Seamos valientes y actuemos con buen juicio como Jesús
“Aunque ustedes nunca lo vieron, lo aman. Aunque ahora no están mirándolo, sin embargo ejercen fe en él.” (1 PEDRO 1:8)
1, 2. a) ¿Qué tenemos que hacer si queremos vivir para siempre? b) ¿Qué nos ayudará a mantenernos fieles hasta el final?
HACERSE cristiano es como empezar a ir por un camino. El final de ese camino es la vida eterna. Jesús dijo: “El que haya aguantado hasta el fin es el que será salvo” (Mateo 24:13). ¿Qué tenemos que hacer si queremos vivir para siempre? Tenemos que ser fieles hasta el final de nuestra vida o hasta el final de este mundo. Pero hay cosas que pueden distraernos y hacer que dejemos de ser fieles (1 Juan 2:15-17). ¿Qué nos ayudará a mantenernos fieles hasta el final?
2 Tenemos que copiar el ejemplo de Jesús. La Biblia nos enseña cómo era Jesús. Si estudiamos lo que la Biblia dice sobre él, lo amaremos y tendremos fe en él (lea 1 Pedro 1:8, 9). El apóstol Pedro dijo que copiáramos con cuidado el ejemplo de Jesús (1 Pedro 2:21). Si lo hacemos, aguantaremos hasta el final.a (Lea la nota.) En el artículo anterior vimos cómo ser humildes y compasivos como Jesús. En este artículo veremos cómo podemos ser valientes y tomar buenas decisiones como él.
JESÚS ES VALIENTE
3. a) ¿Qué significa ser valiente? b) ¿Qué nos ayudará a ser valientes?
3 Ser valiente significa ser fuerte y aguantar cuando pasamos por malos momentos. También significa defender lo que está bien, y mantener la calma y ser fieles a Dios cuando afrontamos problemas. Como somos valientes y no queremos desagradar a Dios, no dejamos que el miedo a otros nos afecte (1 Samuel 11:7; Proverbios 29:25). Si somos valientes y confiamos en las promesas de Jehová, nos concentramos en el futuro, no en los problemas (Salmo 27:14). Y si somos valientes y amamos a los demás, los ayudamos aunque nuestra vida esté en peligro (Juan 15:13). ¿Qué nos ayudará a ser valientes? Confiar en Jehová y copiar el ejemplo de Jesús (Salmo 28:7).
4. ¿Cómo fue valiente Jesús cuando estuvo en el templo? (Vea el dibujo del principio.)
4 En una ocasión, Jesús fue valiente cuando estuvo “en el templo, sentado en medio de los maestros” religiosos (lea Lucas 2:41-47). Él solo tenía 12 años, y esos maestros sabían mucho de la ley de Moisés. También sabían mucho de las tradiciones judías, que hacían difícil obedecer la Ley. Pero Jesús no les tenía miedo a los maestros religiosos. Por eso les hizo muchas preguntas. Pero no eran las preguntas que haría cualquier niño. Seguro que eran preguntas que los hicieron prestar atención y pensar. Tal vez los maestros le hicieron preguntas para tratar de discutir, pero no lo lograron. Los que escucharon a Jesús, incluso los maestros, se asombraban por lo mucho que sabía y cómo hablaba. Jesús fue valiente y defendió la verdad.
5. ¿De qué maneras demostró Jesús que era valiente cuando predicaba?
5 Jesús fue valiente cuando predicaba, y lo demostró de varias maneras. Por ejemplo, no tuvo miedo de decirles a las personas que los líderes religiosos las estaban engañando con sus mentiras (Mateo 23:13-36). Jesús tampoco permitió que el mundo le hiciera desobedecer a Dios (Juan 16:33). Siguió predicando aunque trataron de detenerlo (Juan 5:15-18; 7:14). Además, echó dos veces del templo a los que estaban allí vendiendo para ganar dinero (Mateo 21:12, 13; Juan 2:14-17).
Cuando lo interrogaron, Jesús fue valiente y dijo que él era el Cristo y el Hijo de Dios
6. ¿Cómo fue valiente Jesús el último día de su vida en la Tierra?
6 Veamos cómo Jesús fue valiente el último día de su vida en la Tierra. Él sabía lo que le iba a pasar cuando Judas lo traicionara. Pero de todos modos le dijo: “Lo que haces, hazlo más pronto” (Juan 13:21-27). Cuando los soldados fueron a arrestarlo, Jesús no se escondió. Aunque su vida estaba en peligro, se entregó y les dijo a los soldados que dejaran ir a sus discípulos (Juan 18:1-8). Cuando lo interrogaron en el tribunal más importante de los judíos, Jesús fue valiente y dijo que él era el Cristo y el Hijo de Dios. El sacerdote principal estaba buscando una excusa para matarlo, pero Jesús no tenía miedo (Marcos 14:60-65). Él se mantuvo fiel hasta que lo mataron. Por eso, justo antes de morir dijo: “¡Se ha realizado!” (Juan 19:28-30).
SEAMOS VALIENTES COMO JESÚS
7. a) Joven, ¿cómo te sientes por ser testigo de Jehová? b) ¿Cómo puedes demostrar que eres valiente?
7 ¿Cómo pueden los jóvenes cristianos ser valientes como Jesús en la escuela? Muchos jóvenes les dicen que son Testigos a sus compañeros y maestros. Si eres joven, puedes demostrar que eres valiente diciendo que eres Testigo aunque en clase se burlen de ti. Así demostrarás que te sientes orgulloso de ser testigo de Jehová (lea Salmo 86:12). Además, puede que algunos maestros quieran que creas en la evolución. Pero puedes estar seguro de que la Biblia siempre dice la verdad. Si alguien te pregunta por qué crees en la creación, puedes responder usando el folleto El origen de la vida (1 Pedro 3:15). Así te sentirás bien por haber defendido con valor lo que dice la Biblia.
8. ¿Por qué podemos ser valientes al predicar?
8 También somos valientes cuando predicamos (Hechos 14:3). ¿Por qué podemos ser valientes al predicar? Primero, porque lo que predicamos es lo que enseña la Biblia. Y la Biblia dice la verdad (Juan 17:17). Segundo, porque “somos colaboradores de Dios”, y él nos ayuda con su espíritu santo (1 Corintios 3:9; Hechos 4:31). Y tercero, porque amamos a Jehová y a las personas. Eso nos motiva a predicar lo más que podamos (Mateo 22:37-39). Como somos valientes, no dejamos de predicar. Estamos decididos a enseñar la verdad a los que han sido engañados por los líderes religiosos (2 Corintios 4:4). Seguiremos predicando aunque no nos quieran escuchar y hasta nos persigan (1 Tesalonicenses 2:1, 2).
9. ¿Cómo podemos demostrar que somos valientes cuando pasamos por malos momentos?
9 También podemos demostrar que somos valientes cuando pasamos por malos momentos. Si confiamos en Jehová, él nos da el valor y la fe que necesitamos para aguantar. Por ejemplo, si se nos muere un familiar o un amigo, sentimos dolor, pero no perdemos la esperanza. Sabemos que Jehová nos dará las fuerzas, porque él es “el Dios de todo consuelo” (2 Corintios 1:3, 4; 1 Tesalonicenses 4:13). Si estamos enfermos, aunque estemos sufriendo mucho dolor, no aceptamos ningún tratamiento médico que esté en contra de las normas de Dios (Hechos 15:28, 29). O si estamos deprimidos, puede que nos sintamos mal con nosotros mismos, pero no nos rendimos. Sabemos que Jehová siempre ayuda a los que sufren (Salmo 34:18; 1 Juan 3:19, 20).b (Mire la nota.)
JESÚS TOMA BUENAS DECISIONES
10. a) ¿Qué tenemos que hacer para tomar buenas decisiones? b) Si tomamos buenas decisiones, ¿cómo lo demostraremos con nuestra manera de hablar y actuar?
10 Para tomar buenas decisiones, tenemos que saber cuál es la diferencia entre lo que está bien y lo que está mal, y escoger lo que está bien (Proverbios 15:21; Hebreos 5:14). Si tomamos buenas decisiones, lo demostraremos con nuestra manera de hablar y actuar. ¿Cómo? Escogiendo bien lo que decimos para que nuestras palabras no hagan daño a los demás, sino que los ayuden. Eso es lo que Dios quiere que hagamos (Proverbios 11:12, 13). También lo demostraremos no enojándonos fácilmente (Proverbios 14:29). Cuando tomamos buenas decisiones, nos hacemos más amigos de Dios. ¿Cómo podemos aprender a tomar buenas decisiones? Estudiando la Biblia y poniendo en práctica lo que nos dice (Proverbios 2:1-5, 10, 11). También nos ayudará estudiar el ejemplo de Jesús y copiarlo.
11. ¿Cómo tomó Jesús buenas decisiones cuando hablaba?
11 ¿De qué maneras tomó Jesús buenas decisiones? Veamos tres. Primero, tomó buenas decisiones cuando hablaba. Cuando predicaba, enseñaba de manera agradable. Por eso los que lo escuchaban se quedaban admirados (Mateo 7:28; Lucas 4:22). Además, leía y citaba de las Escrituras muchas veces. Él sabía qué partes de las Escrituras citar para cada situación (Mateo 4:4, 7, 10; 12:1-5; Lucas 4:16-21). Y cuando las explicaba, llegaba al corazón de las personas. Por ejemplo, después de resucitar, Jesús habló con sus discípulos mientras iban de camino a una aldea. En esa ocasión les explicó las profecías que hablaban de él. Eso los animó mucho, y por eso dijeron: “Nos ardía el corazón cuando él venía hablándonos por el camino” (Lucas 24:27, 32).
12, 13. ¿Qué ejemplos nos muestran que Jesús no se enojaba fácilmente y que era razonable?
12 Segundo, Jesús demostró con su actitud que tomaba buenas decisiones. Él no se enojaba fácilmente (Proverbios 16:32). Al contrario, controlaba sus emociones y tenía buen genio (Mateo 11:29). También era paciente con sus discípulos cuando cometían errores (Marcos 14:34-38; Lucas 22:24-27). Además, no perdió la calma ni siquiera cuando lo maltrataron (1 Pedro 2:23).
13 Jesús también fue razonable. Por ejemplo, pensemos en la mujer que tenía una enfermedad que le hacía perder mucha sangre (lea Marcos 5:25-34). Ella caminó entre mucha gente para alcanzar a Jesús y tocar su ropa. Según la Ley, ella no debía tocar a nadie (Levítico 15:25-27). Pero Jesús no la regañó. Él sabía por qué Dios había dado la Ley. Sabía que cualidades como el cariño y la compasión eran más importantes que obedecer cada detalle de la Ley (Mateo 23:23). Por eso Jesús le dijo a la mujer: “Hija, tu fe te ha devuelto la salud. Ve en paz, y queda sana de tu penosa enfermedad”. ¡Qué excelente ejemplo!
14. a) ¿Qué era lo más importante para Jesús? b) ¿Qué decisiones tomó Jesús para concentrarse en la predicación?
14 Tercero, Jesús demostró con su forma de vivir que tomaba buenas decisiones. Para él, predicar era lo más importante en su vida (Lucas 4:43). Por eso tomó decisiones que lo ayudaron a concentrarse en la predicación. ¿Qué decisiones tomó? Llevó una vida sencilla para dedicar su tiempo y sus energías a predicar (Lucas 9:58). También preparó a sus discípulos para que la predicación continuara después de su muerte (Lucas 10:1-12; Juan 14:12). Además, les prometió que los seguiría ayudando hasta que viniera el fin (Mateo 28:19, 20).
TOMEMOS BUENAS DECISIONES COMO JESÚS
15. ¿Cómo podemos tomar buenas decisiones a la hora de hablar?
15 Como vimos antes, otra forma de copiar el ejemplo de Jesús es tomando buenas decisiones a la hora de hablar. Cuando hablamos con nuestros hermanos, usamos palabras que los animen, no que los desanimen (Efesios 4:29). Cuando predicamos, nuestra forma de hablar debe estar “sazonada con sal”, es decir, debemos hablar a las personas con respeto (Colosenses 4:6). Para escoger bien lo que decimos, nos esforzamos por saber lo que las personas necesitan y lo que les interesa. Si hablamos de manera agradable, puede que las personas nos escuchen y que nuestro mensaje les llegue al corazón. Además, usamos la Biblia siempre que podemos para explicar nuestras creencias. Lo hacemos porque el mensaje de la Biblia tiene más poder que cualquier cosa que nosotros podamos decir (Hebreos 4:12).
16, 17. a) ¿Qué nos puede ayudar a no enojarnos fácilmente? b) ¿Cómo demostramos que somos razonables? c) ¿Qué nos ayudará a concentrarnos en predicar?
16 También demostramos que tomamos buenas decisiones con nuestra actitud. ¿Cómo? Controlando nuestras emociones. ¿Qué nos puede ayudar a no enojarnos fácilmente? (Santiago 1:19.) Cuando alguien nos diga o haga algo que nos ofenda, tratemos de comprender por qué lo ha hecho. Así será más fácil perdonarlo (Proverbios 19:11). También debemos demostrar que somos razonables. ¿Cómo? No esperando que nuestros hermanos sean perfectos. Recordemos que ellos pueden tener problemas que no entendamos del todo. Otra forma de demostrar que somos razonables es escuchando las opiniones de los demás. No debemos insistir siempre en que se hagan las cosas como nosotros queremos (Filipenses 4:5).
17 Además, demostramos que tomamos buenas decisiones con nuestra forma de vivir. Para nosotros, predicar es un gran honor. ¿Qué nos ayudará a concentrarnos en predicar? Poner en primer lugar nuestro servicio a Jehová y llevar una vida sencilla. Eso nos permitirá dedicar nuestro tiempo y energías a predicar antes de que llegue el fin (Mateo 6:33; 24:14).
18. ¿Qué tenemos que hacer si queremos vivir para siempre?
18 Seguro que hemos disfrutado de ver cómo Jesús es humilde, compasivo, valiente y toma buenas decisiones. Seguir aprendiendo sobre otras cualidades de él también nos ayudará. Por eso, sigamos copiando el ejemplo de Jesús. Así nos acercaremos más a Jehová y podremos vivir para siempre.
a Las palabras de 1 Pedro 1:8, 9 se dirigían a cristianos que esperaban vivir en el cielo. Pero también se pueden aplicar a los que esperan vivir para siempre en la Tierra.
b Encontrará ejemplos de personas que fueron valientes cuando pasaron por situaciones difíciles en La Atalaya del 1 de diciembre de 2000, páginas 24 a 28; ¡Despertad! del 22 de abril de 2003, páginas 18 a 21, y ¡Despertad! del 22 de enero de 1995, páginas 11 a 15.