechores?
4 En cuanto a los que no tienen la clase de corazón sincero que tuvo Saulo y realmente son hombres inicuos, malhechores incorregibles, aun tratándose de estos hombres es importante que el cristiano mantenga la posición correcta de la fe, esperando en Jehová, que dice: “No te muestres acalorado a causa de los malhechores. No envidies a los que hacen injusticia. Porque como hierba rápidamente se marchitarán, y como hierba verde nueva se desvanecerán. Depón la cólera y deja la furia; no te muestres acalorado solo para hacer mal. Porque los malhechores mismos serán cortados, pero los que esperan en Jehová son los que poseerán la tierra.” (Sal. 37:1, 2, 8, 9) No hay duda de que Jehová actuará. Jehová sabe lo que hay en el corazón de todos los hombres y tratará con los malhechores a su modo bueno. Podemos estar seguros en cuanto a ello. Jesús nos estimuló a pensar así: “De seguro, entonces, ¿no hará Dios que se haga justicia a sus escogidos que claman a él día y noche, aun cuando es sufrido para con ellos? Les digo: Él hará que se les haga justicia rápidamente. Sin embargo, cuando llegue el Hijo del hombre, ¿verdaderamente hallará la fe sobre la tierra?”—Luc. 18:7, 8.
VENTAJA DEL GOBIERNO DE UNO MISMO
5. ¿Por qué es deseable el gobierno de uno mismo?
5 La gran paciencia de Jehová para con los malhechores ha sido sobresaliente y es el ejemplo para nosotros, sus criaturas en la Tierra. Jehová sabe cómo está hecho el hombre, que es débil e imperfecto, pero juzga a cada uno según lo que hay en su corazón. Si Jehová puede usar de gran paciencia para con los hombres imperfectos, entonces esto es algo que nosotros también tenemos que tratar de aprender. Es parte del fruto del espíritu que acompaña al gobierno de uno mismo. Hay ventajas definidas encerradas en aprender a tolerar las ofensas de otros y tener gobierno de uno mismo. Aun los cristianos son imperfectos y tienen la posibilidad de cometer una ofensa contra otros. Un autoexamen ligero quizás ayude a ilustrar el punto. ¿Hay alguno que pueda decir que jamás se ha encolerizado con alguien de su propia familia? ¿Se acuerda usted de una ocasión específica en que se haya encolerizado? Piense en ello y pregúntese: ¿De qué sirvió? ¿Hubo algún beneficio como resultado de perder yo el gobierno de mí mismo? ¿Resultó en gritería o disputa? ¿Consideré yo desde un punto de vista maduro lo que había acontecido?
6. ¿Cómo debe efectuarse la disciplina de los hijos que se portan mal?
6 De hecho, realmente es malo para la salud el encolerizarse. Además de causarse algún daño personal a sí mismo y algún daño a su salud, si los padres están acostumbrados a encolerizarse con su familia, esto puede hacer que los hijos lleguen a ser muy nerviosos, quizás introvertidos, o hasta a estar muy seriamente enfermos. Esto no quiere decir que los padres siempre tienen que excusar a sus hijos por cualquier ofensa cometida. Eso sería contrario a las Escrituras. A veces se necesita disciplina y es bíblicamente apropiado usarla. Sin embargo, el padre sabio tendrá calma al disciplinar a sus hijos. Algunas personas que se han encolerizado han lastimado a sus hijos y hasta han matado a sus hijos al administrarles disciplina. Pero el niño no disciplinado será un fracaso toda su vida y una desilusión para su padre a medida que crezca; de modo que la disciplina es valiosa y a veces se hace necesario administrar una zurra a los hijitos. Consideremos el consejo de las Escrituras: “Y ustedes, padres, no estén irritando a sus hijos, sino sigan criándolos en la disciplina y consejo autoritativo de Jehová.” “Quítense de ustedes toda amargura maliciosa y cólera e ira y gritería y habla injuriosa junto con toda nocividad. Mas háganse bondadosos los unos con los otros, tiernamente compasivos, libremente perdonándose unos a otros así como Dios también por Cristo libremente los perdonó a ustedes.”—Efe. 6:4; 4:31, 32.
7. ¿Cuál es la manera apropiada de considerar las ofensas de otros de la congregación?
7 Lo que Pablo dijo en Efesios 4:31, 32, también aplica en la congregación. Al acercarnos más al fin de este inicuo sistema de cosas, tenemos que aprender a estar muy estrechamente unidos en la congregación, a amarnos unos a otros y a alegrarnos al ver a otros. El Diablo está encolerizado y sabe que su tiempo es corto, de modo que está causando muchas dificultades para el pueblo de Dios, pero en la congregación tenemos un lugar donde obtener amor y consuelo y ser edificados a fin de enfrentarnos a las pruebas o problemas del día siguiente. Pedro lo expresó así: “Pero el fin de todas las cosas se ha acercado. Sean de juicio sano, por lo tanto, y sean vigilantes en cuanto a oraciones. Ante todo, tengan amor intenso los unos para los otros, porque el amor cubre una multitud de pecados.” (1 Ped. 4:7, 8) Pedro con mucha madurez tomó en cuenta el hecho de que habrá algunos pecados u ofensas, pero aquí es donde entra el amor cristiano. Algunas personas cometen errores, otras muestran falta de consideración, pero a medida que crecemos a la madurez y tenemos el espíritu de Jehová, ciertamente aprendemos a perdonarnos los unos a los otros. Es posible que el ofensor o malhechor reciba inmediatamente todos los beneficios de este perdón, pero más tarde esto también tiene un efecto redundante en nosotros. Por haber devuelto mal por mal o haber pagado en la misma moneda en vez de haber perdonado, podemos llegar a ser ofensores delante de nuestro Padre celestial. Es por eso que Jesús aconsejó: “Porque si perdonan a los hombres sus ofensas, su Padre celestial también los perdonará a ustedes; mientras que si no perdonan a los hombres sus ofensas, tampoco perdonará su Padre las ofensas de ustedes.”—Mat. 6:14, 15.
8. ¿Cuál es la manera correcta de zanjar un problema con un hermano o hermana?
8 Aunque se trate de alguna ofensa seria en el caso de alguien de la congregación que haya hecho algo que uno considere sumamente ofensivo o malo, Jesús dio la fórmula para zanjar estos problemas cuando dijo: “Además, si tu hermano comete un pecado, ve y pon al descubierto su culpa entre ti y él a solas. Si te escucha, has ganado a tu hermano. Pero si no escucha, toma contigo uno o dos más, para que por boca de dos o tres testigos se establezca todo asunto. Si no les escucha a ellos, habla a la congregación.” (Mat. 18:15-17) Este es consejo muy bueno tanto para la familia cristiana como para la congregación. Tanto en la congregación como en la familia, el considerar francamente las dificultades es la mejor manera de vencer una ofensa. El desquitarse o causar daño por daño puede desbaratar la unidad de la congregación y también puede desbaratar una familia. Por eso, cuando se cometa una ofensa, si no se puede perdonar (lo cual también significa olvidar) entonces es mejor hablar acerca de ello y zanjar el asunto y no permitirle que quite el gozo, el cual debe hallarse en toda familia dedicada y en toda congregación. Uno puede orar a Jehová pidiéndole ánimo y fuerzas para seguir su consejo; entonces sobre eso como base proceder a zanjar el problema, y el resultado final será bueno.
SUPERINTENDENTES
9. Aunque se ejerza mucha presión en un superintendente con relación a su trabajo, ¿qué consejo se le da en cuanto a tratar con sus problemas?
9 A veces los superintendentes de la congregación tienen que contender con una persona que está descarriándose en doctrina. Hay personas que de manera muy necia o ignorante ponen en tela de juicio la verdad o no concuerdan con la Biblia y causan algunos verdaderos problemas en la congregación. Pero aquí de nuevo la dirección de Jehová indicaría ejercer gobierno de uno mismo y encargarse de las cosas con calma. No hay por qué causar una batalla. No se efectuaría ningún bien con ello. Bajo inspiración del espíritu de Dios, Pablo aconsejó a Timoteo: “Además, niégate a admitir las cuestiones necias e ignorantes, sabiendo que producen peleas. Pero el esclavo del Señor no tiene necesidad de pelear, sino de ser amable para con todos, capacitado para enseñar, manteniéndose reprimido bajo lo malo, instruyendo con apacibilidad a los que no están favorablemente dispuestos; ya que Dios quizás les dé arrepentimiento que conduzca a un conocimiento exacto de la verdad, y vuelvan a sus sentidos propios fuera del lazo del Diablo, siendo que han sido pescados vivos por él para la voluntad de ése.” (2 Tim. 2:23-26) Al seguir este consejo el superintendente muestra su madurez cristiana.
10. ¿Cómo es un ejemplo Pablo en su modo de tratar con los que causaban daño?
10 Aun en el caso de los que vayan hasta el extremo de perder su fe y traten de causar daño hay que restringirse y ser apacible. El apóstol Pablo tuvo experiencia con tales individuos y lo que se desprende de la evidencia es que trató con calma el asunto, como dice en 1 Timoteo 1:19, 20 y 2 Timoteo 4:14: “Manteniendo la fe y una buena conciencia, la cual algunos han echado a un lado y han experimentado naufragio respecto a su fe. Himeneo y Alejandro pertenecen a éstos, y los he entregado a Satanás para que se les enseñe por disciplina a no blasfemar.” “Alejandro el calderero me hizo muchos males —Jehová se lo pagará conforme a sus hechos—.” De modo que Pablo desempeñó correctamente sus deberes como superintendente sin lastimar personalmente al malhechor.
11. Si un superintendente no recibe apoyo para lo que está haciendo, ¿cómo debe responder a esto con relación a sus hermanos?
11 A veces un superintendente no recibe el apoyo que posiblemente pudiera esperar de otros en la congregación. Esto puede someter a una prueba bastante grande su gobierno de sí mismo y su espíritu de gran paciencia. En esto, de nuevo, Pablo es un ejemplo. Cuando Pablo estaba sufriendo el mal de la persecución, otras personas dedicadas no le dieron ningún apoyo o ayuda. ¿Les deseó entonces el mal? De ninguna manera, sino que de nuevo demostró madurez cristiana y obtuvo su consuelo y ayuda de una fuente celestial. Acerca de esta experiencia dice: “En mi primera defensa nadie vino a mi lado, sino que todos procedieron a abandonarme —que no se les ponga en su cuenta—; mas el Señor estuvo cerca de mí y me infundió poder, para que por medio de mí la predicación se efectuara plenamente y todas las naciones la oyeran; y fui librado de la boca del león.” (2 Tim. 4:16, 17) Mostró un espíritu de saber perdonar y no quiso que esto se pusiera a la cuenta de ellos delante de Jehová.
12. ¿Qué espíritu debe continuar cultivando en la congregación el superintendente?
12 El superintendente no solo debe tener este espíritu de calma y este modo de pensar maduro y de no desquitarse, sino que también tiene que tratar de mostrar a otros de la congregación cómo deben comportarse. El superintendente aprecia mucho la cooperación de la congregación en todas las cosas espirituales. Pablo como superintendente estimuló a tener el espíritu correcto, al decir: “Ahora les solicitamos, hermanos, que respeten a los que están trabajando duro entre ustedes y presidiéndolos en el Señor y amonestándolos; y que les den consideración más que extraordinaria en amor por causa de su trabajo. Sean pacíficos los unos con los otros. Por otra parte, les exhortamos, hermanos, amonesten a los desordenados, hablen confortadoramente a las almas abatidas, den su apoyo a los débiles, sean sufridos para con todos. Vean que nadie devuelva daño por daño a ningún otro, antes bien sigan siempre tras lo que es bueno los unos para con los otros y para con todos los demás.”—1 Tes. 5:12-15.
13. ¿Cómo les es provechoso el fruto del espíritu a todos los de una congregación?
13 Si los superintendentes y todos los de la congregación muestran el fruto del espíritu, la congregación estará fuerte, unida y en paz. Note las cosas que Pablo dice que son el fruto del espíritu: “Por otra parte, el fruto del espíritu es: amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad, gobierno de uno mismo. Contra tales cosas no hay ley. Además, los que pertenecen a Cristo Jesús fijaron en el madero la carne junto con sus pasiones y deseos. Si estamos viviendo por espíritu, sigamos andando ordenadamente también por espíritu.” (Gál. 5:22-25) Todas estas cosas son para el bien del cristiano y les son provechosas a los que lo rodean. Una congregación ordenada es una bendición para todos.
14. (a) ¿Cómo les son perjudiciales a otros las obras de la carne? (b) ¿Qué se hace en cuanto a tales prácticas si se encuentran entre los de una congregación?
14 En contraste, cada una de las obras de la carne resulta en daño a uno mismo y a otros, y por eso deben evitarse. “Ahora bien, las obras de la carne son manifiestas, y son: fornicación, inmundicia, conducta relajada, idolatría, práctica de espiritismo, enemistades, contiendas, celos, enojos, altercaciones, divisiones, sectas, envidias, borracheras, diversiones estrepitosas y cosas semejantes a éstas. En cuanto a estas cosas, les estoy avisando de antemano, de la misma manera que ya les avisé, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.” (Gál. 5:19-21) El que alguien introdujera cualquiera de estas cosas malas en las filas de la congregación sería una ofensa no solo contra la congregación, sino también contra Jehová. Entonces la congregación tendría que intervenir para administrar disciplina, no con el espíritu de venganza ni para devolver mal por mal, sino, más bien, para ejecutar la justicia de Dios y conservar la rectitud y limpieza de la congregación. Y, ciertamente, si uno tiene gobierno de sí mismo, no practicará estas cosas.
EL PUNTO DE VISTA CORRECTO
15. ¿Cómo tienen que considerar los cristianos a sus perseguidores y la persecución?
15 Quizás parezca muy difícil aprender este gobierno de uno mismo acerca del cual nos hablan las Escrituras, pero se puede hacer y los siervos de Dios lo han hecho por muchos siglos. (Sant. 5:10, 11) A ninguno de nosotros nos gusta ver que alguien practique mal de clase alguna. En cierto sentido nos da lástima la multitud de personas que practican el mal por todo el mundo en estos “últimos días.” Verdaderamente uno se debe compadecer de ellas. Sin duda muchos que maltratan a los del pueblo de Dios y cometen males contra ellos lo hacen debido a información incorrecta. Algunos han tenido mala educación o entrenamiento muy incorrecto. Algunos solo están siguiendo las inclinaciones de la carne sin considerar de modo alguno el que algo sea bueno o malo, correcto o incorrecto. Jesús dijo acerca de lo que harían los perseguidores: “Los expulsarán de la sinagoga. De hecho, viene la hora en que todo el que los mate se imaginará que ha rendido servicio sagrado a Dios. Mas ellos harán estas cosas porque no han llegado a conocer ni al Padre ni a mí.” (Juan 16:2, 3) Esto nos permite ver de qué manera Jesús consideró a los perseguidores. Les faltaba conocimiento del Padre y de Cristo, y era por eso que llegarían a ser asesinos. En estas circunstancias siempre es prudente que el cristiano ore a Jehová y le pida ayuda y guía y que el espíritu de Dios lo acompañe. Esto es lo que hicieron los primeros cristianos cuando fueron perseguidos. (Hech. 4:24-31) Y debido a que entendían las cuestiones envueltas, pudieron aguantar el mal y todavía regocijarse sin ser desviados de su comisión. Los perseguidores “mandando llamar a los apóstoles, les dieron azotes, y les ordenaron que dejasen de hablar sobre la base del nombre de Jesús, y los dejaron ir. Éstos, por lo tanto, se fueron de delante del Sanedrín, regocijándose porque se les había considerado dignos de sufrir deshonra a favor de su nombre. Y todos los días en el templo y de casa en casa continuaban sin cesar enseñando y declarando las buenas nuevas acerca del Cristo, Jesús.”—Hech. 5:40-42.
16. Explique el uso del habla correcta en circunstancias difíciles.
16 El desquitarse de alguna manera o usar habla injuriosa puede complicar los problemas de uno y acarrearle daño a veces. Por eso es bueno recordar el consejo de Proverbios 15:1: “Una respuesta, cuando es apacible, aparta la furia, pero una palabra que causa dolor hace subir la cólera.” Esto será cierto sea que uno afronte persecución o problemas en la familia o la congregación. Las enemistades entre familias no benefician a nadie; familias enteras han sido eliminadas a veces debido a las enemistades, la pelea y el espíritu de venganza de esos casos. Hay otros que se han dejado dominar por un espíritu de no querer hablarse unos a otros. Pero el no comunicarse también promueve la desunión en la familia y en la congregación. ¿Recuerda usted lo que sucedió en la Torre de Babel? Tan pronto como la gente no se pudo comunicar, todo lo que estaban tratando de hacer se detuvo. De modo que podemos aprender una lección de esto. Es provechoso comunicarnos cuando procuramos hacer juntos algo y tratarnos unos a otros con un espíritu de apacibilidad.—Gén. 11:7, 8; Mal. 3:16.
17, 18. ¿Cómo puede afectar la verdad y la paciencia cristiana a nuestros enemigos?
17 Que la Palabra y espíritu de Dios sean nuestra guía. A medida que vamos por la vida, es preciso tener presente que la verdad puede transformar a perseguidores en adoradores de Dios, criminales pueden llegar a ser personas observantes de la ley, peleadores pueden hacerse pacíficos; pero primero la verdad tiene que penetrar en su mente y corazón. Siempre esté dispuesto a hacer el bien a todos. Esto puede dar por resultado muchas bendiciones, en armonía con Proverbios 25:21, 22. El Anuario de los testigos de Jehová para 1967 presentó esta buena ilustración:
“A veces por mostrar hospitalidad los testigos de Jehová tienen la oportunidad de ayudar a ciertas personas a llegar a un conocimiento de la verdad. (Heb. 13:2) El siguiente ejemplo prueba esto: Regresando de su hogar después de conducir un estudio bíblico de casa, cierta hermana se encontró con la madre de una joven con quien ella conducía un estudio. Viendo que esta señora estaba pálida y temblando, y pensando que estaba enferma, la hermana la invitó a entrar en su hogar y le mostró tanta bondad como le fue posible, aunque esta señora estaba opuesta a la verdad.
“Súbitamente la señora rompió a llorar y le dijo a la hermana: ‘¿Por qué me trata usted así? . . . Si solo supiera . . . ’ La hermana respondió que como testigo de Jehová ella estaba tratando de mostrar amor a su prójimo, y creyendo que ella estaba enferma, estaba tratando de darle alguna atención. Entonces esta señora dijo llorando: ‘No estoy enferma. Vine aquí para matarla porque usted me ha robado el amor de mi hija que prefiere a Dios.’ La hermana le explicó a esta señora que la Biblia exhorta a los niños a honrar a sus padres y, más bien que separar a la madre y la hija, la Biblia solo las hace acercarse más. Después de un momento de reflexión la señora respondió: ‘Usted me priva de la presencia de mi hija una tarde cada semana, porque usted va a verla.’ La hermana entonces sugirió que esta señora asistiera al estudio, hizo una cita para la siguiente semana y entonces la llevó a su hogar.
“La hermana tuvo alguna dificultad al principio, pero sí consiguió algunos resultados. Esta señora es ahora Testigo y también su esposo. Siendo esta persona de edad avanzada, esta hermana no puede caminar mucho, como quisiera, pero se hace útil cuidando de los hijos de su hija, así permitiendo que su hija frecuentemente pueda ser precursora de vacaciones. Y además, su amor a la verdad ha hecho posible que ella ayude a una de sus vecinas que también ha llegado a ser publicadora del Reino.”
18 Si esta hermana no hubiera hecho lo bueno aunque la señora en este caso se oponía a la verdad, no habría estado en armonía con el consejo de Jesús en el capítulo 5 de Mateo. Pero por no devolver mal por mal, sino mostrar amor hasta a un enemigo, fue bendecida con buenos resultados. Jehová tiene buenas razones para querer que demostremos ser hijos de él amando a nuestros enemigos.
19. ¿Cómo mostramos que no hemos sido vencidos por el mal de estos “últimos días”?
19 Aunque los cristianos estemos rodeados de toda clase de mal en estos últimos días del régimen de Satanás sobre este sistema de cosas, sigamos venciendo el mal con el bien. No dejemos que el mal nos desvíe de hacer el trabajo benévolo que se nos ha asignado como cristianos, de hablar acerca de las buenas nuevas del reino de Dios. Piense en las palabras de Pablo: “No te dejes vencer por el mal, sino sigue venciendo el mal con el bien.” Según esto, la única manera en que uno sería vencido por el mal es si uno deja que se le venza así. De modo que es algo que podemos controlar con la ayuda de Jehová, y debemos continuar orando por su ayuda. Por lo tanto, no se deje vencer por el mal. No devuelva mal por mal a nadie.—Rom. 12:17-21.
“Desechen la vieja personalidad que se conforma a su manera de proceder anterior y que va corrompiéndose conforme a sus deseos engañosos; pero . . . sean hechos nuevos en la fuerza que impulsa su mente, y se vistan de la nueva personalidad que fue creada conforme a la voluntad de Dios en verdadera justicia y lealtad.”—Efe. 4:22-24.