Las suscripciones... ‘¡sabiduría que clama!’
En 1939 el año de la primera campaña de suscripción a La Atalaya, 67.229 publicadores de 59 países colocaron 121.073 suscripciones nuevas. Hoy La Atalaya se publica en 102 idiomas y ¡Despertad! en 52 idiomas. Se pueden obtener suscripciones a estas en los idiomas que se alistan en la página 2 de las revistas. Ahora que La Atalaya y ¡Despertad! se publican en muchos más idiomas ¿cuáles serán los resultados de nuestra campaña de suscripción durante los meses de abril y mayo?
1 Separada del alboroto confuso de la sabiduría humana, se oye una voz precisa y clara que habla la verdad y señala al Reino de Dios como la única solución para los problemas de la humanidad. Esa voz es La Atalaya. Por los pasados 103 años La Atalaya (a la cual se le unió más tarde ¡Despertad!) ha sido como ‘sabiduría que clama’. Esta ha ayudado a millones de personas a salir de la confusión de las enseñanzas religiosas falsas y de las ideas mundanas a la senda clara de una mejor “vida [...] ahora y de la que ha de venir.” (Pro. 8:1; 1 Tim. 4:8) Oímos la llamada de ésta, y respondemos favorablemente a ella. ¿Podemos ayudar a otras personas a hacer lo mismo?
HAY QUE TENER UN PUNTO DE VISTA POSITIVO... ¿LO TIENE USTED?
2 ¿Cuán importante para su vida espiritual es La Atalaya? ¿Es ella vital? Si así es, usted la leerá con regularidad porque, como se declara en la página 2 de cada número, donde se explica el propósito de la revista La Atalaya “se adhiere a la Biblia como autoridad”. Y a usted le gustaría que otras personas —su familia, amigos y vecinos— también la leyeran regularmente. Con excepción de la Biblia, ¿conoce usted alguna otra literatura que suministre tanta sabiduría divina como lo hace una suscripción por un año a La Atalaya? ¿Está usted personalmente suscrito a ella? ¿Están los miembros de su familia suscritos a ella?a
3 El tener una actitud positiva hacia La Atalaya envuelve el que continuemos valorando como es debido la información que esta contiene. Entonces, una vez que estemos convencidos de su valor incomparable, esperaremos con anhelo la llegada de cada número, la leeremos y no titubearemos en ofrecerla a otras personas en nuestro servicio del campo. Lo que el libro de Proverbios dice acerca de la sabiduría puede ayudarnos a estimar el valor de esta publicación regular cuando la comparamos con otras revistas:
“La sabiduría verdadera ha edificado su casa ha labrado sus siete columnas. Ha organizado su degollación de carne; ha mezclado su vino, más que eso ha dispuesto su mesa. Ha enviado a sus criadas de compañía, para que ella pueda clamar en la cima de las alturas del pueblo: ‘cualquiera que sea inexperto, diríjase acá’. A cualquiera falto de corazón... ella le ha dicho: “Vengan, aliméntense de mi pan y participen en beber el vino que yo he mezclado. Dejen a los inexpertos y sigan viviendo, y anden directamente en el camino del entendimiento’”.(Pro. 9:1-6.)
4 La sabiduría piadosa descrita en este capítulo Pro 9 y también en el capítulo 8 de Proverbios, contrasta marcadamente con la sabiduría inmoral de este mundo, descrita en el capítulo 7 Pro 7. A diferencia de la ramera astuta que se mantiene al acecho en la oscuridad, que atrapa a su víctima y la conduce “a los cuartos interiores de la muerte”, la sabiduría emite su llamada públicamente, “en la cima de las alturas”. Esta invita a sus oyentes a su mansión fortificada y sostenida firmemente por “siete columnas” (Pro. 7:27; 8:2; 9:1). Con consideración, la sabiduría organiza un banquete con alimento y bebida frescos para alimentar la mente y el corazón de sus invitados.
5 ¡Qué bien se puede extender hasta nuestra presente vida espiritual la ilustración del proverbio! La clase del “esclavo fiel y discreto” cuida de que se alimente apropiadamente en sentido espiritual a los “domésticos” de Cristo y a sus compañeros, quienes componen las “otras ovejas” (Mat. 24:45; Juan 10:16). ¿Cómo se hace esto? Principalmente por medio de la revista La Atalaya. Se requiere dar mucha consideración anticipada y hacer muchos arreglos para preparar un banquete que salga bien y lo mismo es cierto en el caso de La Atalaya. Los artículos de ésta son como ‘carne’ y ‘vino mezclado’ que hacen que el pueblo de Jehová esté fuerte y alegre (Pro. 9:2). Note qué piensan algunos publicadores del Reino acerca de los números recientes de la revista.
• “En primer lugar, aclaran ciertas partes de las Escrituras acerca de las cuales siempre tuve dudas. En segundo lugar, hacen pensar en nuevas consideraciones para que las estudiemos más a fondo. Pero aún más, hacen que me sienta más cerca de Jehová, como un amigo muy íntimo.”
• “Con toda la aflicción que hay en el inicuo sistema de cosas actual, constantemente hay nuevos problemas a los cuales tenemos que enfrentarnos. La Atalaya y ¡Despertad! nos ayudan a enfrentarnos a esos problemas y a resolverlos a medida que éstos se presentan.”
• “Gracias, Atalaya, por trabajar duro en crear, en cada lector por todo el mundo, una ‘conciencia en cuanto a cosas espirituales’”.
¿Piensa usted lo mismo acerca de La Atalaya y ¡Despertad!
¿POR QUÉ TENER UNA SUSCRIPCIÓN PERSONAL?
6 Si cada miembro de su familia está suscrito por lo menos a La Atalaya, si es que no lo está a ambas revistas, cuando cada número llega por correo, es como si ‘la sabiduría estuviera clamando’. Es como un nuevo recordatorio de que participemos del alimento espiritual. ¿Pero no se puede recibir el mismo alimento espiritual por medio de obtener regularmente en el Salón del Reino los ejemplares personales para el estudio? Sí, con tal que uno no deje de obtener su ejemplar en cuanto éste llegue. Sin embargo, todavía hay ventajas en cuanto a recibir sus propios ejemplares personales por correo. ¿Cuáles son estas?
7 En primer lugar, se le sirve la cena espiritual en el propio hogar de usted, donde puede ser más cómodo leer uno o dos artículos inmediatamente. Si usted obtuviera las revistas en el Salón del Reino tendría que esperar hasta más tarde durante ese día para leerlas, si es que para entonces no está muy cansado para hacerlo. Además, si fuera a obtener los ejemplares personales en el Salón del Reino posiblemente recibiría dos números a la vez. Esto sería especialmente cierto si usted falta a una reunión debido a enfermedad. Las entregas en el hogar se efectúan a intervalos regulares de un número cada semana. Ambas razones nos dejan ver que tiene sus ventajas el tener suscripciones personales ya que éstas lo ayudan a mantenerse al día con su estudio personal. A su vez, esto lo ayuda a usted en sentido espiritual y también beneficia a aquellos a quienes usted predica. Recuerde, mientras más lea, más confianza tendrá al visitar las casas. Ambas cosas van tomadas de la mano.
8 ¿Le ha sucedido esto alguna vez? Usted busca su ejemplar para el estudio de La Atalaya por todas partes y no lo puede encontrar. No es sino hasta más tarde que se da cuenta de que lo colocó mientras participaba en el servicio del campo. El tener una suscripción personal eliminará esa molestia. No es muy probable el que coloque su propio ejemplar de la revista, especialmente si la ha estudiado y marcado. ¿Ve algunas otras ventajas en tener una suscripción?
9 Los niños se benefician en gran manera de tener su propia suscripción. ¿Qué niño no disfruta de recibir su propia correspondencia? En un país sudamericano dos hijas le dieron las gracias a su madre por sus suscripciones individuales a La Atalaya con estas palabras: “¡Este es el mejor regalo que jamás nos hayas dado!” Y he aquí lo que algunos de nuestros hermanos de diferentes países han dicho acerca del valor de tener suscripciones personales:
• FRANCIA: “Conozco a una familia en la que cada miembro recibe su propio ejemplar personal por medio de suscripción. Se sienten mucho más inclinados a leerlo y los buenos efectos de ésto se hacen patentes cuando presentan las revistas de casa en casa.”
• EL BRASIL: “Una niña de seis años tiene sus propias suscripciones. El padre cree firmemente que el que cada niño tenga su propia suscripción a la revista, aun cuando son muy jóvenes, les enseña el valor de las revistas y que tienen que cuidarlas.”
• SUDÁFRICA: “Mis padres no eran ricos, sin embargo, nosotros, los cuatro hijos, teníamos nuestras propias suscripciones. Yo siempre pensé que la Sociedad me conocía personalmente. La revista estaba dirigida a mí y solo yo la sacaba de la envoltura. Aun antes de que supiéramos leer teníamos nuestra propia Atalaya.”
• LOS ESTADOS UNIDOS: “Éramos cuatro hijos. Transcurrían los años de la Depresión. No era fácil conseguir dinero, pero trabajé cortando hierba para pagar mi propia suscripción, solo por el placer de recibirla por correo con mi propio nombre estampado en la envoltura.”
10 ¿Tiene usted su propia Biblia y su propio cancionero? Entonces ¿por qué no tener su propia, suscripción? Una vez que se está convencido de los beneficios incomparables de estas dos revistas, entonces llega a ser solo lo natural el desear convencer a otras personas, también, del valor de éstas. Sea positivo en cuanto a su actitud hacia ‘la sabiduría que clama’ por medio de las revistas La Atalaya y ¡Despertad! ¿Cómo puede hacerse esto?
PRESENTE LA OFERTA DE LA SUSCRIPCIÓN CON CONFIANZA
11 El apóstol Pablo no titubeó en compartir las buenas nuevas con otras personas. Más bien, habló “denodadamente en el nombre de Jesús” (Hech. 9: 27). Las figurativas criadas de compañía de la sabiduría ‘claman’ con confianza, invitan a los inexpertos para que prueben la sabiduría de Jehová. Nuestros vecinos que se deleitan en la sabiduría de Dios que se halla en La Atalaya y ¡Despertad! con toda probabilidad mejorarán su vida y harán que se arraiguen buenos motivos en el corazón. Las personas tienen que hacerlo si desean ‘seguir viviendo’ (Pro. 9:3-6). Nosotros, también, cuando nos hallamos en el servicio del campo tenemos que armarnos de denuedo mediante nuestro Dios y, con confianza, ofrecer la suscripción a cada amo de casa. (1 Tes. 2:2.)
12 ‘Pero el amo de casa no desea suscribirse’, quizás usted diga. ¡Venza a ese obstáculo mental negativo! A menudo no se trata de que el público no esté dispuesto a suscribirse sino, más bien, que tenemos que cambiar nuestra actitud con relación a las suscripciones. Considere estos ejemplos:
• “Cuando visito las congregaciones durante los meses de la campaña de suscripción, enfatizo que se ofrezca la suscripción en cada casa y a no dudar si deberíamos hacerlo o no. Deje que los amos de casa decidan. No decida usted por ellos. Algunos publicadores han regresado del campo y han dicho: ‘En realidad no pensaba que estuvieran interesados, pero ofrecí la suscripción y ellos la tomaron’”. (Un superintendente de circuito de los Estados Unidos.)
• “Una señora rehusó las dos revistas sueltas. Le explicamos que no somos vendedores ambulantes. Explicamos que era posible suscribirse a ambas revistas; imagínese nuestra sorpresa cuando la señora aceptó nuestra oferta! ¿Qué lección aprendemos de esta experiencia? Ofrezca la oferta sistemáticamente. Entonces deje que el amo de casa decida.” (Un superintendente de distrito de Francia.)
• “Un publicador con quien trabajé dijo que nunca había obtenido una suscripción a pesar de que hacia 20 años que era publicador. Cuando se le preguntó cuál era el problema, contestó: ‘Sencillamente las personas no están interesadas en la suscripción. Así que ¿para qué ofrecérsela?’ En la primera casa ofrecí la suscripción y el amo de casa se suscribió a las dos revistas. Entonces animé al hermano a que la ofreciera en la próxima casa. Así lo hizo. Para su asombro, él también colocó dos suscripciones.” (Un superintendente de circuito del Brasil.)
13 ¿Piensa usted que los días de las revistas han terminado? Las experiencias que relatamos antes, y las siguientes estadísticas de los Estados Unidos prueban lo contrario. Una encuesta muestra que durante los pasados 30 años, del 1951 al 1981, la circulación de revistas seglares de los Estados Unidos aumentó 92%... casi dos veces más rápido que la población. En los pasados tres años, la circulación de revistas aumentó tres veces más rápido que la población. Además, las estadísticas muestran que, hoy día en los Estados Unidos, de cada 10 adultos, nueve son lectores de alguna revista mensual, y que cada uno lee un promedio de, aproximadamente, ocho revistas cada mes!
14 Por consiguiente, no abrigue conceptos erróneos y negativos sino sea positivo. Para ofrecer la suscripción, no espere a que las personas muestren un “interés más allá de lo ordinario”. Presente la oferta de la suscripción con confianza EN CADA CASA.
EL PRECIO DE LA SUSCRIPCIÓN ES EQUITATIVO
15 También, es importante la actitud que tengamos hacia el precio de la suscripción. Es cierto que en algunos países, debido al franqueo, es más caro el recibir 24 ejemplares de la revista por correo que el comprarlos sueltos. Por ejemplo, el precio de una suscripción anual en el Japón es de $7.20 (moneda E.U.A.) en comparación con $4.80 (moneda E.U.A.) por 24 ejemplares sueltos; 50% más caro. Sin embargo, los publicadores allá colocaron 124.852 suscripciones durante 1982; el total más alto en cualquier país excepto los Estados Unidos. El precio de la suscripción está al nivel adecuado. “Hermanos que están en los negocios, que están al tanto del aumento en los precios, no titubean en presentar la oferta de la suscripción,” informa la oficina de la Sociedad Watch Tower en Sudáfrica. En 1981 el precio medio de las revistas populares de los Estados Unidos fue de $1.62 por cada ejemplar y el promedio de una suscripción al año fue de $18.06. Además, para algunas personas la única forma en que pueden recibir con regularidad las revistas es por medio de una suscripción.
16 Un publicador del Reino, del Brasil, hizo la siguiente observación: “No dé por sentado que ciertas personas no tienen el dinero para la suscripción. Mucha gente no solo gasta dinero en artículos que son de poco valor, sino que en realidad son dañinos, como lo es el tabaco. Un publicador titubeó en ofrecerle la suscripción a un hombre de mayor edad que vestía pobremente y cuya casa estaba en malas condiciones. El hombre no solo se suscribió sino que también agregó que pondría un buzón especial en su puerta para recibir las revistas”. Y como a algunos publicadores les gusta señalar, el costo de una suscripción anual es menos que lo que se paga por una comida en un restaurante o por un corte de cabello.
MANERAS DE OBTENER SUSCRIPCIONES
17 Pueden obtenerse suscripciones de las siguientes maneras: de casa en casa, en las revisitas, testificando en las calles, en los negocios, ofreciéndolas a los vecinos, compañeros de trabajo o de colegio, a los que asisten a la Conmemoración y regalándolas a los parientes. ¿Tienen sus propias suscripciones las personas que estudian la Biblia con usted? ¿Puede usted pensar en otras personas a quienes ofrecerlas?
18 He aquí algunas de las maneras como nuestros hermanos han obtenido suscripciones:
TESTIFICANDO DE CASA EN CASA: “Mi esposa utiliza los sucesos sobresalientes de la actualidad y los incorpora en su Tema de Conversación. En un día ella obtuvo 10 suscripciones.” (Un superintendente de circuito de Francia.)
EN LAS REVISITAS: “Durante un mes obtuve 10 pares de suscripciones y comencé dos estudios bíblicos nuevos en los hogares.” (Un anciano de la República Federal de Alemania.)
TESTIFICANDO EN LAS CALLES: “Abordé a una señora y le pregunté si ella había leído alguna vez las revistas. Ella contestó: “Sí, hace varios meses”. Aproveché la oportunidad para ofrecerle la suscripción, y se suscribió a ambas revistas.” (Un publicador de la República Federal de Alemania.)
SUSCRIPCIONES DE REGALO: “Puesto que el mecánico que me reparó el automóvil fue tan bondadoso conmigo, le envié una suscripción de regalo para mostrarle mi aprecio. Siete años más tarde no solo el mecánico, sino también más de una docena de personas se habían declarado firmemente a favor de la verdad.” (Un publicador de Australia.)
OFRECIÉNDOLAS A COMPAÑEROS DE TRABAJO: “En un mes, un hermano obtuvo 41 suscripciones en su lugar de empleo. Su presentación era sencilla, tan solo preguntaba a sus compañeros de trabajo si les gustaba la buena lectura. Si la respuesta era afirmativa, les ofrecía la suscripción.” (Un publicador del Brasil.)
TESTIFICANDO EN RUTAS DE REVISTAS: “Planto la semilla de la suscripción en la mente de los amos de casa en mi ruta de revistas por medio de decirles: ¿Ha pensado usted alguna vez en suscribirse a estas dos revistas? Y lo menciono cada vez que los visito. Con el tiempo la mayor parte de ellos se suscriben. Hago como promedio 150 suscripciones al año.” (Un publicador de los Estados Unidos.)
SUGERENCIAS PRÁCTICAS
19 Las siguientes sugerencias vienen de todas partes del mundo. ¿Puede usted utilizar algunas de ellas de manera provechosa en su territorio local?
• Dígales cuánto tiempo hace que usted ha estado recibiendo las revistas por correo. (De los Estados Unidos.)
• Muéstreles el reverso de la portada, y haga resaltar que éstas tienen lectores en muchas naciones, como se puede ver por el número de idiomas en que se publican y por su tirada. (De Sudáfrica.)
• Muéstreles que los artículos continúan en páginas sucesivas, lo cual elimina el que se tenga que estar buscando la página donde continúa el artículo, que es el estilo que siguen muchas otras revistas. (Del Canadá.)
• Use las páginas 2 y 3 del tratado ¿Nos estamos acercando al Armagedón? Noticias del Reino núm. 31 donde aparecen respectivamente las ilustraciones de la Tierra paradisíaca y las revistas, como ‘trampolín’ para presentar la oferta de la suscripción.” (De los Estados Unidos.)
• Lleve consigo varios ejemplares diferentes, para ilustrar la variedad de temas que éstas consideran. (Del Brasil.)
• Lleve consigo su propio ejemplar de suscripción y la envoltura en que ésta viene, con su nombre impreso en ella, para mostrarle cómo recibirá la revista por correo. (De Australia.)
• Lleve consigo su ejemplar personal de La Atalaya, la cual usted ha marcado completamente para el estudio, y léale algunos puntos principales que usted ha hallado que son interesantes. Entonces saque de su cartera un ejemplar nuevo y ofrézcaselo. (De los Estados Unidos.)
• Lleve a su estudio bíblico o a su revisita un volumen encuadernado y explíquele que por $3.50 al año recibirá 768 páginas de material de consulta que es como una enciclopedia bíblica. (De los Estados Unidos.)
20 A muchos amos de casa les asusta la palabra “suscripción”. Asocian esa palabra con “unirse” a algo o con “vendedores mundanos y con fraude”, informó cierta cantidad de sucursales de la Watch Tower. Por lo tanto, algunos publicadores han hallado ventajoso usar las siguientes expresiones:
• “Dos veces al mes le visitará una revista que el cartero le traerá discretamente.” (De Francia.)
• “Usted puede recibir los próximos 24 números directamente de los publicadores de la revista, por correo “ (De Nigeria.)
• Se le enviará la revista por un año sin ninguna obligación adicional. Después de un año, automáticamente cesará de recibirla por correo, a menos que usted renueve la suscripción.” (De Francia.)
• “Recibo regularmente esta revista en mi hogar y he hallado que en verdad beneficia a toda mi familia. Usted también puede pedir un abastecimiento de esta revista por un año.” (De Australia.)
• “Usted recibirá un curso bíblico de un año con preguntas impresas en algunos de los artículos.” (De los Estados Unidos.)
21 La primera campaña de suscripción a La Atalaya comenzó en enero de 1939. La meta fue conseguir 100.000 suscripciones nuevas. ¿Se alcanzó esa meta? ¡Sí! El Anuario de los testigos de Jehová para 1940 (en inglés) anunció que 67.229 publicadores de 59 países obtuvieron 121.073 suscripciones nuevas. En el norte de Europa se hicieron más del doble de las suscripciones que se habían hecho antes, lo cual, según se informa en el Anuario para 1940, los movió a responder: “Antes de esta campaña nunca nos habíamos imaginado que fuera posible obtener suscripciones en la obra de casa en casa; pero el Señor esta a cargo de su organización y continúa dándonos sorpresas agradables si obedecemos las instrucciones que recibimos”.
22 ¿Podemos ponernos nuestra propia meta? Esforcémonos por obtener, por lo menos, una suscripción por publicador y cuatro por precursor. ¿Hará usted lo más que pueda para dejar que ‘la sabiduría clame’ por medio de mantenerse ocupado en la testificación con las revistas? Si así lo hace, se estará ayudando a usted mismo y ayudará a otras personas a ‘andar directamente en el camino del entendimiento’. (Pro. 9:6.)
[Nota a pie de página]
a • La sucursal de los Estados Unidos recomienda que los publicadores obtengan sus ejemplares personales de las revistas por medio de una suscripción, en lugar de obtenerlas en el Salón del Reino.
[Tabla en la página 5]
COSTO DE LA SUSCRIPCIÓN A LA REVISTA EN NUEVE PAÍSES
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
■Costo de La Atalaya
□Promedio del costo de las revistas principales
Australia
La Atalaya ■
Otras revs. □□□□□□□□□□□□□□
Brasil
La Atalaya ■
Otras revs. □□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□
Canadá
La Atalaya ■
Otras revs. □□□□□□□□□□□
Francia
La Atalaya ■
Otras revs. □□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□
República Federal de Alemania
La Atalaya ■
Otras revs. □□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□
Gran Bretaña
La Atalaya ■
Otras revs. □□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□□
Nigeria
La Atalaya ■
Otras revs. □□□□□□□□□□□□□□□□
Sudáfrica
La Atalaya ■
Otras revs. □□□□□□□□□□□□□□□□□
Estados Unidos
La Atalaya ■
Otras revs. □□□□□□□□□□□
*Precio por unidad O 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20
*Cada unidad equivale al costo de la suscripción a La Atalaya.