Manténgase cerca de la teocracia
“Jehová es nuestro Juez, Jehová es nuestro Dador de Estatutos, Jehová es nuestro Rey.” (ISAÍAS 33:22.)
1. ¿Por qué les interesa el gobierno a la mayoría de las personas?
EL TEMA del gobierno interesa a la mayoría de las personas. El buen gobierno redunda en paz y prosperidad. La Biblia dice: “Mediante la justicia el rey hace que el país siga subsistiendo” (Proverbios 29:4). Por otra parte, el mal gobierno se traduce en injusticia, corrupción y opresión. “Cuando alguien inicuo gobierna, el pueblo suspira.” (Proverbios 29:2.) El hombre ha ensayado muchas formas de gobierno a lo largo de la historia, pero en la mayoría de los casos, lamentablemente, ‘ha suspirado’ debido a la opresión de los gobernantes (Eclesiastés 8:9). ¿Conseguirá algún tipo de gobierno satisfacer de manera perdurable a sus súbditos?
2. ¿Por qué define bien el término “teocracia” al gobierno del Israel antiguo?
2 El historiador Josefo se refirió a un gobierno singular cuando escribió: “Unos han confiado el poder político a las monarquías, otros a las oligarquías y otros al pueblo. Nuestro legislador, sin embargo, no puso su mirada en ninguna de estas formas de gobierno, sino que instituyó lo que podría llamarse, haciendo violencia a la lengua, teocracia, poniendo la soberanía y la autoridad en manos de Dios” (Contra Apión, II, 164, 165). Según el Diccionario de la lengua española, de la Real Academia, teocracia significa “gobierno ejercido directamente por Dios”. Este término no aparece en la Biblia, pero define bien el gobierno del pueblo antiguo de Israel. Aunque con el tiempo los israelitas tuvieron un rey visible, su verdadero gobernante era Jehová. El profeta israelita Isaías dijo: “Jehová es nuestro Juez, Jehová es nuestro Dador de Estatutos, Jehová es nuestro Rey” (Isaías 33:22).
¿Qué es la verdadera teocracia?
3, 4. a) ¿Qué es una verdadera teocracia? b) ¿Qué bendiciones traerá pronto a toda la humanidad la teocracia?
3 Se ha calificado de teocracias a muchas sociedades desde que Josefo acuñó la palabra. Algunas de ellas han sido intolerantes, fanáticas y cruelmente opresivas. ¿Eran, pues, verdaderas teocracias? No en el sentido en que Josefo usó el término. La confusión se debe a que la voz “teocracia” ha adquirido un significado más amplio. La Gran Enciclopedia Larousse la define de la siguiente manera: “Concepción del estado según la cual el poder temporal depende del poder espiritual, y la autoridad política, considerada como emanada de Dios, es ejercida por los sacerdotes”. Sin embargo, la verdadera teocracia no es el gobierno ejercido por los sacerdotes. Es el gobierno ejercido por Dios, por el Creador del universo, Jehová Dios.
4 En el futuro cercano toda la Tierra estará bajo la teocracia, lo cual supondrá un gran beneficio. “Dios mismo estará con [la humanidad]. Y limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado.” (Revelación 21:3, 4.) Ningún gobierno sacerdotal de hombres imperfectos podría conseguir tal felicidad. Solo puede hacerlo el gobierno de Dios. Por tanto, los cristianos verdaderos no intentan instaurar la teocracia mediante la acción política. Esperan pacientemente que Dios la instaure en todo el mundo a su tiempo y manera debidos (Daniel 2:44).
5. ¿Dónde funciona una verdadera teocracia hoy, y qué preguntas se plantean?
5 Sin embargo, mientras tanto ya funciona una verdadera teocracia. ¿Dónde? Entre aquellos que voluntariamente se someten al gobierno de Dios y colaboran juntos para efectuar Su voluntad. Se ha reunido a estos fieles para que formen una “nación” espiritual de alcance mundial en una “tierra” también espiritual. Son los que quedan del “Israel de Dios” junto con sus más de cinco millones y medio de compañeros cristianos (Isaías 66:8; Gálatas 6:16). Estos se sujetan a Jesucristo, el Rey celestial entronizado por Jehová Dios, “el Rey de la eternidad” (1 Timoteo 1:17; Revelación 11:15). ¿En qué sentido es teocrática esta organización? ¿Cómo consideran sus miembros la autoridad de los gobiernos seglares? Y ¿cómo mantienen el principio de la teocracia los hombres que ejercen la autoridad dentro de esa comunidad espiritual?
Una organización teocrática
6. ¿Cómo puede gobernar Dios a una organización humana, visible?
6 ¿Cómo puede Jehová, que mora en los cielos invisibles, gobernar a una organización humana? (Salmo 103:19.) En el sentido de que sus componentes siguen el consejo inspirado: “Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento” (Proverbios 2:6; 3:5). Permiten que Dios los gobierne al observar “la ley del Cristo” y seguir los principios inspirados de la Biblia en su vida diaria (Gálatas 6:2; 1 Corintios 9:21; 2 Timoteo 3:16; véase Mateo 5:22, 28, 39; 6:24, 33; 7:12, 21). Para ello tienen que ser estudiantes de la Biblia (Salmo 1:1-3). No siguen a hombres, sino que comprueban de continuo en la Biblia todo lo que aprenden, como hicieron los antiguos bereanos de ‘noble disposición’ (Hechos 17:10, 11; Salmo 119:33-36). Oran como el salmista: “Enséñame bondad, la sensatez y el conocimiento mismos, porque en tus mandamientos he ejercido fe” (Salmo 119:66).
7. ¿Cuál es el orden de autoridad en la teocracia?
7 En toda organización debe haber quienes dirijan o ejerzan la autoridad. Los testigos de Jehová no son una excepción, y por ello se atienen a la estructura de autoridad que expone el apóstol Pablo: “La cabeza de todo varón es el Cristo; a su vez, la cabeza de la mujer es el varón; a su vez, la cabeza del Cristo es Dios” (1 Corintios 11:3). Por esta razón, solo hombres cualificados sirven de ancianos en las congregaciones. Y aunque Jesús, “la cabeza de todo varón”, está en el cielo, todavía quedan en la Tierra “los restantes” de sus hermanos ungidos, que tienen la esperanza de gobernar con él en los cielos (Revelación 12:17; 20:6). Estos componen “el esclavo fiel y discreto”. Al aceptar la supervisión de ese “esclavo”, los cristianos demuestran su sujeción a Jesús y, por tanto, a la cabeza de Jesús, Jehová (Mateo 24:45-47; 25:40). Así se confiere orden a la teocracia. “Dios no es Dios de desorden, sino de paz.” (1 Corintios 14:33.)
8. ¿Cómo apoyan el principio de la teocracia los ancianos cristianos?
8 Los ancianos cristianos apoyan el principio de la teocracia porque reconocen que son responsables a Jehová por el uso que dan a su limitada autoridad (Hebreos 13:17). Y al tomar decisiones, confían en la sabiduría de Dios, no en la suya propia. De este modo siguen el ejemplo de Jesús. Él fue el hombre más sabio de todos los tiempos (Mateo 12:42). No obstante, dijo a los judíos: “El Hijo no puede hacer ni una sola cosa por su propia iniciativa, sino únicamente lo que ve hacer al Padre” (Juan 5:19). Los ancianos son de la misma actitud que el rey David. Este tuvo mucha autoridad en una teocracia. Sin embargo, quiso seguir el camino de Jehová, no el suyo. Pidió en oración: “Instrúyeme, oh Jehová, en tu camino, y guíame en la senda de la rectitud” (Salmo 27:11).
9. ¿Qué punto de vista equilibrado tienen los cristianos dedicados sobre las diferentes esperanzas y privilegios de servicio que hay en la teocracia?
9 Hay quien no considera justo que solo hombres cualificados ejerzan la autoridad en la congregación o que la esperanza de algunos sea celestial, y la de otros, terrenal (Salmo 37:29; Filipenses 3:20). Sin embargo, los cristianos dedicados reconocen que eso es lo que dice la Palabra de Dios, lo teocrático. Quienes lo cuestionan suelen ser aquellos que no aceptan los principios bíblicos. Además, los cristianos saben que para Jehová el hombre y la mujer son iguales en lo que respecta a la salvación (Gálatas 3:28). Los cristianos verdaderos consideran el mayor privilegio ser adoradores del Soberano del universo, y se alegran de ocupar el puesto que Jehová les tenga designado (Salmo 31:23; 84:10; 1 Corintios 12:12, 13, 18). Además, la vida eterna, sea en el cielo o en un paraíso terrestre, es ciertamente una esperanza maravillosa.
10. a) ¿Qué buena actitud tuvo Jonatán? b) ¿Cómo demuestran hoy los cristianos una actitud parecida a la de Jonatán?
10 Al actuar como lo hacen, los testigos de Jehová se asemejan a Jonatán, el hijo del rey Saúl, un hombre temeroso de Dios. Jonatán seguramente hubiese sido un buen rey. Sin embargo, debido a la infidelidad de Saúl, Jehová escogió a David para que fuera el segundo rey de Israel. ¿Se amargó por ello Jonatán? No. Fue un buen amigo de David, e incluso lo protegió de Saúl (1 Samuel 18:1; 20:1-42). De igual modo, aquellos cuya esperanza es terrenal no envidian a los que tienen la esperanza celestial. Y los cristianos verdaderos tampoco sienten celos de quienes ejercen la autoridad teocrática en la congregación. Por el contrario, “les [dan] consideración más que extraordinaria en amor” y reconocen el arduo trabajo que realizan en favor de sus hermanos y hermanas espirituales (1 Tesalonicenses 5:12, 13).
El punto de vista teocrático sobre el gobierno seglar
11. ¿Cómo ven a las autoridades seglares los cristianos que se someten al gobierno teocrático?
11 Si los testigos de Jehová se someten a la teocracia, el gobierno ejercido por Dios, ¿cómo ven a los gobernantes nacionales? Jesús dijo que sus seguidores no serían “parte del mundo” (Juan 17:16). Sin embargo, los cristianos reconocen la deuda que tienen con “César”, el gobierno seglar. Jesús dijo que deberían pagar “a César las cosas de César, pero a Dios las cosas de Dios” (Mateo 22:21). Según la Biblia, los gobiernos humanos ‘están colocados por Dios en sus posiciones relativas’. Jehová, la Fuente de toda autoridad, permite que existan y espera que hagan el bien a los que están bajo su jurisdicción. Cuando así lo hacen son “ministro de Dios”. Los cristianos se someten al gobierno del país en el que viven “por causa de su conciencia” (Romanos 13:1-7). Claro está que si el Estado les pide algo contrario a la ley divina, ellos obedecen “a Dios como gobernante más bien que a los hombres” (Hechos 5:29).
12. ¿Qué ejemplo imitan los cristianos cuando son perseguidos por las autoridades?
12 ¿Y si las autoridades persiguen a los cristianos verdaderos? Estos imitan entonces el ejemplo de los primeros cristianos, que aguantaron tiempos de gran persecución (Hechos 8:1; 13:50). Estas pruebas de su fe no fueron inesperadas, pues Jesús les había advertido de ellas (Mateo 5:10-12; Marcos 4:17). Pero aquellos primeros cristianos no se vengaron de sus perseguidores ni la presión logró debilitar su fe. Antes bien, siguieron el ejemplo de Jesús: “Cuando lo estaban injuriando, no se puso a injuriar en cambio. Cuando estaba sufriendo, no se puso a amenazar, sino que siguió encomendándose al que juzga con justicia” (1 Pedro 2:21-23). En efecto, los principios cristianos se han impuesto a las provocaciones de Satanás (Romanos 12:21).
13. ¿Cómo han respondido los testigos de Jehová a la persecución y a las campañas de difamación?
13 Lo mismo es cierto hoy. Como Jesús predijo, durante este siglo los testigos de Jehová han sufrido mucho a manos de gobernantes déspotas (Mateo 24:9, 13). En algunos países se divulgan mentiras y tergiversaciones de los hechos para presionar a las autoridades a tomar medidas en contra de estos cristianos sinceros. No obstante, pese a ese “mal informe”, los Testigos se recomiendan a sí mismos como ministros de Dios mediante su excelente conducta (2 Corintios 6:4, 8). De ser posible, presentan su caso a las autoridades y ante los tribunales del país para demostrar su inocencia. Utilizan todo medio que tienen a su alcance para hacer una defensa pública de las buenas nuevas (Filipenses 1:7). Pero, cuando han agotado todos los mecanismos legales, dejan los asuntos en manos de Jehová (Salmo 5:8-12; Proverbios 20:22). Y, si es necesario, no temen sufrir por causa de la justicia, como los primeros cristianos (1 Pedro 3:14-17; 4:12-14, 16).
Pongamos la gloria de Dios en primer lugar
14, 15. a) ¿Qué es lo más importante para los que defienden el principio de la teocracia? b) ¿En qué ocasión dio el rey Salomón un gran ejemplo de humildad?
14 Cuando Jesús enseñó a sus seguidores a orar, lo primero que mencionó fue la santificación del nombre de Jehová (Mateo 6:9). Por ello, todos los que viven bajo la teocracia buscan la gloria de Dios, no la suya propia (Salmo 29:1, 2). La Biblia informa que en el siglo primero esta cuestión fue una piedra de tropiezo para aquellos que no quisieron seguir a Jesús porque “amaban la gloria de los hombres”, les gustaba que los hombres los glorificaran (Juan 12:42, 43). Sin duda se requiere humildad para buscar la gloria de Jehová antes que la propia.
15 Salomón tuvo la debida actitud a este respecto. Compare las palabras que pronunció en la dedicación del glorioso templo que edificó con las de Nabucodonosor acerca de sus hazañas arquitectónicas. Nabucodonosor se jactó con orgullo desmesurado: “¿No es esta Babilonia la Grande, la cual yo mismo he construido para la casa real con la fortaleza de mi poder y para la dignidad de mi majestad?” (Daniel 4:30). Por el contrario, Salomón fue modesto y quitó importancia a sus logros al decir: “¿Verdaderamente morará Dios con la humanidad sobre la tierra? ¡Mira! El cielo, sí, el cielo de los cielos mismos, no puede contenerte; ¡cuánto menos, pues, esta casa que yo he edificado!” (2 Crónicas 6:14, 15, 18; Salmo 127:1). Salomón no se ensalzó a sí mismo. Sabía que tan solo era un representante de Jehová, por lo que escribió: “¿Ha venido la presunción? Entonces vendrá la deshonra; pero la sabiduría está con los modestos” (Proverbios 11:2).
16. ¿Cómo benefician a la congregación los ancianos que no se glorifican a sí mismos?
16 De igual manera, los ancianos cristianos no se ensalzan a sí mismos, sino que enaltecen a Jehová. Siguen el consejo de Pedro: “Si alguno ministra, que ministre como dependiendo de la fuerza que Dios suministra; para que en todas las cosas Dios sea glorificado mediante Jesucristo” (1 Pedro 4:11). El apóstol Pablo no se refirió al “puesto de superintendente” como una posición de prestigio, sino como “una obra excelente” (1 Timoteo 3:1). A los ancianos se les nombra para servir, no para gobernar. Son maestros y pastores del rebaño de Dios (Hechos 20:28; Santiago 3:1). Los ancianos humildes y abnegados benefician mucho a la congregación (1 Pedro 5:2, 3). “[Sigamos] teniendo aprecio a hombres de esa clase”, y agradezcamos a Jehová que haya provisto tantos ancianos cualificados para apoyar la teocracia en estos “últimos días” (Filipenses 2:29; 2 Timoteo 3:1).
“Háganse imitadores de Dios”
17. ¿De qué manera imitan a Dios los que se someten a la teocracia?
17 El apóstol Pablo escribió: “Háganse imitadores de Dios, como hijos amados” (Efesios 5:1). Los que se sujetan a la teocracia intentan parecerse a Dios tanto como les permite la imperfección humana. Por ejemplo, la Biblia dice de Jehová: “La Roca, perfecta es su actividad, porque todos sus caminos son justicia. Dios de fidelidad, con quien no hay injusticia; justo y recto es él” (Deuteronomio 32:3, 4). Para imitar a Dios a este respecto, los cristianos procuran ser fieles y tener un sentido equilibrado de la justicia (Miqueas 6:8; 1 Tesalonicenses 3:6; 1 Juan 3:7). Evitan muchas cosas que el mundo considera ahora aceptables, como la inmoralidad, la codicia y la avidez (Efesios 5:5). Como los siervos de Jehová siguen normas divinas, no humanas, Su organización es teocrática, limpia y sana.
18. ¿Cuál es la cualidad preeminente de Dios, y cómo la reflejan los cristianos?
18 La cualidad más sobresaliente de Jehová Dios es el amor. “Dios es amor”, dice el apóstol Juan (1 Juan 4:8). Como la teocracia es el gobierno ejercido por Dios, es también el gobierno ejercido por el amor. Jesús dijo: “En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre sí” (Juan 13:35). La organización teocrática ha demostrado de manera sobresaliente su amor en estos difíciles últimos días. Durante los recientes conflictos genocidas de África, los testigos de Jehová han demostrado amor a su prójimo, sin hacer distinciones étnicas. Durante la guerra que hubo en la anterior Yugoslavia, los testigos de Jehová de todas las zonas se ayudaron entre sí, mientras que otros grupos religiosos se involucraron en la llamada limpieza étnica. Los testigos de Jehová se esfuerzan individualmente por conformar su vida al consejo de Pablo: “Que se quiten toda amargura maliciosa y cólera e ira y gritería y habla injuriosa, junto con toda maldad. Más bien háganse bondadosos unos con otros, tiernamente compasivos, y perdónense liberalmente unos a otros, así como Dios también por Cristo liberalmente los perdonó a ustedes” (Efesios 4:31, 32).
19. ¿Qué bendiciones pueden esperar tanto ahora como en el futuro los que se someten a la teocracia?
19 Los que se someten a la teocracia disfrutan de muchas bendiciones. Gozan de paz con Dios y con sus compañeros cristianos (Hebreos 12:14; Santiago 3:17). Tienen propósito en la vida (Eclesiastés 12:13). Poseen seguridad espiritual y una esperanza segura para el futuro (Salmo 59:9). En realidad, disfrutan de un anticipo de lo que será la vida cuando toda la humanidad se halle bajo el gobierno teocrático. Entonces, dice la Biblia, “no harán ningún daño ni causarán ninguna ruina en toda mi santa montaña; porque la tierra ciertamente estará llena del conocimiento de Jehová como las aguas cubren el mismísimo mar” (Isaías 11:9). ¡Qué tiempo tan glorioso será ese! Que todos nos aseguremos un lugar en ese futuro Paraíso manteniéndonos ahora cerca de la teocracia.
¿Sabría explicarlo?
◻ ¿Qué es la verdadera teocracia y dónde puede hallarse hoy?
◻ ¿Cómo se somete el hombre al gobierno teocrático?
◻ ¿De qué manera buscan la gloria de Dios antes que la suya todos los que están bajo la teocracia?
◻ ¿Qué cualidades piadosas imitan los que apoyan la teocracia?
[Ilustración de la página 17]
Salomón buscó la gloria de Dios antes que la suya