Una carta del hermano Knorr
¡Hola! ¿Tiene usted una pregunta?
Puesto que el Ministerio del Reino de noviembre suministró información acerca del servicio de Betel, quizás usted se haya estado preguntando: “¿Cómo es Betel, y qué hace uno allí?”
Para contestar la primera parte de esa pregunta, ‘¿Cómo es Betel?’ usted pudiera leer la página 256 de Los testigos de Jehová en el propósito divino para conseguir una idea. Brevemente, la parte de Brooklyn que mira hacia los elevados edificios de la parte baja de Manhattan así como a la bahía de Nueva York, la cual es conocida como Brooklyn Heights es donde se encuentra la central de la Sociedad Watchtower. En esta zona hay varios edificios de gran tamaño. Dos de ellos, conocidos entre los betelitas como “124” y “107,” suministran alojamiento para unas 500 personas cada uno, y otros edificios cercanos alojan de 200 a 250 personas. Además de excelentes viviendas tenemos muchas otras muy excelentes facilidades. Por ejemplo, un gran y moderno Salón del Reino, cuatro comedores con una capacidad total para aproximadamente 1.500 personas, bibliotecas, salas para recibir huéspedes, nuestra propia lavandería, taller de planchar ropa, taller de reparar zapatos; y hay un dentista, un médico y varias enfermeras para cuidar de nuestra salud. Betel es un gran hogar lleno de siervos dedicados de Dios.
Ahora la siguiente pregunta, ‘¿Qué hace uno allí?’ El vivir en Betel acrecenta la vida espiritual de los que son miembros de la familia de Betel. No vivimos solo de pan sino de cada palabra que procede de la boca de Dios. Nuestro programa espiritual diario es muy edificante. Los miembros de la familia tienen asientos especialmente asignados en los diferentes comedores del hogar, y la familia se reúne a las 7 de la mañana. Tenemos una excelente consideración del texto diario. Los miembros de la familia participan, y los hermanos que sirven en el cuerpo gobernante toman turnos de una semana de duración para resumir los comentarios del día. Para los nuevos miembros de la familia tenemos una excelente provisión de ocho meses. Esta incluye ocho discursos especiales. Después siguen veintiséis semanas de clases los lunes por la noche junto con veintiséis discursos los miércoles por la noche. Las sesiones de clase son divididas en dos secciones: (1) Pastoreando el rebaño de Dios y (2) Enseñanzas que moldean nuestra vida.
Además, a todos los miembros de la familia se les asigna a una de las 218 congregaciones de la ciudad de Nueva York. Tenemos los mismos privilegios de servicio que tiene cualquier otro publicador de congregación. Esto incluye servicio del campo, estudios bíblicos de casa y participación en las reuniones de congregación, el ser anciano o siervo ministerial si la congregación local hace la recomendación al cuerpo gobernante.
El vivir con tantos hermanos y hermanas es muy diferente a vivir en un pequeño hogar con el padre, la madre y un hermano o hermana. Es una gran familia con muchísimos hermanos y hermanas, y todos están tremendamente ocupados aquí, pues cada uno tiene su asignación de trabajo.
Vinimos a Betel a servir a Jehová y a ayudar a nuestros hermanos por todo el mundo produciendo literatura para su uso en el ministerio. Todos nosotros apreciamos las buenas cosas que proceden de la central de la Watch Tower a modo de Biblias, libros, revistas, tratados, cartas y, todos los meses, el Ministerio del Reino. Estos no solo se imprimen en inglés sino en muchos otros idiomas. Por supuesto, usted no recibiría estas publicaciones a un precio tan razonable si la imprenta tuviera que hacerse por medio de alguna firma comercial.
El tener el hogar Betel y las plantas de impresión que han sido construidas a través de un período de sesenta años hace posible que la familia de Betel se encargue de asuntos que tienen que ver no solo con correspondencia en las oficinas sino con el trabajo de imprenta. Ellos operan linotipias, hacen clisés de impresión, operan prensas, trabajan en la encuadernación de libros y en otras cosas relacionadas con la página impresa. Otros hacen el trabajo de carpintería, trabajo de taller de maquinaria, pintan y así por el estilo. Es parte de una tremenda operación para producir literatura que suministra a los testigos de Jehová por todo el mundo las cosas que ellos necesitan para su ministerio. Ninguna otra organización en la Tierra puede producir publicaciones como nosotros, tales como el libro La verdad, a un costo de 25c.
Nosotros aquí en Betel consideramos que es un gran privilegio el poder hacer literatura a un precio tan módico y enviarla a todas partes del mundo en tantos idiomas. Verdaderamente es un honor ser un miembro de la familia de Betel. Pero, aunque es un honor, también implica una gran cantidad de trabajo duro, al cual los que aprecien su privilegio de servicio dan de buena gana su tiempo y energía. El apóstol Pablo también trabajó duro, viajando a muchas partes de la Tierra en su obra evangelizadora. Jesús trabajó duro. Nuestros hermanos en los campos misionales dedican largas horas y trabajan duro en el ministerio. Los publicadores de congregación y precursores por todas partes de la Tierra están intensamente ocupados en la actividad de predicar. Todos están trabajando duro.
Pero el trabajo de Betel es algo diferente, pues en sumo grado es trabajo manual desde las 8:00 de la mañana hasta las 5:40 de la tarde, con una hora libre al mediodía para el almuerzo. Apreciamos que cuando vinimos a Betel vinimos a hacer lo que se nos asignara a hacer y a aprender cualquier cosa que la organización del Señor quisiera enseñarnos con relación a imprimir la Palabra de Dios. Debido a su importancia, el trabajo de Betel tiene prioridad sobre cualquier otra actividad.
Es trabajo duro, y es por eso que invitamos a personas jóvenes, sean solteros o parejas casadas que tengan buena salud, sean fuertes y que no tengan obligaciones, a formar parte de la familia de Betel. Nuestra carta en el Ministerio del Reino de noviembre señaló los requisitos. Cuando una persona viene confiamos en que se quedará por lo menos por cuatro años. Pero para muchos puede llegar a ser una carrera. Muchos miembros de la familia han hecho eso y hay hermanos y hermanas en Betel que han estado aquí por treinta, cuarenta, cincuenta años o más. Todavía están trabajando cada día y disfrutando de ello.
Mucho depende de cómo uno considera la vida. ¿Quiere usted vivir en un hogar pequeño solo con su esposo, esposa e hijos? ¿O como un hombre joven quiere quedarse en casa con el resto de la familia, tener su propio automóvil e ir y venir según le plazca? O, ¿querría usted entregarse de todo corazón al servicio de Jehová y dedicar su vida a hacer cosas para otras personas? Eso es lo que los miembros de la familia de Betel hacen. Están trabajando para muchas otras personas, no para sí mismos o sencillamente para los de la localidad.
Algunas personas quizás le digan a usted que ellos han estado en Betel y que el trabajo era monótono. Por lo general cualquier cosa que uno hace puede llegar a ser monótona cuando ésta deja de gustarle a uno. El granjero disfruta de su trabajo a pesar de que algunas personas pudieran decir que su trabajo es monótono. Planta y cosecha, y lo hace durante toda su vida. ¿Terriblemente monótono? Pero a usted le gusta comer, ¿no es así? Piense en lo que los miembros de la familia de Betel están haciendo. Algunos son cocineros, otras desempeñan quehaceres domésticos, trabajadores de oficina; otros hacen libros y otros los envían a otras partes del mundo. Pero piense en ello: Nosotros estamos cosechando las bendiciones de ver un gran recogimiento a medida que la gente lee y estudia la Palabra de Dios junto con la ayuda de las publicaciones. Centenares de miles de personas nuevas se están asociando con la organización de Jehová. ¿Diría usted que eso es monótono?
Betel es un lugar excelente en el cual servir. Los hermanos aquí a menudo escriben cartas comentando en cuanto a cómo han disfrutado de sus privilegios de servicio como miembros de esta familia. Un joven hermano recientemente escribió: “Es quizás el más grande privilegio de servicio disponible a las personas jóvenes. Pienso que éste es el mejor lugar en el cual servir a Jehová en el tiempo en que vivimos. Si no hubiera sido porque se presentó mi decisión de matrimonio, yo sin duda hubiera permanecido en Betel por mucho tiempo.”
Un joven que desea casarse después de cuatro años en el servicio de Betel a menudo se enfrenta con el mismo problema acerca del cual el hermano escribió. Pero ¡cuán agradecido está el individuo por el entrenamiento que ha recibido en la “casa de Dios”! Muchos hermanos, después de servir por cuatro años, regresan a la obra de precursor con sus esposas, y otros van a la obra misional después de recibir entrenamiento en la Escuela de Galaad. Otros llegan a ser excelentes superintendentes en las congregaciones. A menudo matrimonios que han tenido experiencia previa en el servicio de Betel son invitados de nuevo cuando lo solicitan. Además muchos solteros también han hecho de Betel su carrera.
Betel es un lugar maravilloso en el cual servir los intereses del Reino. Considerándolo desde cualquier aspecto de la vida, uno ve la gran bendición que es. Uno no tiene que hacerle frente a ciertas ansiedades de la vida que otros tienen que vencer. Debido a que arrojamos nuestras cargas sobre Jehová, él a su vez cuida de nuestras necesidades. Trabajamos con nuestros hermanos y hermanas durante todo el día. Sabemos que lo que estamos haciendo es en alabanza y honor al nombre de Jehová.
El servir juntos unidamente durante todo el tiempo es como estar en una asamblea. Quizás usted diga que el asistir a una asamblea todos los días podría ser monótono. Pero dudamos mucho de que Jesús hallara monótono el predicar todos los días con los doce a la gente que se reunía en torno a ellos. Era el trabajo de la vida de Jesús. Así es como consideramos nosotros nuestro trabajo en Betel; es el trabajo de nuestra vida, y lo invitamos a considerar el llenar una solicitud para Betel. Si usted piensa acerca de Betel con la idea de hacer de él una carrera, haciéndolo el trabajo de su vida, entonces usted puede recibir innumerables bendiciones y gran satisfacción al dar de su juventud en el servicio de Jehová.
Pensamos que Betel es, por decirlo así, la encrucijada del mundo, porque informes y experiencias de todas partes de la Tierra vienen aquí, muchas de las cuales son relatadas a la familia de Betel.
Esperamos que esto le haya dado a usted un poco de comprensión en cuanto a cómo es Betel y lo que hacemos aquí. En breve, una persona trabaja duro y sirve a sus hermanos y a otros. Quizás usted quiera participar con nosotros en esta gran obra. Tenemos hogares Betel en Toronto, Canadá; Londres, Inglaterra; Wiesbaden, Alemania; el Japón; las Filipinas; Australia; la República Sudafricana y por muchas otras partes del mundo así como en Brooklyn. Los que solicitan deben ser residentes del país donde Betel está localizado, así es que sírvase no pedir que se le envíe a otro país. Después de orar a Jehová acerca del asunto, es posible que usted diga: ‘Aquí estoy. ¡Úsenme!’
Piense acerca de su carrera y de lo que usted quiere que ésta sea. Si resulta que es el servicio de Betel, escriba a la Oficina del Presidente o a cualquier oficina de sucursal y consiga una solicitud. ¡Ofrézcase voluntariamente para el servicio de Betel!
Manténgase muy ocupado en la obra de Jehová. Cómprese el tiempo. Úselo sabiamente, porque los días son inicuos.
Con ustedes en predicar y enseñar las buenas nuevas,
N. H. Knorr