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Romanos 1:7La Biblia. Traducción del Nuevo Mundo
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7 A todos los amados de Dios que están en Roma y que han sido llamados para ser santos:
Que tengan bondad inmerecida y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
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RomanosÍndice de las publicaciones Watch Tower 1950-1985
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1:7 w82 15/1 22; w77 390; g65 22/6 7; w63 298
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Notas de estudio de Romanos. Capítulo 1La Biblia. Traducción del Nuevo Mundo (edición de estudio)
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A todos los [...] que están en Roma. Es decir, a los cristianos de la ciudad de Roma. En el Pentecostés del año 33 de nuestra era, había en Jerusalén “visitantes procedentes de Roma, tanto judíos como prosélitos”, que fueron testigos de lo que sucedió después de derramarse el espíritu santo. Seguramente algunos de ellos estuvieron entre los 3.000 que se bautizaron ese día (Hch 2:1, 10, 41). Es probable que, al regresar a Roma, formaran una congregación de cristianos muy entusiastas, porque Pablo dijo que por todo el mundo se hablaba de su fe (Ro 1:8). Hasta los historiadores romanos Tácito (Anales [trad. José L. Moralejo], libro XV, 44, 2) y Suetonio (Vidas de los doce césares [trad. Rosa M.ª Agudo Cubas], libro VI: Nerón, 16, 2), nacidos en el siglo primero, mencionaron a los cristianos de Roma.
santos. Las Escrituras Griegas Cristianas con frecuencia llaman “santos” a los hermanos espirituales de Cristo que formaban las congregaciones (Hch 9:13; 26:10; Ro 12:13; 2Co 1:1; 13:13). Este término se aplica a quienes entran en una relación especial con Dios mediante el nuevo pacto, que se establece gracias a la sangre derramada de Jesús, “la sangre de un pacto eterno” (Heb 10:29; 13:20). Por lo tanto, Dios es el que los santifica, purifica y declara “santos”. Él no les concede esta santidad cuando mueren, sino desde el mismo momento en que empiezan a llevar una vida santa en la tierra. Así que no hay base bíblica que justifique que una persona o una organización declare “santos” a otros seres humanos. Pedro dice que los que son llamados por Dios “tienen que ser santos” porque él es santo (1Pe 1:15, 16; Le 20:7, 26). Este término se aplica a todos los que llegan a estar en unión con Cristo y se convierten en herederos con él. Más de cinco siglos antes de que se llamara “santos” a los discípulos de Cristo, Dios reveló que habría un grupo llamado “los santos del Supremo” que gobernaría con Cristo en su Reino (Da 7:13, 14, 18, 27).
Que tengan bondad inmerecida y paz. Pablo usa este mismo saludo en 11 de sus cartas (1Co 1:3; 2Co 1:2; Gál 1:3; Ef 1:2; Flp 1:2; Col 1:2; 1Te 1:1; 2Te 1:2; Tit 1:4; Flm 3). Y en sus cartas a Timoteo emplea un saludo parecido, pero le añade la cualidad de la “misericordia” (1Ti 1:2; 2Ti 1:2). Los expertos han notado que Pablo, en vez de usar el término griego que se empleaba habitualmente para saludar (kháirein), suele usar otro término que suena parecido (kháris) para expresar su deseo de que las congregaciones disfruten de abundante “bondad inmerecida” (ver la nota de estudio de Hch 15:23). Pablo también refleja el saludo habitual en hebreo (shalóhm) al mencionar la “paz” (ver la nota de estudio de Mr 5:34). Parece que, al combinar los términos “bondad inmerecida” y “paz”, Pablo está destacando la clase de relación que tienen los cristianos con Jehová Dios gracias al rescate. Cuando dice de dónde vienen la bondad generosa y la paz, menciona por separado a “Dios nuestro Padre” y al “Señor Jesucristo”.
bondad inmerecida. O “bondad generosa” (ver glosario). En sus 14 cartas, Pablo menciona la “bondad inmerecida” (en griego, kháris) unas 90 veces, mucho más que ningún otro escritor de la Biblia. De hecho, comienza todas sus cartas, menos Hebreos, con saludos en los que hace referencia a la bondad inmerecida de Dios y de Jesús. Y en la conclusión de todas sus cartas incluye igualmente la expresión “bondad inmerecida”. Otros escritores bíblicos también la usan de forma parecida al comienzo y al final de sus escritos (1Pe 1:2; 2Pe 1:2; 3:18; 2Jn 3; Ap 1:4; 22:21). Ver la nota de estudio de Hch 13:43.
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