Presentando las buenas nuevas... en cada oportunidad apropiada
1 ¿Está usted preparado para hablar acerca de la verdad a medida que efectúa sus quehaceres diarios? Jesús y sus apóstoles lo estaban. Sea que fuera cuando habían apartado especialmente tiempo para testificar públicamente o que sencillamente estuvieran parados al lado de un pozo o en una plaza de mercado, estaban preparados para hablar. (Juan 4:7-26; Hech. 17:17) Del mismo modo nosotros debemos tener un deseo intenso de compartir las buenas nuevas y estar preparados para hacerlo en otras ocasiones además de aquellas que con regularidad apartamos para testificar. Quizás estemos en medio de algo que no está directamente relacionado con la obra de predicar, pero cuando se presenta una oportunidad debemos aprovecharla.
2 Se presentan muchas oportunidades para testimonio informal. Una hermana quizás esté ocupada con sus quehaceres domésticos cuando la visite un vendedor. Ella pudiera preguntar: “¿Le ha preguntado alguien si usted es testigo de Jehová?” Esto pudiera resultar en que se dé un testimonio. En el trabajo o en la escuela quizás haya oportunidades durante los recesos para el almuerzo de explicar por qué no participamos en algunas cosas en las que otros participan.
3 El usar la transportación pública suministra muchas ocasiones para compartir la verdad. Algunos publicadores siempre llevan consigo ejemplares de La Atalaya o ¡Despertad! o alguna otra literatura para leer. Entonces al notar que algunos a su alrededor no tienen nada que leer, hacen lo que es bondadoso y les ofrecen algo que leer para ayudarles a pasar el tiempo.
4 El no poder salir de un hospital debido a estar enfermo o el visitar un hospital presenta oportunidades excelentes para dar testimonio informal. Muchos se preparan de antemano, y de esa manera están listos para hablar con médicos, enfermeras y con otros a medida que se presentan las oportunidades. Es posible que usted tenga que pasar varios días en una habitación con otros que están convaleciendo. Hable con ellos acerca de su esperanza. Muchos han aprendido la verdad de esa manera.
5 Una hermana, que recientemente pasó mucho tiempo ingresada en hospitales, tuvo varias experiencias excelentes al testificar al personal del hospital. Le preguntó a una enfermera si había requerido mucha disciplina aprender su profesión. La hermana comentó que ella también había tenido que ejercer considerable disciplina para llegar a ser maestra de la Biblia. La enfermera tenía algunas preguntas acerca de la oración, de modo que se hicieron arreglos para hablar con ella de nuevo más tarde durante el día cuando estuviera libre. Esto resultó en una consideración durante la cual ella mostró considerable interés y aceptó el libro La verdad.
6 Muchos de nosotros hoy día estamos en la verdad debido a que nuestro interés se despertó por primera vez por medio de un contacto casual con el pueblo de Dios. No debemos pasar por alto ninguna oportunidad en nuestro esfuerzo por predicar la Palabra de Dios antes del fin de este sistema. ¿Por qué no piensa más acerca de las oportunidades que tiene para dar un testimonio informal? Piense de antemano cómo se aprovechará de ellas. Esté preparado a fin de poder presentar las buenas nuevas en cada oportunidad apropiada.