Ayude a los que asisten a las reuniones
1 David expresó su deseo sincero al decir: “Entre las multitudes congregadas bendeciré a Jehová”. (Sal. 26:12.) David identificó a las multitudes congregadas como adoradores de Jehová. ¿Tenemos el mismo deseo sincero que tuvo David? Podemos mostrarlo por asistir regularmente a las reuniones, donde podemos bendecir a Jehová y animar a otros a hacer lo mismo. (Heb. 10:24, 25.)
2 Es probable que en su congregación haya algunos que asisten a las reuniones pero que aún no son publicadores de las buenas nuevas. Las últimas cifras de la asistencia a las reuniones para este país muestran que la asistencia al discurso público sobrepasa en más de 200.000 personas la cantidad de publicadores que se asocian en las congregaciones. ¿Qué podemos hacer para ayudar a estas personas a calificar para que participen en el ministerio? Algunos son hijos de adoradores de Jehová, pero una gran cantidad son personas recién interesadas en la verdad. ¿Pudiéramos brindar ayuda a estos que muestran interés? Algunos quizás no estén estudiando todavía. Al platicar con ellos en las reuniones probablemente descubra que les agradaría que usted condujera un estudio bíblico con ellos.
3 El amor entre los hermanos y el que se muestra a los nuevos no pasa inadvertido. Después de asistir por primera vez a una reunión, cierto joven dijo: “Quedé sorprendido al ver que todos se conocían y que el salón estaba lleno de conversación amigable”. Eso lo impulsó a querer seguir asistiendo. Pudo ver que el amor que había entre los hermanos era genuino.
MANERAS DE AYUDAR
4 Podemos demostrar nuestro amor a otros e interés por los demás al conversar con ellos antes y después de las reuniones. Pablo expresó tal interés profundo en el bienestar de otros. En el capítulo 16 de Romanos envió saludos a un grupo de personas, lo cual indica que las conocía bien y se interesaba en el bienestar físico y espiritual de ellas. (Rom. 16:1-16.) Envió saludos a algunos que habían estado “en unión con Cristo” más tiempo que él, mostrando así su interés por personas en diferentes etapas de crecimiento espiritual. Lo que dijo de estas personas revela que había apartado tiempo para conocerlas y había mostrado interés en ellas. Comprendía sus problemas y podía ayudarlas espiritualmente. El llegar temprano a las reuniones nos da una excelente oportunidad de familiarizarnos mejor con otros y animarlos. Esfuércese diligentemente por llegar de 15 a 20 minutos antes que empiece la reunión y quédese un rato después que esta termine, para que pueda participar más plenamente en animar a otros.
5 Podemos estimular a los que empiezan a reunirse al mostrarles cómo prepararse para las reuniones. Podemos animarlos a comentar y a matricularse en la Escuela del Ministerio Teocrático si califican para ello. Unas cuantas sugerencias prácticas por parte de un publicador experimentado pueden ayudar a los más nuevos a preparar discursos y a ofrecer comentarios al grano y en sus propias palabras. (Véase Guía para la Escuela, estudios 4, 7 y 18.)
6 Como parte de las multitudes congregadas de Jehová, que muestran amor genuino unos para con otros, crecemos en sentido espiritual, lo cual resulta en un vínculo de unión más fuerte. (Gál. 6:10.) Nuestro deseo de participar en las actividades de la congregación se profundiza y procuramos tener mayor participación en la obra de predicar y hacer discípulos. Por eso, sigamos esforzándonos amorosamente por ayudar a los nuevos a alabar y honrar a Jehová.