Ayudemos a los que han mostrado interés en la verdad
1 Nuestra fe y nuestro amor al prójimo nos impulsarán durante marzo a ayudar a todas las personas que han mostrado interés en el mensaje del Reino. Hay que dirigirlas a la provisión de Jehová para la salvación, que gira en torno al sacrificio redentor de Cristo. (Heb. 9:28.)
2 Sería conveniente hacer una lista de las personas que quiere invitar a la Conmemoración. Incluya a las que asisten a las reuniones de vez en cuando y a las que antes recibían un estudio bíblico o que de algún modo han mostrado interés. Invite también a los cónyuges incrédulos y a otros familiares. Después que haya completado la lista, haga un esfuerzo especial por visitar a cada persona. Si desea puede pedir a los ancianos que le ayuden a hacer ciertas visitas.
3 ¿Qué decir durante la visita?
Después de saludar amablemente a la persona, pudiera decir:
◼ “En el pasado usted ha mostrado interés en los asuntos espirituales, y pensé que le agradaría recibir esta invitación a una reunión especial. [Entréguele la invitación.] La Conmemoración de la muerte de Cristo es el único acontecimiento que el Señor Jesucristo mandó a sus seguidores que conmemoraran. Esperamos con anhelo repasar lo que Cristo logró mediante su muerte y cómo podemos alcanzar la vida eterna por medio de ella. Más de 11.000.000 de personas asistieron a esta reunión especial el año pasado. Sería un placer que me acompañara este año”. Asegúrese de anotarle la hora y el lugar donde la congregación celebrará la Conmemoración. Si es necesario, ofrezca transporte a la persona.
4 Debemos hacer que los que asisten por primera vez a la Conmemoración se sientan bienvenidos. Preséntelos a los publicadores de la congregación y a cualquier persona interesada que viva cerca de su hogar. Les animará saber que algunos de sus vecinos están interesados en la verdad. Si es posible, invítelos a sentarse con su familia durante la Conmemoración.
5 Por supuesto, el que sencillamente asistan a la Conmemoración no les garantizará la salvación. Pero para muchos de los que usted invite, este pudiera ser el primer paso que los conducirá a ejercer fe en la sangre derramada de Jesús. Durante el viaje de regreso a casa, pregunte al visitante si quisiera asistir a la Reunión Pública y al Estudio de La Atalaya el siguiente domingo. Sea amigable y servicial. Déjele saber que está dispuesto a ayudarle en lo posible. Cuanto más pronto empiece a asociarse con nosotros, más rápido será su progreso espiritual. ¡Qué gozo y qué satisfacción será sobrevivir a “la gran tribulación” junto con muchas otras personas a quienes pudimos ayudar! (Rev. 7:9, 14.)