Ayude a otros a hacerse hábiles en el uso de la Palabra de Dios
1 Jehová ha suministrado muchas provisiones para enseñarnos a ser eficientes al efectuar nuestro ministerio personal. Al valernos de lo que él ha provisto, ‘nuestros mismísimos pasos han sido preparados’. (Sal. 37:23.) Por ejemplo, por casi 50 años la Escuela del Ministerio Teocrático ha suministrado adiestramiento progresivo en el arte de hablar y enseñar. Además tenemos cada semana la Reunión de Servicio con discursos prácticos, demostraciones y consideraciones con el auditorio.
2 Nos beneficiamos de las visitas regulares de los superintendentes de circuito. El superintendente de servicio visita cada grupo de estudio de libro y da estímulo amoroso para que mejoremos nuestras habilidades en el ministerio público. Además de todo esto, cada vez que nos reunimos para el servicio del campo, se dedican 10 minutos a dar instrucción práctica que suministra estímulo y sugerencias útiles para ese día. (Heb. 10:23-25.) Esos arreglos, hechos a través de Su organización, son muestra del interés amoroso de Jehová por aquellos a quienes ha comisionado a predicar las buenas nuevas.
AYUDE A LOS JÓVENES Y A LOS QUE ESTUDIAN LA BIBLIA
3 Los publicadores jóvenes y los nuevos necesitan ayuda regular y personal en el ministerio público. Aunque todos podemos ofrecer nuestra ayuda de vez en cuando, la responsabilidad principal recae en los padres y en los que dan estudios bíblicos a esas personas. (Gál. 6:6; Efe. 6:4.) La eficacia al usar la Biblia no se adquiere automáticamente con el paso del tiempo y cierto grado de experiencia. Más bien, hay que dar, de manera personal y sistemática, ayuda y entrenamiento amoroso.
4 La ayuda personal debe empezar antes de que la persona comience a participar en el ministerio. Repase el Tema de Conversación. Ayude a los que llenen los requisitos para participar en el ministerio a preparar una presentación sencilla. Quizás pudieran usar solo uno de los textos que se sugieren, hasta que adquieran mayor experiencia y confianza. Al trabajar juntos en el servicio, aparte tiempo mientras va de una puerta a otra para dar encomio y sugerencias bondadosas sobre cómo mejorar. Recalque la importancia de constantemente orar a Jehová al respecto. (Efe. 6:18, 19.)
5 Aunque muchos precursores regulares y otros publicadores de experiencia participan en el ministerio principalmente entre semana, ¡qué excelente es cuando esos publicadores eficientes pueden cambiar su horario para dar apoyo de vez en cuando al servicio los fines de semana! Los que deseen mejorar, mediante trabajar con ellos en el ministerio, agradecerán mucho el sacrificio personal que estos hacen. (Ecl. 4:9, 10.)
6 En un tiempo todos fuimos nuevos e inexpertos en el ministerio del campo. Muchos recibimos estímulo y adiestramiento de publicadores experimentados o de precursores. La habilidad que ahora tenemos y el gozo que derivamos del ministerio son el resultado directo de esa ayuda. (Pro. 27:17; Hech. 20:35.) Que nuestro aprecio por lo que Jehová ha hecho por nosotros mediante su adiestramiento activo en el ministerio nos impulse a ofrecernos para ayudar a otros a hacerse más hábiles en el uso de la Palabra de Dios.