Ponderando las noticias
Ademán vacío
● Se dice que cuando el papa Juan Pablo II visitó un barrio pobre de Río de Janeiro, Brasil, el verano pasado, se sintió tan conmovido que se quitó del dedo un anillo de oro y lo dio a la gente necesitada. Se informa que al entregar el anillo al sacerdote Italo Coelho, quien lo recibió en representación del pueblo, el papa le dijo: “Para Vidigal [el barrio pobre en cuestión].” Pero para fines de agosto el anillo no había ayudado a los pobres. El sacerdote Coelho admitió que el anillo estaba en la iglesia que atiende la zona donde se encuentra Vidigal. Pero, según informa el Times de Nueva York, la iglesia misma está “en Leblon, una de las comunidades más prósperas de Río.”
¿Se venderá algún día el anillo para ayudar a los pobres? Responde el sacerdote: “No lo venderemos. Eso queda absolutamente claro.”
Esta situación nos recuerda la parábola que Jesús relató acerca de un “hombre muy rico” que “tenía cada día espléndidos banquetes” y un mendigo indigente llamado Lázaro que estaba “deseando saciarse con las migajas que caían de la mesa del rico.” Muchos de los principales líderes eclesiásticos han vivido de manera opulenta como el “hombre muy rico,” ofreciendo a los pobres solo meras “migajas” de su “mesa,” como el anillo que ofreció el papa. Además, y esto es más importante aún, ¿no es cierto que han obrado de manera similar en lo que tiene que ver con atender al hambre espiritual del pueblo? En vez de “alimento” sólido de la Biblia, frecuentemente han ofrecido solamente “migajas” que consisten en ritos santurrones y declaraciones políticas.—Luc. 16:19-22; Versión Torres Amat, católica.
Los riesgos de la promiscuidad sexual
● Según el Dr. David Boyes, director de la Agencia para el Control del Cáncer, de Colombia Británica, Canadá, al cáncer del cuello de la matriz debería llamársele enfermedad venérea. ¿Por qué? Debido al rápido aumento de esta enfermedad entre las mujeres jóvenes que se hallan activas en sentido sexual. Dice el doctor que esto prueba que la enfermedad se transmite por medio del contacto sexual. “Corren el mayor riesgo las que entran en actividad sexual desde temprana edad y las que tienen relaciones sexuales con muchos compañeros. Si una muchacha empieza a tener relaciones sexuales, digamos, a los 15 años de edad, corre el mismo riesgo que correría si fuera ramera,” explicó el doctor. El informe de prensa también mostró que las personas que no son promiscuas en lo sexual no corren tanto peligro de contraer esta enfermedad como las que lo son.
¡Ciertamente este alto precio que se paga por la promiscuidad muestra lo sabio que es el consejo bíblico de ejercer cada uno dominio de sí mismo y ‘abstenerse de la fornicación’! Aunque las muchachas y mujeres pagan un precio desde el punto de vista físico, las Escrituras advierten que los muchachos y hombres también deben ‘abstenerse de la fornicación’ para no ‘llegar al punto de perjudicar y abusar de los derechos’ de otra persona, “porque Jehová es uno que exige castigo por todas estas cosas.”—1 Tes. 4:3-7; Hech. 15:20.
¿Trabajo seglar para el clero?
El aumento vertiginoso en el costo de operación de las iglesias impulsó a un obispo anglicano del Canadá a sugerir que los clérigos tal vez se vean obligados a buscar empleo seglar como abogados, enfermeros u obreros en fábricas y en trabajos de construcción, y dar tiempo a las iglesias durante los fines de semana.’ En una reunión sinodal, el obispo anglicano David B. Ragg señaló que el apóstol Pablo se ganó su propio sostén por medio de fabricar tiendas de campaña. Según un informe del Star de Toronto, el obispo dijo que “tal vez todos los sacerdotes tengan que recurrir a un estilo ministerial de ‘hacer tiendas de campaña.’”
El redactor sobre temas religiosos del Star entrevistó a algunos clérigos en busca de su reacción. Un ministro bautista dijo: “San Pablo trabajó haciendo tiendas de campaña y, durante los primeros 300 años, la iglesia primitiva se esparció por medio de los esfuerzos de misioneros informales. El tener trabajos seglares permitiría al clero salir de su condición de aislamiento y lo pondría en relación más estrecha con el rebaño.” Un párroco anglicano comentó que “esto pondría al cura en contacto con la realidad.”
Tales admisiones resultan irónicas en vista de que durante décadas muchos clérigos han criticado a los testigos de Jehová debido a que éstos no tienen una clase clerical asalariada. En su mayor parte, los Testigos tienen trabajos seglares para su mantenimiento y el de sus familias, y dedican los fines de semana y todo otro tiempo disponible a la obra de evangelizar en el vecindario. ¿Es eficaz esto? El registro de los cristianos primitivos y el aumento entre los testigos de Jehová en tiempos modernos afirman que sí.