Usando sabiamente nuestra literatura
1 Durante el año 1982 la oferta de literatura para nuestra obra de casa en casa habrá cambiado ocho veces. ¿Por qué se hacen estas diferentes ofertas de literatura? Hay muchas cosas buenas que resultan de este arreglo que ha sido probado y que ha demostrado ser útil. En conjunto, éste contribuye al uso sabio de nuestra literatura.
POR QUÉ TENEMOS CAMPAÑAS
2 En primer lugar, hace que nuestras presentaciones de literatura en el campo sean variadas. Nos encontramos con personas de diferentes antecedentes educativos y culturales y por eso, aunque la oferta de literatura de este mes quizás no atraiga a cierta persona, es posible que una oferta futura de literatura logre llamarle la atención. El apóstol Pablo escribió: “Me he hecho toda cosa a gente de toda clase, para que de todos modos salve a algunos.” Tenemos la misma meta que Pablo tuvo.—1 Cor. 9:19-23.
3 Este arreglo también contribuye a variedad interesante y educativa para el publicador mismo. El cambio es bueno para cada uno de nosotros de muchas maneras. Por ejemplo, nos familiarizamos más con nuestra propia literatura al tener que repasar el contenido general de ésta para poder describirla y también al escoger ciertos párrafos para dar ejemplos específicos de los beneficios que ésta trae. Además tratamos de dar a todas las personas del territorio plena oportunidad de adquirir y leer las buenas nuevas en las varias formas de literatura que todos nosotros apreciamos y de las cuales nos beneficiamos tanto. Por todo el país estamos unidos en presentar un testimonio vital sobre un tema oportuno.—Hech. 20:21.
4 Para aumentar la variedad de literatura que ofrecemos al público debemos tener presente los 24 números diferentes de ¡Despertad! y los 24 números diferentes de La Atalaya que se hacen disponibles durante el año. ¿Puede alguien acusarnos de continuamente venir “con la misma cosa de siempre”? ¡Qué va!
EL PEDIDO DE LITERATURA Y EL CUIDADO DE ELLA
5 Por supuesto, para poder participar plenamente en estas campañas de servicio y ofrecer la literatura estipulada para ese mes, es necesario que la congregación tenga existencias de esa literatura. La Sociedad ha oído de publicadores de congregación, precursores y superintendentes viajantes que dicen que no siempre pueden conseguir del suministro de la congregación la literatura que necesitan para ese mes. Así que es bueno que el que atiende los suministros de literatura y el superintendente de servicio estén al tanto, unos meses por adelantado, en cuanto a las ofertas de literatura venideras, y de este modo se puede pedir la literatura necesaria con suficiente antelación. (Compare con Proverbios 30:25.) Bajo los Anuncios de Nuestro Ministerio del Reino generalmente se alista con tres o cuatro meses de anticipación cuáles serán las ofertas de literatura, de modo que hay bastante tiempo para hacer el pedido.
6 Los responsables de hacer el pedido querrán considerar cuidadosamente las cantidades que se necesitan para que haya suficiente literatura disponible, pero que no sea tanta que se tenga existencias excesivas de literatura. Cuando los publicadores mismos se mantienen informados acerca de la oferta de literatura para ese mes, y cuando la congregación, mediante los ancianos y otros siervos responsables, se encarga de que haya suficientes suministros, entonces es posible usar sabiamente nuestra literatura.
7 Tanto la congregación como cada publicador tienen la responsabilidad de mantener la literatura en buenas condiciones. A veces es inevitable que la literatura se dañe debido a escapes de agua o accidentes similares, pero generalmente se puede mantener como nueva por medio de almacenarla en un lugar seguro y seco. Los publicadores pueden ejercer cuidado al guardarla y manejarla en la casa y en su cartera de testificar. La literatura que es portadora de las buenas nuevas merece estar en la mejor condición, atractiva y que despierte el interés.
CONTRIBUCIONES POR LA LITERATURA
8 ¿Regala usted la literatura? ¿Es éste el modo de usarla sabiamente? El número de junio de Nuestro Ministerio del Reino dio varias sugerencias excelentes que mostraban por qué es mejor ofrecer la literatura por una contribución y bajo qué circunstancias regalarla. Sería bueno repasar estas ideas de vez en cuando.